Capitulo 7

Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.


—Por favor Tenten, no llores así, yo estoy segura que Nii-san, no te dejaría sola, ambos son responsables.

—¡Hinata ! Tu no entiendes, Neji no se casará conmigo, ni con nadie. Se que no me dejará sola, pero nunca se atará a nadie, porque no quiere dejarte desamparada—la Hyuga tragó saliva, en el momento en que la realidad la golpeó. Era y siempre había sido su culpa, que Neji a su edad, nunca hubiera formalizado una relación con nadie.
Por mas que demostró que podía valerse pos si sola, su primo no lo creía y siempre la pondría por encima de su propia vida. Ahora, Tenten estaba frente a ella llorando, angustiada y sosteniendo una prueba de embarazo con resultado positivo—No es tu culpa Hina, no te sientas mal, él nunca me engaño y yo sabía en lo que me estaba metiendo... es sólo que nunca pensé quedar embarazada, aún con las píldoras anticonceptivas—reiteró Tenten, antes que Hinata pudiera pensar otra cosa.

—No te preocupes Tenten, yo hablaré con él y no permitiré que te abandone—aseguró la morena muy decidida.

—No por favor Hinata, no le digas nada, no quiero que piense que lo hice apropósito.
Déjame pensar bien antes de darle la noticia—pidió desesperada la joven de cabello castaño. La ojiperla lo pensó por unos momentos y estuvo de acuerdo en mantener el secreto, por el momento.

[...]

Sasuke había terminado de revisar a todos sus pacientes y se fue al salón donde comían algunos de los médicos en el hospital Uchiha. En todo el día, no había podido mirar a Hinata, debido a los turnos de trabajo. Sacó su teléfono y se relajó mirando las redes sociales.

Siempre tenía un sin fin de mensajes, de chicas que querían seguirlo y otras que se ofrecieron a él descaradamente. No les prestaba atención, sin embargo, un mensaje privado, lo hizo, palidecer. En él, estaba una fofo suya, teniendo sexo con una mujer a la que no se le veía el rostro, pero que él sabía perfectamente de quien se trataba.

Bajo la fotografía, se leía en letras mayúsculas. SI CONTINÚAS IGNORÁNDOME, LE MANDARÉ ESTA LINDA FOTO, A TU PRINCESITA.

Cerró el teléfono de inmediato y su mirada se dirigió a todos lados, para asegurarse que nadie mas lo hubiera visto ¡Maldita mujer! Lo había grabado y él ni siquiera se enteró. Esto es serio, pensó preocupado. Karin ya lo había estado amenazando, pero la ignoró, argumentando que Hinata jamás le creería. Todo se estaba complicando y el tiempo junto a Hinata se acababa sin poder evitarlo.

Tenía que hacer algo para que ella no pudiera dejarlo. Pensó en todos los escenarios y en todos y cada uno de ellos, Hinata lo dejaba. Se tomó el cabello tratando de pensar en algo, hasta que una muy diminuta luz se aclaró.

Se fue rápido y cancelo todas sus citas del día, para dirigirse hacia afuera.
Esta vez apostaría todo y esperaba tener suficiente tiempo para lograrlo.

[...]

Obito literalmente, había estado rogándole a Kakashi, que lo invitara a cenar en la mansión Hyuga.

Le contó todo a su amigo y esté a su vez, parecía no querer ayudarlo. Lo que ocasionó la ira del Uchiha en varias ocasiones. Después de muchas discusiones, Kakashi accedió y en ese momento, estaban llegando a la mansión Hyuga. Los dos se acercaron a la puerta y Neji ordenó que los pasaran a su oficina.

Para Neji, no fue sorpresa que Kakashi llegara a cenar, dado que una, o dos veces a la semana lo hacía, tampoco lo molesto el hecho de que trajera con él a Obito, ya que a Neji, le había dado muy buena impresión desde que lo conoció.

[...]

La ojiperla terminaba de preparar la cena. Desde que vivían en Konoha, era ella quien lo hacía por la simple razón, que disfrutaba de hacerlo. Su cabeza estaba hecha un lío. Debía hablar con Neji, se sentía demasiado culpable por la situación de su primo y necesitaba encontrar la manera de liberarlo de esa pesada carga que llevaba encima por culpa suya.

Indirectamente, ella misma fue la culpable, por hacerlo prometer, nunca dejarla sola cuando murió su padre y su hermana. Jamás se podía haber imaginado, que esa petición, acarrearía lo que ha venido pasando y que ahora ya no se puede dejar pasar.

Gruesas lágrimas se derramaron por sus mejillas, debido a la culpa. La única solución viable, era tratar de alejarse de Neji y hacerle ver, que podía sobrevivir sola. Su corazón y alma se estrujaron con esa idea, pero no había otra alternativa.

No supo cuánto tiempo estuvo pensando sin moverse del mismo lugar, hasta que su primo estaba frente a ella y la llamaba.

—¿Que te pasa Hinata? Llevó rato llamándote y no me escuchas—preguntó el Hyuga preocupado.

—L-lo lamento Nii-san, no te escuché—trató de ocultar la humedad en sus mejillas—¿para que me llamabas?

—Te preguntaba si la cena esta lista—Neji tenía el ceño fruncido por el semblante de Hinata, dado que parecía haber estado llorando.

—Si, ahora mismo la llevó—respondió, mientras servía los platos.

—Sirve dos más, porque tenemos invitados—la morena asintió con la cabeza, sin preguntar de quien se trataba, pues aún estaba triste y consternada por la decisión que tomó.

Una de las empleadas había llevado los platos al comedor y ella salió momentos después, para encontrarse con el Hatake y Obito, sentados esperando por ella junto a Neji.

Todos sus preocupaciones se esfumaron, al momento que miró ese par de ojos negros, pertenecientes al Uchiha. Sonrojada, se acercó y saludó, para sentarse de nuevo junto a Obito, quien seguía todos y cada uno de sus movimientos, mientras Neji y Kakashi, conversaban de asuntos de la empresa.

—¿Como te va con Sasuke?—preguntó el Uchiha, para iniciar una plática y Hinata levanto el rostro hacia él.

—¿Yo he..? Bien, estamos bien...¿y a usted? ¿Como está su relación con Nohara San?—la ojiperla se golpeó mentalmente, por haberse atrevido a preguntar algo así.

Obito sonrió, antes de responder—Bueno...ella no es mi pareja.

—Pero usted y ella, estaban, bien ¿ya sabe?—se enredó con las palabras.

—¿Que nos besamos?—preguntó el Uchiha sonriendo, por lo nerviosa que estaba Hinata—ella asintió—Rin, es sólo una amiga, no niego que en el pasado estuve muy interesado en ella, sin embargo, Rin prefirió a Kakashi y no a mí—aclaró la situación—y lo del beso sólo fue un error... después de romper con Kakashi, ella quiere intentarlo conmigo y se que está confundida.

—¿Y no cree que funcione? Ella se veía muy interesada en usted—de nuevo, Hinata se regañó mentalmente por hablar de más—D-disculpe, e-estoy invadiendo su privacidad.
El Uchiha, le tomó un mechón de cabello y se lo colocó tras de la oreja, sonrojando a la chica.

—No te preocupes muñequita, tú puedes preguntarme lo que quieras y respondiendo a tú pregunta, la respuesta es no. Rin ya no me interesa como mujer, ella es solo una amiga y nada mas—los dos se miraron por unos segundos y no supieron en que momento, estaban solos en la mesa, Kakashi y Neji, se habían levantando al terminar la cena, sin preocuparse por ellos.

Estuvieron hablando de todo y descubrieron que sus gustos eran muy similares.
Parecían conocerse de años y estaban muy cómodos compartiendo su mutua compañía.
Intercambiaron los números telefónicos y aunque le molesto, el Uchiha pregunto sobre Sasuke. Tenía que escuchar todo, si quería ganarse su confianza y después su amor.
Hinata era tan inocente, que terminó contándole todo a Obito, después de saber que ellos eran primos.

El Uchiha por su parte, tuvo que fingir compostura, aunque por dentro, se estaba quemando de celos y al momento de despedirse, Obito se tomó la libertad de abrazarla y darle un beso en la mejilla, a lo que ella no se resistió y quedaron de seguir en contacto.

[...]

Los días continuaron y laojiperla cada día estaba mas ahogada, por la situación de su primo. Durante el día se distraía en el trabajo con los niños y en ocasiones, miró a Sasuke. Lo había notado muy extraño y callado en los últimos días y no sabía que le pasaba. Su auto se encontraba en reparación y tomó un taxi. Tenía que comprar uniformes nuevos y algunas cosas más. No quiso molestar a nadie y se dirigió sola hacia el centro comercial.

Mas tardé, compro los uniformes y también unos juguetes para entretener a los niños en el hospital. Observaba todos los negocios por donde caminaba, no obstante, algo llamó su atención.

En un lugar de helados, se encontraba Shisui, el esposo de Sakura, pero no era Sakura la mujer que lo acompañaba, sino una de cabello largo y ojos oscuros.

La Hyuga, hizo un gesto de desagrado al presenciar el apasionado beso que se estaban dando. Eso era simplemente despreciable ¿como podían hacerle esa canallada a Sakura? Se preguntó, negando con la cabeza.

—¿Quien te hizo enojar muñeca ?—preguntó una seductora voz, misma que ella conocía muy bien y lo que más la turbo, fue que él, estaba a la altura de su oído, erizándole la piel.

—¡Obito kun! —exclamo girando el rostro hacia él, quedando a escasos centímetros, el uno de otro. El Uchiha continuó acercándose a ella, hasta el punto de rozar sus labios, con los de la joven. Hinata sintió una revolución de mariposas dentro de su estómago y de pronto, se alejó al recordar a Sasuke. Estaba asqueada por el comportamiento de Shisui  y ella por poco le hace lo mismo a Sasuke—D-di disculpe Obito kun, no yo...—no sabía que decir. Los nervios no la dejaron pensar en otra cosa, que no fuera la sensación de sus labios en los suyos.

El azabache se lamentó por la retirada que ella dio, pero al igual que la joven, aun  podía sentir la increíble sensación de esos carnosos labios—No te preocupes, fue mi culpa—expresó restándole importancia al incidente—Y bien ¿porque estabas enojada?—cuestionó interesado.

La morena lo miró sin decir nada y acto seguido, giró su rostro hacia el lugar donde aún estaba el marido de Sakura. Obito, arqueo una ceja. Su primo no tenía ni el año de casado y ya estaba siendo infiel.

—¡Eso es despreciable Obito-kun! ¿Como pueden ser tan crueles y hacerle eso a Sakura?—preguntó, casi con lágrimas en los ojos.

Obito la miró con ternura y no desaprovechó el momento. La atrajo hacia él y la abrazó fuerte contra su ancho y duro pecho. Internamente, agradeció haber dañado sus camisas de vestir, lavándolas por él mismo, usando cloro, pensando que también se usaba con el jabón.

Sus camisas quedaron con manchas desteñidas por todos lados. No le quedó mas remedio, que ir a comprar mas. Hizo la compra rápido y ya se dirigía a la salida, cuando miró a su muñeca. Eso fue el detonante para esfumar su mal humor, ya que ni siquiera planeó encontrarla. El destino parecía estar de su lado y no pensaba desaprovechar esa oportunidad, por lo tanto, la llevó a una cafetería, con la excusa de hablar mas tranquilos.

—¿Estas mejor?—le preguntó, al mirarle los ojos tristes. La ojiperla, suspiró y le respondió que si, con una sonrisa amarga—No se que le estará pasando a Shisui, creí que amaba a su esposa, estuve en su boda y los dos lucían muy enamorados.

—¿Usted también es familiar de Shisui san?—cuestionó con curiosidad, puesto que deseaba saber mas sobre él.

—Así es, somos cuatro primos y yo soy el mayor, después está Shisui, luego Itachi y por último Sasuke—mencionar  el último nombre, le causó molestia, misma que trató de ocultar.

—De casualidad ¿también es familiar de Uchiha Madara?—preguntó con una encantadora sonrisa. Obito se tensó y frunció el ceño. Odiaba admitir que ese hombre era su padre.

—Es mi padre—respondió apretando la mandíbula. Hinata no pudo disimular la alegría que ese hecho le causó y por ende, comenzó hablar sobre el mayor de los Uchiha.

—Él es una excelente persona y fue justamente él, quien me ayudó el primer día que llegué al hospital y pronto se gano mi respeto y admiración. También me contó, que conoció a mis padres y que eran muy amigos cundo eran jóvenes. Me agrada mucho hablar con él, pues de alguna manera, me siento cerca de mis padres—continuó la ojiperla, dejando a Obito sin palabras.

Solo eso faltaba, que el viejo se ganara la admiración de la mujer de su vida, pensó el Uchiha con molestia y sin poder ocultar su desacuerdo, trató de cortar el tema—¿Podrías hablar de otra cosa.?—pregunto, ya algo molesto, debido a la admiración de la chica hacia el viejo. Ella pareció no escuchar, ya que continuó hablando de la genuina administración que le causó el Uchiha mayor, por hablarle de sus familiares—¡Con un demonio¡ Te pedi que dejaras de hablar de lo mismo—exigió, levantando un poco la voz y asustado a la chica.

Hinata se quedó sin palabra al escuchar la forma en que Obito le hablo. No sabía que pasaba, pero tampoco era su incumbencia. Un nudo se formó en su garganta y le fue imposible permanecer junto a él sin llorar. De nuevo hablaba de mas, era evidente que a Obito, no le interesaba escuchar nada sobre sus padres y su mirada llena de odio, se lo confirmaba.

—G-gracias por e el cafe, Uchiha-San,  pero ya me tengo que ir—se puso de pie con torpeza. La situación estaba muy tensa, sus ojos picaban llenándose de humedad y el aura del Uchiha, la estaba asustando aún mas. Sacó su teléfono para llamar un taxi y camino rápido hasta la salida, no obstante, antes de lograr salir, sintió un agarre en su brazo. Obito la sostenía y su expresión era de nuevo calmada y alegre.

—Te llevo a tu casa—fue lo único que le dijo, y la tomó de la mano para dirigirse hacia afuera y buscar el vehículo del azabache. Ella no tuvo el valor de negarse y lo siguió sin decir nada.

El trayecto desde el centro comercial hacía la mansión Hyuga, fue en silencio. Ninguno de los dos pronunció palabra. Obito se maldecía por no haber podido ocultar una parte de su lado malo. Había miedo en las perlas y eso no debería haber sucedido.

Se había preparado mentalmente para contarle parte de su pasado, en cuanto subieran al auto. Pensaba que ella pediría explicaciones cuando estuvieran a solas, sin embargo, estaba muy lejos de ser así. Ella no cuestionó absolutamente nada y peor aún, no dijo nada durante el trayecto.

Aún estaba asustada, podía deducirlo por cómo se mordía el labio y apretaba sus puños en las bolsas que tenía en sus piernas. Una vez que llegaron a la mansión. Obito se apresuró a bajar y abrir la puerta de Hinata, pero ella fue mas rápida y bajó antes que él llegara.

Tenía ganas de llorar, no sabía que fue lo que hizo mal para ser reprendida de esa manera. El nudo en la garganta le impidió decir nada, que no fuera un simple, gracias y acto seguido, camino hacia la puerta sin invitarlo a pasar y sin mirar atrás. Obito reaccionó y la abrazó por detrás.

—¡Perdóname muñeca! No quería asustarte—pidió el varón, colocando su barbilla en la cabeza de la joven.

—ALÉJATE DE ELLA —ordenó Sasuke, quien esperaba por Hinata para salir a cenar. Un gran odio se apoderó de él, en el momento que el idiota de su primo se atrevió a tocarla.

La Hyuga, que conocía bien los celos de Sasuke, de inmediato se liberó de Obito y lo enfrentó para agradecer, todavía con la mirada llorosa—Gracias por traerme a casa...que pase una buena noche Uchiha-san—Obito cerró los ojos al escucharla llamarlo Uchiha, en vez de su nombre, como había empezado a llamarlo.

Sasuke abrazó a Hinata y le pidió esperar adentro, mientras él y su primo se despedían.
Sin protestar nada, Hinata entro y dejó solos a los dos Uchihas, que parecían querer asesinarse entre si.

—Será mejor que te mantengas alejado de MI NOVIA.—advirtió  Sasuke, poniendo en claro de quien era novia, la linda chica.

—Y si no ¿que Sasuke? ¿Que harás si no me alejo y decido quitártela?—preguntó Obito.

—Hmph. Mi princesa jamás te haría caso, lo único que miré en sus ojos, fue miedo dirigido a ti y eso que aún no conoce tu pasado—Obito apretó la mandíbula y reprimió el impulso de golpear a su primo.

—¿Y como te mirara a ti cuando se enteré que le eres infiel con la prima de Naruto?
Porque hasta donde yo se, para cuando te encontré en los baños del hospital ya era tu novia. Dime Sasuke ¿ella sabe que mantienes sexo con Karin, mientras alejas a todos de su lado?—Sasuke palideció, pero no lo demostró frente a Obito.

—¡No te atrevas a intervenir Obito! Eso es parte del pasado y no pienso perderla porque tu boca no se mantenga cerrada.  Mejor dedícate a buscar mujeres de tu edad y deja de andar de pervertido—después de lo dicho, Sasuke dejó solo a Obito y entró a la mansión para hablar con Hinata. Ahora mas que nunca, tenía que apresurar su plan.

Obito se quedó mirando la puerta por donde entró Sasuke y apretó los puños.
No tenía caso romper la cara de su primo, pues terminaría asustado aún mas a su muñeca. Dejaría pasar unos días para buscarla y pedirle disculpas.

...

Una vez adentro, la ojiluna le sirvió un té a su novio y se sentaron juntos en la sala.

—Hinata ¿que hacías con Obito? ¿Porque estaban juntos? —preguntó con voz suave, para no parecer furioso.

—Yo-yo lo encontré en el centro comercial y él ofreció traerme a casa—respondió triste.

—¿Eso es todo? —cuestionó y Hinata, afirmó con la cabeza—¡Mi amor! Obito no es de confianza, tu no lo conoces, pero su carácter es muy impredecible—ella asintió sin querer entrar en detalles, debido a que no quería decepcionarse, mas de Obito.
Sasuke sonrió y la beso, por unos minutos, hasta que la animó a arreglarse para salir.

Después de esperar a Hinata para que se cambiara de ropa, los dos salieron a cenar donde el Uchiha tenía las reservaciones. El lugar era muy elegante y llamativo. Ambos entraron, luciendo como una pareja que no pasaba desapercibida. Sasuke vestía un traje negro con camisa roja y la Hyuga, vestía un entallado vestido rojo, combinando a la perfección con el azabache. La chica se percató de algunas personas tomándoles fotos, pero no dijo nada y lo dejó pasar. El mesero los llevó hasta la mesa que previamente Sasuke, escogió.

Después de terminar la cena, Sasuke tomo las manos de Hinata y comenzó con lo planeado para amarrarla a él—Hinata, sabes que te amo ¿verdad?—la chica sonrió y guardó silencio, para que continuara—Lo he pensado mucho y se que nunca sentiré por nadie, lo que siento por ti, es por eso, que quiero hacer una petición—el azabache sacó una cajita negra de los bolsillos de su pantalón y puso una rodilla en el suelo para quedar a su altura—Hinata, ¿quieres ser mi esposa y formar una familia conmigo?—preguntó con la cajita abierta, mostrando un hermoso anillo de diamantes.

Hinata se quedó sin saber que responder. Tenían poco tiempo de estar juntos, pero a su vez, eso no era impedimento. Todas las personas en el lugar estaban a la expectativa de lo que respondería y otros tomaban más fotografías. De pronto, las palabras de Tenten vinieron a su cabeza y de inmediato supo lo que debía responder.

—Acepto Sasuke... Si quiero formar una familia contigo—el azabache se puso de pie con ella y la abrazo fuerte, causado los aplausos de todos en el restaurante.

...

Al llegar a la mansión, Hinata dejó pasar a Sasuke para hablar con su primo antes que lo supiera por alguien mas. Llamó a Neji y pronto llegó a su encuentro.

—¿Que pasa aquí? —inquirió el castaño, quien llegó acompañado de Tenten.
Hinata levantó su mano, para mostrar el costoso anillo que adornaba su dedo. Estaba sonrojada y derramaba lágrimas. Tenten se tapó la boca y se acercó a darle un abrazo, mientras que Neji, sé cruzo de brazos con desaprobación.

—Nii-san ¿no estás feliz?—cuestionó la morena con tristeza, debido al semblante de Neji.

—Hinata ¿estás segura que quieres casarte?—preguntó con desconfianza.
Hinata miro a Tenten luego a Neji y afirmó, abrasándose al Uchiha. Ante ese acto, Neji chasqueó la lengua—Uchiha-san, pasa contigo a mi oficina, por favor—Hinata no supo que pensaba hacer Neji y sintió pánico.

. —¿Nii-san?—lo llamó con miedo, pero Sasuke le hizo una seña con la mano, para que no dijera nada, acto seguido, le dio un beso en la frente y siguió a Neji.

...

—No tengo que repetir, que Hinata es mas que una prima para mi. Ella es mi hermana, lo único que me queda en la vida, por lo tanto, te advierto, que si llegas a lastimarla, olvidare que tengo educación y te lo haré pagar ¿esta claro?— Neji no estaba contento, pero tampoco se podía interponer.

—Relájate Hyuga, te aseguro que Hinata será la mujer más feliz del mundo, porque yo la amo y dedicaré todos los días de mi vida a demostrarlo—después de algunas amenazas y advertencias de Neji, ambos se dieron la mano y salieron a la sala, para reunirse con las chicas.

[...]

Al día siguiente, todos los titulares de los diarios y programas televisivos, hablaban del compromiso entre la princesa Hyuga y el cotizado médico Uchiha. El diario fue estrujado con rabia, para luego salir lanzado hacia la pared—Se suponía que esto no pasaría, tu me aseguraste que podías separarlos y aún no he visto nada.

—Cálmate, tengo en mis manos lo necesario para que ese compromiso no se lleve a cabo. Tú encárgate de todo como lo habíamos planeado... te garantizo que haber involucrado a los medios fue lo mejor que nos pudo pasar.

[...]

Obito estaba desesperado, puesto que había mandado muchos mensajes a Hinata, pero ella no respondió ninguno de ellos, de hecho, ni siquiera los había leído. Esta vez no podía pedir ayuda a Kakashi, dado que fue sólo él, quien jodio todo y no sabía cómo arreglarlo.

Se maldijo mentalmente, por haberle hablado de la manera que lo hizo, de nuevo perdía el control y fue en el peor momento. Frustrado, se dejó caer en el sofá y se quedó paralizado con las imágenes que mostraron en la televisión. Subió el volumen para escuchar la exclusiva y sus labios se movieron en automático—Muñeca—susurró, al mirar las fotos de la Hyuga aceptando el anillo de compromiso que Sasuke le entregó.
Se puso de pie y rompió el televisor, seguido por todo lo que se atravesó a su paso y finalmente, cayó al piso con una botella de alcohol.

[...]

—¡Quiero el divorcio!—exigió Sakura, al descubrir a Shisui con Yugao, besándose en un restaurante de la cuidad. Su amor por él, era muy grande, pero no estaba dispuesta a que se burlaran de ella, por lo tanto, debían separarse.

—Espera, las cosas no son lo que parecen.

—Cierra la boca Shisui, eres un desgraciado, si no pensabas ser fiel, no debiste pedirme matrimonio—reprochó molesta y evitando llorar.

—¿Que pasa que son esos gritos?—preguntó la persona que se acercó a la pareja.

—Lo siento mucho Izuna-san, pero será mejor que su esposa y su hijo se lo expliquen—respondió Sakura, sacando sus maletas para subirlas en su auto.

—Sakura, piénsalo, tal vez todavía puedan arreglar lo que sea que pasó entre ustedes—su actual suegro, trató de persuadirla, sin embargo, ella ya había tomado una decisión.

—Le juro que traté, luche hasta lo último, pero no fue suficiente, es muy difícil, cuando solo una de las dos partes hace el esfuerzo, mientras que la otra, se divierte como si no hubiera prometido fidelidad—suspiro con tristeza, al mirar al que fue su suegro, él fue muy amable con ella, todo lo contrario a la bruja de Mei—Gracias por todo Izuna-San, en su oficina encontrara mi carta de renuncia del hospital Uchiha—anunció con melancolía.

—¿Pero a donde irás? ¿Donde vas a trabajar? Yo te puedo hacer cartas de recomendación, por si las necesitas—le ofreció alterado al ver que ella no sólo pensaba separarse de Shisui, sino también de toda la familia Uchiha.

—No se preocupe, mañana mismo empiezo mi trabajo en el hospital Senju—sin decir nada mas, se encaminó hacia su auto.

—Espera, tu no puedes dejarme así—se apresuró Shisui y tras alcanzarla, la retuvo del brazo, ocasionando una fuerte bofetada por parte de la Haruno. Su paciencia había llegado al límite y sentir su tacto, le provocó asco. No es que hubiera dejado de amarlo, pero sentirse traicionada, era algo que jamas dejaría pasar.

—No vuelvas a tocarme ¿acaso crees que quiero el tacto de quien toca a su amante?—lo miró con despreció—Esta será la última vez que hablamos, así que no vuelvas a acercarte a mí—exigió Sakura, antes de marcharse para jamas regresar.

Izuna, miro con pesar lo sucedido, sabía que todo había sido culpa de su esposa. De Mei, sólo esperaba, que su hijo no se arrepintiera de haberse dejado manipular, pues era claro, que Sakura no regresaría. Ella había llegado al punto de no retorno y aún amando a Shisui, no retrocedería.

[...]

—Abre la puerta Obito, se que estás allí—Kakashi llevaba al rededor de cinco minutos tocando la puerta del apartamento de su amigo. Esa noche llegaba de un bar y apenas entró en el edificio donde se hallaba su apartamento, alguien lo llamó desde la recepción. Se trataba del encargado de la seguridad del edificio, quien le pidió que revisará al Uchiha. El Hatake arqueo una ceja y fue entonces, que el guardia le contó sobre las quejas de los vecinos, asegurando que se escuchaban fuertes ruidos provenientes desde el interior del apartamento perteneciente a Obito.

El azabache no razonaba con facilidad, por lo tanto, optaron por no enfrentarlo y le pidieron ayuda a él, argumentando que él, era la única persona a la que Obito podría escuchar.

Luego de intentarlo por mas de diez minutos, el guardia le entregó el duplicado de las llaves del Uchiha y después de abrir se retiró dejando a Kakashi dentro.

El lugar era un completo desastre. De no conocer a Obito, Kakashi podía haberse asustado, pensando que algún entró a robar, no obstante, era de Obito de quien se trataba y viniendo de él, podía esperar lo inesperado.

El televisor estaba hecho pedazos al igual que los cuadros que había permanecido en las paredes. Las mesas de la sala yacían en pedazos sobre la alfombra y en medio de todo, se encontraba Obito, bebiendo con la mirada perdida en algún lugar.

—Obito ¿que hiciste? —preguntó el Hatake sin obtener respuesta, por lo tanto, lo tomó de los hombros, en un intento de atraer su atención.

—¡Acepto... ella aceptó¡—repitió sin mirarlo.

—¿Quien acepto Obito? ¿De que hablas? — Inquirió la respuesta, pues  no entendía nada.

—Mi muñeca, Kakashi, mi muñeca acepto casarse con Sasuke—soltó sin mirarlo—No puede, ella no puede casarse con ese golfo, él no la merece, no juega limpio, Sasuke le es infiel—Kakashi no pudo evitar la sorpresa que causaron las palabras de Obito. Negó con la cabeza, y lo animó a ponerse de pie, para que se acostara en la cama.

[...]

Itachi le comentó a su madre, que Neji y él, organizaron una reunión para celebrar el compromiso de Hinata y Sasuke. La dama Uchiha estaba feliz y pidió invitar a toda la familia y también amigos cercanos. Itachi estuvo de acuerdo, después de todo, ya se lo imaginaba. Fugaku los escucho y no dijo ni una sola palabra al respecto. Itachi, al verlo, lo invito,, pues a pesar de todo, seguía siendo el padre de Sasuke, no obstante, él ni siquiera se tomo la molestia de responder.

[...]

Ino arreglaba el largo cabello de Hinata. Se había auto invitado a dormir en la mansión Hyuga, para encargarse del arreglo de la morena.

Tenten y Temari, también estaban, con ellas, solo faltaba Sakura, quien dijo que pasaría directo al salón de la fiesta.

Todo había comenzado como una pequeña reunión, para convertirse en un gran evento, incluso, Gaara y Kankuro viajaron de Suna, para estar con Hinata.

Ino sonrió cuando miro el resultado de su trabajo. La ojiperla lucía un vestido color lavanda de una sola manga, el cual llegaba hasta los tobillos, dejando a la vista sus llamativas sandalias color perla, al igual que los accesorios que completaban su atuendo.

El cabello fue sujeto en una trenza floja, que caía al lado sin manga, del vestido, dándole un aspecto elegante y natural a la misma vez. Tenten recibió un mensaje de Neji, pidiendo que ya se fueran al salon, dado que los invitados habían empezado a llegar.

...
En cuanto arribaron en el salón, la ojiperla se sorprendió, por la gran cantidad de personas y reporteros que esperaban afuera.

Eso no le agradó, se suponía que la reunión era sólo para celebrar el compromiso y todo se había salido de control. Entraron, siendo fotografiadas por todos los ángulos. La morena empezó a sentir una opresión en el pecho y apresuró el paso, no obstante, dicha opresión, aumentó al entrar al salón.

[...]

Sasuke ya estaba vestido con un elegante traje negro. Debía darse prisa, de lo contrario , iba llegar tarde a la celebración de su propio compromiso. Sonrió al pensar en Hinata y en lo linda que debía mirarse. El timbre de su puerta lo sacó de sus pensamientos y se dirigió hacia la entrada, con la intención de deshacerse de quien lo interrumpió.

—¿Tu? ¿Que quieres? Habla pronto, que tengo prisa—exigió el Uchiha muy molesto, tras ver de quien se trataba.

[...]

Hinata observó a todos los invitados, a la mayoría de ellos, ni siquiera los conocía.
Orochimaru se le acercó para saludar y ella le correspondió con amabilidad. Luego de conversar por unos minutos, Mikoto apareció para llevarse a su futura nuera. La matriarca Uchiha, quería presentarla con todos sus amigos y familiares.

Hinata conoció a los padres de Shisui y también a algunas amistades. Mikoto la presento con muchas persona, hasta que la azabache fue llamada por algunos invitados. La ojiperla suspiro y de pronto, vislumbró a Gaara, quien le sonreía desde lejos. Se apresuró para llegar hasta él, siendo recibida por un cálido abrazo, para luego dar paso a Kankuro.

—¡Chicos los extrañé mucho! —exclamo, sonriendo a sus amigos.

A pesar del lugar donde se encontraban, tratando de ponerse al día con todos los acontecimientos. Ella los llevó hasta donde los presento, con sus amigos de Konoha y  pronto tomaron asiento junto a ellos. Hinata no pudo evitar sonreír, al ver como Sakura, mantenía una conversación con Gaara. Aparentemente, congeniaron de inmediato.

—Tus padres estarían orgullosos de mirar en la hermosa mujer que te has convertido—le sonrió Madara, mientras se acercó a ella.

—¡Uchiha Sama ! Que gusto que esté aquí—lo saludo la chica con alegría.

—Claro, jamas me lo perdería, te considero parte de mi familia y pronto lo serás legalmente.

—Usted es muy amable y es lo mas cercano que tengo de mis padres—se debatió nerviosa, antes de continuar—y es justamente por esa razón, que me atrevo a pedirle un favor—el Uchiha la animó a continuar con un asentamiento—Quiero que me haga el honor, de entregarme en el altar el día de mi boda—pidió la joven con las mejillas sonrojadas, lo que había estado pensando desde el día que Sasuke le propuso matrimonio. Madara sintió que su corazón latía desenfrenado, debido a la petición de la hija de sus amigos. Esa joven, no tenía idea lo feliz que lo hizo sentir, sólo por considerarlo una figura paterna. La tomó en un fuerte y paternal abrazó, conmovido por las emociones.

—Cuenta con ello, será un honor para mi entregarte en tu boda con mi sobrino—le respondió a la chica, percatándose, de que hasta el momento, Sasuke aún no había llegado.

—Hinata ¿donde está Sasuke?—inquirió Neji, acercándose al lugar donde hablaba con Madara.

—No lo se, desde la mañana no hablo con él... pensé que ya estaba aquí—respondió sintiendo aún mas fuerte la opresión en el pecho. Tratando de no alterarse, observó a Madara, con la mirada puesta sobre Neji y recordó que aún no los presentaba—¡Nii-san! Quiero presentarte a Uchiha Madara—los  dos se miraron y extendieron las manos para saludarse.

—Mucho gusto Uchiha-Sama, Neji Hyuga, para servirle—el castaño mostró su inquebrantable educación frente al mayor.

—El gusto es mío—el azabache lo evalúo y recordó sus años de juventud—no sabes las ganas que tenia de conocerte, Hinata me ha hablando mucho de ti y debo decir, que eres la viva imagen de Hizashi—el joven sonrió y comenzó a hablar con el Uchiha. Hinata aprovechó para alejarse un poco y marcar el número de Sasuke, no obstante, siguió sin obtener respuesta y su celular parecía estar apagado. La ansiedad aumentaba y ya no sabía que hacer para tranquilizarse.

...

Obito se sentó en el fondo del salón, donde se celebraba la futura unión de la mujer de su vida. Kakashi trató de persuadirlo para que no fuera, pero no lo logró. Con gran disgusto, observó a Hinata abrazada a su padre. El viejo le sonreía cariñosamente y eso lo enfureció aún mas. Sin embargo, se percató de la preocupación en el bello rostro de su muñeca y escuchó a los invitados preguntar por Sasuke. Itachi, mantenía la seriedad en su rostro, pero él lo conocía bien y sabía que estaba preocupado, al igual que su tia Mikoto. Algo raro sucedía y eso estaba entristeciendo a Hinata.

...

La tarde de Octubre, no podía ser mas perfecta, el clima a la hora que se planeo la celebración, era muy agradable. Itachi y Neji, pusieron como horario las tres de la tarde, para comenzar. Ambos se habían tomando la precaución, de dejar fuera los medios de comunicación, sin embargo, a tres horas pasadas de las tres, uno de los dos festejados no había llegado y la entrada del salón estaba abarrotada de periodistas, haciendo preguntas y esperando por captar las mejores imágenes. Ambos genios sabían que algo andaba mal.

...

Hinata se negaba a llorar, pero temía que Sasuke estuviera en peligro. Lo había llamado incontables veces y sus llamadas se iban al correo de voz. En ese momento , era sostenida por Kiba y Shino, quienes trataban de darle ánimo y hacían llamadas a distintos amigos paramédicos, para descartar la hipótesis de un accidente automovilístico.

Mikoto ya había comenzado a llorar, pensando lo peor. Izuna y Madara, permanecían con ella, también haciendo llamadas.

Obito y Kakashi, permanecieron junto a Neji, mismo que echaba chispas, pues para él, la idea de un accidente, era muy poco probable.

Naruto, Shisui y Shikamaru, fueron al apartamento de Sasuke y no lo encontraron por ningún lado. Nadie sabía nada, de su paradero.

Hinata empezó a escuchar burlas y murmullos sobre ella y se disculpó, escapando de todos hacia donde se encontraban los baños. Cuando se vio sola, se quebró y las lágrimas no se hicieron esperar. Su teléfono vibró, anunciando un mensaje de texto, lo abrió lo mas rápido que pudo, seguramente se trataba se Sasuke.

Al abrirlo, se dio cuenta que el número era desconocido, pero de igual manera lo leyó.
El mensaje le pedía que abriera la página, con el enlace adjunto de un programa televisivo. Su corazón, se paralizó por unos momentos, al mirar lo que contenía.
Arrojo el teléfono sobre la pared, rompiéndolo en pedazos y acto seguido, salió corriendo sin pensar, ni escuchar nada.

Neji estuvo pensando en todas las probabilidades de lo que estaba sucediendo y después de atar cabos, finalmente logró entender lo que sucedía. Negó con la cabeza, al mismo tiempo que apretaba los puños y al ver a su prima correr directamente a la boca del lobo, no pudo reaccionar a tiempo para evitarlo.

—HINATA, NO SALGAS, ES UNA TRAMPA—le gritó a la joven que salía con el rostro bañado en lágrimas.

Apenas abrió la puerta para seguir corriendo y fue recibida por un montón de luces y micrófonos, pidiendo una entrevista.

—¡Señorita Hyuga!  ¿Que opina de la boda de Sasuke Uchiha y Karin Uzumaki?

¿Es verdad que la dejo plantada? ¿Sabía que están esperando un bebé?—la ojiluna se tambaleó, sin poder responder nada. Sentía las burlas de todos y las luces de las cámaras, no cesaban. Estuvo por rendirse y caer de rodillas, puesto que no había un lugar seguro donde esconderse. Se hallaba completamente rodeada de reporteros.

—DÉJENLA EN PAZ, NO SE ATREVAN A TOCARLA Y HAGANSE A UN LADO, SI NO QUIEREN QUE YO MISMO LOS QUITE—exigió una voz fuerte, al momento en que la tomó de la cintura, para animarla ancaminar junto a él. Sólo cuando estuvo dentro de un auto, pudo reaccionar y fue consiente de lo que pasó... Obito la había sacado de donde estaba y la llevó lejos de esa pesadilla.

Él la miró llorando cerca de los baños y después de destruir el teléfono, tuvo la certeza... Todo tenía que ver con Sasuke y sin esperar, se fue tras ella, no obstante, nadie lo preparó para la furia que experimentó, al verla rodeada y acosada por esos mal nacidos, por lo tanto, no le importó lanzar golpes y amenazas a su pasó, su único interés, era ponerla a salvo.

Su llanto lo sacudía, quería poder evitar que llorara de esa manera. Su dolor era tan grande, que lloraba a grito abierto y él no podía hacer nada para tranquilizarla, por lo tanto, sólo se dedicó a ser su apoyo.

Continuara.

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