Revelaciones

- ¿El miracoulus del pavo real era de mamá? - Adrián temblaba en su asiento como una hoja - Entonces.... entonces... ella era...

- No, no, ella nunca fue una superheroína, de eso estoy seguro... Lo era para mi - añadió Gabriel Agreste en voz baja con un suspiro melancólico - Ese broche y el libro eran reliquias familiares, pertenecieron a su bisabuela y pasaban de generación en generación. Ella los guardaba como un gran tesoro. Y después de que nos dejase... no fui capaz de deshacerme de ellos.

- ¿Usted sabía lo que eran en realidad? - pregunto Alya conmovida por lo vulnerable que parecía el señor Agreste mientras hablaba de su esposa.

- No al principio... Lo descubrí más tarde. Tú me diste la pista. - dijo Gabriel Agreste mirando fíjate a Adrián.

- ¿Yo? - Adrián se sorprendió, siempre había procurado ir con cuidado en lo referente a ocultar en su casa sus poderes.

- Si. Cuando Jackady (Simón dice) nos ataco - le cogió a Adrián la mano donde llevaba el miracoulus - Chatnoir me estrecho la mano y me fijé en su anillo mágico. Después me sorprendió ver que tú llevases un anillo con forma similar y empecé a pensar que yo había visto ese anillo antes, en otro lado.

Adrián retiro la mano y por un acto reflejo la  escondio cruzándose de brazos en actitud protectora. Ahora veía que ese gesto arrogante suyo había sido un error.

-Tarde un tiempo pero por fin recordé el libro de tu madre. No entendía lo que decía el texto pero los dibujos eran muy claros, hablaba sobre los superhéroes y el villano que se encontraban ahora en París. Y fue entonces cuando supe que el broche de mi esposa era en realidad un objeto mágico.

- ¿Porque no se lo contó a Adrián? - quiso saber Sabrina, como buena hija de policía le fascinaba todas las deducciones que había hecho Gabriel Agreste.

- Porque él parecía no querer que se supiese su nueva personalidad de superhéroe, y yo decidí esperar a que estuviese preparado para hablar sobre ello. Desde entonces siempre estuve vigilándolo, aunque él creyese que esquivaba a su guardaespaldas y a Natalie, yo sabía lo que hacía en todo momento. Y seguí estudiando el libro con idea de ayudarle cuando fuera necesario.

Adrián miro a su padre y se dio cuenta de que todo ese tiempo le había juzgado mal, creyendo en todo momento que él no le importaba nada. Gabriel Agreste le devolvió la mirada y ambos sintieron que una antigua conexión de afecto que parecía rota volvía a unirlos como antaño hiciera.

-Hay algo que no entiendo - pensó Marinette en voz alta, todos la miraron y la chica creyó que iba a morir cuando sus ojos se cruzaron con los de Adrián - Maestro Fu, ¿como es posible que la familia de Adrián tuviera el miracoulus en su poder?

El anciano sonrió y adoptó un aire un tanto misterioso.

- Hace aproximadamente unos 120 años me hallaba yo en una misión cerca de la región del Tíbet cuando conocí a una bella historiadora que investigaba la verdadera leyenda de los miracoulus.

- ¿Mi tatarabuela? - pregunto Adrián, la idea de que su familia estuviera ligada a los miracoulus le había sobrecogido.

- En efecto - le confirmo el Maestro Fu - pero la historia de lo que allí sucedió es larga y daría tema para una serie de fics de 10 capítulos por lo menos. Es por ello que hoy no profundizo más. Basta saber que nuestra amistad fue tan grande que yo, el guardián, decidí pedirle ayuda y encargarle una difícil tarea... Separar uno de los miracoulus de los demás y esconderlo con el fin de evitar el desastre.

- ¿El desastre? ¿Que es ese desastre? - Marinette miro a Tikki que descansaba en su regazo y se pregunto porque ella nunca le había hablado de eso.

- De hecho, el desastre ya ha comenzado - el Maestro Fu se asomó a la ventana.

El cielo estaba cubierto de unas extrañas nubes purpuras que avanzaban amenazantes.

- Decidme, en las últimas horas, ¿ninguno a experimentado algún cambio repentino? ¿Algo fuera de lo común? - sus ojos les miraron a todos que negaron, pero se detuvieron al ver dudar a Chloé.

- Yo... - Chloé se veía nerviosa, ya que no estaba segura de si se reirían de ella - bueno, a veces siento un deseo enorme de comer miel.... Nunca me había pasado, de hecho nunca me ha gustado la miel.

Pero al margen de reírse, el rostro del Maestro Fu se tornó muy preocupado.

- ¿Que sucede con eso? - se preocupó Gabriel Agreste, que puso una mano protectora en el brazo de Adrián.

- Eso es el desastre... Según una profecía, cuando los 7 miracoulus estén activos a la vez pero la energía que domine su equilibrio sea negativa, los portadores adoptarán la esencia de su miracoulus.

- ¿La esencia? - Adrián se imaginó comiendo camembert a todas horas y no le hizo gracia, odiaba ese queso.

El Maestro Fu se le acerco y le miro a los ojos intensamente.

- Nuestra abejita no es la única que ya se ve afectada. Los cambios pueden ser físicos también... Y las pupilas de gato son muy llamativas cuando aparecen.

- ¿Me estoy convirtiendo... en un gato? - Adrián no sabía si aquello era mejor.

- ¿Eso quiere decir que Marinette y yo nos convertiremos en insectos mientras los demás serán animales aceptables? - chillo Chloé horrorizada.

- ¡¿Eeeeeh?! - Marinette palideció, no quería ser una mariquita.

Todos se asustaron bastante. La idea de convertirse en unos animalitos no les gustaba en absoluto a ninguno.

- Hay que detener a Hawk Moth y a su nuevo akumatizado. - concluyo el Maestro Fu - Ellos son los responsables de que el desastre se este produciendo, han acumulado demasiada energía negativa. Los otros 6 miracoulus no pueden equilibrarlo.

- ¿A que esperamos? Vamos a ello - se levantó Alya de su asiento, Trixx revoloteo a su alrededor - le derrotaremos y acabaremos con esto.

Todos los kwamis imitaron a Trixx y animaban a sus portadores a la lucha.

- Pero no sabemos dónde se enconden - dudo Sabrina - ¿o creéis que saldrán a nuestro encuentro? No podemos permitir que akumaticen a nadie más para enfrentarse a nosotros.

- Vuestros kwamis os guiarán - dijo el Maestro Fu mientras Wayzz se apoyaba en su hombro - pueden sentirse entre ellos, así localicé a Duussu, Wayzz me guío.

- ¿Lo que significa que ellos siempre han sabido quienes éramos en realidad? - Adrián no supo como actuar y miró a Marinette, Plagg siempre supo quien era Ladybug y le dejo imagínarse quién sería.

- Tikki podrías habérmelo dicho - susurró Marinette a Tikki, aunque dudando si hubiese sido buena idea saber quién era Chatnoir.

- Lo siento Marinette pero era mejor que fuese un secreto.

- Vamos chicos a intentarlo - dijo Pollen.

Todos los kwamis se cogieron de la mano y unieron sus energías en un equilibrio armonioso.
El silencio en la habitación era absoluto.

- Sentimos a Nooro - fue Tikki quien rompió el silencio - pero su energía es muy débil, la oscuridad le está consumiendo. No queda mucho tiempo.

- Ladybug, Chatnoir, Reena rouge, Queen Bee, Le Paôn... dependemos de vosotros - les dijo el Maestro Fu.

Adrián miro a su padre y este le hizo una señal de asentimiento.
El Maestro Fu retrocedió a una esquina con Wayzz.

Adrián se acercó a Marinette y le tendió una mano. Marinette se la cogió mientras sentía que su corazón se desbocaba salvajemente y tendió la otra a Alya. Alya se la tendió a Sabrina y está a Chloé.

- Muy bien equipo... - les dijo Adrián a todas - ¡Hora de transformarse!

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