Capítulo 18

Narra Matt

Había sido un día muy extraño, diría horrible, el peor de mi vida, pero no había sido del todo malo. En medio de todo el problema que generó aquella imagen en el tablero y las burlas y el maltrato de mis compañeros, había descubierto que tenía amigos y que había personas que se preocupaban por mí. Además de eso, Tobi mostró otra parte de él, me había demostrado que él podía dejar su orgullo de lado y ser completamente sincero, también que se preocupaba por mí aunque al final sólo tratara de ocultarlo. Y finalmente, había pasado algo que no me esperaba con Sam. No diré algo como que me gustaba y quería algo con él, pues nunca lo había visto de esa forma. Sin embargo, el hecho de que me hubiera defendido y tratado tan bien me hacía pensar que aquel beso podía ser el inicio de algo especial.

Miré mi celular y vi que tenía un mensaje de Sam. Lo pensé muy bien antes de abrirlo, pues no podía evitar sentirme nervioso, no sabía qué decir sobre lo que había pasado entre nosotros. Yo nunca había tenido una relación, ni había salido con nadie, así que no sabía qué hacer o decir para no parecer un chico completamente inexperto. Por otro lado, lo poco que sabía de Sam me producía mucha desconfianza, él era un mujeriego, o eso decían sus amigos y yo no quería ser parte de un simple juego o salir herido por enamorarme de alguien que se aburriría pronto de mí.

Sam: Hola, Matt. ¿Cómo estás? ¿Cómo seguiste? Espero que muy bien, no estaba seguro de escribirte porque no quiero que te sientas incomodo o que te sientas acosado :$ Sobre lo que pasó en la tarde me disculpo, espero no haberte hecho sentir mal con ello. No sé tú, pero yo creo que deberíamos hablarlo, me gustaría saber qué piensas al respecto, no te pido que lo hagas ahora, tomate tu tiempo, pero no olvides que estaré esperando tu respuesta.

Sam: Ah y quería decirte eso al menos en llamada, pero la verdad me siento muy avergonzado y dudo que pueda hablarlo. No sé por qué me pones tan nervioso, nunca se me había hecho tan difícil confesar mis sentimientos, y nunca había sentido tanto miedo de que me rechazaran.

Sam: Y eso no significa que estés obligado a corresponderme.

Sam: Bueno, como sea, mejor me voy o terminaré diciendo bobadas.

«—Dios, qué le digo —pensé mientras sentía el calor subiendo por mis mejillas—. Debería hablar con Luna primero, le llamaré. Sí, eso debo hacer —busqué su número y marqué».

—Diga —Una voz masculina contestó, voz que además se me hacía conocida.

—¿Santiago? —No lo podía creer, ¿desde cuándo Luna dejaba que su hermano contestara su celular?—. ¿Y-y Luna?

—¿Matt? ¿Eres tú? —escuchar su voz hizo que mi corazón se acelerara, Santiago era como mi amor no correspondido de mi antigua escuela. Había decidido dejarlo atrás, junto con mi antigua casa y mis pocos amigos, excepto Luna, ella era la única persona que quería mantener en mi vida. ¿Por qué Santiago tenía que ser su hermano?—. ¿Hola? ¿Me escuchas?

—S-sí, soy yo —dije tratando de sonar tranquilo—. ¿Puedes pasarme a tu hermana?

—¡Cuánto tiempo, Matt! —exclamó ignorando mis palabras—. Pensé que no volvería a saber de ti, no puedo creer que te fueras así, no te despediste, sólo desapareciste. ¿Eso lo hace un amigo? —preguntó con voz triste—. No sabes lo preocupado que estuve cuando vi que faltabas a clase y luego Luna sólo dijo que te habías mudado a otra ciudad. ¿Cómo puedes ser tan cruel? Realmente creí que éramos amigos.

—B-bueno, es que odio las despedidas y no quería que nadie lo supiera.

—Pero te despediste de Luna —murmuró con decepción.

—No quería hacerlo. En realidad yo no le había dicho nada a nadie, pero ese día ella sólo llegó, supongo que mi madre le habrá dicho algo —No podía seguir hablando con Santiago, él me agradaba, en el pasado habíamos sido muy buenos amigos y por eso mismo era mejor mantenerlo lejos. Desde la mudanza había logrado sacarlo de mi mente y poco a poco de mi corazón, pero escuchar su voz sólo mandaba mis esfuerzos al carajo—. Santi —pronuncié con dificultad—. ¿Podrías pasarme a Luna? Es algo urgente, podemos hablar de esto luego.

—Luna, Luna, Luna —suspiró—. Sí, ella siempre fue más importante que yo ¿verdad? —agregó con ira, como si por un momento hubiese llegado a odiar a su hermana—. Como sea, ya te la paso. Adiós, Matt.

—Espera —dije mientras escuchaba sus pasos.

—Toma, te llaman —Ni siquiera pareció escucharme y luego su voz se alejó abriendo paso al ruido que se producía al entregarle el objeto a Luna.

«—Y a este ¿qué bicho le picó? —me pregunté. No me imaginaba que el no haberme despedido de él le pudiese afectar tanto».

—¿Hola? —dijo Luna, parecía estar hablando con la boca llena.

—Luna ¿por qué no contestas tu teléfono? —pregunté molesto—. Por tu culpa ahora Santi debe pensar mal de mí.

—¿Santi? —soltó una risita—. Ohhh, no me digas que —hizo una corta pausa y bajó el tono de su voz—, ¿te sigue gustando? —inquirió casi en un susurro.

—¡Oye! No lo digas, puede estar escuchando —Aun cuando estaba hablando por teléfono mis mejillas se tornaron de un color rosa—. Eres una boba.

—No te preocupes, él no sabe ni sabrá nada —murmuró con diversión, realmente disfrutaba molestándome—. Como sea, ¿qué ocurre, Matt? ¿Qué es tan importante como para que me llames?

Primero le hablé sobre lo que había pasado en el instituto y principalmente lo que ocurrió con Tobi, ella estaba realmente molesta, me dijo que no le volviera a dirigir la palabra y que si volvía a meterse conmigo ella misma vendría a partirle la cara. Luna puede llegar a ser muy agresiva y aterradora. Y luego le hablé de Sam, ella pegó un grito cuando le dije que me había besado y que me había dicho que yo le gustaba, creo que casi se desmaya cuando le hablé del mensaje. "Puedes intentarlo. Aunque creo que deberían salir como amigos primero, mientras se conocen mejor, lo que me dices de él me preocupa un poco. Ve despacio, Matt, con calma o saldrás lastimado" Ese fue su consejo y no era muy diferente a lo que había pensado, aun así tenía miedo, nunca había salido con nadie y no quería que las cosas terminaran mal entre él y yo, y que eso afectara mi amistad con él, con Irene y con Alexander.

Narra Tobi

Al abrir la puerta de la habitación me encontré con que Matt estaba hablando por teléfono, cuando me vio bajó la voz y enseguida se despidió y colgó. «—¿Con quién hablaba? ¿Estaría hablando de mí? O... ¿de Sam? —muchos interrogantes rondaban mi cabeza y me molestaba tener que guardarlos para mí».

—H-hola, Matt —dije a tiempo que entraba y caminaba hacia mi escritorio.

—Hola —respondió cortante.

—El fin de semana comenzaremos a trabajar en el video —sonreí, pero él ni siquiera me miraba—. Tenemos que cuadrar bien qué vamos a hacer, para que ese día no perdamos tiempo discutiendo quién va ser qué y cómo —Él no respondió, por un momento pensé que no me estaba escuchando—. Tú fuiste el de la idea así que creo que deberías dirigirlo.

—Hablaremos de eso mañana con los demás —dijo manteniendo su mirada en su celular—. Como sea, me voy a dormir, espero tengas una linda noche —agregó a tiempo que se levantaba de la cama para ir a cepillarse los dientes.

«—Estúpido Matt, si supiera lo difícil que es para mí buscar la forma de acercarme a él —pensé echándome a la cama y dándole puñetazos a mi almohada».

Matt se acostó sin decir una palabra, yo esperé a que se durmiera y luego me levanté, encendí la lámpara de mi mesa y apagué la luz.

«—Veamos, qué puedo hacer con esto —me dije mientras sacaba la agenda de Matt de mi mochila. En el camino a casa no había dejado de pensar en cómo podía arreglar la agenda de Matt, pero había llegado a la conclusión de que salía mejor comprarle una. Antes de ir a casa busqué por varias misceláneas sin encontrar una que me resultara perfecta para él. Por lo que decidí que yo haría una con mis propias manos.

Estuve toda la noche buscando ideas en internet, sin resultado, hasta que no pude más y sentí que me iba a desmayar por el sueño. «—¿Por qué soy tan inútil —me lamenté mientras cerraba la tapa de mi computador y me dirigía a mi cama para dormir».

Por fortuna no tardé en caer profundo, fue sólo hacer contacto con mi cama para dormir como un bebé. Sin embargo, aproximadamente, a las cuatro de la mañana un ruido me despertó. Abrí mis ojos con dificultad, mis parpados parecían estar pegados. Miré a mi alrededor y no vi nada extraño, traté de enfocar mi atención en el ruido y noté que era producto de Matt. Él estaba llorando.

—¿Estás bien? —inquirí con la voz cargada de preocupación.

—No es algo que te incumba —contestó con voz ronca—. Duerme y déjame en paz.

—Matt —No supe qué más decir y él no contestó, así que sólo me cubrí con mis cobijas y puse una almohada en mis oídos para no escucharlo más.

No pude dormir y él tampoco. Después de un par de horas la luz del sol comenzó a colarse por las cortinas, Matt se levantó y comenzó a arreglarse para ir al instituto. «—¿Qué les diré a Sam y a Alexander? —me pregunté, no había sido capaz de hablarles y no sabía cómo reaccionarían al verme. Tenía mucho miedo que me odiaran al igual que Matt—. Por lo menos Irene me perdonó». Cuando escuché que el castaño había entrado al baño me levanté, abrí la cortina y me senté frente a la ventana para mirar el cielo, los colores que lo teñían eran hermosos, eran tan cálidos que sentía que podrían hacer que la barrera de hielo, que Matt había construido alrededor de su corazón, se derritiera.

Y entonces en medio de esa fiesta de colores una idea llegó a mi mente. Me levanté y corrí a buscar las cosas que le pertenecían a mi madre. Ella tenía muchos discos vinilos, eran su más grande tesoro y yo estaba cada vez más seguro de que ella no volvería, así que en lugar de dejarlos guardados y empolvándose ¿por qué no darles un mejor uso?

—Estos servirán —tomé dos y los llevé a escondidas a mi cuarto, en donde los puse en uno de mis cajones de ropa—. Estoy seguro de que a Matt le encantará —susurré con emoción y con una enorme sonrisa bailando en mi rostro.

*****

Cuando llegué al salón Sam y Alexander estaban sentados en la parte de atrás como siempre, Irene no había llegado y Matt estaba adelante. «—Vamos, Tobi, tú puedes. Ellos son tus amigos —me dije a tiempo que tomaba un profundo respiro y me dirigía a donde mis amigos se encontraban».

—Chicos —dije un tanto avergonzado—. Siento lo que pasó, sé que lo que hice estuvo mal y puede que no tenga perdón y —hice una breve pausa pues sentí que rompería en llanto—. Y bueno, espero podamos seguir con nuestra amistad. Sólo puedo decir que lo siento.

—Creo que no es con nosotros con quienes debes disculparte —dijo Alexander mirando a Matt, quien se encontraba con la mirada fija en la ventana—. En cuanto a mí, tú sabes que yo no me meto en los problemas de los demás, el problema es entre ustedes dos, así que haré como si nada —se sobó la nariz como de costumbre y miró a Sam.

—¿Te disculpaste con Matt? —preguntó Sam con el rostro nublado por la ira—. ¿Lo hiciste?

—S-sí —contesté agachando mi rostro, nunca me había sentido tan intimidado por mis amigos—. Pero Matt me odia y no quiere ni que le dirija la palabra —confesé con una sonrisa pesarosa dibujada en mi rostro.

—Pues si él no te perdona yo tampoco —dijo Sam. Alex y yo abrimos nuestros ojos con sorpresa.

—Sam —susurró Alexander—. No te pases, Tobi y tú han sido los mejores amigos durante años, no puedes mandar todos estos años a la mierda como si no importaran —dijo, estaba en shock y parecía gélido como una escultura de hielo—. ¿Es que para ti vale más un error que todos los momentos vividos? ¿Eso es lo que vale un amigo para ti?

—Él no es Tobi —Sam se levantó de su silla—. No el que solía ser mi amigo, mi amigo no golpearía a nadie.

Sam tomó su mochila y se cambió de puesto, sentándose detrás de Matt. El chico no se había dado cuenta hasta que Sam tocó su hombro, haciendo que pegara un brinco.

—No le hagas caso, ya se le pasará —dijo Alexander con voz queda.

—¿Tú crees que Sam esté interesado en él? —pregunté mientras veía como Sam le susurraba al oído, por alguna razón sentía que algo ardía en mi interior, sólo quería levantarme y traer de vuelta a Sam. No porque quisiera que él estuviera cerca de mí, simplemente quería que se alejara de Matt.

—Pues claro —respondió Alexander—. A mí también me interesa, es un chico muy amable y confiable.

—Pero me refiero a algo más que un amigo —murmuré, no quería que me escucharan y comenzaran a esparcir rumores—. Como un interés romántico o algo así —Alex soltó una risita.

—¿Sam? —les regaló una mirada—. Por supuesto que no, él sólo es amable porque se siente de cierto modo mal por Matt. Ya sabes, acaba de llegar y ya tiene enemigos, incluso en su propia casa.

—¿Estás seguro? —Lo que me había dicho Irene era muy diferente.

—Por favor —me palmeó el hombro—. Hablamos de Sam, Tobi. ¿Cómo puedes creer que un chico como Sam que se la pasa coqueteando con mujeres y que es todo un casanova pueda fijarse en un chico? Primero resulto yo gay, incluso tú.

—Tienes razón, cómo puedo pensar en cosas como esa —solté una risita que era más nerviosa que cualquier otra cosa. «—Es sólo mi imaginación —me dije mientras sacaba mis cuadernos y lapiceros para comenzar con la clase».

--------------------

Hola a todos <3 Primero quiero agradecerles por seguir esta historia, espero les haya gustado el capítulo de hoy.

 Hoy no dejaré canción porque está muy tarde :x gracias, gracias y mil gracias por leer <3 no me canso de agradecer xD! ¿Creen que Matt deba desconfiar de Sam? ¿Ustedes confiarían en él? ¿Creen que la idea de Tobi podrá hacer que Matt lo perdone? Nos leemos en el siguiente capítulo <3 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top