Capitulo 14
Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.
—Deberías poner mas atención a Taro, el niño apenas si te reconoce como su madre, pasa mas tiempo conmigo y con su abuela que contigo—Sasuke le reprocho a Karin, por la falta de inters en Taro, ya que lo único que hacia era ignorarlo completamente, cuando el niño le mostraba algo o bien, le pedía algún juguete, para que jugaran con el, ella ni siquiera sabía que alimentos eran los favoritos del niño y cuales no le gustaban, prácticamente, lo único que Karin hizo, fue tener el bebé dentro por el embarazo y después, ya no se molesto en ser una madre.
—No me molestes, Sasuke, bien sabes que no tengo paciencia, para estar jugando como tonta con el. Es muy tedioso, tener que alimentarlo, no hace nada bien y se llena de manchas por todos lados, sin contar el desastre que hace a su alrededor—replicó Karin enfadada de los constantes reclamos, por la falta de interés en su hijo.
—Se llena de manchas porque es un bebé ¿cómo pretendes que aprenda si no le enseñas?—cargo al niño, que lloraba pidiendo que le abrieran unos carritos de juguete, que Itachi le trajo cuando regresó de la luna de miel.
—Si tanto te interesa que aprenda, entonses deberías aceptar que alguien capacitado le enseñe, ya sabes que educarlo es muy difícil y cuando tu no estas, lo único que hace es llorar—Karin tomo su bolso, para salir. No estaba dispuesta a arruinarse la tarde discutiendo con Sasuke.
El azabache estaba cansado de esa mujer, aun no entendía como fue que pudo llegar a sentirse atraído por ella. Hoy en día, Karin ya no le provocaba nada, ni el mas mínimo deseo sexual.
Ella era egoísta, frívola y lo peor de todo era una pésima madre. Sus suegros intervenían constantemente en su relación, queriendo que una niñera se hiciera cargo de Taro, para que no estresara a Karin. El azabache, ofendido los rechazo de inmediato y sugirió que no volvieran a ofrecer algo así.
Que diferente hubiera sido, todo, si en el lugar de Karin, estuviera casado con Hinata, estaba seguro, que ella sería una excelente madre.
No había día que no se arrepintiera de haber engañado a la ojiperla. Su propio desenfreno sexual, le ocasionó perderla para siempre, después de haber estado tan cerca de estar juntos.
Esa tarde Itachi, lo llamó, para invitarlos a una reunión en su nueva casa, que se llevaría a cabo el fin de semana, trato de negarse, pero Itachi, dijo que no serian solo los amigos cercanos, sino también los compañeros de la universidad, así que no estaría tan cerca del grupo donde querían tanto a Hinata. Aunque, lo último que quería era incomodarla, no podía evitar sentirse feliz, por el hecho de pensar en verla, otras vez, sin importar que fuera desde lejos.
Esa tarde se reuniría con Orochimaru, Jugo y Suigetsu, ellos habían estado fuera mucho tiempo y no tenía idea de donde es que esos tres estuvieron, esa fue la razón, por la cual su antiguo maestro de medicina, organizó una reunión entre ellos, invitó también a Karin, pero ella ni siquiera se tomó la molestia de negarse, simplemente ignoró la invitación.
...
Después de dejar a Taro en casa de su madre, se dirigió al restaurante donde los citó Orochimaru. Se sentía a gusto de poder ver a sus amigos de tantos años, ellos siempre fueron muy cercanos a el y Orochimaru, lo escucho sin juzgarlo, cuando le contaba sobre temas delicados.
Durante todo el tiempo que ellos no estuvieron, no tuvo a nadie para desahogarse, por lo que hizo y si, que los necesito.
Se acercó al lugar indicado, para ver que ya Orochimaru estaba presente, haciendo unas llamadas telefónicas, luego de saludar, con un emotivo apretón de manos, sintió la presencia de los otros dos. Una vez que terminaron con los saludos, llego la mesera, para escribir las órdenes.
—¿Como te esta yendo en tu matrimonio?—preguntó Jugo, con genuino interés, porque, después de todo, para el Sasuke, era una persona a la cual apreciaba de verdad.
—Es verdad, cuéntanos, sobre tu matrimonio—esta vez, fue Suigetsu, quien preguntó, pero a diferencia de Jugo, su pregunta, estaba llena de sarcasmo.
Sasuke, se pasó la mano por el cabello, en una clara señal de frustración y cansancio.
—¿Sabes..? No entiendo, como pudiste dejar a Hinata, por Karin—el azabache reaccionó ante lo dicho por Suigetsu, sin poder entender, porque estaba "defendiendo" a Hinata.
—¿Que sabes tu de Hinata?—cuestionó muy intrigado y molesto, por la forma en que sonó esa pregunta, que mas bien parecía reclamo.
—Déjame ser yo quien responda esa pregunta—Orochimaru, comenzó a relatar, todo lo que pasaron durante casi dos años alejados de Konoha, como también, informó los nombres de las personas que estuvieron con el.
Luego de escuchar todo, Sasuke se quedó sin saber que decir. Estaba en una marea de emociones, pensando en todo lo que Hinata había tenido que pasar, para huir de todo lo que esas malditas personas le hicieron. Suspiro con mucha tristeza y comprendió que la mujer que amaba, se había ganado el corazón de sus amigos, así que tomando todo el valor que todavía conservaba, se dedicó a contarles el motivo, por el cual se comportó de esa manera.
Nunca tuvo secretos, con ellos y esta vez necesitaba decirle a alguien todo lo que estaba conteniendo dentro de su pecho.
—No hace falta pedirles discreción—les sugirió, cuando terminó de relatar todo.
—Pero Sasuke, esto no se puede quedar así, debemos hacer algo, no es justo lo que tu padre te hizo—Suigetsu, hablaba furioso y frustrado, por la situación del Uchiha.
—Tal vez, si reunimos pruebas, o también podríamos acudir a las autoridades, no se algo—Jugo también estaba muy enfadado, pero lo mas raro, fue que Orochimaru, permaneció en silencio sin perder la compostura en ningún momento.
—Interesante...—murmuró Orochimaru, atrayendo la atención de los tres presentes.
Recordó una conversación, que tuvo con Jiraya años atras, donde su compañero le contó que estaba investigando las misteriosas muertes de los Hyugas. En esa ocasión, ni siquiera le puso atención, pero después de escuchar lo que Sasuke dijo, admitía que tal vez Jiraya tenía razón, después de todo. De todos modos, no perdía nada con tener una conversación con el pervertido.
—No puedo hacer nada, ese desgraciado, podría hacerle algo a Hinata y eso es lo que menos quiero, yo...aun la amo y no creo que pueda dejar de amarla—confesó con tristeza.
—De verdad lo siento tanto Sasuke—Jugo pensó en no decir nada, pero después de la confesión del Uchiha, lo menos que podían hacer era decirle que Hinata ya no estaba sola—Hinata, ya esta con tu primo, con Obito—el azabache, tenía sospechas acerca del acercamiento entre ellos, pero saber que ya estaban juntos, le dejó una gran tristeza.
—¿Desde cuando?—inquirió devastado.
—Desde la boda de Itachi—respondió Suigetsu y después continuó—Una noche después, salimos para divertirnos y el llegó a llevársela asegurando ser su novio—concluyó, el peli-plata.
El azabache trató de comportarse lo mejor posible, sin evidenciar lo mucho que le dolió saberla con Obito, pues ahora, tenía la plena seguridad, que la había perdido para siempre, porque su primo, jamás la dejaría irse de su lado.
[...]
Obito, miraba el papeleo arriba del escritorio, algunos eran de recordatorios para casos en los juzgados y otros pagos, por brindar sus servicios, pero entre todas las cartas, una llamo su atención, por el sello que mostraba de donde venía.
Al abrirla, miro que se trataba de una citación, para asistir al juzgado, fuera del país, por el caso del cliente que representó semanas atrás, no era algo de mucha importancia, pero de igual manera, tenía que estar presente.
—Tsk— chasqueó la lengua molesto, por tener que salir por unos días ¿como podía salir dejando a su muñeca sola? No era una opción viable, tenía que buscar una solución para este pequeño percance.
—¿Vienes Obito...—preguntó Kakashi, al mirar al Uchiha, perdido en sus pensamientos.
—¡Eh!—el azabache se estremeció al escuchar al peli-plata.
—Te decía, que si no nos vamos, ahora mismo, no llegaremos a la reunión que organizó Itachi—trabajaron hasta mediodía, por ser Sábado y la reunión era a las cuatro de la tarde, así que tenían el tiempo justo, si es que querían asistir.
—Claro, prometí a mi Hinata ayudarla con la comida que preparó, para llevar—declaró, poniéndose de pie, para salir lo mas rápido posible.
Ambos salieron cerrando las oficinas, para llegar a sus hogares, aunque el domicilio del Uchiha había cambiado en las últimas semanas, puesto que pasaba mas tiempo quedándose con su ojiperla que viviendo en su departamento.
...
Llegó a la mansión Hyuga, esperando no haber llegado muy tarde para ayudar a Hinata a cargar con los dangos, que se empeñó en preparar.
Tocó la puerta, para no usar las llaves que ella le había dado, porque no quería invadir mucho el espacio personal de su amada, aunque ganas no le faltaban de entrar y sorprenderla.
...
Hinata escucho el timbre y se fue para abrir. Ella ya estaba vestida, para la reunión, como sabía que todo era en el jardín, optó por usar unos jeans de mezclilla, ajustados en color negro, con una blusa morada con cuello de tortuga, ajustaba dejando los hombros al descubierto y marcando a la perfección, los senos, al estar por dentro del pantalón. También se colocó un cinturón negro, marcando la cintura y completo con un collar, al igual que unas pulseras a juego. Por último se peinó el cabello en una coleta alta y decidió no usar tacones, si no sandalias de piso.
Al verse en el espejo, se sintió cómoda y también bonita.
Tan pronto abrió la puerta, miró al apuesto Uchiha, vistiendo un traje negro, que lo hacía ver demasiado irresistible, pensó apenada y a la vez fascinada.
Obito la miró de arriba, abajo y no pudo evitar, sonreír—!Te ves hermosa muñeca..!—se acercó, para rodearla de la cintura y darle un beso en los labios.
—¿Tenemos tiempo para..?—la ojiperla abrió mucho los ojos, al saber, lo que el azabache pretendía.
—N-no tenemos tiempo, debemos irnos ya...prometí ayudara Ino—muy a regañadientes, Obito, aceptó y se fue a cambiar, para irse juntos.
El también se vistió informal, con jeans de mezclilla, tennis deportivos y camiseta polo negra.
Se apareció en la cocina, para ayudar a la Hyuga con los dangos y cuando ella lo miró, no pudo evitar morderse el labio, ante lo atractivo que lo hacía ver esa ropa.
Los pantalones, parecían haber sido hechos a la medida, dejándole apreciar las fornidas piernas y ni hablar de la polo, que se ajustaba en el duro, y musculoso pecho, marcando los fuertes brazos.
Simplemente Obito, era un monumento, a los ojos de Hinata.
—¿Te gusta lo que ves?—preguntó con picardía al percibir la forma en que lo observaba.
—Yo bueno mm...—no terminó de hablar, debido al beso que le dio al verla tan adorable, estando avergonzada.
—Será mejor que nos vallamos, de lo contrario, te haré el amor aquí mismo—advirtió el azabache, haciendo que la ojiperla se sonrojara y optara por tomar su bolso para salir.
[...]
El jardín de los recién casados, se encontraba ya arreglado, para dar paso a la reunión de amigos que se llevaría a cabo en unos minutos.
Los invitados ya habían empezado a llegar y la pareja se apresuró a recibirlos.
—Felicidades a ambos, es una hermosa casa—les dijo Tenten, al llegar junto a Neji y a su pequeño Hizashi.
—En hora buena a los dos—Neji, palmeó el hombro de Itachi, en el momento en que les indicaron que pasarán.
—¿No son esos tus amigos?—preguntó Ino al ver un grupo de personas que se acercaban.
—Grasias por la invitación Uchiha—agradeció un rubio de ojos azules, que venía con un pelirrojo.
—Al contrario, gracias a ustedes por venir, Deidara—la pareja les indicó que pasarán al rubio y a Sasori.
Tras ellos, venían, Hidan, Kakuzu, Konan y Negato, que también agradecieron antes de ir a sentarse.
—¡Llegamos!—grito Naruto, al entrar, seguido de Kiba, Shino, Choji y Rock Lee.
Tras ellos, llegaron Temari Shikamaru y Sakura.
Kakashi, Yamato y Genma, también fueron invitados y entraron después de Naruto.
Sasuke, invitó a Jugo y a Suigetsu, que llegó acompañado de Ayame.
El lugar ya estaba con la mayoría de los invitados y en ese momento Sasuke, dirigió su mirada hacia la entrada, donde se apareció Hinata, con Obito. Ese había sido un duro golpe, pero supo fingir, que no pasaba nada, en el momento que Shisui le dio una palmada en la espalda, en forma de apoyo.
...
—Obito-kun...vamos a llegar tarde—Hinata trataba de liberarse del agarre que el azabache, ejerció sobre ella, en el momento en que llegaron a casa de Ino.
—Hmph, que nos esperen—respondió devorando los labios de la ojiperla.
Finalmente, Obito cedió y cargó con las cajas de dangos, para entrar con su preciosa novia.
La Hyuga, se sonrojó, al sentirse observada por todos los presentes, por el contrario a Obito le llenó el ego, saberse el hombre mas afortunado de la tarde.
—Que bueno que llegaron—les dijo Ino, sonriendo—Me da mucho, gusto, que nos acompañen y también me da gusto verlos juntos—Itachi los saludo y se quedó hablando con Obito, mientras Ino y Hinata, pasaban a la cocina a dejar los dangos.
—Hina...tienes que contarme todo—le pidió Ino cuando las dos entraron en la cocina—No tenía idea, que Obito y tu se sintieran atraídos, pero ahora veo, que no sólo es atracción.
Hinata sonrió y comenzó a relatar algunos detalles, en lo que servían los bocadillos, para llevarlos afuera.
La Hyuga, colocó las bandejas en las mesas que ya tenían diferentes tipos de comidas, cuando sintió que le tocaron el hombro.
—¡Chicos..!—exclamo, al ver a Genma y Yamato, que la arrastraron hacia donde estaban Ayame y Suigetsu.
—¡Hina-chan! Ya no te dejas ver—le reprocharon, sabiendo que se sonrojaría y no se equivocaron, ella terminó roja por las insinuaciones acerca de ella y Obito, el cual parecía, querer saltar desde donde estaba, para retirar a su no novia de esos idiotas.
Bajo la constante vigilancia del Uchiha, Hinata saludo a todos sus amigos y finalmente se sentó con Neji, para estar con Hizashi, que no tardo en levantarse para correr por todos lados. Obito, Neji y Kakashi, conversaban sobre algo importante, así que Hinata se levantó para ir tras el niño.
Lo encontró cerca de la comida, por atrás de las mesas de modo que nadie podía mirarlos y en ese momento, otro niño, que ella recordó bien, se acercó a ellos, ofreciendo galletitas.
Ella se derritió al ver el hermoso niño, el hijo de Sasuke. Los ojos le picaron tratando de contener una traicionera lagrima, que se derramó al recordar el pasado.
Se limpió el rostro y se sentó en el pasto a jugar con los dos, que al ser de la misma edad, parecían haberse caído muy bien.
No supo cuándo se divirtió con ellos, ni cuántos besos recibió de Taro, ni tampoco, cuánto tiempo tenía jugando con ellos, hasta el momento que Sasuke estaba parado mirándola sentada, con un niño en cada pierna.
—¡Te vencieron!—le dijo desde su altura, con una sonrisa de medio lado, atrayendo la atención de los niños. Sasuke, sintió su corazón palpitar irregularmente, en el momento en que miró a Taro besando las mejillas de Hinata. Su pequeño hijo, estaba tan tranquilo y feliz jugando con ella, que por más que quizo, no acercarse, le fue imposible, contenerse.
Hinata, trató de ponerse de pie lo mas rápido que pudo, enredándose con sus propias piernas y perdiendo el equilibrio, al instante que supo caería al suelo, Sasuke,se movió rápido y pudo sostenerla.
—G-grasias Uchiha-san—agradeció y se alejó de el, en cuanto sintió el olor que despedía el cuerpo varonil. El mismo olor que sentía, cuando aún estaban juntos.
—¿Como estas Hinata?—inquirió, tratando de estar el mayor tiempo con ella.
—Estoy bien, gracias por preguntar y usted y su mujer ¿como están?—remarco lo último, para que quedara claro.
El Uchiha, pensaba responder, pero los niños corrieron abrazando a Hinata de las piernas.
La ojiperla se preocupó al recordar que Obito debía estar buscándola y cuando pensaba en regresar a la mesa, lo miró frente a ellos mirándole con desaprobación, especialmente a Sasuke.
...
Obito, notó que Hinata no regresó y tampoco la veía por ningún lado, supuso que perseguía a Hizashi, pero poco tiempo después, no vio a Sasuke, por ningún lado, se disculpó con Kakashi y Neji, para ir a buscarla.
Su sangre se calentó al verla hablando con su primo, aunque no estaban haciendo nada malo, los celos no lo dejaron razonar.
—¿Que hacen escondidos?—preguntó con sarcasmo, abrazando a Hinata.
—No estamos escondidos, yo vine en busca de Taro y lo encontré con ella aquí, eso es todo—aclaro de mala gana, pero tampoco quería meter en problemas a Hinata.
—Grasias por jugar y tener paciencia con Taro—agradeció y levantó al niño en brazos para regresar a la mesa donde seguro, Karin continuaba hablando por teléfono.
De no haber estado Hizashi, en sus brazos, Hinata estaba segura, que Obito ya la estuviera cuestionando de mala manera y lo sabía, por la forma en que la veía, el estaba muy molesto y ni siquiera le dirigió la palabra, solo le hizo una seña para que lo siguiera hasta donde estaban todas las personas. Su corazón se oprimió al saberlo enfadado con ella.
...
Kakashi y Neji, miraron como la pareja regresó en silencio, dejaron al niño, para sentarse a solas en una mesa apartada. No se necesitaba ser un genio, para saber que estaban disgustados, en especial Obito.
—¿Sabes Neji..? Nunca pensé, que aceptarías la relación de tu prima con Obito—confesó Kakashi, intrigado.
Neji, sonrió y miró que solo estaban ellos dos en la mesa, ya que Tenten, se fue a saludar a Temari y también a Shikamaru.
—Ahora, que Hinata ya es novia de Obito, pienso que no tiene nada de malo que te confiese algo—Neji, dio una media sonrisa—Mi tío Hiashi, quería, que fueras tú quien algún día, se quedara con Hinata. Esa era la razón, por la cual insistía en que ella estuviera presente, cuando tu nos viciabas—el peli-plata, se mantuvo en silencio y giro su mirada hacia donde estaba Hinata, con Obito.
—Al morir, mi tío, yo quise continuar lo que el quería, porque según su criterio, tu eras la mejor opción para cuidar de su princesa, decía que tu la protegerías de todo, pero luego, me enteré del rechazo, que te causó mi prima. Ella misma, me confesó, que parecías odiarla y llego al grado de temerte—Neji, sonrió y dirigió su mirada hacia Hinata.
—Neji...yo—Kakashi, quiso hablar, pero Neji, lo interrumpió.
—No tienes que sentirte mal Kakashi, Hinata fue quien me pidió que nunca te dijera nada sobre tu actitud hacia ella y la razón, fue simple, dijo que nadie estaba obligado a tenerle cariño o simpatía, sintió que de alguna manera, te hizo algo, que te ofendió y trató de enmendarlo, pero nunca pudo hacerlo, porque nunca supo, en que forma fue que te ofendió—el Hyuga, trató de no hacer sentir mal al abogado.
—Pienso, que todo, pasa por algo...si mi prima, no te hubiera caído tan mal y quizás te hubiera gustado, ella no estaría tan feliz y enamorada de tu amigo, el cuál logro, ganarse su corazón, desde el primer día que se conocieron.
Neji, se levantó al ver a Hizashi correr lejos de Tenten y antes de irse, le dio unas palmadas a Kakashi en el hombro.
El peli-plata, ni siquiera se dio cuenta, en que momento se levantó el Hyuga, porque su menté estaba hecha un caos.
Desde el primer día, que conoció a Hinata, no pudo evitar quedar prendado de ella, pero la chica tenía solo quince años, eso era mal visto, ademas de ser ilegal.
Sabía lo protector, que era Hiashi y si llegaba a enterarse, que a un hombre de su edad le atria su niña, pensó que sin rodeos lo mandaría preso.
Trato de luchar con ese sentimiento y nada funcionó, cuando ella lo saludaba con esa sonrisa y esa amabilidad, no podía soportarlo, era cuestión de tiempo para que Hiashi y el mismo Neji, lo notarán. Entonces, fue cuando decidió alejarla, mostrándole hostilidad, para salvarla a ella misma de el, puesto que Hinata no se merecía estar con alguien que ya tenía un camino avanzado, mientras que ella apenas empezaba a vivir.
En esos tiempos fue cuando terminó su relación con Rin y todo sucedió, porque el no hacía mas que pensar en la niña Hyuga. La única vez que pudo estar cerca de ella fue en el funeral de su padre, la tomo en brazos y fue lo mas significativo que tuvo en su vida.
Al cabo de los años, su embelesamiento por ella fue en aumento, pero a pesar de ya ser mayor de edad, pensó que seguía siendo incorrecto y que Neji, pegaría el grito en el cielo, en desaprobación. Luego llegó Sasuke y todo se empeoró al momento de ver la forma en que ella y Obito se entendían.
Se llenó de celos al notar el interés de su amigo, pero estaba seguro que no tenía oportunidad, ya que Obito era de su misma edad.
—Rayos—murmuró frustrado, mientras veía hacia donde estaba Obito, abrazando a la ojiperla en forma posesiva.
Tenía que salir de allí, a otro lugar, no podía permanecer donde estaba ella, tenía que estar solo, para poder pensar.
La confección de Neji, lo descolocó y ahora se sentía perdido, sin saber cómo lidiar con el sentimiento de pérdida que se instaló en su corazón, ella pudo ser suya, el pudo ser quien en ese momento la estuviera abrazando y por cobardía no lo fue.
La peor de las ironías, fue saber, que el jamás perdió por Obito, y en este mismo instante, el Uchiha, le ganó por primera vez, pero hubiera preferido que le ganara mil veces, a que le ganara solo por esta vez, porque se llevó, la única mujer que logró enamorarlo.
Eso fue lo que sintió Obito, cuando el se quedó con Rin, penso con tristeza.
Continuara.
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