Capítulo 49


Narra Tobi

¿Para dónde cree que va? —Cuando estaba a punto de salir del salón me topé con el rostro arrugado de la profesora de química—. Todos a sus puestos —la mujer entró—. ¿No ha quedado clara la orden? —Me miró fijamente.

Todos tenían sus ojos clavados en mí, todos menos Matt que mantenía su mirada agachada. Sin decir una palabra me di la vuelta y salí. En un parpadeo sentí la mano de la maestra en mi brazo.

—Señor...

—Tengo que irme —no la dejé ni hablar—. No me siento bien, iré a la enfermería.

—¿Qué tiene? Yo lo veo perfectamente —contestó ella—. Ahora por favor, no quiero problemas, entre al salón.

Me solté de su agarre y continué con mi camino. La mujer no insistió, no tenía que hacerlo, era solo cuestión de ponerme una falla y de sacar las notas que quisiera, eso siempre hacían los profesores cuando faltaba mucha gente o cuando las personas llegaban muy tarde, poner algún taller tonto para regalarle nota a los cumplidos.

Salí de la institución y volví a casa, cuando llegué la encontré vacía. Subí directamente a mi habitación y me encerré en ella. Cerré las cortinas y me acosté bajo las cobijas. Pensé en Matt, en sus palabras, y en lo dolorosas que eran. ¿Por qué Matt no me creía? ¿Por qué Sam actuaba de esa manera? ¿Por qué las cosas parecían caer otra vez? ¿Algún día podría decir: está todo bien?

Cerré mis ojos y en menos de nada me quedé dormido. Me vi de pie frente a una tumba, ¿la tumba de mi madre? No, no tenía nombre, una tumba sin nombre, sin flores, abandonada, olvidada... ¿Qué significaba?

Abrí mis ojos de golpe.

—¿Tobi?

Escuché la voz de Sara del otro lado de la puerta.

—¿Estás ahí, Tobi? —Dijo acompañando sus palabras con los golpes a la puerta—. ¿Tobi? Abre por favor o tendré que entrar por la fuerza.

Miré el celular, ya era medio día. Me levanté lentamente, mi cabeza me dolía y daba vueltas. Caminé hacia la puerta, Sara seguía golpeándola y llamándome.

—Estaba durmiendo, lo siento —dije asomando mi cabeza por la puerta.

—¿Por qué estás en casa? Me han llamado de la escuela, dicen que fuiste grosero con tu maestra y que te fuiste sin entrar a clases.

—No me sentía bien —contesté con la mirada clavada en el suelo.

—Y no te ves bien —puso una de sus manos en mi frente—. No tienes fiebre —entró en el cuarto y abrió las cortinas—. El lugar necesita un poco de aire —me miró fijamente y por un par de minutos nos quedamos en silencio—. ¿Qué pasó, Tobi? ¿Richard te dijo algo?

Negué con la cabeza.

—Si te está molestando dime, puedes confiar en mí, Tobi.

—No es eso —dije, mi voz comenzaba a tornarse temblorosa—­. No es nada, sólo no dormí bien y me sentí mareado.

—¿Seguro? —se acercó a mí—. No sé por qué no te creo, tal vez porque parecieras estar a punto de llorar.

En ese momento se escuchó el estruendoso sonido de la puerta principal cerrándose.

—Debe ser Matt —dijo ella mirando hacia el pasillo—. ¿Quieres algo en especial para comer? No hay nada mejor que la comida para subir el ánimo.

—N-no —contesté—. Gracias.

—Hablar ayuda, Tobi —palmeó mi hombro—. Yo te llamo cuando esté listo el almuerzo, ¿vale?

Asentí con la cabeza y una vez Sara dejó la habitación, cerré la puerta.

—Hola, hijo, ¿cómo te fue? —Escuché a Sara decir del otro lado.

No salí de mi cuarto hasta que Sara llamó desde la cocina para que bajáramos a comer. Cuando abrí la puerta Matt estaba en el pasillo, cuando me vio enseguida me dio la espalda y bajó corriendo las escaleras. Verlo me causaba rabia y dolor, pensar en que no me creía, en que había escogido a Sam, en que en aquel momento parecía estar odiándome me quemaba por dentro.

Me senté en la mesa, Sara hablaba como de costumbre, pero Matt y yo estábamos muy callados. Ella no tardó en darse cuenta de que algo había pasado, sin embargo, no nos preguntó, sólo trato de sacarnos las palabras y de que la hora de almuerzo fuese lo más normal posible.

Cuando terminé de comer me levanté de la mesa, le agradecí a Sara por la comida y dejé el lugar. Fui a mi habitación, agarré mi celular y revisé mi whatsapp, no tenía ningún mensaje. Pensé en hablar con alguien ¿pero con quién? Me sentía solo, más solo que nunca, y lo estaba, sabía que no era sólo una sensación, era real, mi soledad era real.

—Le hablaré a Alex.

Tobi: Hola

Tardó un par de minutos en responder.

Alexander: Hola

Tobi: ¿Qué haces?

Alexander: Juego un rato

Tobi: Oye... me preguntaba si podría pasar por tu casa.

Alexander: ¿Para?

Tobi: Bueno pues eso es lo que hacen los amigos ¿no? Se visitan, hablan, podemos jugar halo, hace mucho no jugamos.

Alexander: Está bien, si quieres mis balas entre tus ojos te espero. ¿Vendrás con Matt?

Y con esa pregunta comprobaba que Alexander en serio no se enteraba de nada, todo el colegio en el momento debía saber lo que había pasado entre Sam y yo, y sobre mi discusión en el salón con Matt y sobre mi actitud con la profesora, en fin, no hay nada más rápido que un chisme en una escuela secundaria. Lo que no entendía era por qué Irene no le había dicho, teniendo en cuenta que eran tan unidos.

Tobi: No, sólo iré yo.

Alexander: ¿Y Sam?

Alexander: Porque contigo no hay competencia, eres pan comido.

Tobi: Entonces cómeme, devórame, haz lo que quieras conmigo haha

Tobi: No invites a Sam. Ya voy a salir para tu casa y allá terminamos de hablar.

Dejé el celular en la cama y busqué un saco. Tomé mi mochila y las llaves y salí de la habitación. Cuando bajé, Matt y Sara estaban hablando, ella mi miró con una pizca de preocupación en sus ojos.

—¿Vas a salir, Tobi? —Preguntó. Matt ni siquiera me daba la cara.

—Sí, iré a jugar un rato en casa de un amigo —contesté forzando una sonrisa.

—No te dejes coger la noche, ¿vas bien abrigado? Lleva el paraguas, probablemente llueva más tarde —agregó señalándome el objeto con sus ojos.

—S-sí. Bueno adiós —cogí el paraguas y salí corriendo de la casa.

Corrí sin parar hasta llegar al edificio de Alexander. Toqué a su puerta, me abrió en seguida. Cuando entré el lugar estaba más ordenado de lo normal.

—¿Tenías visita? —pregunté dejando mi mochila en el sofá.

—Algo así —respondió caminando hacia su habitación—. ¿Listo para perder?

Entramos y nos sentamos en la cama. Alex me dio un control y comenzamos a jugar. Cuando llevábamos al menos una media hora dejé el control de lado y le hablé sobre lo que había pasado con Sam y con Matt aquel día. Cuando me preguntó por qué lo había hecho le hablé sobre el romance entre Irene y Sam, aunque no esperaba que me creyera, si Matt le había creído a Sam, era imposible que Alexander me creyera, más teniendo en cuenta de que se trataba de Irene, y de que Irene no podía ser así.

—Ya veo —dijo con voz apagada en un suspiro.

—¿No me crees? —pregunté mirándolo fijamente.

—Sí, es sólo que estoy decepcionado —Alexander se dejó caer en la cama y puso sus manos bajo su cabeza en tanto miraba el techo—. No pensé que Irene fuese realmente así, la había visto salir con un chico, pero no había visto su rostro —hizo una pausa—. El hecho de que sea Sam... No sé, la gente cada vez me demuestra más que no vale la pena. No te dejes afectar, Tobi. No esperes nada de nadie, y procura que la gente espere nada de ti y así te ahorras problemas y situaciones incómodas.

—Tienes razón —contesté recostándome también—. Pero no puedo aceptar algo así, me parece demasiado triste, prefiero seguir pensando que vale la pena querer y confiar en las personas.

Alex soltó una carcajada, seguida de un suspiro y de una sonrisa sincera. Hablamos por un par de horas, nunca habíamos hablado de esa forma. Era tan extraño, mientras la vida me alejaba de las personas que consideraba más cercanas, me acercaba a otras. El pelirrojo, ahora casi calvo, me contó sobre la persona con la que estaba saliendo, aunque no me dijo si quiera su nombre, le llamamos Miew. Lo vi más animado de lo normal y eso me alegró, al menos las cosas parecían ir bien para alguien.

—¿Y por qué no le pides que sea tu novia? —pregunté cuando Alexander me dijo que eran solo amigos.

¿Amigos que se besan? ¿Cómo lo llaman? ¿Amigos con derechos, especiales? Como fuese, era algo que me parecía feo, es decir, era como ser sin ser, eso es para personas que no sienten, pero yo podía ver en los ojos de Alexander que ese no era el caso, y ser algo más, pero sin compromiso generalmente no termina bien. En el mejor de los casos ambos terminarían enamorándose y formalizando las cosas, pero la mayoría de veces sucede que uno se enamora y el otro no, el otro sólo puede decir: quedamos en que no sería nada serio, en que no habría sentimientos, ¿qué pasa contigo?

—Si te gusta y te agrada compartir tiempo con ella ¿por qué no? ¿Es Luna? Esa chica está loca, estoy seguro de que si no formalizan te romperá el corazón.

—¿Luna? —Alexander se puso colorado—. No, no es ella. Y sí, no tuvimos que comenzar nada para que me rompiera el corazón —rio.

—¿Entonces quién es? Al menos dime su nombre.

—No le conoces.

Seguimos hablando de amor, de desamor y luego de lo que se nos viniera a la cabeza. Por un momento me sentí bien, fue como escapar del drama que me esperaba en casa, escapar de mi padre, de Matt y principalmente de la soledad y el frío de mi habitación.

Narra Matt

Cuando Tobi bajó a despedirse yo le estaba hablando a mi madre sobre lo que había pasado aquel día en clase. Mi madre no pudo disimular su preocupación, se veía en su rostro, delatándome, diciéndole a Tobi que mi mamá ya sabía sobre lo que había hecho.

—No seas duro con él, Matt —dijo tomando una de mis manos—. Tobi está pasando por días muy difíciles. Piensa en las cosas que han pasado estos últimos meses, su vida de la noche a la mañana se ha vuelto casi que un infierno. No sé cómo el pobre chico no se ha vuelto loco.

—Golpeó a Sam, mamá —respondí frunciendo el ceño—. Si no se controla terminarán agarrándose a cada rato.

—Habla con Sam —me interrumpió—. Se supone que es su amigo, ¿por qué en lugar de ayudarlo te pone en contra suya, los pone a todos en contra suya?

—Sam no ha hecho nada malo, mamá —me molestaba que atacara a Sam y que pusiera a Tobi en el lugar de la víctima—. Él sólo me advirtió sobre lo que pasaría. Todos lo vieron, a Tobi golpeando a Sam de la nada, él sólo se defendió. Y luego va y Tobi me entrega esto —saqué la hoja de papel que me había dado—. Quiere ponerme en contra de Sam porque no puede vernos felices.

—¿Qué dice la carta? —preguntó.

—No es una carta. Y no lo sé, no la he leído. No quiero que lo que haya aquí me haga desconfiar, puede que sean sólo mentiras, quién sabe qué clase de cosas habrá escrito Tobi.

—¿Puedo leerla?

Puse el papel en sus manos. Cuando mi madre terminó de leer me miró con seriedad.

—Deberías leerla, siempre debes desconfiar de las cosas, nada es perfecto, nada es lo que parece. Si desconfías de Tobi, también deberías atreverte a desconfiar de Sam. Uno de los dos miente, uno dice la verdad, puede que le estés creyendo al mentiroso.

—Yo sé en quien creer, mamá.

—Hablaré con Tobi —mi madre se levantó de la mesa—. Ten cuidado con Sam, hijo. La verdad no creo que Tobi se haya tomado la molestia de escribir esas cosas, de pelear con Sam, de responderle a su maestra y de arriesgarse a tener problemas en la escuela sólo porque no puede verlos felices.

Mi madre se fue y me quedé un rato sentado en el comedor, con la hoja de papel frente a mí. Pensé en leerla, pero sentí miedo, no quería saber lo que había en esa hoja, ¿confiaba en Sam? ¿Confiaba tanto en él como para saber que lo que sea que hubiese en ella era mentira y que por ello no valía la pena ni leerla? ¿O era el miedo el que me impedía hacerlo? ¿El miedo a que lo que encontrara pudiese ser verdad y llegara a lastimarme?

—No puedo leerte —tomé la hoja de papel, la arrugué formando una bola y la tiré.

La noche cayó, acompañada de gotas de lluvia. Tobi volvió a casa, mi madre lo llamó y hablaron en su habitación. Me recosté en la puerta para tratar de escuchar, pero fue inútil, hablaban muy bajo. Estuvieron hablando por alrededor de una hora, cuando escuché los pasos de mi madre acercándose a la puerta corrí hacia el baño y me encerré en él.

Salí del baño, Tobi estaba frente a la puerta de su habitación. Nuestras miradas se cruzaron, pero enseguida se evadieron. El rubio tenía la nariz y los ojos rojos, había llorado. Sentí pena por él, me sentí cruel y malvado, debía abrazarlo, debía decirle que las cosas estaban bien entre nosotros y que no pasaría nada malo, pero no podía, simplemente no podía hacerlo. Tobi siguió con su camino y yo con el mío, sin decir una palabra, en silencio, en un triste y sepulcral silencio.

Volví a mi cuarto y tomé el celular, le escribí a Sam.

Matt: Las cosas en casa están muy incómodas u.u

Sam: No dejes que te afecte, eso es lo que Tobi quiere.

Matt: Pero no parece tener malas intenciones, estaba llorando, no sé qué hacer.

Sam: Quiere que sientas lastima de él y lo está logrando. A este paso creo que terminará separándonos u.u decídete, crees en él o en mí.

Matt: Ni siquiera he leído lo que me escribió, ni pienso hacerlo. Pero me duele verlo triste.

Sam: A mí me duele su traición. Pensé que éramos amigos y mira lo que hace.

Sam: Es que se pasa, Matt. Si vieras las cosas que llegaron a mis oídos, Tobi está esparciendo un chisme horrible. Lo peor es que no sólo me involucra a mí, también involucra a la pobre de Irene. Pareciera que desde que terminaron la odiara, él le terminó y tras del hecho la hace sufrir de esa manera.

Matt: ¿Cómo así?

Sam: Me dijeron que Tobi había dicho que yo te engañaba con Irene. Que supuestamente Irene y yo estábamos juntos para vengarnos de él y que él nos había visto no sé dónde... no sé, un montón de cosas que no entiendo. Realmente no entiendo por qué Tobi actúa de esa manera, no sé qué espera conseguir con todo esto. La pobre de Irene lloró cuando se lo dije, ella ama a Tobi todavía, sabes, ella lo ama y él dice esas cosas de ella.

Matt: ¿En serio?

Matt: Es horrible u.u

Matt: No puedo creer que Tobi sea así, es que lo veo y no lo parece.

Sam: Es un experto en engaños, tiene bien puesto su disfraz. Es verdaderamente aterrador.

Pensé en lo que había dicho mi madre y un escalofrío recorrió mi cuerpo. Uno de los dos mentía, uno decía la verdad ¿a quién debía creerle? ¿Cómo saber si estaba haciendo lo correcto? Sentí miedo, quería creerle a Sam, pero no podía ver tal maldad en Tobi. Quería creerle a Tobi, pero me era imposible, ¿por qué Sam haría algo en contra mía si yo no le había hecho nada? No tenía sentido, sin embargo ¿había maldad en Sam?

—Debería hablar con Irene.

Le escribí a Irene, le pregunté sobre si lo que había dicho Sam de los rumores sobre ellos era cierto. Me dijo que sí, que le habían dicho que supuestamente ella y Sam tenían un romance y que eso le dolía porque la hacía quedar mal, la hacían ver como una mala persona cuando ella era incapaz de hacer daño a alguien, decía que era injusto que las personas hablaran de tal manera sin siquiera conocerla.

Alguno de los dos mentía, Sam o Tobi, pero Irene, estaba seguro, no lo haría. Irene había sido la primera en tenderme la mano, Irene había sido el primer rostro amable que encontré al comenzar mi nueva vida en aquella ciudad. Ella no mentía, no podía hacerlo, era la persona más amable, más dulce y más buena que conocía, todavía me sentía muy agradecido por lo buena que había sido conmigo en un comienzo y no podía evitar sentirme culpable de que las cosas entre Tobi y ella hubiesen terminado por mi culpa. ¿Una venganza? No, no tendría sentido, Irene no era esa clase de persona, ella no era tan inmadura, ni tan tonta, como para pensar que con algo así lograría sentirse mejor.

Matt: Siento mucho todo lo que está pasando

Irene: Así es la secundaria, llena de chismes. Siempre estarán diciendo cosas malas, así es la gente, las personas necesitan hablar mal de otras para sentirse mejor consigo mismas.

Matt: tienes razón u.u pero no te dejes afectar por las bobadas que dicen.

Matt: No entiendo por qué Tobi diría algo así.

Irene: Ni yo

Irene: No lo reconozco

Irene: Después de todos estos años me doy cuenta de que no lo conozco, no sé quién es Tobi ahora y eso me entristece.

Matt: u.u no estés triste por eso, mereces ser feliz y encontrar alguien que te quiera de verdad

Irene: No lo sé

Irene: Como sea, gracias por preocuparte, Matt. Debo ir a ayudar a mi madre en algo, nos vemos mañana ;3 cuidate.

Después de despedirme de Irene pensé en ir a hablar con Tobi, quería aclarar las cosas, entender el porqué de sus acciones, saber qué pasaba por su mente y qué era lo que esperaba o buscaba con todo ello. Sin embargo, Tobi se negó a abrirme la puerta, no insistí, debía darle tiempo, tiempo para que se calmaran las cosas, para que él mismo aclarara sus pensamientos.

Fui a la habitación de mamá, Richard no estaba, los últimos días había estado muy ausente. Vi a mamá triste, aunque tratara de ocultarlo. Me senté en su cama y luego me recosté junto a ella, le di un beso en la frente y le recordé lo mucho que la quería. Vimos televisión juntos hasta quedarnos dormidos.

Narra Tobi

Miré el reloj, eran las cuatro de la mañana, no había pegado el ojo en toda la noche. «Ya seguí derecho» pensé cubriéndome completamente con las cobijas. Después de tratar de dormir al menos un par de minutos, sin lograrlo, decidí levantarme.

Tomé mi computador y me puse a leer poemas. Encontré uno que me pareció muy interesante, era de Gwendolyn Brooks, se llamaba We Real Cool.

THE POOL PLAYERS.

SEVEN AT THE GOLDEN SHOVEL.

We real cool. We

Left school. We

Lurk late. We

Strike straight. We

Sing sin. We

Thin gin. We

Jazz June. We

Die soon.

Era increíble como algo a simple vista tan sencillo podía ser tan profundo, podía decir tanto. Cómo en tan pocas palabras se podía resumir lo que es la vida, la vida es algo fugaz, se va en un suspiro, un día estamos y al día siguiente podemos simplemente desaparecer. Y hagamos lo que hagamos, seamos como seamos, cometiendo errores, haciendo las cosas bien, siendo "buenos" o "malos" terminaremos de igual manera.

—We die soon —repetí en un suspiro—. ¿Por qué vivir con miedo? ¿Por qué estar triste sabiendo que la vida es tan corta? —Cerré la tapa del computador—. La vida es demasiado corta como para guardar rencor, como para pelear con las personas que quiero, debo arreglar las cosas con Matt.

Escuché los pasos de Matt en el pasillo y me decidí a hablar con él. Cuando abrí la puerta de mi habitación él se encontraba frente a la puerta del baño.

—¡Matt!

—Hola, Tobi —Matt mantenía su cabeza agachada—. ¿Cómo amaneciste?

—¿Podemos hablar?

—Siento lo que pasó ayer —dijo el castaño—. Creo que todo ha sido un mal entendido, ¿cierto?

—Si lo quieres ver de esa forma —respondí con tristeza. Matt no me había creído y probablemente no lo haría—. Yo sólo no quiero pelear contigo.

—No te preocupes, Tobi. No estoy molesto, ni nada por el estilo.

Guardé silencio.

—Es decir —continuó Matt—. Las cosas están bien entre nosotros. Sé que te preocupas por mí, pero no hay nada de lo cual preocuparse, Tobi. Yo estoy bien y si las cosas resultan mal sabré cómo afrontarlo, no te preocupes por eso.

—Espero pueda ser tan fácil como lo planteas —dije en un murmuro—. Yo no quiero pelear contigo, Matt. Pero no me retracto, ni me arrepiento de las cosas que dije e hice ayer, porque he sido sincero, y si por ser sincero soy el malo, nada puedo hacer. Yo no puedo sólo fingir que nada pasa mientras veo lo que hacen contigo.

—Basta, por favor.

—Es mi última advertencia, ya no me meteré más en ello. Espero todo termine bien, de corazón lo espero.

—Gracias, Tobi.

Nuevamente no respondí. Matt se acercó a mí y me abrazó.

—Sé que pasas por cosas difíciles, ya no te preocupes por mí, trata de arreglar tus cosas primero, Tobi.

Después de esas palabras Matt entró en el baño para comenzar a arreglarse. Yo volví a mi habitación, me recosté en mi cama, cerré mis ojos y quedé profundamente dormido. 

https://youtu.be/TPq2Pr7X9XI

"Así que voy a encontrar lo que está debajo de tu sonrisa enferma y retorcida, mientras estaba debajo de tus ojos cansados y fríos. Ahora cambias mi rumbo porque eres tan cruel, voy a estar siempre aquí, por el resto de mi vida"

Breaking Benjamin - What Lies Beneath

Hola a todos ¿cómo están? Espero que muy bien. Les dejo un nuevo capítulo, espero les guste. No me alargaré debido a que tengo sueño xD! Siento mucho tardar en actualizar, pero es difícil ya que no tengo vacaciones y pues gasto mucho tiempo en el transporte hacia el instituto :'v El transmilenio apesta y más para quienes vivimos en el sur </3 Gracias, gracias y mil gracias a todos por seguir esta historia.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top