Capítulo Final: Desde Que Te Conocí
Todo parecía haberse solucionado. Ash de nuevo, se animó a abrazar a la chica y después a besarla en la frente levemente. Tenía muchas ganas de hacer algo así, ahora estaba más que decidido. Quería formar una familia con la pelimiel que le robaba el aliento. Probablemente era una edad muy temprana pero, los tiempos se darían. Claro, siempre y cuando Serena accediera.
—Serena, te quiero preguntar algo, ¿puedo?
—Eh... S-Sí claro —respondió nerviosa. Debido a la forma de decirlo de Ash, ya sabía a donde iba. Siempre soñó con un momento así—, ¿qué quieres preguntarme?
Ash miró a Lillie. Esta le sonrió de manera aprobatoria, ¿qué tenían entre manos? Quién sabe, pero la chica pelimiel juraba que nunca se había sentido así de nerviosa. Hace unos minutos había dicho algunas cosas erróneas de Ash y Lillie. Eso le sumaba incomodidad. No quería mirar a Lillie pues era extraño convivir con la ex de su casi pareja y más con lo que había pasado.
—Serena, hace mucho tiempo que me gustas. No he podido dejar de pensar en ti. Eres alguien asombrosa y me alegro de haberte conocido. En serio, yo quisiera ser más que tu simple amigo. Quisiera ser algo superior a eso y la verdad es que me alegrarías mucho si aceptaras ser mi novia. ¿Qué dices? —finalizó con una agradable sonrisa. El azabache hubiera querido decir muchas cosas más pero, estaba Lillie presente y aunque ya no fueran nada, tenía que mostrarle algo de respeto.
Serena dudó un poco, quizá era algo apresurado pero aún así, empezó a sentir varias sensaciones. Entre una mezcla de asombro y felicidad. De repente empezó a sentir cosquilleos en su estómago y de manera involuntaria, una sonrisa se dibujó en su rostro. No supo en que momento abrazó al azabache pero ahí estaba, entre sus grandes brazos. Miró al chico y le hizo una mirada tierna, cosa que la chica respondió con una radical sonrisa.
—Tú también me gustas, pero creo que necesitamos algo de tiempo... Para recuperar de nuevo la confianza que nos teníamos, pero quizá en un futuro cercano podemos intentar algo... Deberíamos empezar desde cero, ya sabes, salir como amigos y quizá con el tiempo, se dé lo que ambos queremos.
Lillie sonrió con alguna que otra lágrima pero no de felicidad precisamente. Ash fue su novio y por supuesto que le dolía asumir la nueva situación pero, tenía que aceptarlo. Él ya era feliz con otra chica y viceversa. Además, ella había conocido a un chico: Andrew. Un joven muy energético, que sin duda podía formar una gran pareja con Lillie.
—Felicidades chicos, me alegra que se lleven bien de nuevo —dijo con un poco de nostalgia y unas pequeñas lágrimas.
—Gracias —contestaron los dos, con un poco de incomodidad. Aún no se arreglaba la situación de la rubia.
—Chicos —suspiró—, sé que estan enfadados conmigo pero en serio estoy arrepentida de todos los problemas que cause. Nunca pensé llegar a este punto. La verdad es que, se verían muy bien como pareja. En serio, perdón.
Ambos se miraron y sonrieron. Lillie sorprendida, dio una pequeña sonrisa que demostraba timidez, nerviosismo y algo de pena. No sabía porque sonreían, ella pensaba que nunca la perdonarían y al parecer no sería así.
—Claro que te perdonamos —dijo Serena—, todos cometemos errores. Yo he cometido varias tonterías.
—Yo también —interrumpió el azabache.
—Sería muy egoísta de nuestra parte no hacerlo. Se ve que eres una gran chica, simplemente te cegaste por los celos y el rencor. Pero descuida, yo te perdono —finalizó Serena mientras le daba un amigable abrazo que Lillie correspondió gustosamente.
—Yo también —esta vez fue Ash, quien hizo la misma acción de Serena.
De repente, Serena recordó algo muy importante que tenía que hacer. Debía avisarle a May que no se iría a vivir a Hoenn, y no sólo a ella, también a su madre que le costó bastante de convencer. Serena apresuradamente, marcó un teléfono en su holograma y de este, salió la imagen de una chica castaña. Por otro lado, por asuntos personales o más bien amorosos, Lillie debía irse del lugar. La casi pareja se despidió de ella rápidamente.
—¿Serena? ¿Cómo estás? —preguntó la chica. May, detrás de Serena vio a una figura que conocía muy bien—, ¿Ash? ¿Qué hace él ahí?
El joven sonrió nerviosamente. Probablemente Serena le había contado todo lo sucedido a su amiga, así que tal vez ella pensaba mal de él. Se acercó al holograma y saludó como si nada hubiera pasado.
—¿Qué quieres? ¡Ya supe lo que le hiciste a Serena!
—¡No, no! Tranquila, ya se solucionó. Todo fue un malentendido. Él no hizo nada.
La pelimiel se acercó a la mejilla del chico y la besó para demostrarle a May que todo estaba perfectamente bien. La castaña sonrió de forma aprobatoria pero a la vez, demostraba sorpresa.
—¡No me digas qué!
Por intuición, la muchacha sabía que iba a preguntar su amiga conocida en Hoenn. Era obvio su reacción puesto que, minutos atrás había hablado mal de él y ahora era como su pareja.
—Tranquila. No somos novios, aún —las mejillas de ella y Ash se colorearon de rojo, mientras May sonreía ante divertida escena.
Se puso muy feliz por ellos como buena amiga puesto que habían arreglado sus problemas. Ahora sí, la pelimiel iba directo al grano.
—May, no iré a Hoenn. Lo siento —dijo apenada mientras rompía un boleto que sacó de sus bolsillos—, prefiero quedarme aquí con Ash.
La castaña comprendió la situación. Era normal, pues querían pasar tiempo con el joven aunque, Ash tenía algunas cosas que explicar.
—Serena, ¿recuerdas qué en la carta que te mandé, dije que sólo venía de vacaciones?
—Sí... —respondió de manera triste. Eso significaba que en algún momento tenía que partir de vuelta.
—¡Pues he decidido quedarme!
La chica sonrió y sin aguantarse la emoción, se lanzó sobre los brazos del chico que siempre amó. Era un sueño hecho realidad. ¿Cuántas veces se imaginó una escena así junto a Ash? Millones de veces.
—Ash, te amo —soltó con algo de pena—, desde que te conocí.
Quizás era algo muy pronto para decirlo pero, era cierto. Ella amaba a su azabache y era imposible ocultarlo. Es más, quería gritarlo al aire y que todo mundo se enterara. Así de sincero era su amor. Por el lado del chico, también era cierto, él amaba a Serena aunque nunca se dio cuenta hasta este momento pero era después de todo, su amor era real. Finalmente, de sus sentimientos más ocultos había salido la verdad y es que, él amaba a la chica con todo su corazón.
—Yo también te amo, Serena —paró para verla a los ojos y sonrió—, te amo desde que te conocí.
4 años después
Ash, quien estaba festejando su cumpleaños con sus amigos, se encontraba en el apartamento que recién había comprado en la región de Kalos, cenando al lado de su novia.
—¡Atención a todos! —gritó el azabache llamando la atención de los presentes—. Bueno, quiero que sean parte de un momento muy importante en mi vida.
Todos quedaron atónitos. Clemont y Bonnie quienes ya habían regresado de su viaje de investigación por la región de Sinnoh, sabían a que se refería Ash. Sin embargo, Lillie y su novio Andrew, no sabían que pasaba.
—Serena, llevamos cuatro grandiosos años saliendo juntos, los mejores para mí y bueno, he pensado que es momento de dar el siguiente paso... —de los bolsillos de su elegante smoking, sacó una pequeña cajita muy bien adornada, y al abrirla, se podía apreciar un hermoso anillo, que brillaba como la luz lunar—. Serena, tú me harías el hombre más feliz si te casaras conmigo, ¿qué dices?
La chica sintió algo hermoso en su corazón. Sentía como una gran satisfacción y emoción llenaban su corazón. Había soñado este momento desde que viajaron en Kalos.
—¡Sí! —la pelimiel se llevó sus manos a la boca manifestando su sorpresa—, ¡Sí quiero ser tu esposa Ash!
Todos se levantaron de la mesa y empezaron a aplaudir y felicitar. Finalmente, habían decidido unir sus vidas en una misma, y tal vez formar una linda familia.
FIN
Bueno, espero les haya gustado les haya gustado esta historia :). No olviden votar, comentar y compartir que eso me motiva mucho.
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