(A un día del comienzo de las vacaciones de verano)

—¡Yuuri, volvamos a casa juntos!—dijo Victor mientras corría hacía mí, logrando captar la atención de todos nuestros compañeros, los cuales nos miraban con una mezcla de miedo y enojo.

Después de todo, mi mejor amigo era un notable alfa, un alfa del cual todos huían.

—¡Claro!—guardé las últimas cosas en mi bolso y caminamos hacía la puerta para retirarnos cuando nuestra profesora me pidió un minuto a solas.

—¿Pasó algo, profesora?—dije levantando una de mis cejas levemente, creando una expresión de duda en mi rostro.

—Yuuri, sólo quería decirte que tengas cuidado al volver a casa.

¿Otra vez?. Era la cuarta vez en la semana que me lo "recordaba", como si no entendiera que se refería a Victor.

¿No fue ella la que dijo que no le tuvieramos miedo?

Sólo moví mi cabeza de arriba a abajo para salir del salón, encontrándome con Victor.

—¿Lo mismo de siempre?—preguntó.

—Sí.—suspiré.

Caminamos silenciosamente mientras llegabamos a la salida, sintiendo las rutinarias miradas de todos los otros salones, desde los niños pequeños de kinder hasta los de sexto grado, que eran los más grandes de esa jornada.

Un gran y triste suspiro salió de lo más profundo de nuestros seres.

—¿Sabes que no soy capaz de hacerte daño, cierto?—dudó.

—Cierto.—dije en menos de dos segundos, esto hizo reír a mi compañero.

—Por eso eres mi mejor amigo.—dijo antes de encerrarme en sus largos brazos, los cuales parecían ser el doble de los míos.

Aún no me acostumbraba a esas muestras de afecto tan repentinas de Victor, pero no es como si me desagrade...  

Victor me dejó en la puerta de mi hogar. Antes de irse, encerró mis manos entre las suyas y dijo: "Cuídate, ten una buena tarde y buenas noches". Algo de todos los días.

—Ya llegué...—dejé caer mis zapatos en la entrada de mi hogar para luego pasar hacía la sala.

—Yuuri, bienvenido. Ven, hay visitas.—dijo mi padre, el cual desapareció mientras se dirigía al comedor del cual salían muchas risas. Caminé en busca de mi madre, la cual estaba sentada en el comedor junto a una hermosa mujer. Tenía el cabello largo y lacio de un color plateado algo opaco. Sus ojos eran de un verde esmeralda y su piel era tan blanca como la nieve misma. Una sonrisa decoraba su rostro ya hermoso. 

De lejos se notaba que era un alfa. Esto me asustó.

—¡Cariño, llegaste! ven, te quiero presentar a una amiga de la familia.—dijo mientras ambas se ponían de pie a medida que yo me acercaba lentamente—. Ella es Erena Nikiforov, y es maquilladora de novias, y además mi mejor amiga desde que tengo uso de razón. 

Quedé pasmado. Mis ojos no dejaban de observarla a detalle.

—Así que tú eres el famoso Yuuri.—su voz sonó más suave de lo que esperaba, aún así me estremecí por completo—. Es un placer conocerte, realmente ansiaba hacerlo ya que me han hablado mucho de ti.—dijo para luego mirar a mi madre, la cual sonreía como nunca.

—Discúlpalo, es un poco tímido.—dijo mamá mientras yo no podía dejar de pensar en que aquella bella mujer, era igual a Victor.

De pronto sonó el timbre. Así salí de mi trance.

—Tardó en llegar...—comentó Erena cuando mi madre corrió a atender la puerta.

—¡Por dios, eres igual a tu madre!—gritó mi madre con entusiasmo.

Escuchaba los pasos de mamá junto a los de alguien más, lo cual poco me importó, ya que era imposible que fuera la madre de Victor.

Desvié mi vista hacía la ventana para mirar las flores que mi madre había plantado en el jardín. Sentía la mirada insistente de Erena, como queriendo buscar un tema de conversación. Todo en cámara lenta.

—¡Vitya, cariño!—dijo de pronto, logrando un leve dolor en mi cabeza.

¿Vitya?, que apodo más extraño...

—¡Mamá! 

Giré mi cabeza tan rápido como pude, encontrando a Victor con una expresión totalmente shockeada.

—¿Yuuri?

—¿V-victor?

Mi madre miraba nuestros uniformes asimilando la situación muy lentamente, mientras Erena nos miraba con sus manos en ambas mejillas y unos ojos llenos de ternura.

—¡Son adorables!—dijo la madre de Victor, como si no hubiera podido aguantar más y simplemente explotó.

—¡Lo sé!, no puedo creer que sean compañeros.

Mis ojos estaban pegados en Victor que apretaba fuertemente las tiras de su mochila. 

Entonces una repentina sonrisa se formó en su rostro y corrió a abrazarme, como si no me hubiera visto en meses a pesar de habernos visto hace menos de veinte minutos.

—¡Yuuri, nuestras madres son amigas! Ahora podré comer pasteles de frutilla contigo aquí o en mi casa.

—¿Sólo piensas en comida?—una sonrisa se formó en mi rostro.

—¡No es momento de que me regañes, quiero conocer tu habitación!

—¿M-mi habitación?

—¡Sí!

Fui arrastrado de la mano por Victor que miraba por todas partes buscando algo que pareciera mi habitación, dejando a nuestras madres atrás. Estas nos miraban con mucha ternura. Finalmente me rendí y fuimos a mi habitación.

Entré y me senté en la silla de mi escritorio cuando noté que Victor seguía parado en la puerta de mi habitación mirando todo con un brillito en sus ojos.

—Victor, que pas...

Victor ahora se encontraba revolcándose en mi cama.

—¡La cama de Yuuri! Tiene tu olor~!

Me ruboricé por razones que desconozco.

—Claro, es mi cama. Es obvio que tiene mi olor...

—Me gusta tu olor.

—Qué cosas tan extrañas dices...—dije desviando la vista hacía mis pies.

—Es la verdad. Me encanta tu olor, hueles a crema de fresas todo el tiempo.

Comencé a tomarle el olor a mi ropa rapidamente, buscando el olor a fresas que él decía, pero no encontré más que el olor a detergente.

Qué extraño.

—Tu hueles a canela con menta...

—¿En serio? En mi hogar no usamos esas cosas.—comenzó a oler las mangas de su camisa y el chaleco que llevaba puesto—. ¿Estás seguro? No huelo a nada.

—Yo tampoco huelo a crema de fresas.

—¿Cómo que no? Hasta acá puedo sentirlo.

—¡Yo también siento tu olor!   

Nos quedamos callados intentando entender aquello, pero sin llegar a ninguna conclusión.

—Bueno, da igual. —sonrió—. Oye, pasado mañana comienza las vacaciones de verano.

—Sí, nunca hago nada así que no me emociona demasiado...—sonreí algo avergonzado.

—¿Nada? Japón parecer un país divertido como para no hacer nada.

—Lo sé, pero no tengo amigos con los cuales salir o jugar.—jugaba con mis dedos mientras miraba mis pies, los cuales no tocaban el piso al estar sentado.

—No es como si sólo te pasara a ti, Yuuri. —de pronto tuve a Victor sentado en forma de indio frente a mí y tomaba mis manos con delicadeza—. Pero ahora te tengo a ti.—dijo mientras una sonrisa se formó en sus delgados labios.

Un grito de parte de mamá hizo que nos separaramos rápidamente. Ya era hora de que Victor se marchara. Lo acompañé hasta la puerta. "Nos vamos mañana" dijo para luego irse junto a Erena.

—¡Ohayo, Yuuri!—me voltee y ahí estaba Victor dejando su bolso en su banco mientras una de sus manos se movía de lado a lado.

Las clases comenzaron de forma aburrida, como siempre. Por suerte el día terminaría más rápido y podría volver temprano a casa.

—Pss... Yuuri.—susurró Victor, entonces lo miré y me pasó una hoja que estaba doblada en cuatro. La tomé y la abrí cautelosamente mirando a todos lados.

"Tengo algo que preguntarte"

 Mi corazón comenzó a latir a mil por hora.

Extrañamente la hora parecía ser eterna. Los segundos pasaban lentamente en mí contra. Pero cuando la hora terminó quise que el tiempo volviera atrás para que estos nervios desaparecieran.

Como de costumbre, nos dirigiamos a la salida juntos, sólo que ahora Victor se veía algo inquierto pero peor aún... Estaba callado.

—Victor, ¿qué es lo que querías preguntarme?

—Yuuri... Esto es difícil.

—¿Es malo?

—No...

Mis manos apretaban las tiras de mi mochila fuertemente. 

A pesar de que él me asegurara que no era malo, estaba nervioso y sudaba miedo.

—Yuuri, yo...

—¡Victor, dilo ya!—grité en un intento de soltar todo lo que me atormentaba en ese momento.

Victor apretó sus ojos mientras apretaba los puños.

—¡Yuuri, pasa las vacaciones conmigo en Rusia!

+Continuará

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JFGKMDKIFLD recuerdo la primera vez que escribí esto, la última parte tenía muchos comentarios y la mayoría estaba asustada/do xDD. Qué recuerdos.

Tengo dos cositas que decirles, la primera es como un regaño más que nada.

N O  H A G A N  S P O I L E R S.

Hay gente nueva leyendo la historia, entiéndanlo. También es algo de respeto. 

Si quieren saber algo de la historia, alguna duda o cosas que pueda responder tienen mi facebook, estoy casi 24/7 conectada y suelo responder al instante. De no llegar a tenerlo, me puden buscar como: Pëko E. Cáceres o en su defecto, hablarme por Wattpad. 

Segundo, haré un One-shot. No sé para cuando esté listo, pero les dejaré la sinopsis para que me digan si les interesa.

Dice "Historia real", porque es la historia de mis padres. 

Cuando ellos me contaron su historia, realmente quedé como "wow". Pero lo que me llevó a hacerlo es que ellos me dijeron: "Podrías hacer un libro" y encontré que no era una mala idea y obviamente no podría sus nombres, entonces lo llevé al Victuuri. c: 

Eso.

¡Gracias por leer, votar, apoyar y comentar!

¡Las quiero mucho, cuídense!

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