Serena despertó. No recordaba nada de la noche anterior a excepción del beso. Un gran rubor se le vino a su linda cara al ver que estaba acostada con alguien pues, sentía que alguien la estaba abrazando. Su rubor aumentó al ver que era Ash. A decir verdad, se sentía muy cómoda y protegida. ¿Pero cómo habían llegado hasta ahí? Lo único que la pelimiel recordaba es que estaban en el parque, besándose. De ahí, parecía que a alguien le hubiera borrado la memoria.

—Ash, despierta —dijo la chica en un intento por salir de sus largos brazos.

—Cinco... Minutos más... —parecía que podía oír, o tal vez sólo era un sueño.

—Está bien, sólo cinco más —una idea se le vino a la mente. Quería comprobar si Ash escuchaba, y si funcionaba, lo aprovecharía—, pero abrázame más fuerte...

Funcionó, aunque la pelimiel estaba que moría de nervios y también de ternura. Quería a ese chico, mucho. No podía esperar el momento en el que fueran novios y quién sabe... Tal vez, esposos y podrían incluso tener una linda familia, pero estaba fantaseando mucho. Tenía que disfrutar el momento, en otra ocasión ya se hablaría de eso.

Pasados diez minutos, ambos ya se encontraban bañados y desayunados en el cuarto de Serena. Desde el día anterior, se habían hecho muy cursis y románticos. Quién lo hubiera pensado, días atrás Serena "odiaba" a Ash, y ahora lo abrazaba cada que podía, pero claro que no estaban acostumbrados, y sentían algo de pena.

—¿Qué haremos hoy? —preguntó la muchacha.

–Yo sólo quiero pasar tiempo contigo. Eso nada más —Ash, de manera tierna y lenta debido a la vergüenza, depositó un cariñoso beso en la frente de la chica.

—Yo también quiero eso.

Y así se fue la mañana. Sin hacer nada más que darse besos y abrazos. Era increíble, parecía que llevaban bastante tiempo de pareja. Habían madurado bastante, y eso se podía reflejar en la forma en la cual se trataban.

—Ash, ¿Lillie alguna vez te gustó de verdad? —preguntó la chica tímidamente, cosa que tomó por sorpresa al azabache.

—Si te digo la verdad, ¿no te enojas?

—No, después de todo, ahora tú me quieres a mí, ¿verdad? —respondió, pareciendo "yandere".

—Sí, sólo a ti —le dio un pequeño beso cerca de los labios y se separó—, bueno, sí, ella en algún momento creo que sí me gustó pero como ya te lo he dicho antes, ella se convirtió en una persona muy diferente, hasta llegar al engaño. De hecho, creo que si el profesor Kukui estuviera aquí, él estuviera muy decepcionado. Pero, la verdad es que Lillie no tiene la culpa. Su mamá no los quería ni a ella ni a su hermano Gladio. Y para colmo, fundó una asociación "malvada" se podría decir. Creo que eso fue lo que en algún momento, hizo que ella cambiara.

Serena escuchaba con atención cada detalle del relato de Ash. No sabía que la infancia de Lillie y parte de su adolescencia, hubieran sido tan difícil. Ahora se sentía un poco mal por ella, apesar de lo que le hizo a su ex-novio.

—Vaya, su infancia fue dura. No debe ser fácil.

–Sí, ella era una chica muy fuerte, aunque no sé exactamente si lo que le pasó hizo que comenzara ser así —dijo el azabache decepcionado de Lillie.

De nuevo se estaban abrazando. Se querían mucho, eso estaba más que demostrado. Se separaron con un intenso y notable color rojo en sus caras. Parecían una pareja de niños-adolescentes, una pizca de pena pero aún así, podían demostrarse el aprecio que ambos se tenían.

—Te quiero —alzaron al unísono para después reír.

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Mientras todo esto pasaba, en el centro Pokémon del otro lado de la ciudad para ser más específicos, se encontraba una joven rubia acostada en el sofá. A su lado, un apuesto joven de cabello castaño y ojos café, sin duda, podía atraer a cualquier chica pero él se había fijado en Lillie desde que la reconoció hace unos dos o tres días.

—Lillie, eres increíble —decía el chico que al igual que ella, estaba en un estado de relajación

—Tú también Andrew, pero ¿sabes? Aún le tengo algo de... ¿odio? a esa estúpida de Serena. Si tan sólo pudiera hacer algo para que ellos dos se separaran...

—Lillie, creo que debes dejarlos tranquilos. Ya encontraste a alguien mejor que Ash —dijo refiriéndose a él—, dejalos que vivan felices. Además, a mi me conoces por más tiempo ¿No recuerdas cuándo te conocí en el recorrido insular?, siempre me gustaste, y la verdad no creo que haya sido una casualidad rencontrarnos aquí en Kalos.

—Lo sé, pero no puedo... Serena no se merece a Ash.

A Lillie en ese instante, se le ocurrió un gran plan. Primero, tenía que encontrar la oportunidad perfecta para hacerlo y, esa oportunidad perfecta, sería cuando Ash estuviera solo. Después lo provocaría y lo demás sería cuestión de tiempo para que ocurriese por sí solo.

—Tengo una idea que, estoy segura de que no fallará.

—Lillie, si es contra ellos dos... No estoy de acuerdo con eso pero si tú lo quieres hacer, únicamente no me involucres. No quiero meterme en problemas

—No tiene nada que ver contigo, no te preocupes.

—Está bien... -suspiró-, ya me tengo que ir.

El chico, quién estaba completamente relajado, se levantó y salió de la habitación de Lillie quien ni siquiera se había movido del sofá.

—Nos vemos mañana -gritó el chico— Te quiero.

—Claro, yo también —dijo en voz alta y un poco avergonzada.

Era el momento perfecto, agarró la ropa que lucía más "sensual" y al bañarse, eso fue lo que vistió. Un short corto, una blusa que le llegaba un poco más arriba del ombligo. Un atuendo bastante sexy y provocador. Ese era su plan para alejar a Serena de Ash. Provocar de una u otra forma al inocente chico y que Serena los descubriera. Estaba segura de que todo iba a funcionar. Lo único que le faltaba, era encontrar el momento para efectuar su sucio plan. Sin nada que esperar, caminó hacia el otro centro Pokémon esperando a que Serena no estuviera con él.

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—Yo también te quiero —volvieron a coincidir.

—¡Deja de repetirme! —se quejó de broma la chica mientras lo abrazaba—. Ash, iré por algo de comer. Tengo mucha hambre y debes estar igual.

–Sí, tengo hambre.

—Ahorita vuelvo. ¡No tardaré!

—¡Eso espero!

Serena salió del Centro Pokémon sin saber que una vieja conocida se acercaba a su aún no pareja cada vez más y más.

Ahora Ash estaba solo. Pasaron aproximadamente veinte minutos cuando oyó que tocaron la puerta de la habitación.

–¿Quién es? —preguntó.

—¡Soy yo Ash, Lillie! —se oyó detrás de la puerta.

Bueno, espero les haya gustado el trece capítulo de esta nueva historia que estoy escribiendo. No olviden votar, comentar y compartir que eso me motiva mucho. Lo sé, me salió muy cursi uwu, perdón si les molestó xD

Bueno, Lillie está apunto de efectuar su sucio plan :'v pobre Serena Uwu. Por cierto, sólo quiero aclarar que el personaje de Lillie me gusta pero desde un inicio tenía esto así que no me maten xd

Si quieren actualización, depende de ustedes. Si llega a 50 votos actualizo uwu. Ya saben, depende de ustedes.

Por cierto, pasense por el perfil de Alex_1509, él yo y Josu347 estamos escribiendo la segunda temporada de Nuestra Verdadera Historia. La primera se encuntra en mi perfil :3

Si alguien quiere ayudar con la historia mencionada arriba, mandenme mensaje privado.