Capitulo 24
Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.
—Estamos al tanto de su colaboración con Fugaku Uchiha—la Uzumaki, abrió la boca tratando de defenderse, pero Jiraya aún no terminaba—Ahora, si quiere que la sentencia que le dicten, sea menos severa, díganos todo lo que sabe sobre el paradero de Mikoto Uchiha—trató de persuadir el peli-blanco.
—Yo no se de que me hablan, yo no tengo nada que ver en lo que mi suegro haga, o deje de hacer—respondió temerosa de las consecuencias.
—Los registros telefónicos, entre su padre Fugaku y usted, dicen todo lo contrario...es mejor que diga todo lo que sabe—la pelirroja se removía inquieta en la silla, mientras se fumaba un cigarrillo. No estaba segura de hablar, antes de pedir un abogado, pero por otro lado, si algo le sucedía a la estupida de su suegra, podrían imputarle más cargos.
—No continuaré con esto, quiero mi abogado—en ese momento, Jiraya, tuvo que parar el interrogatorio, pues después de ese derecho, ya no era legal continuar haciendo preguntas.
—Como usted desee...ahora mismo queda arrestada, hasta que el juez de a conocer, si es elegible para la fianza, o si de lo contrario, se quedará presa hasta su juicio—la fémina sintió que el corazón se le iba a salir del pecho ¡Quedar arrestada! Esto no le podía estar pasando a ella ¿que dirían los medios de comunicación? ¿Que pasaría con su imagen en las redes sociales? Luego de pensarlo mejor optó por dar a conoce, la dirección, en donde tenían a la Uchiha, pero antes que pudiera hablar, entró la misma mujer que la llevó a la jefatura, diciendo que ya tenían la dirección que buscaban, dejándola sin la posibilidad de negociar.
—Manda a uno de los agentes, para que lleven a Uzumaki-san, hasta su celda—ordenó el mayor, sin volver a mirar hacia Karin.
—En seguida—Konan salió junto a Jiraya, y mandó a uno de los compañeros a encargarse de Karin, luego siguió al mayor para planear los siguientes pasos a tomar.
—¿Como obtuvieron la información?—cuestiono el peli-blanco.
—Itachi-san, encontró una dirección desconocida entre las pertenencias de su padre y cree, que ese debe ser el lugar, donde Fugaku mantiene la mercancía ilícita y por ahora a Mikoto-san—aclaró Konan, antes de separarse de Jiraya, para subir, en sus autos.
—Necesitaremos refuerzos ¿donde esta Nagato?—preguntó recordando que el era uno de los mejores elementos dentro de la jefatura.
—El esta con los hermanos Uchiha, y no debe tardar en dirigirse hacia la dirección...Los dos hermanos insisten en ir, para tratar de convencer al padre, de entregarse sin dañar a Mikoto-san—el peli-blanco lo pensó, algo irritado, pero luego se dio cuenta, que esa era una buena idea. Quizás el hombre, se conmovía al ver a los dos hijos y de esa forma, nadie salía herido, ademas, tampoco es que pudiera hacer mucho, para persuadir a los jóvenes. Cuando un Uchiha tiene una idea en mente, es casi imposible hacerlos cambiar de parecer.
—¡Bien...! Entonces vamos—los dos se fueron hacia donde les indicó el navegador.
[...]
Itachi y Shisui, buscaron en todos los rincones del despacho de Fugaku. El joven de la coleta, no quería desistir de encontrar algo, que ayudara, a dar con el paradero de su madre.
Al abrir uno de los cajones, encontró un viejo libro, donde su padre llevaba el registro de los pagos que anualmente mandaba, así como los impuestos de las propiedades. Decidió ojearlo y fue ahí, que encontró las direcciones de los lugares conocidos, como también la residencia Uchiha. Sin embargo, también estaba una dirección, que ellos no conocían. De inmediato, Shisui la buscó en la computadora y pudieron ver por medio del satélite, la ubicación.
—Aquí debe tener a mi madre—declaró el moreno, apuntando el lugar en la pantalla.
—¿Encontraron algo?—Sasuke entró desesperado ante la falta de noticias.
—Estamos seguros que ya tenemos su ubicación—declaró Shisui, mientas Itachi llamaba a Nagato y a Konan, para informar todo.
—Mi pobre madre...sola en las garras de ese psicopata—murmuro el más joven. En otro tiempo, quizás Itachi hubiera argumentado algo al respecto, pero ahora ya no, ahora que conocía la verdadera naturaleza de su padre, lo creía capaz de cualquier cosa y de verdad temía por la surte de su madre.
—Cálmate haremos todo para traerla de regreso, con bien—lo animo Shisui, sintiendo pena por la preocupación de sus primos, ya que el miedo en ambos, era latente.
—Shisui tiene razón, la traeremos sana y salva. Estoy seguro que nuetra madre sabrá resistir, ella es muy inteligente y se mantendrá sin darle la contraria para no sobresaltarlo—aseguró Itachi, casi seguro de lo que decía, dado que su madre en realidad, era una mujer muy valiente y estaba seguro, que con su inteligencia, lograría mantener a su padre calmó, hasta que llegara la ayuda.
—Llegó Nagato—les indicó Shisui. Sasuke y su primo salieron a recibirlo, mientras que Itachi, realizó llamadas importantes, tales como a los paramédicos y a las ambulancias, para que estuvieran listos, en caso de necesitarlos.
Nagato, no pudo persuadir a los Uchihas, de quedarse a esperar. En su lugar, tuvo que avisarle a Konan y ahora, todos se dirigían hacia la dirección, que les dio Itachi. Solo esperaba, que ninguno de los tres chicos salieran heridos, de lo contrario, sus superiores se los comerían vivos y eso sin contar, que también dieron aviso, a tres familiares mas, que aseguraron reunirse con ellos también.
[...]
Hinata se tomaba el vientre, mientras veía a Obito vistiéndose, luego de recibir la llamada de Shisui, informando que ya tenían la dirección, donde creían que Fugaku, tenía cautiva a su esposa. El primo, le dijo que no era necesario que también el fuera, ya que la policía estaba en camino, pero Obito, no podía quedarse de brazos cruzados, esperando por noticias, así que llamó a su padre y en ese momento, Izuna y Madara, esperaban por el, fuera de la mansión Hyuga.
Sakura y Gaara, estaban por llegar, pues por motivos laborales tuvieron que viajar desde Sunna, hacia Konoha y la ojiperla, los persuadió de quedarse con ella en la mansión, en vez de un hotel. Solo eran dos noches y gracias a esa visita, Obito se podía sentir mas tranquilo, sabiendo que su mujer tendría compañía, sin olvidar, que Sakura también era médica, por si ella necesitaba algo.
—Debo irme—se acercó a ella—Cuídate mucho muñeca, no hagas ningún esfuerzo que te pueda poner en riesgo a ti y a nuestra Hanabi—el azabache se inclinó para besar el vientre de Hinata.
—No se preocupe por nosotros, estamos bien, pero tenga mucho cuidado...yo no podría soportar si algo malo le sucede—se puso de pie y lo abrazó temerosa—Vamos, lo acompañó a la puerta, de todos modos, Gaara y Sakura, ya deben haber llegado.
Los dos caminaron hacia la salida, donde los dos Uchihas mayores saludaron desde el auto, a la ojiperla. Obito le besó los labios y subió, mirando por el espejo a los amigos de su muñeca, que la animaban a entrar.
[...]
—Debes comer esposa mía...necesitas estar fuerte, por si tenemos que escapar—sugirió Fugaku, cuando miró que ella, ni siquiera tocó la comida que le puso en frente.
—No tengo hambre, grasias—respondió seca. Su cerebro era un caos, tratando de encontrar la manera de escapar de Fugaku, pero por mas que trató de ubicarse, no sabía donde estaban, sin contar que le sería imposible, burlar la vigilancia que había por todos los alrededores.
—Recuerda, que no debes darme la contraria—advirtió acercándose a ella—No olvides, que puedo hacer que me obedezcas—ante la amenaza, ella optó por comer, pues Fugaku parecía ya no estar en sus cinco sentidos y temía llevarle la contraria—Eso está mejor—sonrió retorcido.
El varón encendió el televisor y la noticia sobre el secuestró de Mikoto, ocupaba prácticamente, todos los noticieros de Konoha. Los reporteros, señalaban directamente a Fugaku, como autor intelectual de tal hecho. También mencionaban a Kabuto, al padre de Karin y a la misma peliroja, como cómplices.
—¡Malditos!—rugió espantando a la fémina. Los reporteros pasaron imágenes de la residencia familiar Uchiha y detrás, se podían distinguir los dos hijos de la pareja, con otras personas. Mikoto jadeó al verlos, le rompió el corazón, saber que sus dos muchachos estaban preocupados por ella. Eso fue lo que siempre trató de evitar, que sus hijos, conocieran la verdadera naturaleza malvada de su esposo.
—SEÑOR—uno de los vigilantes entró con el rostro pálido.
—¿Que pasa? ¿Porque irrumpes de esa forma?—preguntó molesto por la intromisión.
—Nos encontraron, señor...Estamos rodeados—Fugaku sacó el arma.
—No permitan, que entren hasta aquí—el vigilante asintió y salió a toda prisa.
—Esa estupida de Karin, debió delatarnos, nunca debi confiar en ella—dijo, mirando por la ventana, donde se vislumbraban algunas patrullas—Pero te advierto que de aquí, no saldrás con vida, prefiero que mueras a saberte con otro hombre, mientras yo me hundo en prision—la mujer se asusto y por la mirada que mostraba su esposo, sabía que no estaba mintiendo.
De pronto Jiraya se escuchó por el altavoz.
—FUGAKU UCHIHA...RÍNDASE, LOS TENEMOS RODEADOS Y NO PODRAN ESCAPAR—Mikoto se llevó las manos al pecho, cuando se escucharon algunos disparos y gritos masculinos, pero lo que realmente le congeló la sangre, fue escuchar, las voces tan conocidas para ella, las voces de sus hijos.
—PADRE...POR FAVOR RÍNDETE, TODAVÍA PODEMOS ARREGLAR LAS COSAS, SASUKE Y YO, NO TE JUZGAMOS, AUN PODEMOS AYUDARTE—el chico habló también por el altavoz, en un intento de persuadir al padre, de liberar a la madre de ambos hermanos.
—Quédense aquí y pase lo que pase, no se acerquen—les ordeno Nagato, a los tres Uchihas, mientras veía que un auto con tres mas, se unía a ellos.
...
—Reflexiona Fugaku, no te das cuenta del daño que les estas causando a los chicos—le pidió tratando de sacar el lado paternal que pensó, todavía poseía, muy adentro de el—Itachi y Sasuke han sufrido mucho por tus acciones, especialmente Sasuke, piensa en el...Nuestro hijo, no merece pasar por todo lo que le has hecho—la fémina lloro desconsolada.
—¡Hijo...! Itachi—murmuró el varón, visiblemente afectado por las reacciones del hijo mayor—¿Sabes?—la miró con una sonrisa digna de un demente—Estoy seguro que Sasuke, no es mi hijo—soltó de la nada, dejando a Mikoto perpleja—Siempre pensé, que lograste burlar mi vigilancia y terminaste revolcándote con el bastardo de Hiashi, como lo hacías en el pasado.
—¿Como puedes decir eso?—cuestiono, llorando aun mas.
—Ese chico, es un bueno para nada, no se parece en nada a mí y siempre fue tu favorito. Nunca ha estado a la altura de mi Itachi...ese muchacho me llena de orgullo y si de algo debo arrepentirme, es de causarle vergüenza por mis actos—reitero dejando a la dama con una sensación de incredulidad.
Los disparos se escuchaban cada vez, más cerca y ya era cuestión de tiempo, para que lograran entrar.
...
—Uchiha-san, permanezca atrás—ordenó Konan, al percatarse de las intenciones de Madara en querer acercarse más, para tratar de ayudar.
—No puedo soportarlo mas—grito Sasuke, mirando como mas y mas hombres eran esposados y otros yacían sin vida, sobre el pasto. Su atención, no quería abandonar la entrada principal de la antigua mansión, en busca de la figura de su madre.
—Cálmate, estoy seguro que ella esta bien—lo palmeo Izuna. Obito, solo miraba todo frente a el y agradeció internamente, haberse reconciliado con su padre, para estar con el, en esos momentos tan difíciles. A su vez, se sintió culpable por sus primos, que tuvieron un padre como Fugaku y aún así, siempre fueron buenos hijos, en cambio el, tuvo un buen padre y lo sacó de su vida por muchos años. Sin mas, se acercó a Madara, al verlo tan preocupando y lo abrazó.
—Tranquilo padre, mi tía es muy valiente, se que podrá controlar la situación—Madara, le respondió el abrazo, sintiéndose reconfortado.
...
—Es tan irónico, que pienses así de Sasuke—habló la dama, con furia en la voz, mientras Fugaku la escudriñaba, sin bajar el arma. Le había advertido que no saldrían con vida de ese lugar, le reiteró que preferiría asesinarla, que dejarla libre, así que ya no tenía nada que perder. Si de todos modos iba a morir, por lo menos diría la verdad, la que por tantos años calló y la cual destruiría la arrogancia de ese maldito hombre, que tanto daño había causado.
—No lo creo—replicó el varón, cuando los golpes en la puerta, se hacían más frecuentes. Desde adentro, pudo ver como Kabuto y el Uzumaki, eran esposados y parcialmente ya no había resistencia, que se interpusiera entre ellos y los oficiales—Quisiera ver la cara de tu hijito, cuando te encuentre sin vida, junto a mi—se río como maniático, cuando miró el rostro de Mikoto.
—Mi hijito, como lo llamas y al que tanto daño, le has hecho con tus actos y desprecios...en realidad, es tu único hijo—el Uchiha abrió mucho sus oscuras orbes, al escuchar lo que dijo su esposa.
—¿Que demonios estas diciendo?—le grito apuntándole con el arma.
—Cuando me obligaste a casarme contigo, yo estaba embarazada—le grito llorando—Si, embarazada, del único hombre al que ame en mi vida y el cual, te encargaste de asesinar—el Uchiha la golpeó en el rostro, haciendo que cayera, sobre las duras lozas.
—ESTAS MINTIENDO, ITACHI NO PUEDO SER HIJO DE ESE MALDITO—le gritó tomándose el cabello con frustración. Dejo de escuchar los pedidos de los oficiales, los golpes en la puerta y comenzó a recordar el pasado. Sabía que Mikoto no era virgen, cuando se casaron, ella misma se lo gritó la noche en que prácticamente abuso de ella. Al poco tiempo la llevó al médico, debido a los mareos y náuseas y recibió la noticia, que lo lleno de orgullo...sería padre y no podía estar mas feliz, sin embargo, su mujer, no hacía mas que llorar. El día del parto, Mikoto pidió ver al bebé y no fue hasta que Itachi abrió los ojos, mostrando las perlas negras, que Mikoto pudo sonreír, sin dejar de besar a su primogénito. Tiempo después, nació Sasuke y su esposa no hizo diferencia entre ambos, todo lo contrario de el, que en poco tiempo, convirtió a Itachi en su favorito, dejando de lado a Sasuke.
Mikoto, ademas de sentirse adolorida por el golpe, se sintió poderosa, por causarle dolor al desgraciado. Ahora si podía morir en paz, ahora se había encargado de vengarse, por todos los desprecios que sufrió Sasuke.
—Ven aquí maldita—la levantó del piso y la apunto con el arma, cuando finalmente, la puerta cedió, dejando ver a Jiraya.
—Suelte el arma Uchiha-san—ordenó el mayor. Itachi y Sasuke, ya no se pudieron contener y corrieron hasta quedar junto a Jiraya y los demás oficiales.
—¡Padre!—lo llamó Sasuke, atrayendo la atención de Fugaku, quien miró a los dos jovenes y regresó al pasado, recordó como en una película, todos y cada uno de los desplantes que le hizo a Sasuke. Luego observó a Itachi y su pecho se estrujó.
—No-no -no—se dijo para si y dirigió, sus orbes hacia Sasuke—Perdóname hijo—un solo disparo se escuchó, en medio de los gritos de la madre y los dos hermanos.
Fugaku, se disparó en la cabeza y cayó sin vida sobre el piso, que de inmediato se manchó de rojo.
—Llamen una ambulancia—gritó Sasuke y se acercó hasta su madre con Itachi. Luego de comprobar que ella estaba bien, ambos se acercaron a mirar el cuerpo sin vida de Fugaku, aunque el hombre fue un criminal, los dos jóvenes no pudieron evitar llorar, al verlo sin vida tendido en el suelo.
—¿Estas bien?—pregunto Madara, evaluando a su hermana, mirando que solo tenia un golpe en el rostro. Izuna, Shisui y Obito, también se acercaron y no pudieron evitar sentirse mal por los dos hermanos.
—Estoy bien—respondió y sus dos hijos la abrazaron, mientras los tres lloraban. La ambulancia llegó y los paramédicos, declararon que Fugaku estaba muerto, como muchos otros afuera. Poco a poco, se llevaron a los heridos y más oficiales expertos en narcoticos, llegaron a confiscar todo lo que había dentro de la mansión.
...
Una hora mas tarde, todos pudieron llegar a la residencia Uchiha. Ino y Taro, corrieron hacia los hermanos y se lanzaron a ellos, para después dirigirse hacia la matriarca.
—¡Itachi lo siento tanto!—le dijo la rubia regresando abrazarlo. Supieron lo que había sucedido y sin perder tiempo se encaminó hacia donde llegarían todos, para darle apoyo a su esposo.
Sasuke abrazó fuerte a su pequeño y la sensación en su pecho al recordar el rostro de su progenitor, lo hizo llorar de nuevo en silencio. Tenía sentimientos encontrados y no lograba descifrar el porqué.
[...]
Sakura, Hinata y Gaara, suspiraron con alivio al recibir las noticias, por parte de Neji, quien también se había unido a ellos dentro de la mansión Hyuga, con su familia.
Los dos primos se abrazaron, sabiendo que finalmente, habían obtenido justicia por las muertes de sus familiares. No estaban felices, dado que Fugaku, se llevó por delante a muchas personas, entre ellas a los dos hermanos y a la gentil esposa, quienes aunque sin merecerlo, tenían que cargar con el peso de los errores, de ese miserable hombre.
...
Madara y Obito, llegaron unas horas mas tarde y la ojiperla, corrió hacia ellos, feliz de verlos a salvo.
—Todo terminó muñeca...finalmente, todo terminó—le dijo Obito, abrazando a su mujer.
—¿Estan todos bien?—les pregunto a los dos Uchihas y todos pasaron a la sala donde Tenten, les sirvió el té, mientras Madara, les contó todo lo sucedido. Estuvieron hablando por un rato, hasta que todos se retiraron a sus hogares.
Gaara y Sakura, se fueron a cenar a casa de Temari, porque de no hacerlo, estarían en serios problemas con la rubia, así que Obito, se quedó a solas con su ojiperla.
—Tengo algo para ti muñeca—la tomo de la mano y la acercó a el. Obito tenía una mano escondida tras su espalda y eso le causó risa, a la Hyuga.
—Mm ¿que será?—le pregunto sonriendo y el azabache le entregó una bolsa donde se hallaba, el juego de joyería que compró para ella, el día que se separaron—Es precioso—declaró, conmovida con las hermosas joyas.
—Ese juego nos identifica, se llama equilibrio, reflejándo a ambos—le explicó donde lo había comprado y como fue, el que más llamó su atención—Pero, tengo algo más—la ojiperla, todavía no salía de su asombro admirando su regalo, cuando miró a Obito de rodillas frente a ella, con una cajita abierta, mostrando un hermoso anillo de compromiso—¿Me harías el honor, de ser mi esposa?—las lágrimas, no pudieron faltar y la ojiperla ya no pudo responder con palabras, en su lugar asintió con la cabeza y el azabache la abrazó—¿Oíste eso? Tu madre me aceptó Hanabi—le dijo al vientre y le dio un beso, antes de ponerse de pie.
—Me hace muy feliz—le dijo y lo besó con tanto anhelo—Lo amo tanto—el azabache le limpió las lágrimas y la abrazó contra su pecho.
—¡Muñeca! Debo confesarte algo, de lo que me enteré y no me parece Justo, que ignores—ella se tensó, pensando en algo malo, pero en su lugar, Obito le contó, el porqué Sasuke, se había visto obligado a dejarla plantada, para casarse con Karin. Hinata derramó más lágrimas, más conmovida, por lo que Sasuke tuvo que hacer. Sintió tanta pena y a la vez, agradecimiento hacia su exnovio.
—Grasias por decírmelo—le dijo acercándose a el, todavía sorprendida del cambio que el hombre frente a ella, había dado.
Sin mas palabras, se besaron, despojándose de toda la ropa y se entregaron el uno al otro por completo.
—Eres tan tentadora—le musito, mientras la embestía—Son tan lindos y ahora están mas grandes—le dijo, llevándose uno de los senos a la boca. Los gemidos de Hinata se hacían mas fuertes, a medida que aumentaba la velocidad de sus embistes.
Terminaron durmiendo hasta entrada la madrugada, pues según Obito, debían recuperar el tiempo perdido y también almacenar, para cuando naciera su muñequita.
[...]
Una semana después de la muerte de Fugaku, las cosas se habían calmado, los jóvenes, tuvieron que dar algunas conferencias de prensa y también fueron llamados a declarar, en contra de Kabuto, por el secuestró de Mikoto. Esos días también Hinata y Neji, dieron sus declaraciones y con la información de la ojiperla, se pudo procesar al tipo, por el asesinato de su madre y demás cargos.
Mikoto, sabía que tenía una conversación pendiente con sus hijos y el semblante de Sasuke, la animó a reunirlos esa misma tarde.
—Los llame para confesarles algo, que quizás no puedan perdonarme—los azabaches guardaron silencio y esperaron a que ella continuara—Como ya saben, Hiashi Hyuga, fue mi primer amor y nosotros teníamos planeado casarnos, hasta que Fugaku interfirió—suspiro tomando valor para decir toda la verdad—Cuando me case con Fugaku, yo...yo estaba embarazada—los dos Uchihas la miraron sin dar crédito, para luego verse entre ellos dos.
—Madre ¿soy?—ella asintió a la pregunta de Itachi.
—Padre lo supo antes de quitarse la vida ¿verdad?—cuestionó Sasuke, entendiendo porque su progenitor, le pidió perdón antes de jalar el gatillo.
Mikoto les contó todo, de como fueron los meses durante la espera de Itachi y el miedo a que el niño, heredara los ojos Hyuga. Itachi, se desconcertó y permaneció en completo silencio, durante largo rato, Sasuke hizo lo mismo y la fémina, se preparaba mentalmente, para los reproches que vendrían después, pero en su lugar, los dos hermanos la abrazaron, admirando lo fuerte que fue, soportando sola, sin hacer ninguna diferencia entre ellos dos.
—¿Entonces Hinata y yo?—pregunto y la madre asintió confirmando. Sasuke reaccionó y en ese momento entendió la magnitud, de lo que conllevaba la declaración de su madre.
—¿Se lo dirás a los Hyugas? Quiero decir, ellos deberían saberlo—sugirió Sasuke.
—No lo se, quería hablar con ustedes primero y todo depende de lo que ustedes dos decidan—Itachi se quedó pensando por un momento y pudo entender, porque desde que conoció a los primos, se sintió tan bien con ellos. La conexión con Hinata fue casi inmediata, recordó cuando se sentó con ella en el hospital Uchiha, después del mal rato, que la hizo pasar Karin.
—Debemos decírselos madre—añadió Itachi seguro de su decisión.
—Entonces, mañana los llamaremos para que vengan...espero que también ellos, lo tomen bien, al igual que ustedes.
...
Tal y como lo anunciaron, Mikoto llamó a Hinata, para que cenara con ellos y le pidió llevar a Neji con ella. La ojiperla estuvo de acuerdo y no pudo evitar, sentirse ansiosa.
[...]
—Los invitados ya están aquí—informó una de las empleadas a Mikoto. Ella pidio que los pasarán a la sala. En la cena, solo estarían cuatro personas, por petición de Itachi, para que ellos pudieran asimilarlo sin nadie ajeno al tema.
—Los llame aquí, para contarles algo, que tienen el derecho de saber—Hinata y Neji, miraron a Mikoto expectantes—Como saben, Hiashi y yo, estuvimos a punto de casarnos y bueno...esto, es difícil para mí—Itachi le palmeo el brazo, para que continuara—El punto es que Itachi, en realidad, es hijo de Hiashi—soltó sin más rodeos, dejando a los primos boquiabiertos.
—¿S-somos hermanos?—cuestiono tartamudeando. Neji miró hacia ambos lados, sin poder creerlo. Mikoto narró todo, desde el momento en que supo, que estaba embarazada, hasta el nacimiento de Itachi y como este paso como verdadero hijo de Fugaku, ya que de lo contrario, no sabía la suerte que hubiera corrido su pequeño.
Hinata rápidamente se puso de pie y se lanzó a los brazos de Mikoto, para llorar. No podía expresar con palabras, lo feliz que se sintió de saber, que después de todo, no estaban tan solos. Neji también se conmovió, con la información, aunque el no abrazó a nadie, solo palmeó al azabache y le dio, una sonrisa a la fémina. Hinata y su hermano, se abrazaron, mientras las lágrimas se desbordaban de las perlas.
...
Los días siguientes, ya toda la familia sabía sobre el verdadero origen de Itachi. Todos optaron por no decir nada a nadie, fuera del mismo grupo de amigos.
Hinata habló con Sasuke y terminó agradeciendo por lo que hizo por ella y Sasuke, no podía creer, que hubiera sido el mismo Obito, quien le contó todo.
...
Madara, invitó a Obito a vivir en su hogar, trayendo con el a su prometida, por supuesto y la ojiperla estuvo de acuerdo. De ese modo, le harían compañía al mayor y ella, estarían bien cuidada, por ambos Uchihas.
Debido a los acontecimientos y el escándalo que se formó con la muerte de Fugaku, la pareja optó por contraer matrimonio, en el jardín de la mansión Uchiha, con solo los amigos y familiares.
Los invitados, se hallaban ocupando sus lugares. Genma y Shion, comenzaron a salir y ya eran pareja, lo mismo que Jugo y Shizune.
Sakura, Gaara, Kankuro, Temari Shikamaru y Shikadai, ocuparon una de las mesas.
Taro y Hizashi corrían divertidos por todo el jardín. En los últimos días, se habían vuelto muy cercanos, debido a las constantes visitas de Mikoto a Hinata.
Suigetsu, se presentó con su prometida Ayame y Orochimaru, los acompañaba. Itachi, Neji, Shisui y Sasuke, tomaban unos tragos, mientras esperaban por la ceremonia.
Madara, Izuna, Mikoto y Mei, conversaban, mientras veían a los dos niños.
Kakashi, Yamato y Obito, se unieron a todos los invitados, en espera de la novia.
Kiba, Shino Naruto, Rin, Kushina y Minato, también se unieron a todos.
...
—¡Lista!—exclamo Ino, cuando terminó con el cabello y el maquillaje de la novia.
—Te ves tan linda Hina—Tenten sonrió, mirando a su amiga. Aunque el vestido, no era muy elaborado, debido al estado de la novia, no se podía negar, lo bella y tierna que lucía, mientras lo portaba, mostrando el abultado vientre.
—Grasias a las dos, por ser tan buenas conmigo—se puso de pie y las abrazó.
—¡Basta! No se te ocurra llorar...arruinarás el maquillaje—advirtió Ino y las tres salieron hacia el jardín.
Madara se puso de pie, al mirar a su futura nuera, para entregarla al lugar, donde se realizarían los votos religiosos.
—Pareses un ángel mi niña...muchas gracias por llegar a nuestras vidas y llenarnos de bendiciones, como esta—el azabache, le tocó el vientre y la niña, se movió en respuesta—Lo se pequeña, no haremos esperar a tu padre—tomándole del brazo, avanzaron hacia un arco adornado con flores rojas y blancas.
Obito, sonrió y no pudo evitar sentir sus ojos llenándose de agua, al ver a Hinata. Recordó todo lo que tuvieron que pasar, para llegar hasta donde estaban. Ella también sintió que las lágrimas amenazaban por salir, cuando lo miró, vistiendo un traje negro y esperando por ella. Lo amaba tanto, que agradeció por haberlo conocido, al igual que agradeció a Madara, por engendrarlo.
Obito, la beso sin reparos una vez que terminó la ceremonia. También ella lo abrazó y mientras se besaban, la niña protestó haciendo movimientos fuertes. Se separaron sonriendo y el resto de la celebración, la pasaron dándose muestras de cariño. Todos los amigos, se tomaron fotos con ellos y uno a uno, se fueron retirando.
[...]
Meses después, la feliz familia ya contaba con su nueva integrante y no podían estar mas felices, con la llegada de la pequeña, especialmente, el abuelo. Madara se había derretido, con la llegada de su nieta.
Kakashi, también se había encariñado con Hanabi, al igual que Kushina y Minato, que la veían como a su nieta. Itachi e Ino, se habían aquerenciado tanto, con la niña y con el mismo Taro, que decidieron, ya era tiempo de tener un bebé.
Sasuke, se quedó a vivir con Mikoto y logró divorciarse sin ningún contratiempo, debido a la sentencia que se dictó contra Karin, la cual fue, un año de cárcel y dos años de libertad condicional.
[...]
—¿Donde esta la princesa de esta casa?—preguntó Madara cuando llegó de un viaje de dos días. Hinata corrió a recibirlo con su hija en brazos.
—Bienvenido a casa—le dijo y el Uchiha le sonrió tomando a su nieta en brazos. Obito llegó minutos más tarde sosteniendo una correa.
—¿Quien dejó este cachorro amarrado afuera?—Madara negó con la cabeza, pues era un regalo para su nuera, por su próximo cumpleaños y Obito, lo acababa de arruinar. La ojiperla, se emocionó y agradeció feliz a su suegro por el adorable animal.
—Dejen a Hanabi conmigo, mientras ustedes...—la morena se sonrojó, por la sugerencia de Madara.
—Grasias papá, prometo no tardar mas de una hora, quizás dos—Hinata se tapó el rostro, que se volvió rojo, mientras Obito se reía fuerte—Debemos darnos prisa muñeca, con el tiempo que tenemos, te puedo hacer el amor dos veces—el azabache la sostuvo en brazos y la llevó hacia su habitación, donde se dispuso a desvestirla.
Madara sonrió, mirando a su hermosa nieta, la cual era prácticamente una mini Hinata. El cachorro olfateaba todo, mientras, el Uchiha mayor agradeció por volver a ser feliz.
Fin.
Llagué hasta el final, espero que les haya gustado y les agradezco por todo el apoyo que recibí. Me disculpo por los errores que tenga y los iré corrigiendo, cuando la lea detenidamente. Estoy pendiente con el epílogo, no tardaré mucho 😊💕💕
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