En algunos momentos de nuestra vida, sentimos que nos estamos agobiando. Que tal vez nos estamos ahogando y nos cuesta respirar. Estar entre la multitud nos asfixia.

Ver a muchas personas alrededor, o salir a la calle es un duro proceso. Porque la ansiedad nos está rebasando y nos dejamos envolver por la inseguridad. Pero todo debemos de procesarlo en nuestra mente, porque este es un proceso que requerirá un minuto a la vez, todos los días de nuestras vidas. Hasta estar seguros de que vecinos, de que ganamos los obstáculos mentales y espirituales que se nos presenta en el camino.

La ansiedad, el tema que más procesaremos, intentaremos superar, comprenderemos y entenderemos durante todo este proceso. Porque mientras uno no pueda equilibrase mentalmente y fortalecerse espiritualmente, este obstáculo querrá enfrentarnos cada tanto para ver qué tan valientes somos. Y deberás demostrarle que no puede contigo.

Recuerda, un minuto a la vez. Respira hondo y profundo por tres veces consecutivas. Si te encuentras envuelto en un problema, analízalo y detente a pensar ¿puedes solucionarlo? O ¿no tiene solución? Si encontraste la solución, ponte en marcha y resuélvelo a tu ritmo. Sin presiones y sin apuros. Ahora bien, si no tiene solución, no te estreses. Déjalo sin resolver, pues siempre existe una razón o un por qué. Entonces, si el problema no tiene solución no te presiones, no te alteres y no te angusties. Ya tendrá su tiempo y ya más adelante quizás, se podrá encontrar los factores necesarios para hallar la solución.

Ahora una vez hecho esto, intenta relajarte antes de ponerte en marcha y si la opción tomada es la segunda, pues ponte cómodo. Para ambas situaciones, ponte cómodo en un lugar tranquilo, personal y propio. Concéntrate en tu respiración, inhala por la nariz y exhala por la boca.

Lo más importante es tener la salud tanto física como emocional, fortalecidas. Así luego de 5 respiraciones seguidas, concentrándote en ti mismo. Visualízate envuelto en un color violeta, desde la cabeza hasta los pies. Respira esa llama violeta y siente como sube y baja por todo tu ser. Haz esto durante unos 5 minutos.

Siéntete en paz, relajado y tranquilo contigo mismo/a. Siente como todo ha cambiado en tu interior y ahora estas fortalecido nuevamente. Nada puede perturbarte ya, porque como dijo un sabio. El pasado es historia, el mañana es un misterio pero el día de hoy... El hoy es un regalo, por eso se llama presente.

Tú eres fuerte, confía en ti 🦋