Capítulo 11

Narra Matt:

El fin de semana había llegado a su fin, mi relación con Tobi había mejorado, o bueno el hecho de que no nos estuviésemos ofendiendo de algún modo ya era demasiado. No nos dirigíamos la palabra si no era necesario, sólo hablábamos frente a nuestros padres y sus amigos; por otro lado, yo no me metía en sus cosas ni él en las mías, en ocasiones él se despertaba en las noches y me llamaba pero yo me hacía siempre el dormido. En fin, nuestra relación había mejorado porque tratábamos, en lo posible, de ignorarnos y de cortar el débil vinculo que se estaba creando.

Tal vez en un comienzo llegué a pensar que mi relación con Tobi, con el pasar del tiempo, podía funcionar y que llegaría un día en el que diría este rubio idiota es mi hermano, pero no, nunca había estado tan equivocado. Después de muchos intentos por acercarme a él, porque realmente quería cumplir la promesa que le había hecho a mamá, hicimos un trato, quedamos en que seríamos compañeros de vida. Le dije que no teníamos que ser amigos, que estaría bien con llevarnos bien sólo para complacer a nuestros padres, pero no pensé que se lo tomaría tan en serio. Es que los últimos días se había limitado a hacer contacto conmigo cuando era necesario, cuando nos estaban viendo, como si nuestras vidas se trataran de una simple obra de teatro.

"Maldito Tobi" pensé mientras abrazaba mi almohada, con fuerza, contra mi pecho. Me sentía muy aburrido y solo, era sábado y mi madre había salido junto con Richard por asuntos de trabajo, habían salido dejándome con Tobi, lo cual me hacía sentir aún más solo. Él estaba en casa, sí, pero no estaba conmigo, ni siquiera cerca. Ese día tenía una fiesta, a la cual no me había invitado, podía escuchar el timbre una y otra vez y los pasos, las risas y las voces de sus amiguitos del otro lado de la puerta. "Estúpido y ciego. Si supiera que sus "amigos" sólo están con él por interés. Los amigos no se compran con dinero, ni con risitas coquetas. Ese idiota no tiene nada que ofrecer, siempre con su actitud de superioridad, creyéndose lo mejor cuando en realidad no hay nada más allá de lo que a simple vista se ve."

—Es tan vacío —susurré sin notar que la puerta se había abierto.

—Hola Matt —Cuando alejé la almohada de mi rostro me encontré con un pelirrojo, vestido de negro, mirándome con una sonrisa pintada en sus labios—. ¿Estás tan solo que recurres a hablar contigo? —Un color rojo estalló enseguida en mi rostro, "qué bueno que no dije todo lo que estaba pensando en voz alta"—. ¿Matt? ¿Sigues aquí? —añadió chasqueando sus dedos.

—A-Alexander, h-hola —Me senté y traté de arreglar un poco mi cabello—. ¿Qué haces aquí? Digo... en mi habitación, la fiesta y la diversión están del otro lado.

—Depende de qué tipo de diversión busques —contestó guiñando el ojo y haciendo que mi rostro pareciera a punto de estallar de lo caliente y colorado que estaba.

—¿Q-qué? —Al notar lo nervioso que me había puesto tomé mi almohada de nuevo y tapé mi cara con ella—. ¿Qué es lo que quieres? —dije en un tono un tanto agresivo. Sabía que sólo estaba molestando y no quería demostrarle que de cierto modo eso me gustaba y que sus palabras me hacían difícil respirar.

—Realmente eres divertido Matt —De pronto sentí sus manos sobre las mías—. No te pongas a la defensiva, es sólo jodiendo —dijo mientras retiraba la almohada de mi rostro—. ¿Por qué te has puesto tan rojo? Definitivamente debes ser pésimo para relacionarte con otras personas, aunque yo no digo nada, siempre termino agregando ladrillos cuando alguien intenta derribar el muro —soltó un suspiro. ¿Derribar el muro? Aquel chico sí que debía ser asocial—. Como sea, ¿puedes venir?

—¿A dónde? —inquirí desconcertado.

—¿Tobi no te lo dijo? —Me miró frunciendo el ceño—. De verdad que es un idiota —sonrió mientras sobaba su nariz y respiraba hondo—. La fiesta de hoy es por ti, es como una fiesta de bienvenida. Todo fue idea de Irene y, aunque parezca increíble, Tobi terminó por aceptar.

¿Una fiesta en mi nombre? Ahora sí que estaba confundido, todo carecía de sentido, ¿por qué el rubio se molestaría en hacer algo por mí? Es decir, se había dedicado a ignorarme y a hacer como si mi existencia no significara nada en su vida, entonces ¿por qué salía con algo como eso? "Irene hace con él lo que quiere" pensé haciendo mi mayor esfuerzo por no reírme. Es que no podía creer que un chico tan orgulloso, pedante y ególatra se dejara controlar por su novia.

—Esto no tiene buena pinta —Todo parecía tan absurdo que me era imposible pensar en que era algo más que una broma en la que saldría humillado—. No iré a ninguna parte, ni siquiera me gustan las fiestas.

—A mí tampoco me gustan —dijo Alexander clavando sus profundos y grises ojos en mí—. Pare ser sincero esta es la primera vez que asisto a un evento de este tipo. Comenzando con que no me gusta salir, me da mucha pereza estar fuera de casa y no sé, estas cosas me parecen tan estúpidas.

—Entonces ¿por qué has venido? —pregunté mirando hacia la ventana, quería evitar que mi mirada se encontrara con la suya, él me ponía realmente nervioso.

—No creo que quieras saberlo —murmuró sentándose en la esquina de mi cama—. No seas tan rogado, vamos.

—No iré si no me dices por qué has venido —insistí. No sé qué esperaba, tal vez algo como "vine por ti" o "quería verte" o yo qué sé. No sé ni por qué pensaba ese tipo de cosas si Alexander ni siquiera era mi amigo.

—Vine por ti —Sus palabras fueron como un interruptor, haciendo que mi corazón casi estallara en mi pecho. Lo había dicho, había dicho que era por mí y eso realmente me llenaba de emoción—. Sé que puede sonar extraño —hizo una pausa para pensar en sus palabras. Yo lo miré fijamente, no sabía qué era lo que diría pero tenía la esperanza de que sería algo lindo. Alexander, aunque no lo conocía muy bien, me llamaba la atención. No era como que me gustara, aún no lo conocía, pero me parecía una persona muy interesante—, pero he venido porque tengo el presentimiento de que pasará algo divertido. Ya sabes, tu relación con Tobi y bueno Tobi... él es una caja de sorpresas... No puedo ni imaginar el show que puede ser capaz de provocar —dejó escapar una carcajada, carcajada que se llevó consigo todas mis ilusiones—. No te lo tomes a mal, Matt.

—No quiero ir, por favor vete —¿No te lo tomes a mal? ¿En serio? ¿Qué se supone que debía pensar después de escuchar eso?—. No olvides cerrar la puerta, por favor.

El pelirrojo me miró extrañado y se levantó.

—No pienses mal de mí, yo... yo no quería ofenderte o incomodarte, sólo respondí a tu pregunta y ya te había dicho que no te gustaría la respuesta. De cualquier modo, hazlo por Irene, ella fue la que insistió y si no vas lo más probable es que Tobi se enojé con ella y resulten peleando —Lo que faltaba, ahora debía sentirme culpable por sus problemas de pareja ¿por qué tenían que involucrarme en eso?—. Creo que debí decir algo como no sé, estaba aburrido y quería salir para variar... Ser sincero siempre ha sido uno de mis más grandes defectos, así que si te ofendí o algo perdóname.

Al escuchar esa palabra "perdóname" los malos sentimientos se esfumaron. Alexander no tenía malas intenciones y definitivamente no era una mala persona, simplemente no era muy bueno tratando con los demás, tal vez no sabía escoger las palabras correctas y ¿por qué hacerlo? ¿Por qué escoger palabras bonitas cuando se puede hablar con la verdad?

—Está bien, me arreglo un poco y salgo ¿vale? —Mi voz era fría y cortante. Alex asintió, podía notar que se sentía un poco avergonzado, luego salió de la habitación cerrando la puerta con suavidad.

—Espero todo salga bien —susurré para mí. No dejaba de pensar en que todo era parte de alguna trampa o broma para humillarme o algo por el estilo, tenía miedo, pero al mismo tiempo curiosidad.

Narra Tobi

—Cambia el disco, pon algo un poco más movido —dijo Sam en tanto se acercaba al equipo de sonido—. Veamos, ¿qué tienes aquí mi querido amigo?

—Deja esa, no creo que a Matt le guste lo que vas a poner —contesté fastidiado. Por culpa de Irene había tenido que organizar una fiesta de bienvenida para Matt, y como era obvio que a él no le gustaba ese tipo de cosas pensé en hacerla de forma diferente. Comenzando por los invitados, no había más de 10 personas en aquella habitación—. Creo que se está tardando, me obligan a hacer esto y tras del hecho me hacen esperar...

—Y ¿qué se supone que haremos? Dijiste que sería como una reunión en lugar de una fiesta —preguntó el pelinegro llevando a su boca unas cuantas palomitas—. Y bueno por la música veo que así es, dudo que sea bailable.

—Pues estaba pensando en que podíamos ver una película y luego, no sé, jugar algo —Aunque resultara un tanto infantil el día anterior había comprado unas cuantas pistolas de agua. Puede que para algunos sea sólo un juego de niños, pero la verdad es que me gustaba mucho correr y mojarme. Me encantaba sentirme tan libre como para parecer un niño, olvidarme de mis problemas, pensar en sólo divertirme sin importar lo que pasara a mi alrededor—. ¿Recuerdas cuando jugábamos guerra de bombas de agua en el patio?

—¿Qué? ¿Vamos a jugar con agua? —preguntó Alex abriendo sus ojos como platos—. Matt dijo que en un momento viene —agregó metiendo sus manos en sus bolsillos—. Por lo pronto explícame bien.

—Pues estaba pensando en ver una película y luego jugar con pistolas de agua —Ambos abrieron sus ojos y sus bocas con sorpresa—. Por eso sólo invité a las personas de "confianza" —enfaticé en aquella palabra haciendo comillas con mis dedos.

—Vaya... —dijo Alex—. Entonces no me arrepiento de haber venido, esto se ve más divertido de lo que pensé.

—El poder de Irene sobre ti es impresionante —Sam se burló, él siempre aprovechaba cualquier situación para hacerme pensar en que mi dulce novia sólo quería controlarme—. Pero bueno, debo admitirlo, el juego de pistolas promete ser muy divertido. Sólo sé que si me enfermo por andar mojado tú te haces responsable.

—¿Eh? No seas tan nenita —dije mirándolo con mis ojos entrecerrados.

—¿Y si ponemos también una pista de agua y jabón? —sugirió Alexander, sorprendiéndonos a ambos pues él generalmente no proponía nada ya que siempre se negaba a participar en todo—. Sería divertido, podemos hacer carreras o competencias de empujarse o no sé, hay muchas cosas que podríamos hacer en el patio —Era cierto, el patio de mi casa era muy grande, tenía un pequeño quiosco, en el que nos reuníamos en las ocasiones especiales, que estaba rodeado de una amplia zona verde.

—Me parece perfecto —dije con emoción—. Iré a buscar unas cuantas bolsas negras ¿vale?

—Bien, apúrate que Matt no debe tardar —respondió Sam sin poder ocultar la emoción en su rostro.

Cuando volví a la sala todos se encontraban sentados en el piso o en los muebles, Matt ya se encontraba allí y parecía un poco nervioso. Sam estaba sentado junto a él mientras que Alex estaba poniendo la película.

—¿Listo? —pregunté haciendo que todos giraran sus rostros hacia mí—. ¿Qué película escogieron al fin?

El enigma del cuervo —contestaron todos al unísono—. Hay muchos amantes de Edgar Allan Poe aquí —agregó Alexander con felicidad—. Aunque yo hubiera preferido ver la tumba de Ligeia, pero bueno supongo que a muchos no les gusta las películas "viejas".

—Sí, sí, como sea, ponla de una vez —dijo Sam, quien recibió el apoyo de todos, incluyendo el mío.

La película comenzó, por ratos me dedicaba a observar a Matt, la expresión en su rostro demostraba que no se sentía muy cómodo y eso en parte me molestaba. Realmente me había esforzado en aquella reunión, no estaba acostumbrado a ese tipo de cosas, además era algo que mi novia me había obligado a hacer, no era como que yo quisiera hacer algo por ese usurpador.

Con el pasar de la película Matt iba cambiando su expresión, y no sólo eso, parecía comenzar a compartir con quienes estaban sentados a su alrededor, principalmente con Sam. Verlo sonreír de la nada en cierta forma me alegraba, por alguna razón comenzaba a sentirme triste cuando veía que no salía de su cuarto y que no hablaba con nadie. En ocasiones había pensado en acercarme a él, pero entonces cuando me encontraba a punto de abrir la puerta que nos separaba me arrepentía, la imagen de mi madre invadía mi cabeza y me hacía pensar en que por culpa suya y de su madre, cuando ella volviera se iría de nuevo.

—Al fin terminó —gritó Alex al tiempo que encendía las luces—. De verdad, era mejor ver la tumba de Ligeia, si les gustó es porque no han leído los cuentos, sólo eso puedo decir —Se levantó y todos casi lo fulminaron con la mirada.

—Ya veo por qué nunca asistes —dije sobando mis ojos y desperezándome—. Lo haces como un favor ¿verdad? Para evitar molestarnos con tu amargada actitud.

—Ya, ya... calma los dos —interrumpió Sam—. Tenemos mucho por hacer, ya arreglarán sus diferencias en el campo de batalla —palmeó mi hombro y me hizo seña de que lo acompañara.

Después de explicarle a todos los juegos que teníamos planeados y de organizarlos comenzamos con la guerra de agua. La verdad no pensaba que a mis amigos les gustara mucho la idea, pensé que probablemente algunos se irían o lo considerarían tonto, infantil, aburrido, inmaduro, pero no, todo lo contrario, la idea les había emocionado de sobremanera. Aunque no debería sorprenderme, creo que todos guardamos parte de lo que fuimos en un pasado, cuando no nos preocupaba nada más que no ser encontrados tras las cortinas o bajo las camas, de no pisar la rayita al saltar en la golosa, de no llegar de último para no ser llamado huevo podrido... Era cierto, todos guardamos parte de la persona que éramos en nuestra niñez, todos tenemos un niño interior y no está mal dejarlo salir de vez en cuando.

—Esto es por llamarme amargado —Alexander apuntó hacia mí y el proyectil de agua me dio en toda la cara, yo cubrí mis ojos con mi brazo y luego sentí un montón de líneas de agua golpear mi cuerpo.

—No es justo, todos están contra mí —Me quejé tratando de alzar mi vista y dispararle a alguien—. Matt, ¿no se supone que eres mi hermano? —grité al escuchar su carcajada.

—Lo siento pero debo aliarme al lado ganador —dijo él. Enseguida me olvidé del resto y corrí tras él para mojarlo.

—Vas a morir —Los demás comenzaron a correr tras nosotros y después a mojarse entre todos.

Cuando íbamos corriendo Matt entró en una de las pistas de Jabón, yo no lo noté hasta que me hallaba en la misma. Tratamos de mantener el equilibrio, Matt me miró y trató acercarse a mí para evitar caer al piso. Al ver su brusco movimiento, y sin pensarlo dos veces, corrí hacia él para tratar de mantenerlo en pie, pero al juntarnos él se abrazó de mí haciendo que ambos cayéramos al piso.

—Me he pegado en el culo —Me quejé manteniendo mis ojos cerrados—. ¿Estás bien? —Al abrirlos vi a Matt sobre mí, él tenía sus ojos cerrados también y su cuerpo temblaba ligeramente.

—S-sí —levantó su rostro y abrió sus ojos. Al verme pegó un brinco y se levantó—. Esto podría ser peligroso —dijo después de levantarse y salir de la zona de la bolsa negra.

—¿Te has lastimado? Tus rodillas se pusieron muy rojas —Matt se miró las piernas, se había hecho un pequeño raspón—. Déjame ir por una curita —agregué con el rostro cargado de preocupación.

—E-es sólo un rasguño —Su rostro se ruborizó mientras lo mantenía agachado, se notaba que estaba realmente apenado.

—Bien, entonces —hice una breve pausa y levanté mi pistola de agua—. Manos arriba Matt Howerdel, ahora serás mi prisionero.

Matt levantó su rostro y sonrió con timidez. Tragué saliva con dificultad, una extraña sensación se había producido en mi pecho. Nuestras miradas se cruzaron y se quedaron fijas, no había notado lo hermosos que eran sus ojos grises. Sus ojos me hacían sentir como en aquellas noches en las que resultaba mirando la luna, tan magnifica y brillante, pero al mismo tiempo tan solitaria y melancólica, eso era lo que veía a través de ese par de esferas llenas de misterio.

—¡Hey! ¡Tobi! —sentí un escalofrió cuando una helada bala de agua hizo contacto con la piel de mi cuello—. Eso fue por hacer sentir mal a Irene —dijo Alex.

Irene... escuchar su nombre me sacó de mis pensamientos, me hizo aterrizar a la realidad, ¿por qué estaba pensando en los ojos y la sonrisa de Matt? Sacudí mi cabeza, realmente algo debía estar mal conmigo.

—Oigan —Sam corrió hacia nosotros—. ¿Y si jugamos otra cosa mientras se secan nuestras ropas? Por lo menos yo no puedo llegar empapado o me matarán.

—Tienes razón, a ustedes les da igual porque se pueden cambiar enseguida pero... no quiero que Carmenza le de quejas a mis padres —murmuró Alexander haciendo una mueca que demostraba que en realidad no le importaba.

—Juguemos pico botella —Mariana se unió a nuestra conversación, con una sonrisa picarona bailando en sus labios—. ¿Qué dicen?

Todos nos miramos, Matt tenía una graciosa expresión, parecía escandalizado, era tan inocente...

—Y-yo nunca he hecho algo así —dijo desconcertado.

—Bien, entonces lo haremos —sonreí, mis amigos me miraron sorprendidos—. Pero lo que pase aquí se queda aquí ¿ok?

Todos, menos Matt, asintieron moviendo sus cabezas de arriba abajo.

https://youtu.be/e9RJpc_JCF8

"¿Servirá esto para arreglarlo todo? Mientras un sueño te ha llevado hasta donde yo estoy fuera de vista, ocuparé mi tiempo en huir por mi propia cuenta, buscaré la mejor manera de encontrar el camino a casa hasta tu sonrisa. Desperdiciando días y días en esta pelea, siempre arriba y abajo a mitad de la noche, desesperanzado al recordar a través de las oscuras horas, sólo sacrificaremos lo que el tiempo nos permita."

David Gilmour - Smile

Hola a todos <3 Gracias por seguir esta historia, hace unos días llegó a 1k de lecturas, no saben lo feliz que me hace :3 y todo es gracias a ustedes, los amo *w* Espero les haya gustado el capítulo de hoy, por cuestiones familiares no pude actualizar antes, pero ahora podré hacerlo más seguido :3 Quisiera hacer un especial de preguntas, un maratón o algo por el estilo para celebrarlo, pero no sé ustedes qué opinen. 

En cuanto al capítulo ¿qué les pareció? ¿Qué creen que pasará con el juego que propuso Mariana? ¿Qué les pareció el comportamiento de Tobi? Gracias de nuevo por apoyar esta historia <3 


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top