Capitulo 5

Los personajes de Naruto, no me pertenecen yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.

Obito llegó temprano a la corporación policiaca de Konoha, para reunirse con sus viejos amigos—¿Que te trae por estos lados Uchiha? ¿No me digas que de nuevo te pusieron una infracción?—cuestionó una bella fémina de cabello hasta los hombros.

—Claro que no ¿por quien me tomas Konan? —reprochó el Uchiha haciéndose el ofendido, dado que no había buscado ayuda con ellos una, ni dos veces a causa de las infracciones.

—Por alguien que no sabe cómo seguir las leyes de manejo y ademas, también se estaciona mal dónde quiera que llega. Como lo acaba de hacer afuera—añadió un hombre de mediana edad con cabello largó y blanco.

—¡Jiraiya!  Tiempo sin verte ¿dónde te has metido?—saludó al varón apenas apareció en su campo de visión.

—Trabajando Uchiha ya sabes, antiguos casos que aún no se han cerrado—Jiraiya era toda una leyenda en los cuarteles de investigación policiaca de Konoha y en muchos lugares más donde abarcaban sus investigaciones. Él era el jefe y a la vez, mentor de los amigos de Deidara y Obito. Jiraiya  y el azabache se conocieron años atrás, durante el tiempo que Obito vivió con los padres de Naruto. El Uchiha escucho a Naruto llamarlo viejo pervertido y desde entonces, así es como lo llamaban al igual que a Kakashi.

—¿Estás aquí por los documentos sobre Deidara?—Obito ya había hablado con ellos para que le facilitaran los expedientes y de ese modo, no perdería mucho tiempo metido allí.

-Si—respondió, mientras Nagato le entregaba una carpeta amarilla—Con esto, junto a las referencias de Itachi, será suficiente para liberar a Deidara de los cargos—afirmó Obito, sintiéndose satisfecho, dado que finalmente podría cerrar ese caso.

Hablaron durante un rato y finalmente el azabache se despidió con la intención de ir al hospital donde ya lo esperaba Itachi. Tenía que darse prisa, puesto que al día siguiente, regresará a Corea para entregar los documentos en el juzgado.

[...]

Para Hinata, los días que transcurrieron desde que aceptó ser la novia de Sasuke, habían sido caóticos. Todos en el hospital ya lo sabían y eso le ganó muchas miradas y mensajes de odio. Había optado por cerrar las redes sociales, debido al acosó del que era víctima. Ella ni siquiera sabía cómo su rostro apareció en los tabloides de revistas por toda la ciudad.

Karin cesó su acoso hacia ella, sin embargo, cada vez que por coincidencia se encontraban, la pelirroja se reía de ella. Sasuke le dijo que no pusiera atención y que si llegaba a molestarla se lo hiciera saber de inmediato.

Lo que mas le preocupó fue su primo, pues no quería decepcionarle, aunque él, la confortó diciendo que la situación era inevitable debido a la fama del Uchiha.

Ese día había estado mas ajetreado que otros, no pudo salir a comer, pero tampoco le importó, porque prefirió seguir ayudando a vacunar a todos los niños. No miro a Sasuke en todo el día y ahora se dirigió hacia la cafetería a tomar un café.

Su teléfono sonó y respondió al mirar quien la llamaba—Temari —murmuró.

—¡Hola Hinata ! —saludó la rubia por el teléfono.

—¡Temari..! Que bueno que me llamas ¿como están todos en Suna? —preguntó la ojiperla con nostalgia, al recordar a sus amigos de Suna.

Estamos todos bien y te llamo para darte una noticia —la Hyuga sonrió al teléfono como si estuviera mirando a su amiga y se mantuvo en silencio mientras la rubia continuaba—La próxima semana viajaré a Konoha... ayudaré a liderar las oficinas situadas allá—la ojiluna sintió gran felicidad—Sólo debo conseguir un departamento para instalarme durante el tiempo que me esté quedando en Konoha.

—De ninguna manera tu te quedas con nosotros. La mansión es muy grande y hay suficientes habitantes para que te quedes en la que gustes—afirmó la Hyuga, feliz de que su amiga vivirá con ella, quizás así, la mansión ya no se sentiría tan sola.

Pero no quiero ser una molestia... en serio Hina, lo mejor es que me ayudes a conseguir un buen sitio para mi—Temari siempre fue muy independiente y no acostumbraba ceder ante nadie.

—¡Temari! Hablo en serio, te quedas con nosotros o me voy a enojar contigo y le voy a decir a tus hermanos que me rechazaste—amenazó la ojiperla, tratando de mostrar carácter y autoridad.

Temari se soltó riendo divertida, escuchando las "amenazas" de su amiga.
Hina... no me hagas reír, tú, ni siquiera tratando, sonarías amenazante y mucho menos para mi, que te conozco desde niña—la ojiperla hizo un puchero en desaprobación—y en cuanto a mis hermanos, sabes perfectamente que esos tontos nunca se atreverían a contradecirme—continuó con las risas. Hinata finalmente sonrió, contagiada por la diversión a costa suya por parte de Temari.

—Está bien, se que no sueno amenazante, pero de todos modos te quedarás conmigo ¿verdad ?—preguntó, mirando al teléfono. La rubia no pudo negarse a la petición de Hinata y aceptó la invitación, quedando de verse la siguiente semana.

[...]

Itachi se encontraba en la oficina principal del hospital, donde también se encontraban, las oficinas de su padre, Izuna y Madara. Había terminado una operación y cuando salió, se apresuró a buscar el documento que le pidió Obito. Apenas lo había encontrado, cuando llegó su primo, el cuál entró caminando con cautela y cuidado de no encontrarse con su padre.

—¿Tienes lo que te pedí? —cuestionó Obito después de saludar a Itachi. El menor le entregó el sobre con lo que le solicitó y al ver que él estaba tan cerca de su tío, quiso aprovechar dicha cercanía.

—Obito ¿porque no pasas a saludar a tu padre?  Desde hace unos meses, lo he notado muy decaído, ya ni siquiera visita a mis padres, ni tampoco al tío Izuna. Mi madre dice que está muy triste y teme que se enferme si continúa así—Itachi le habló con esperanzas de remover algunos sentimientos en su primo.

—Hmph. No tengo tiempo, estoy aquí para lo importante Itachi, no te confundas—su voz sonaba mas fría que de costumbre—ademas, yo no tengo nada de que hablar con él—decreto con molestia—y bueno, ya debo irme, mi vuelo sale mañana muy temprano—se dirigió a la puerta y se giró antes de salir—Nos vemos a mi regreso—Itachi asintió y lo miró dejar rápidamente de la oficina. Negó con la cabeza y reprochó la dura actitud de su primo.

A pesar de mostrarse como una persona divertida y feliz, Obito estaba muy lejos de serlo, dado que sólo quienes lo conocían de cerca, sabían que Obito ocultaba tras una máscara su lado cruel y despiadado, tal como lo había hecho su tío Madara, quien mostraba la máscara de una persona imperturbable, e indiferente, mientras que por dentro, no era mas que un ser frágil y solitario, debido a los duros golpes de la vida,

No es que Obito fuera mala persona, pero desde que murió su madre, él tenía serios problemas controlando su ira, misma que dirigió a su padre, no obstante, su primo perdía el control con mucha facilidad cuando algo le molestaba. Itachi volvió a suspirar, estando seguro, que todos los problemas quedarían arreglados, pidiendo y otorgando perdón a Madara.

...

Obito salió muy molesto por la conversación que mantuvo con Itachi. Comenzó a recordar todo lo que le tocó vivir y enfureció mas.  Miró los baños y se metió para tratar de aplacar su creciente furia, ya que aunque muy pocas personas lo sabían, él tenía dificultades controlando la ira.

Abrió el grifo y se lavó el rostro, sintió el agua chocando contra su piel y eso lo relajó, tomó unos pañuelos para secarse, cuando escuchó voces. Alguien se acercaba y él no estaba de humor para darle la cara a nadie, así que se metió en uno de los sanitarios con puerta y esperó a que se fueran los intrusos.

[...]

Sasuke buscó a Hinata, pero no la encontró en los sitios donde solía estar. Habían estado ocupados todo el día con las vacunas y no pudo verla . Durante el tiempo que llevaban juntos, él se sentía mas apegado a ella y su madre quería conocerla.

Sonrió al pensar en su timidez y las preguntas que seguramente su indiscreta madre le haría. Lo mas probable, es que se sonrojará y terminará muy abochornada.
Suspiró con anhelo por querer estar junto a ella y sin esperarlo, sintió un agarre tras su espalda.

—¿Que te pasa Karin? Alguien puede vernos—reprochó muy enojado por el atrevimiento de la pelirroja. La verdad era, que ya se estaba fastidiando del juego con ella. Karin se había vuelto cada vez mas osada y podía poner en riesgo la relación con su princesa. El mismo día que ella aceptó ser su novia, la engañó con la pelirroja y después de esa noche, ya no se había vuelto a repetir y por mas que Karin lo llamó, no quiso atender las llamadas.

—¿Que quieres que haga si ya no contestas mis llamadas?  Te lo advierto Sasuke, yo no soy un trapo viejo al que puedes desechar—el azabache la tomó del brazo y mirando a todos lados, se percató que nadie los miraba, así que se metió en los baños con ella, tal como lo había hecho decenas de veces. Karin sonrió con altivez, después de todo, ella sabía como terminaría todo.

Apenas entraron y la fémina se le fue encima, él trató de resistir, pero de a poco, se dejó llevar sin aguantar mas la abstinencia, pues no estaba acostumbrado a mantenerse sin sexo y era mas que evidente, que con Hinata no conseguiría nada, al menos por ahora.

—Dime Sasuke ¿tu princesita te complace cómo lo hago yo? —se burló entre gemidos y jadeos. El Uchiha no se tomó el tiempo de responder, sólo siguió con las envestidas para lograr su liberación.

Después de unos minutos, Karin se vistió y se acercó a tratar de besarlo, pero el médico se retiró y le ordenó que saliera primero, para evitar que alguien pudiera verlos juntos.
...

Obito pasó de estar furioso,  a estar divertido. Sus ojos no daban crédito al mirar en primera fila la tremenda demostración sexual que mantenía el más pequeño y mujeriego de sus primos. Sin querer interrumpir a los calidosos amantes, decidió salir del escondite hasta que la mujer de su primo se retiró.

—No tenía idea que los baños del hospital Uchiha, servían para descargar bajas pasiones—el rostro de Obito se veía divertido, lo cual, molestó mas al menor.

-Tsk—Sasuke lo miró por el espejo, parado tras él y chasqueo la lengua con molestia.

—Se ve que sabes como dejar de lado el estrés Sasuke—espetó el azabache de cabello mas corto.

—No te metas en lo que no te llaman, Obito—le advirtió Sasuke algo molesto por sentirse descubierto.

—"Perdón" pero se supone que deberías estar relajado y al parecer, te sucede lo contrario—Sasuke lo ignoro y se encamino hacia la salida sin volver a verlo, mientras el otro Uchiha, se dirigió a comprar un café antes de irse.

[...]

Debido al horario, la cafetería se encontraba casi vacía, lo cual agradeció la ojiperla, Al contrario de sentirse sola con tan pocas personas, se sintió muy bien. Tomaría su café con calma y sin las miradas asesinas de las mujeres obsesionadas por su apuesto novio.

—¿Que desea señorita?—preguntó el cocinero.

—U un café doble con dos de azúcar, por favor.

—¿Acaso no quieres dormir esta noche? —le preguntó una imponente voz, justo tras ella. La chica sonrió y se giró para encarar al varón.

—¡Uchiha-Sama! ¿Como esta? —cuestionó con auténtica alegría,  pues para ella, era un gusto hablar con personas que hubiesen conocido tan bien a sus padres.

—Estoy bien—respondió y al igual que ella también pidió un café, pero sin azúcar.
El Uchiha la invitó a tomar asiento y compartir unos momentos mientras charlaban.

—¿Y como te están tratando en tu trabajo? —inquirió sorbiendo el líquido oscuro.
La Hyuga comenzó a relatar todo, desde que él mismo la presentó con Indra.
Madara estaba feliz escuchando y de pronto, una figura muy conocida para él, se acercó a la caja para pedir algo.

...

Obito llegó a la cafetería y se acercó a pedir un café. Lo estaba pagando, cuando sintió que alguien lo observaba. Miró entre las mesas y se encontró con la figura de su padre, que lo miraba fijamente. Él se encontraba sentado con una mujer, a la que sólo podía mirar de espalda. Se dio cuenta que se trataba de una enfermera, por la ropa que vestía.
Irritado y muy molesto, tomó el vaso con café y salió del hospital lo mas rápido que pudo—El viejo no deja de sorprenderme, ahora sale con enfermeras jóvenes. Hmph, seguro es por interés—murmuro bajo, antes de subir a su auto.

...

La Hyuga, se percató del cambio en el estado de ánimo del mayor y buscó a donde miraba, pero lo único que pudo notar, fue a un tipo que salió muy apresurado.
No quiso preguntar nada, en su lugar, espero a que él quisiera hablar de nuevo.

Madara se entristeció, cuando su hijo lo rechazó de nuevo. Tenía tanto tiempo sin hablar con él y ni siquiera le pudo brindar un saludo. Suspiró y recordó que no estaba solo. Enfocó a la morena frente a él y ella, fingió no haber visto nada extraño. El Uchiha sonrió mentalmente, ya que fue evidente que la joven se percató de todo, no obstante , debido al tacto, o bien por delicadeza, optó por no preguntar nada.

—¿Y como esta tu primo? —cuestionó Madara, regresando a la conversación que fue interrumpida por la repentina aparición de su hijo. La ojiperla, de inmediato le sonrió y comenzó a hablar sobre Neji, y todas sus virtudes.

Para Madara, era obvio lo mucho que la joven admiraba a su primo y tras la agradable conversación, poco a poco, se relajó junto a la chiquilla, olvidando la opresión en el pecho que le causaba el rechazo de su hijo.

Pasaron un rato agradable hasta que llegó la hora de despedirse—Bueno, me dio mucho gusto, pasar un rato contigo—afirmó Madara, para despedirse de la Hyuga.

—Lo mismo digo Uchiha-Sama, fue muy agradable hablar de nuevo con usted—añadió la chica, sonrojada.

—¡Vamos! No me llames con tanto respeto, después de todo, terminaré siendo tu tío—le dijo el Uchiha con una sonrisa, al notar lo nerviosa que se puso la morena.

Hinata, trató de explicar y no pudo articular nada, hasta que por último pudo preguntar—¿U usted lo sabe?—Madara negó con la cabeza sonriendo y mirando a la niña. Cada vez el parecido con Hikari era mas evidente.

—¿Quien no lo sabe?—le respondió con otra pregunta, pero continuó—Me da mucho gusto que Sasuke y tú sean novios. También espero que ese mocoso te esté tratando bien—Hinata afirmo con timidez y finalmente se despidió del Uchiha para regresar a su casa.

[...]

Habían pasado mas de tres semanas y Obito, finalmente pudo regresar a Konoha, después de ganar el caso tan complicando de Deidara. Estaba en su oficina, arreglando unos documentos y pensando en la invitación que le hizo Kakashi, para acompañarlo a cenar a casa de un cliente. No sabía si asistir, estaba de mal humor.

—¿Estas listo?—preguntó una voz tras la puerta de su oficina. Recargo la cabeza hacia atrás y se tomó el puente de la nariz. Kakashi, no aceptaría un simple no, tendría que explicar el motivo de no querer salir y no estaba de humor para hacerlo, así que mejor, optó por aceptar acompañarlo.

[...]

Tenten, Temari y la Hyuga, se encontraban en la cocina de la mansión Hyuga.
Temari había llegado y la ojiperla la presentó con sus nuevos amigos cayéndose bien de inmediato, en especial, con Shikamaru, con quien desde el primer día que se conocieron, intercambiaron números telefónicos.

La Hyuga tuvo el día libre y decidió preparar la cena por ella misma y darle descanso a Yuki, la cual trató de negarse, pero entre Temari y Tenten, la sacaron de la cocina y la animaron a salir de paseo.

Temari, notó que Hinata estaba muy distraída y algo triste luego que llegó del trabajo el día anterior—¿Que te pasa Hinata? ¿Porque estás tan distraída? —Inquirió la rubia.

La ojiluna se estremeció ante el cuestionamiento de su amiga. No estaba segura de contar acerca de los problemas que estaba empezando a tener con Sasuke. Él era muy atento y amoroso con ella, pero estaba empezando a pedir mas de lo que ella aún no estaba lista para dar.

Cuando la tomaba en brazos y nadie estaba presente, se volvía muy posesivo y a la vez desesperado. Ella podía sentir su exitatacion y algunas veces, le daba miedo no poder contenerlo. Y por otro lado, estaba el asunto de los celos, mismos que mostraba a todo hombre que se le acercaba, incluso, con Kiba y Shino, se molestó cuando la abrazaron para saludar, como lo hacían siempre.

Durante el tiempo que llevaban, se juntaron con todos los amigos y en una de tantas ocasiones, Sasuke casi golpeó a Naruto, por estar demasiado confianzudo, con ella, según las palabras dichas por él.

—¡Hinata sal de tú trance! —dijeron sus amigas frente a ella. —Al parecer se quedó distraída de nuevo y estoy segura que esa distracción tiene nombre y se llama Sasuke Uchiha. ¿O me equivocó ?—preguntó Tenten, animándole a contarles lo que le pasaba.

—No es nada serio... lo que pasa, es que Sasuke, aunque no me lo ha pedido abiertamente, estoy segura que quiere dar el siguiente paso y no me siento lista para eso. Además creo que vamos muy rápido, él quiere presentarme con sus padres y por último, es muy celoso y de ese detalle, ustedes ya se dieron cuenta—completo la Hyuga algo triste, por la discusión que tuvo con su novio.

—¡Hina! Todo lo que dices, es normal, de hecho, me extraña que aún no te acuestes con él, Shikamaru y yo, tuvimos relaciones desde la primer cita—confesó la rubia.

—¡TEMARI!—reprendió la Hyuga muy enrojecida, al escuchar a su amiga.

—Temari tiene razón Hina, ademas, que él te quiera presentar con sus padres, habla de lo mucho que está dispuesto hacer por llevar la relación a un plano serio. Me refiero a que no tiene la intención de tomarte como un pasatiempo, como lo hizo en el pasado con otras chicas.

La Hyuga, asintió a Tenten un poco mas tranquila por poder desahogarse y obtener consejos de sus amigas.

El teléfono de la rubia sonó, para avisar que Shikamaru ya estaba esperando por ella afuera, se despidió de las dos jóvenes y se fue. Tenten y la morena, se dedicaron a poner la mesa para cenar y sólo esperaban por Neji.

[...]

Neji llegó a la mansión y miró el auto de Kakashi esperando su llegada. Lo había invitado a cenar, para después hablar de asuntos relacionados con la empresa.
El Hyuga miró que Kakashi no estaba solo.

—¡Buenas noches Neji..! Espero que no te moleste, que haya traído conmigo a mi amigo.

Neji negó con la cabeza, por supuesto que no lo molestaba—Bienvenido, Neji Hyuga, mucho gusto—se presentó el castaño de manera formal y extendiendo la mano.

—Obito Uchiha, el gusto es todo mío— el Uchiha hizo lo mismo, tomando la mano de Neji en un saludo amistoso.

—Pasen, la cena ya debe estar lista—los dos abogados siguieron al Hyuga, hasta dentro de la mansión, donde Neji removió su saco y los llevó a los dos a la mesa del comedor.

...

Las chicas escucharon la puerta y se dispusieron a servir la cena. La primera en salir, fue Tenten, quien se sorprendió de mirar dos personas más, así que después de saludar se fue de nuevo a la cocina a pedir dos platos mas para los invitados de Neji.

Tenten, sonrió ante el gesto de Hinata, cuando supo de quien se trataba.
La Hyuga rodó los ojos, nada mas pensar en compartir la mesa con Hatake-san le quitaba el apetito. Tomó aire antes de llegar a la mesa, después de todo, no podía ser grosera con nadie y mucho menos con invitados de Neji.

Todos los platos estaban puestos. Tenten los había llevado y sólo faltaba Hinata, misma que en ese momento, salió de la cocina y se dirigió a Neji para saludarlo con un leve abrazó. Luego, se dirigió a los invitados de su primo—Buenas noches Hatake-san—saludó al peli plata, pero al mirar hacia el otro invitado, se quedó sin palabras.

Los segundos pasaron y la joven continuó extremadamente sonrojada, seguía sin poder hablar, hasta que Neji intervino, pensando que su comportamiento era a causa del Uchiha, a quien no conocía—Obito-san, ella es mi prima Hinata... Hina, él es Obito Uchiha, el amigo de Kakashi—el castaño los presentó rápido, sin saber que no era la primera vez que se veían. La joven asintió con la cabeza sin moverse de lugar. Obito sonrió mostrando su perfecta dentadura y abrió la silla a su lado, para que la chica la tomara.

...

Obito, no podía creer lo que estaba mirando, justamente a su lado. Cuando salió de la oficina, estuvo tratando de ocultar su mal humor. Estaba completamente seguro, que esa dichosa cena le causaría un dolor de cabeza. En cuanto llegaron, conoció el cliente y amigo de Kakashi y le sorprendió el color en sus ojos, pero lo dejó pasar para saludar y presentarse.

Al entrar al lugar, recordó la tragedia que esa familia atravesó cuatro años atrás.
Siguieron hasta el comedor y de inmediato el olor a comida lo golpeó. Su apetito se despertó más, cuando una chica que se presentó como Tenten, llegó dejando los platos.
No podía comenzar a cenar, debido a que alguien más faltaba y fue entonces que salió de la cocina, una pequeña figura dirigiéndose hacia el Hyuga y después se puso frente a ellos, saludando a Kakashi, para después enfocarse solamente en él.

No pudo evitar sonreír al notarla nerviosa, se sentó justo al lado suyo con la mirada puesta en la comida, la cual él ya había terminado y ella ni siquiera la había tocado.

Hinata estaba muy nerviosa sentada a tan  poca distancia del moreno atractivo, como lo había nombrado antes de conocer su verdadero nombre. Podía percibir el embriagarme aroma masculino del Uchiha... ¡Un momento! ¡UCHIHA ¡ Se dijo mentalmente ¿eso quiere decir que es familia de Sasuke? ¿Será posible que terminará siendo novia de un familiar de Obito, como lo presento Neji?

No podía arrepentirse de aceptar a Sasuke, por estar pensando en alguien del que no sabía absolutamente nada. No sabía si tenía novia, esposa, nada, no sabía nada de él.
Pero no podía tampoco negar que sus emociones por estar junto a él eran muy grandes.
Nunca antes se sintió así con Sasuke y eso la hacia sentir culpable. Penso que de alguna manera, estaba siendo desleal a su novio que tanto había cambiado solo por ella.

—Neji, tienes que felicitar a Yuki-san por mí, la cena estaba deliciosa—Kakashi atrajo la atención de todos, cuando pidió felicitar a Yuki.

—Opino lo mismo, hace tiempo que no comía tanto—completo el azabache mostrando su plato vacío.

—No fue Yuki-san quien cocino, fue Hina—les dijo a todos Tenten, con una sonrisa dirigida a su avergonzada amiga.

—Pues, gracias por la cena, señorita Hyuga, cocina usted muy bien—la morena levantó el rostro, para encontrar a Kakashi mirándola fijamente.

—Gra-Gracias Hatake-san.

El Uchiha quedó más atrapado cuando escucho su dulce voz tan cerca de él. La veía por el rabillo del ojo, era tan perfecta, con esa piel tan suave y tersa. La manos pequeñas al igual que su estatura y lo mejor de todo, eran esos ojos tan exóticos, que parecían haberlo embrujado desde que los miro por primera vez.

Terminaron la cena y Neji los invito a pasar a su oficina, sin embargo, el Uchiha se disculpó, debido a una llamada telefónica que debía atender.

Tenten se despidió de la ojiperla, prometiendo regresar al día siguiente, dejándola sola con el azabache, quien terminaba su llamada y se dirigía a oficina de Neji, no obstante, miro a Hinata limpiando la mesa del comedor y sin pensarlo dos veces, se acercó para ayudarle.

La joven luchaba para mantener los cubiertos sobre los platos, tratando de llevar todo de una sola vez, pero debido al peso y la cantidad, se le estaban resbalando con todo y los platos. Cerró los ojos esperando el sonido de los cristales al romper contra las losas de cerámica, sin embargo, no lo escucho y en su lugar, percibió una seductora vos muy cerca de ella.

—Permítame ayudarla señorita—Obito no espero respuesta y con sus enormes y varoniles manos, tomo todos los trastes que la morena trataba de cargar y los llevó hasta la cocina. Colocó todo en el lavado y se ofreció para ayudarle a lavarlos. No es que disfrutara hacerlo, pero no quería desaprovechar la oportunidad de acercarse mas a ella.

—N-no se moleste, yo-yo puedo hacerlo u-usted es nuestro invitado, no sería correcto que ayude—argumentó la morena, al mismo tiempo que sentía su rostro arder.

—Hmph No es ninguna molestia... vamos, hagámoslo juntos y me agradeces con un café y un trozo de esos rollos de canela que están en la mesa—Hinata abrió mucho las perlas, al escuchar el mismo sonido que solía hacer Sasuke, cuando respondía sin interés, no obstante, lo dejó pasar, sin darle mayor importancia y sin más opciones, se dejó ayudar por el varón.

Minutos después la cafetera sonó, anunciando que el café estaba listo.  Hinata sirvió dos tazas junto a los rollos de canela y lo condujo hasta la sala para estar mas cómodos.

El Uchiha comenzó a hablando prácticamente de todo, haciendo que la joven se sintiera más relajada y dispuesta a seguirle las conversaciones.  No supo el porque, pero se sentía muy en paz con Obito.

...

—Esto es todo... ya todas las firmas están listas y de surgir algún imprevisto , yo mismo te lo haré saber—le dijo Kakashi a Neji, poniéndose de pie para salir.

Al castaño asintió y al abrir la puerta, fueron golpeados por una melodiosa risa femenina. Sabiendo lo que sucedía, Kakashi se llevó los dedos al puente de la nariz, debido al comportamiento de Obito.

Su amigo estaba sentado muy junto a Hinata, mostrando vídeos de caídas o algo gracioso en su teléfono, mientras la chica sonreía. Parecía que se conocieran de toda la vida, por la forma en que se veían.

—¡Discúlpame Neji!  De haber sabido que Obito se portaría así, no lo habría traído.
—se disculpó el Hatake, esperando la reacción sobre protectora del Hyuga.

—¿Bromeas ? Hinata no había reído así, desde la muerte de su familia. No tienes idea lo feliz que me hace escucharla reír de esa forma otra vez—sonrió Neji, mirando como la morena se limpiaba las lágrimas que le salían por reír de esa forma.

Continuara.

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