C u a t r o

La noche está despejada hoy. Puedo ver y contar todas las lindas estrellas que quiera mientras la Luna brilla lo suficiente para iluminar la noche que me acompaña.

Una, dos, tres, cuatro estrellas.

"¡Yuuri, pasa las vacaciones conmigo en Rusia!"

Aún tengo que pensarlo.

Realmente quiero ir con él, pero...

¿Y si tiene más amigos?. Me dejará de lado y tendré que estar esos largos meses solo.

Dejé caer mi cuerpo sobre la cama mientras mi ojos no se despegaban de la linda noche.

—Si no voy con Victor no lo veré hasta que comiencen las clases de nuevo...—dije en un tono audible sólo para mí mientras tapaba mi rostro con mis pequeñas manos—. No quiero esperar tanto.

Está decidido.

—Mamá... —dije mientras me acercaba a ella, la cual preparaba el desayuno.

—¿Irás? Erena no deja de insistir en que vayas.

Asentí mientras tomaba una taza que contenía leche blanca.

—Deberías llamarlos. No te leerán la mente.—dijo con una pequeña risa.

—No me sé su número...

De pronto comenzó a sonar el teléfono.

—Yuuri, ve a contestar.

Corrí antes de que se cortara la llamada.

¿Yuuri?

Se me apretó el corazón, lo cual me asustó un montón. Llevé mi mano a mi pecho acariciándolo.

—Victor...

¡Si eres tú! ¿cómo estás? Es extraño no ir a la escuela y saludarte correctamente.—hizo una pausa—. ¿Dormiste bien? ¿ya desayunaste?

—Sí...—dije en respuesta a todas sus preguntas.

¡Qué bueno!

—¿Y tú?

¿Yo?... Pues estoy por desayunar, me costó un poco dormir por pensar en tu respuesta, por eso te llamé.

—Cierto. Victor, yo...—tragué saliva— Quiero ir, quiero estar contigo y conocer Rusia.—mi tono sonó como si quisiera gritarlo.

Entonces la llamada se cortó.

Alejé el aparato de mi oreja y lo miré largos segundos sin comprender nada, deprimiéndome un poco más cada segundo.

—¿Cómo te fue?—dijo mamá con un tierno tono.

—Me cortó.—dije mientras acomodaba el teléfono en su lugar y me dirigía hacía mi habitación a paso lento.

Estaba boca abajo contra una almohada, aún en pijama cuando comenzó a sonar el timbre, no una si no más de diez veces seguidas en un minuto. Esto me asustó un poco, pero me tranquilicé cuando dejó de sonar, entendiendo que alguien había atendido la puerta. 

Entonces me quedé en la misma posición de foca durmiendo.

 De pronto unos rápidos pasos subiendo la escalera me sacaron de mi cómoda posición. El miedo y la inseguridad me inundaron.

Tomé una manta y me tapé por completo, como si eso fuera a salvarme de algo. 

La puerta se abrió de golpe y esos pasos rápidos se acercaron a mí. 

Los ojos se me inundaron de lágrimas llenas de súplica, como si fuera mi último momento. 

Entonces alguien levantó la manta y se recostó a mi lado. Mi vista rapidamente se dirigió al pelo suelto, largo y algo frío, probablemente por venir corriendo, y una gran sonrisa.

—¡Yuuri, aún sigues en pijama! ¡¿por qué lloras?! ¿pasó algo?—dijo Victor mientras secaba mis lágrimas con la manga de su abrigo con cuidado.

—¡Me asustaste! Creí que habían entrado a robar...—sollozaba de manera molesta.

—Lo siento, sólo quería venir a verte...—lo miré algo confundido a lo que él se ruborizó—. Digo, ayudarte, claro. ¡Tienes que hacer tus maletas! 

Hundí mi rostro en la almohada secando todo rastro de lágrimas mientras apretaba las sábanas.

Sentí esos largos brazos abrazar mi cintura para acomodarme de costado. Así quedamos frente a frente.

—Estás conciente de que no soy capaz de hacerte daño, por eso no quiero ver esta expresión de angustia y miedo en tu rostro, mucho menos por mi culpa. Quiero que seas feliz mientras estés a mi lado.—sus labios besaron suavemente mi frente por sobre mis cabellos—. Mi madre suele besar mi frente para tranquilizarme cuando siento miedo o pena.

Lo miré largos segundos mientras posicionaba mis manos sobre su abrigo apretándolo hasta arrugarlo y con algo de titubeo posé mi frente en su pecho para esconder mi creciente y extraño rubor. 

Así nos quedamos largos minutos.

—¿Hagamos tu maleta?—preguntó con un tono suave y pausado acariciando mi cabello y poco a poco separándose de mí para sentarse en el borde de la cama dejandome aún recostado. Entonces fui conciente del largo de su cabello tan precioso, que para mi fortuna, hoy podía presenciar en su forma natural.

Me senté a su lado resfregando mis ojos, entonces el sonido de una cámara junto a un fuerte y perturbador flash logró sorprendernos.

—¡Erena tiene que ver esto!—dijo mamá mientras salía corriendo con la cámara entre sus manos.

Victor se volteó a mirarme algo confundido, tanto como yo.

Nos pusimos de pie y busqué una pequeña maleta que en algún momento tuve que utilizar. La puse sobre la cama y la abrí para comenzar a acomodar las cosas.

—En Rusia hace bastante frío a pesar de estar en verano, lo máximo son unos 25° si es que no menos, por lo que te recomiendo llevar cosas abrigadoras y un par de poleras ligeras. —Victor levantaba su dedo índice como un profesor dando clases.

—Podrías ver en mi closet que es lo que debería llevar.—dije mientras acomodaba pantalones en forma de pelotas.

Victor se acercó y comenzó a sacar lo que me serviría. Una vez que sacó todo lo necesario caminó hacía mi mirando el desorden que tenía dentro de mi maleta.

—Yuuri... ¿Cómo pretendes que quepa ropa aquí si no sabes ordenar?—dijo en un tono de regaño y cansancio mientras sacaba la ropa y la ordenaba correctamente, luego pasamos a las poleras, bufandas, guantes y cosas así. Una vez que terminamos, Victor notó algo extraño.

—¿Y tu ropa interior? No pretenderás que te preste la mía, ¿cierto?—dijo algo ruborizado.

—No quiero que la veas, por eso no la he sacado.—repliqué desviando la vista al piso.

Victor se volteó y tapó sus ojos. Entonces comencé a sacar una cantidad conciderable para la cantidad de meses que estaríamos allí. 

—Hm, Victor... ¿Por qué hicimos la maleta hoy?—pregunté al terminar.

—¿La tía Hiroko no te dijo nada?—Victor ladeó la cabeza de forma curiosa.

—¿Sobre qué?

—El vuelo es hoy por la noche.

—Cuídate mucho, mi pequeño.—mamá acariciaba mi mejilla de forma suave. Mari me pasó una bolsa llena de cosas para comer en el camino.

Era la primera vez que viajaba en avión, por lo que fue bastante extraño ver tantos asientos más grandes que yo. 

Victor dejó que me sentara junto a la ventana por ser mi primera vez, así pude despedirme de mi familia por última vez. 

De pronto un caballero que tenía un rostro muy fino y elegante, pero de una ropa muy cómoda y común se sentó junto a Victor y este le regaló una sonrisa. Podía jurar que ese caballero olía a flores naturales.

—Oh, Yuuri, perdón. Olvidé presentarte... Él es mi padre y también un famoso florista.—después de aquél comentario juré ver doble. Era evidente que era su padre. La misma cara y esos ojos color océano.

—Tú debes ser el famoso Yuuri, ¿no?—dijo con una voz parecida a la de Santa Claus.

—S-sí, soy Katsuki Yuuri y tengo nueve años.—dije intentando parecer formal y respetuoso a pesar de mis notorios nervios.

—Erena y tu madre me han hablado por años de ti, y por supuesto Victor, este enano siempre está hablando de t...—Victor lo miró rapidamente logrando que se callara—. Es un gusto conocerte.—dijo para finalizar la conversación.

El avión despegó y juré que vomitaría sobre Victor, lo cual, por suerte, no sucedió.

Agradecí internamente que fuera de noche ya que la cuidad y las estrellas se veían con una mejor calidad que desde la ventana de mi habitación.

Miré el reloj que yacía en mi muñeca, este me lo había regalado papá hace ya un tiempo, específicamente cuando aprendí a leer la hora con los palitos.

Nueve y treinta y nueve.

De pronto el cabello de Victor tapó mi reloj y sentí un peso en mi hombro. Me voltee suavemente y vi como cerraba sus ojos.

—Buenas noches, Yuuri...—dijo totalmente somnoliento.

—Buenas noches, Victor.

+Continuará

.....................

Este es uno de mis capítulos favoritos, ya que de aquí empiezan escenas muy movidas y cutes <3 

Cabe recordarles que: 

N O  H A G A N  S P O I L E R S.

Se los recordaré hasta que llegemos al capítulo 17 nuevamente. Por cierto, faltan 13 capítulos para eso:'v poquito, ¿no? jgfkdls -se va a un rincón- 

¡Gracias por leer, comentar, apoyar y votar!

🌸💜🌸

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top