T r e c e
Cuando tienes cinco años, lo último en tu mente es llegar a enamorarte, amar o formar una familia. Todo eso es como un simple cuento de príncipes y princesas, prácticamente imposible.
Pero cuando creces, ese sueño casi irreal no es tan lejano.
Si tienes suerte, conocerás a un lindo príncipe que se enamorará de ti y serán felices por siempre.
Hasta ahora he encontrado a mí precioso príncipe, y...
Estamos enamorados, uno del otro.
Realmente deseo que tengamos un final feliz.
🌿🌸🌿
—Repítelo.
—N-no...
—Vamos, sólo una vez más... —acaricié su labio inferior con cariño y mi mano libre se perdió entre sus cabellos.
—Eres cruel —una sonrisa tierna se formó en sus labios, probablemente de nervios—. Es la primera vez que me declaro a alguien, compréndeme.
—Pues... —acaricié uno de sus suaves cadejos sin despegar mi mirada de la suya—. Yuuri Katsuki, estoy enamorado de ti, me encantas desde la punta de tus pies hasta tu cabeza y con ello incluyo el lunar que tienes al final de tu glúteo izquierdo —reí—. Así que por favor, acepta mis sentimientos.
Los ojos de Yuuri brillaban como dos chocolates derretidos, resplandecientes y deliciosos.
Su mano tomó la mía y entrelazó nuestros dedos en un acto lleno de confianza, y es que eran limitadas las veces que nuestras manos se juntaban de aquella forma por lo que era sumamente significativo.
—Acepto tus sentimientos, Victor Nikiforov, por ello espero que tú también aceptes los míos y así podamos concretar en algo más... —susurró besando mis nudillos con un leve temblor en sus labios. Se estaba esforzando verdaderamente en permanecer lo más sereno posible y aquello hacía que me enterneciera a montones.
Lo envolví entre mis brazos y el aceptó rodeando mi cintura con fuerza. Así nos fundimos en un largo abrazo en el que nuestros corazones parecían querer abrir un pequeño agujero en nuestros pechos sólo para abrazarse entre ellos.
Por sobre el hombro de Yuuri miré el reloj que se encontraba en la mesita de noche, éste marcada las cinco de la tarde.
—Victor, olvidaste ir por Yurio...
—¿Quién es ese? —dije con cierta ironía mientras me escondía en el espacio convaco que se creaba entre su hombro y dulce cuello.
—Se va a enojar, lo sabes. —Yuuri reía por mi infantil actitud.
—Que se enoje, puedo usar a Otabek como arma y escudo —respondí divertido—. De todas formas no es momento para hablar de eso.
—Tienes razón. —sonrió.
Yuuri comenzó a acariciar mi cabello minuciosamente, como si contara cuantos cabellos tenía. Mientras lo hacía comencé a sentir como su olor comenzaba a intensificarse rápidamente.
—Yuuri...
—Sh, lo sé.
Inconscientemente mi olor comenzó a intensificarse junto al de él, en forma tranquilizadora para ambos.
Los minutos pasaban rápidamente a pesar de no decir ni una palabra.
Entonces Yuuri cayó dormido sobre mí, así lo acomodé suavemente de una manera más cómoda. Retiré sus anteojos con lentitud para no despertarlo y finalmente terminamos durmiendo con nuestras manos entrelazadas.
Nuestros olores inundaban la habitación de forma intensa e inconscientemente esperaba que cuando sus padres llegaran no tuvieran una idea equivocada de la situación.
Siete y media, Hiroko.
—Erena.
—¡Amiga!
—¡Adivina qué!
—¿Debo comprar ropita de bebé?
—No, aún no, creo. —reí.
—¿Entonces? Cuéntame qué sucedió.
—En este momento están durmiendo juntos, creo que no están conscientes de que tienen la casa entera con olor a celo.
—¡Amazing!
—¡Lo sé! Nuestros bebés están creciendo.
—Tuvieron mejor destino que nosotras.
—Erena...
—Lo sé, olvida lo que dije.
Volviendo con Yuuri y Victor.
—Victor —sentía una mano fría acariciar mis mejillas. Lentamente comencé a abrir los ojos y vi a Yuuri con sus mejillas bastante ruborizadas.
—¿Qué sucede? —pregunté refregando mis ojos.
—Se hizo de noche.
—¡¿Qué?! Yurio, papá... ¡Me van a matar! —me senté totalmente exaltado y un poco sudoroso.
—Yurio pasará la noche con Otabek, tienen un trabajo para la escuela. Tu papá dejó que te quedaras conmigo hoy.
—Pero tengo que ducharme y esas cosas, no quiero molestar. —hice un pequeño puchero.
De pronto se escuchó la voz de Hiroko: "¡El agua está lista!"
Nos quedamos mirando en silencio hasta que Yuuri habló.
—Puedes ir tu primero.
—Puedo ayudar a limpiar tu espalda. —miré mis pies y un fuerte rubor se posicionó en mis mejillas.
—Victor... —Yuuri se escondió entre las sábanas.
—Vamos, déjame conocer más de Yuuri. —lo destapé para luego tenderle una mano, la cual con miedo tomó.
Nos dirigimos al baño y nos desvestimos para luego poner una toalla en nuestras cinturas.
—¡Yuuri, tu espalda es muy bonita! —dije llevando mis dedos a esa zona de su cuerpo. Esta era suave a diferencia de otros chicos de dieciséis o diecisiete años que tienen la espalda llena de granitos por la edad. La espalda de Yuuri estaba libre de esas cosas hormonales.
—¡O-oye! Tus manos están frías —dijo estremeciéndose por el tacto. Entonces puse ambas manos en su espalda—. ¡Frío! —corrió para evitar que siguiera y se sentó en una banquita para comenzar a ducharse.
Antes de que pudiera seguir molestándolo, él me tiro agua tibia con la regadera.
—¡Aleja tus manos frías de mí! —amenazó junto a una tierna sonrisa.
—¡Jamás! —me acerqué a él, pero este dirigió el agua a mí rostro dificultando mi visión.
Finalmente terminé totalmente empapado y él totalmente feliz y triunfante.
—Ven aquí... —señaló una banquita que estaba frente a él.
Me senté dándole la espalda. Frente a mí habían sales aromáticas, jabones con figuras adorables, champú y acondicionador.
—Ahora que lo pienso, nunca había estado aquí antes. —susurré tomando el champú.
De pronto sentí un gran chorro de agua sobre mí cabeza mientras la mano de Yuuri movía mi cabello mojándolo por completo. Era delicado y tierno con cada movimiento que ejecutaba.
Extendió su mano hacía mí y dejé caer algo de champú en ella. Después comenzó a lavar mi cabello, llenando mi cabeza de espumita y burbujas.
Después de enjuagarme, los papeles se invirtieron.
—Me causa demasiado sueño que acaricies mi cabello. —dijo Yuuri cabeceando levemente mientras repartía el champú en su suave cabello.
—Mientras no caigas de cara al piso, todo bien.
Yuuri reía hasta que puse el agua sobre su cabello y termina casi ahogado.
Una vez que terminamos, nos metimos al la tina, uno frente al otro.
El pudor entre nosotros se hizo presente al momento de quedarnos en completo silencio.
—Sabes, creo que deberíamos dejar la vergüenza de lado. —abrí mis brazos hacía él.
—¿Crees que esto sea lo correcto? —preguntó nervioso y muy ruborizado.
—Si tu corazón lo desea, sí.
Yuuri se acomodó entre mis piernas, su espalda estaba contra mi pecho e intentaba mantener una leve distancia, pero esta rápidamente se rompió cuando lo abracé por la cintura.
Cerramos los ojos y dejamos fluir el momento.
—Oye... —habló Yuuri.
—¿Dime? —abrí mis ojos con algo de sorpresa.
—¿Te había mencionado que me gustan tus labios? —susurró como si no quisiera ser escuchado.
—¿Hum? —sonreí—. ¿Eso fue una indirecta?
—No lo sé...
Acerqué mis labios a su hombro y comencé a besarlo, suave, lenta y tal vez algo sensual.
—¿Así está bien? —susurré contra su oreja.
—Sí...
Estaba consciente de que su celo hacía que sus hormonas saltaran como locas y su olor me llamaba fuertemente.
Por otra parte, tampoco me molestaría a sobrellevar su celo de una forma deliciosa y satisfactoria, sin llevarlo a lo obsceno.
—Yuuri ¿Dejarías tu cuerpo en mi manos por un momento?
Su cuerpo se quedó estático por mucho tiempo. Cuando volvió en si, se volteó y me miró con inseguridad reflejada en sus ojos y mordía su labio inferior con miedo.
Acuné su mejilla en mi mano, la cual estaba tibia gracias al agua.
—No tengas miedo. —besé su mejilla húmeda. Ahí fui conciente de lo que estaba, ya que sus mejillas ardían fervientemente.
—Vitya...
El corazón se me paralizó en su totalidad y sentí un "¡bum!" interno.
—Cuida de mí, por favor.
—Claro que lo haré, así ha sido y será por siempre.
Lo abracé con más fuerza mientras nos besábamos lentamente y mis manos recorrían desde sus hombros hasta la punta de sus dedos al momento de entrelazar nuestras manos.
+Continuará
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A estas alturas el fic estaba en el puesto #61 en Fanfic 💖
Algo que nunca olvidaré.
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💜💜🌸¡#Faltan4capítulos!🌸💜💜
¡Estoy muriendo de los nervios como no tienen ideas!
Ruego porque nada malo suceda de aquí en adelante.
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Espero poder subir el capítulo 3 de "Dulce y etéreo" más tardecito😊
Las quiero mucho.
Gracias por leer, comentar y votar💙
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