Capítulo 22

Narra Tobi

No podía sacar esa imagen de mi cabeza. Sam con sus manos en el rostro de Matt, con sus rostros tan cercanos como si estuvieran en medio de un beso, y puede que lo hayan estado y no pudiera recordarlo con claridad, o tal vez estaba seguro de ello, pero me costaba aceptarlo. De una u otra manera me sentía realmente molesto, del porqué no estaba seguro, una parte de mí insistía en que no soportaba la idea de que Matt saliera con una persona como Sam, ya que merecía a alguien mejor. Pero cuando los vi tan cerca unos extraños pensamientos comenzaron a invadir mi cabeza.

«—No. No es posible, yo amo a Irene y así será hasta el fin de mis días —repetí en mis pensamientos—. M-Matt, Matt no puede gustarme, no. Es completamente imposible. Yo... yo no puedo ser gay».

—Tobi, ¿estás bien? —Irene puso su mano sobre la mía y la apretó—. ¿Estás enfermo? Has actuado muy raro el día de hoy.

Nos encontrábamos Irene y yo en la sala viendo una película. Mientras tanto Sam, Matt y Alexander jugaban parqués en el comedor, podíamos escuchar sus risotadas y uno que otro grito. Irene tenía su cabeza sobre mis piernas y por primera vez me sentí incomodo, no quería que ella estuviera cerca, no quería que tomara mi mano, no quería que ella me quisiera. En ese momento me sentí la peor persona del mundo, me sentía un mentiroso, un farsante. Estaba confundido, no podía entender mis sentimientos, no sabía cuáles eran reales, no sabía si seguía amando a Irene o si todo era parte de una vil mentira.

—E-estoy bien —contesté con voz fría—. Sólo estoy un poco cansado —Ella se sentó y clavó un par de ojos temerosos en mí—. Además —agregué e hice una corta pausa para pensar si era correcto lo que estaba a punto de decir—. Sabes que odio las películas de comedia, son aburridas, no les encuentro gracia alguna.

—P-pero, Tobi —Su expresión se tornó triste, ella agachó su cabeza al tiempo que arrugaba su frente—. Nunca me lo habías dicho. Siempre vemos este tipo de películas, yo... —Su labio inferior comenzó a temblar—. Yo pensé que te gustaban. Es decir, es uno de nuestros planes de siempre.

—Pues te equivocaste. Las odio y odio que me mires de esa forma, ¿vas a llorar? ¿Acaso todo lo solucionas llorando? 

Irene abrió sus ojos como un par de platos y soltó una risita, una risita molesta, estaba realmente enojada. Después de tomar un profundo respiro, para calmarse y evitar el llanto, secó las lagrimitas que amenazaban con caer de sus ojos y me miró con decepción.

—Ya no te conozco, Tobi —susurró con voz triste—. Ya no sé quién eres o qué quieres. ¿Qué es lo que ocurre? Si algo te agobia podemos hablarlo, para eso estoy, para escucharte y consolarte. No tienes que desquitarte conmigo —Su voz era cada vez más temblorosa—. Yo puedo ayudarte.

—Tú no lo entiendes —respondí en un suspiro—. No quiero hablar ahora, quiero estar solo.

Ella acercó sus manos a mi rostro, pero antes de que hicieran contacto las detuve. Ella sonrió con decepción y se levantó. Miró hacia el comedor, ellos reían, se estaban divirtiendo y nosotros sólo estábamos allí, amargándonos, peleando, hiriéndonos.

—Tobi —giró su rostro hacia mí—. ¿Me amas? —inquirió con el miedo reflejado en sus ojos, como si le temiera a la respuesta.

No sabía qué responder, no estaba seguro de mis sentimientos, pero no quería herirla. Sabía que tenía que decirle que sí, además era muy probable que así fuera y que sólo estuviera pasando por una etapa de confusión debido al caos que Matt había traído a mi vida. Pero... ¿y si no era sólo una etapa de confusión? ¿Qué ocurriría si en verdad no la amaba? ¿Qué pasaría si mi preocupación por Matt tuviese otras razones?

—¿Tan difícil es decir que no? —Su voz estalló como un latigazo en mis oídos. Ella suspiró—. ¿Es por Matt? Es decir, lo nuestro era perfecto hasta que él llegó.

—¿Qué? —El miedo me invadió. ¿Cómo podía pensar en algo así? ¿Tan obvio había sido?—. Matt no tiene nada que ver, no sé por qué dices cosas como esas. Además, por supuesto que te amo Irene, ¿cómo puedes dudar de eso? Sólo estoy un poco cansado, no he dormido bien estos días y sabes que han sido tiempos difíciles para mí.

—No lo sé, Tobi. Y no sé qué creer —Me levanté del sofá y caminé hacia ella. Tomé su mano—. Tobi... —Sus ojos se llenaron de lágrimas que trató inútilmente de contener—. No rompas mi corazón —sonreí al tiempo que negaba con mi cabeza y la abracé contra mi pecho.

—Eso nunca —dije al tiempo que sobaba su cabeza—. Perdóname, sé que he estado insoportable estos días —Ella se alejó un poco y puso sus manos en mis mejillas—. Gracias por amarme, Irene —añadí finalmente. Ella me besó. Su beso dejó un sabor agridulce en mis labios.

Narra Irene

—¿Quién ganó? —pregunté sentándome junto a Sam.

—¿No es obvio? —contestó Alexander con una sonrisa prepotente.

—No vuelvo a jugar contigo, siempre ganas —dijo Matt en un puchero. Al observarlo de cerca lo encontré adorable, tal vez por eso llegaba a sentirme un poco celosa de él y llegaba a verlo como un rival, cosa que resultaba absurda pues era imposible que Tobi fuera gay.

—Yo ya me acostumbré a perder, así que ya me da igual. Desde antes de comenzar a jugar sé quién es el ganador —Sam miró a Alexander y este le respondió con una sonrisa—. Ya te acostumbrarás, Matt.

—¿Ya te vas? —Me preguntó Alex. Yo asentí con mi cabeza—. Entonces yo salgo de una vez —añadió al tiempo que se levantaba—. Muchachos, un gusto haberles ganado. ¿Te quedas otro rato, Sam? —Sam miró a Matt, quien se sonrojó y agachó el rostro enseguida.

—Sí —contestó asintiendo con la cabeza—. Creo que me quedaré un rato más —agregó sonriente. Tobi se tensó y apretó los puños de su mano con fuerza. «—Es sólo tu imaginación, Irene. Sólo tu imaginación —pensé clavando mis ojos en él. Cuando lo notó desvió su mirada y trató de parecer más tranquilo—. Deja de crear películas en tu cabeza».

—Nos vemos, chicos —Alexander agitó su mano de lado a lado para despedirse y se dirigió hacia la puerta.

—Adiós —dije acercándome a Matt y a Sam para darles un beso en la mejilla—. Chao, Tobi —le di un tímido beso en los labios—. Te amo —Él besó mi frente y me regaló una sonrisa.

—Yo a ti —contestó sin borrar aquella hermosa sonrisa de sus labios.

Cuando salí Alex estaba sentado en el andén mirando el cielo, ya había comenzado a oscurecer. Lo observé un par de minutos antes de acercarme, quería hablar con él, quería preguntar si sabía algo sobre Matt y Sam, y su posible relación amorosa. Estaba seguro de que él era el confidente de todos y si pasaba algo él sería el primero en saberlo.

—¿Vamos? —extendí mi mano hacia él para ayudarlo a levantarse—. ¿Trajiste todo? La cámara, los cables, ¿todo? —Él asintió con la cabeza.

—Estoy tan cansado —dijo con voz ronca—. Extraño mi camita.

—Y ¿qué pasó al fin con lo del cuento? ¿Ya lo tienes? —inquirí. Había un concurso nacional de cuentos y Alexander me había dicho, un par de días atrás, que quería intentarlo. Él era muy bueno escribiendo, más bien, él era bueno en todo.

—Más o menos —contestó metiendo sus manos a los bolsillos—. Me falta pulir un par de cosillas, pero básicamente ya está listo. ¿Me acompañarás a entregarlo? Me da pereza ir solo.

—¿Cuándo tienes que ir? Y ¿en dónde es? —pregunté clavando mis ojos en su rostro. Él era un chico tan misterioso, aunque se supone era su mejor amiga no sabía muchas cosas de él. No sabía qué sentía, no podía decir si estaba bien o mal, no podía leer absolutamente nada al observar sus ojos. Él era un misterio casi imposible de resolver.

—Es cerca del centro comercial del centro —suspiró con desgana—. La idea sería ir el próximo sábado ¿estaría bien?

—Vale, me parece perfecto. Podríamos de paso ir a comer algo —Alexander asintió y mantuvo su mirada en el cielo—. Oye —No podía con mi curiosidad, tenía que preguntarle sobre ese par—. ¿Sam no te ha dicho algo sobre Matt?

—¿Eh? —Por fin apartó su mirada del cielo y me sentí menos ignorada—. ¿Por qué lo preguntas?

—No sé, es que me parece que ellos se guardan algo. Está como sospechoso ¿no crees? Y pues quiero salir de dudas, quiero saber si es cierto o si es sólo mi imaginación.

—Sam me dijo que lo invitaría a salir —confesó volviendo su mirada al cielo—. Tal vez resulten como novios o algo por el estilo.

—¿No crees que es extraño? —pregunté, ya comenzaba a hablar como Tobi—. Es decir, Sam nunca ha salido con hombres, es un mujeriego ¿por qué ahora se le da por interesarse en un chico?

—Pues no lo sé, los seres humanos somos muy complejos —contestó con seriedad—. No creo que sea extraño, sólo espero que las cosas salgan bien para ambos y ya. No me gusta meterme en los asuntos de los demás, así como odio que se metan en los míos.

—Sí, tienes razón —murmuré. Alexander no respondió y un incómodo silencio comenzó a invadir el lugar—. Alex —dije. Él me miró nuevamente—. Tal vez esta pregunta pueda resultar extraña —hice una pausa y tomé aire—. ¿Crees que Tobi pueda ser gay?

—¿Tobi? ¿Hablas en serio? —soltó una risita—. ¿Por qué dices eso, Irene? Si fuera gay no llevaría todo este tiempo saliendo contigo, además tú sabes que él te adora.

—No te burles —Me quejé a tiempo que lo golpeaba suavemente en el brazo—. Es que estos últimos días ha estado muy extraño. No sé, creo que algo le ocurre, cada vez lo siento más lejos de mí y tengo miedo de que se vaya.

—Eso suena a falta de sexo —guiñó el ojo con diversión. Yo lo miré con mis ojos entrecerrados como los de un gato perezoso—. No me mires así, hablo en serio. Todo lo que llevan y aún no han hecho nada —suspiró—. Hay hombres que no aguantan —apretó sus labios para evitar reírse.

—¿Lo dices en serio? —Tal vez Alexander tenía razón y lo que Tobi quería era que me diera cuenta de que me necesitaba de esa forma. Yo nunca había estado con un chico y no creía que fuese el momento, pero Tobi, él me lo había dicho antes y yo siempre le había dicho que debíamos esperar. Era muy probable que se hubiera cansado de hacerlo—. ¿Crees que deba hacerlo?

—No lo sé. Tampoco puedo asegurar que esa sea la razón, sólo te digo posibilidades porque creo que eso es más posible que lo que tú estás pensando. Dudo que Tobi sea gay, aunque igual uno nunca sabe.

Llegamos al edificio. Alexander saludó a Carmenza quien se encontraba asomada en la ventana, debía haber estado muy preocupada porque nos habíamos tardado. Esa mujer veía a Alexander como el hijo que nunca tuvo y lo cuidaba más que sus propios padres y él trataba de ir al menos una vez por día a hacerle la charla, ya que era una persona, al igual que él, muy solitaria.

—Nos vemos, señorita —El pelirrojo besó mi mejilla—. Deja de pensar en bobadas —sonrió y luego me dio la espalda, tomando camino a su apartamento.

Narra Matt

Cuando Irene y Alexander dejaron el lugar, Tobi casi que corrió a nuestro cuarto, era como si quisiera huir de nosotros, no dijo una sola palabra, no nos miró, sólo desapareció en un abrir y cerrar de ojos. Sam y yo nos quedamos en el comedor, jugamos parqués por un par de minutos, pero antes de terminar la partida Sam cogió las fichas y las guardó.

—Oye, eso es trampa. ¿Tanto miedo tenía de perder contra mí? —dije molesto. El pelinegro me ignoró y después de guardar las fichas se levantó de la silla y se puso de pie frente a mí.

—Salgamos el sábado —Sus palabras hicieron que mi corazón se acelerara—. Podemos ir a cine, comer, hablar —sonrió. Su sonrisa era linda, se le hacían unos huequillos en sus mejillas—. Y así nos vamos conociendo cada vez más ¿te parece?

—Y-yo, yo no sé —tartamudeé, Sam me ponía muy nervioso.

—Prometo que no intentaré nada. No volveré a besarte hasta que no me des permiso —insistió, sus ojos brillaban como si la simple idea lo llenara de emoción—. Anda, di que sí.

—E-está bien —contesté en voz baja—. Podemos ir a cine, hace mucho tiempo que no voy.

—Bien. Entonces el sábado será nuestra primera cita —No dejaba de mirarme y yo no hacía más que esquivar ese par de oscuras pero brillantes esferas—. Por lo pronto me iré, ya se está haciendo un poco tarde y no quiero tener problemas en casa.

—S-sí. Déjame te acompaño a la puerta —Él asintió y caminó hacia la habitación.

—Me voy a despedir de Tobi.

Tobi... Él se había comportado muy extraño, parecía distraído y estaba muy callado. Tal vez le había molestado que Sam y yo nos besáramos en su casa, probablemente lo consideraba una falta de respeto. O tal vez le molestaba pensar en que su amigo se había vuelto gay o algo así, tal vez me veía a mí como el que se lo había pegado, como si se tratara de un virus o una enfermedad. El pensar en eso me hacía hervir la sangre.

Sam se demoró un poco más de lo que había esperado. Quise ir a ver si ocurría algo, si estaban discutiendo o si Tobi le estaba diciendo algo, pero no debía hacerlo, es decir, no era correcto. Me senté nuevamente en el comedor y puse mi cabeza sobre mis brazos, recostándome en la mesa. Cerré mis ojos y a mi cabeza llegó la imagen de Sam, no pude evitar sonreír. Recordé el beso y la suavidad de sus labios, quería que me besara de nuevo, quería sentir su corazón haciendo juego con el mío.

—¿En qué piensas? —levanté mi cabeza y vi su rostro sonriente—. No me digas que ya te ibas a dormir, es que no se te puede dejar solo un momento porque ya te duermes.

—C-claro que no —Me puse de pie—. Pero es que te demoraste mucho, ya iba a ver si se estaban peleando o algo así —Sam sacudió mi cabello—. ¿Tobi te dijo algo?

—¿Sobre qué? —preguntó jalándome hacia la puerta—. ¿Sobre el beso? —Mis mejillas se encendieron en un color rojo—. Le dije que me gustabas.

—Debe odiarme, debe culparme porque su...

—Shhh —Sam puso su dedo índice en mis labios—. Lo que piense Tobi no tiene porqué importarnos. Además, él no dijo nada, sólo me dijo que no te lastimara, creo que se preocupa mucho por ti. Como sea, no tienes que tener miedo, Matt, yo lo que menos quiero es hacerte daño.

Asentí moviendo mi cabeza de arriba abajo. Sam abrió la puerta y antes de salir posó sus labios en mi frente.

—Ten una linda noche y no hagas planes para el sábado, ese día eres mío —El pelinegro se dio la vuelta y sin mirar atrás agitó su mano de lado a lado como signo de despedida.

Cerré la puerta y cuando me di la vuelta Tobi estaba esperándome. Cuando nuestros ojos se encontraron, él desvió su mirada enseguida.

—Matt —susurró—. ¿Te gusta Sam? —preguntó incapaz de mirarme a la cara, tenía sus ojos fijos en el piso.

—N-no lo sé —contesté con la voz cortada—. No puedo decir que me gusta porque todavía no lo conozco, pero pues vamos a intentar salir a ver qué pasa.

—Ten cuidado, Matt —sabía lo que diría, sabía que me hablaría de que Sam era un mujeriego y que terminaría por romperme el corazón, que no debía creer en él, en fin, sabía que quería evitar que saliera con él. Estaba seguro de que en el fondo le era imposible aceptar que su mejor amigo fuese gay—. No te enamores tan rápido de él, no quiero verte triste.

—¿Q-qué? —Sus palabras me habían tomado por sorpresa. No había dicho nada malo, no había dicho cosas hirientes, sólo parecía estar preocupado por mí, como lo había dicho Sam—. N-no tienes que preocuparte por mí, yo sé lo que hago y sé que las cosas saldrán bien, y si no es así no importa, de cualquier modo las cosas siempre dependen de nuestras decisiones y si salgo herido será sólo culpa mía.

—Tienes razón, Matt. Sólo somos víctimas de nuestras propias decisiones —Tobi sonrió—. Iré a dormir, me siento muy cansado, hoy de verdad que fue un día agotador.

—Espera —El rubio se detuvo—. ¿No te molesta?

—¿Qué cosa? —inquirió arqueando la ceja.

—Que tu mejor amigo se fije en mí... en un chico —Tobi arrugó la frente.

—Claro que no, ¿por qué me molestaría? —dijo al tiempo que caminaba hacia el pasillo—. Lo que haga Sam, las personas con las que sale, lo que diga y demás me tiene sin cuidado. No me importa mientras no afecte a las personas que quiero, yo sólo quiero verte feliz, Matt.

https://youtu.be/pZW8Aauj38U

"¿Qué tal si entendí mal y no hay poema ni canción que pueda corregir lo que hice mal, o hacerte sentir que te pertenezco?¿Qué talsi tuvieras que decidir que no me quieres a tu lado, que no me quieres en tuvida?"

Coldplay - What If

Hola a todos ¿cómo están? Espero que muy bien <3 Primero quiero agradecerles por el apoyo que le han dado a esta historia, no saben lo feliz que me hace ver que les gusta :3 También quiero disculparme si me demoro mucho en subir los capítulos, pero x.x estando en la universidad es un poco más difícil, sin embargo, haré lo posible por subir más seguido. 

Sobre el capítulo ¿qué les pareció? ¿Qué creen que pasara? ¿Quieren TobixMatt o SamxMatt? Gracias, gracias y mil gracias por seguir esta historia :3

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