Capítulo 16: "Perdóname"

—Serena... —se oyó detrás de la puerta de su habitación. Inmediatamente, su corazón empezó a palpitar velozmente como cuando lo veía en Kalos. Reconocía esa voz a la perfección y era Ash.

Se aceleró. Ya no lo quería volver a ver nunca, ni a él ni a Lillie. No sabía que hacer en esa situación. ¿Abrir o no abrir? Eso se lo preguntaba. ¿Qué tal si cuando abría la puerta, Ash tenía pruebas de que él no hizo nada? O al contrario, ¿qué tal si al abrir la puerta sólo se encontraba con él besando a la rubia? No podría aguantarlo. Era curioso que, la simple desición de abrir una puerta o no podría cambiar una parte drástica de su vida.

—Vete, no quiero volver a verte —dijo fríamente—, y por favor, no te beses con Lillie enfrente de mí—mencionó irónicamente.

Fue un golpe directo al joven que estaba detrás de la puerta y también para la rubia que oía toda la escena. Le dio bastante coraje que Serena no confiara en él. Era absurdo. ¿Cuándo le había mentido? ¿Cuándo había hecho algo para no tener su completa confianza? No sabía que contestar, pero algo tenía en claro: insistiría y nunca se rendiría hasta tenerla de nuevo, abrazándola,  besándola y protegiéndola.

—Por favor Serena, abre la puerta. Puedo explicarte todo lo que pasó.

Pasaron unos cuantos segundos hasta que reflexionó un poco la situación... Serena se acercó a la perilla y la giró, encontrándose con Ash y detrás de él, Lillie. Perfecto. Lo que menos quería, les iba cerrar la puerta en la cara hasta que Ash le habló y evitó que hiciera lo antes mencionado.

—Serena... —el chico puso sus dedos en los húmedos e hinchados ojos de la pelimiel que aún soltaban una que otra lágrima—, ¿qué te pasó?

—¡Quítate! —la chica de manera brusca lanzó la mano del joven a los costados—, ¿Preguntas qué me pasó? ¿Es enserio? ¡Tú me pasaste! ¡Tú me hiciste todo este daño! ¡Yo te quería Ash! ¡Te amaba!

Cada palabra que salía de los labios de la mujer, era una pequeña herida en el azabache. Había sido muy débil. Quizá si hubiera quitado a Lillie, nada de esto estuviera ocurriendo.

Por otro lado, ahí estaba Lillie, presenciando toda la escena de manera incómoda, pero lo que más le hacía sentir mal era que, ella había hecho todo esto. Todo por su estúpido orgullo de mujer. Es decir, no se conformaba con tener a Andrew de su lado, también quería arruinar otras relaciones.

—Serena... Todo fue un malentendido, no es lo que tú piensas —se defendió Ash

—¡No digas estupideces! Yo lo vi todo, vi como ésta se subía arriba de ti —apuntó a la rubia haciendo que se sintiera mal—, ¿O qué? ¿Me vas a decir qué no es cierto?

El joven se calló por unos minutos. Todo lo que dijo era cierto, pero él no tenía la culpa. Se quedó callado viendo el suelo mientras Serena veía victoriosa. Ya no podía perder el tiempo. Faltaban pocos días para que volara a Hoenn y ellos estaban ahí, haciéndole gastar tiempo.  Cuándo estaba apunto de correrlos, Lillie habló sorprendiendo a los callados.

—¡Él no tuvo la culpa! ¡Por favor, creele! ¿Acaso alguna vez él hizo algo para que desconfiaras de él? ¿Acaso te mintió? Ash siempre me hablaba bien de ti cuando viajábamos en Alola. Fui yo quien arruinó todo. Me sentía celosa porque tú eras feliz con él y yo no, apesar de tener a otra persona. Serena, eres muy afortunada de que alguien como Ash esté enamorado de ti. Por favor, perdonalo.

—¿Ahora quién me viene a dar sermones? Lillie, eres la menos indicada para hablar de esto. Tú causaste todo esto. Ash me fue "infiel" contigo. Por favor, si tienes algo de dignidad, quédate callada —se defendió la pelimiel

—Lo siento Serena, pero no puedo hacer eso. No cuando Ash te está rogando. Sé que él te ama y que te prefiere más que a nadie. Si esto te hace sentir mejor, sí. Fui yo quien inició todo. Él no tuvo la culpa de nada, al contrario, él estaba tratando de quitarme pero yo no lo dejaba. Yo tenía planeado todo pero ahora me arrepiento. Juro que estoy arrepentida y si no me quieren volver a ver, está bien...—la rubia empezó a llorar. Se sentía mal. Nunca pensó llegar a tal punto. Ash sólo observaba a Serena quién de la nada, también comenzó a llorar.

Dos chicas llorando. No era para nada bueno. Una parte de Serena empezó a creer todo, las lágrimas y palabras de Lillie, las expresiones de Ash y de repente, las palabras de May resonaron en su cabeza. ¿Cuándo había hecho algo para ganar su desconfianza? Era una dura prueba.

—Yo... Yo... No sé que decir. Ash, ¿Eso es cierto? —preguntó sin importarle estar llorando—. Ya no sé que creer.

—Sí. Todo lo que dijo Lillie es cierto. Yo nunca te haría eso Serena. No me gusta verte así. Eres alguien increíble y por eso te amo. Probablemente tú ya no quieras nada conmigo pero no puedo dejarte ir hasta que me perdones. Por favor Serena, perdóname.

—Tengo miedo de hacerlo... ¡Ya no quiero ser lastimada! Quiero que todo esto acabe. Ya no quiero llorar más por ti. ¡No quiero perdonarte!

Ash, quien estaba completamente sorprendido, se acercó un poco a la pelimiel para levantar su cara. Sus ojos se conectaron y una electrizante sensación recorrió ambos cuerpos causándoles escalofríos. Para Ash, la chica frente a ella era como un tesoro que juraba proteger.

—Por favor, confía en mí. Te juro que a partir de ahora todo será diferente. Sólo tú y yo. Te protegeré con mi vida, te lo prometo.

La chica no comentó nada. Ya no sabía ni en que creer. Todo era muy confuso. Ash parecía decir todo esto con total sinceridad, y también lo que había comentado Lillie. Era difícil no creerles. La chica de cabellos dorados lentamente se acercó a Ash y lo abrazó con todas sus fuerzas, estaba confundida. El momento era bastante romántico y algo penoso.

—Te amo Serena —dijo sin importarle lo que dijera, mientras correspondía el abrazo. Lillie únicamente miraba sonriendo—, ¿Me perdonas? Por favor...

—No completamente —respondió con una pequeñisima  sonrisa y unas risitas.

Ash sonrió. Apesar del poco tiempo que Serena pasó así de triste, ya extrañaba a la Serena feliz. A la que siempre sonreía tiernamente. Sin dudarlo y sin separarse aún, Ash chocó sus labios contra los de Serena. Ella quiso separarse por un momento, había sido una acción muy repentina, sin embargo, no aguantó mucho y posteriormente, la chica también correspondió. El poco rencor que aún tenía contenido desapareció por completo o al menos casi todo. Eran los efectos del amor. Así es esto. Por más que discutan o se peleen, si el amor es mutuo, podrán solucionar cualquier problema.

Ash comenzó a acariciar la cabellera pelimiel de la chica. Ella se sentía muy bien cuando la mano de Ash hacía contacto con su pelo. Extrañaba los abrazos y besos del pelinegro y, aunque por más que lo negara, lo quería. No. ¡Lo amaba!  Lo amaba con todo su corazón. Sentía el amor más puro y sincero.

—¿Ya estoy perdonado? —preguntó en broma el joven esperando una respuesta positiva.

—Creo que sí —rio la pelimiel.

Bueno, espero les haya gustado el dieciséis capítulo de esta nueva historia que estoy escribiendo. No olviden votar, comentar y compartir que eso me motiva mucho.

Bueno, ya casi llegamos al final :')

Si quieren actualización, depende de ustedes. Si llega a 50 votos actualizo uwu. Ya saben, depende de ustedes.

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