Sentimiento desconocido
Para el no había nada mas encantador que ver el atardecer con el chico de sus sueños, cada cierto tiempo la corte de los Búhos llegaba a Oa y podía verlo, el próximo líder, Dick Grayson era todo menos despiadado. Era un chico de lo mas dulce, lleno de compasión y alegría que contrastaba con el resto de los miembros de su clan.
Justo en ese momento Wally estaba con sus brazos recargados en una roca mientras miraba desde su lugar al pelinegro contarle sobe su próximo viaje a Metropolis para encontrarse con Tim.
- ¿Por que no te quedas un poco mas? -le pregunto haciendo un puchero.
- Sabes por que no puedo Wally -dijo algo incomodo, el tritón era muy transparente- por mas que quieras...yo no...
- ¡Dick! -un caballero se acerco a ambos sosteniendo un par de caballos.- Oh, hola Wally -saludo al tritón, quien solo desvió la mirada.- ok...
Dick se quedo callado mirando del caballero al tritón y viceversa.
- "Mucha tensión..." -pensó tragando saliva y finalmente aclarando su garganta para hablar- bien, nosotros ya nos vamos, volveré en un par de semanas -le dijo al pelirrojo despidiéndose con un movimiento de su mano.
- El me odia... -confeso el príncipe bastardo de Oa con pesar.
- Claro que no, es solo que...
- Me odia por que piensa que quiero algo serio contigo -completo la frase del menor ayudándolo a subir al caballo.
No supo que otra cosa decirle, Kyle Ryner era un gran amigo suyo, el primer hijo de Hal Jordan, sin embargo no tenia derecho a reclamar el trono dado que era un nacimiento fuera del matrimonio del rey. Por eso casi siempre se encontraba fuera del reino viajando a su lado, cuando se enteraron de la muerte de la Reina fue que regresaron, pero Hal no lucia devastado, dolido si; sin embargo no parecía tan afectado como pensaron.
No fue hasta que se enteraron de que su padre estaba enamorado del príncipe de Star; Barry, un tritón de lo mas carismático y parlanchin, muy parecido a Dick, Kyle entendió el por que del sentimiento hacia el tritón de cabellos dorados y no se negó ante la declaración de su padre de hacerlo su esposo.
- Lo peor es que cuando Hal se case con Barry, Wally y yo seremos "hermanos" -comento con desagrado.
- ¿Por que no le dices lo que sientes y ya? -dijo haciendo que su caballo alcanzara al de Kyle.- Digo, si de verdad te gusta debes...
- Dick, no -callo a su compañero.- Wally esta enamorado de ti, te considera su Rey...mientras yo, apenas y me dirige la mirada.
- Buen punto, pero yo no siento que sea el indicado para el ¿sabes? -ladeo la cabeza sonriendo de lado, dándole pocas esperanzas al caballero.- él es mi amigo...va a encontrar a la persona indicada, yo no puedo ser su Rey, mas bien...no creo ser digno de ser el Rey de alguien -confeso aquello con una triste sonrisa.
(...)
Bien, el estar en una cueva escondida en la playa, con una red de pescar enredada en su cola, no era precisamente lo que esperaba.
Sus quejidos hacían eco en las paredes y no hacían más que incrementar los nervios de Damian. Por más que intentaba liberarse de aquella cosa horrorosa, más se enredaba. Lo peor era que la red estaba atascada en las rocas, por lo que no podía regresar al agua y si transformaba su cola en piernas terminaría por lastimarse aún más.
- Maldición...maldición -sollozo dándose por vencido.- estúpido sentimiento...estúpida cosa...¡Ah!
Grito cuando movió la cola, los delgados cables de la red comenzaban a levantar sus escamas y la sangre empezó a brotar.
- ¿Hola?
Entro en pánico por la nueva voz que se adentro en su improvisado escondite.
- ¿Hay alguien? -insistió la voz.
Damian procuro quedarse quieto y en silencio, con suerte, el sujeto pensaría que estaba solo el lugar y se marcharía. Sin embargo la marea no tomo en cuenta su plan, una pequeña ola llegó hasta donde estaba él, el agua salada toco sus heridas y el ardor provocado lo hizo gritar de nueva cuenta.
- ¡Oye! -grito el desconocido.
Los pasos apresurados llegaron hasta donde estaba el tritón, Damian miro asustado al niño que estaba delante de él, no parecía tener más de 7 u 8 años...
- Oh...por dios...¡Eres una sirena!
Damian se tuvo que morder la lengua para no insultar al menor por su estúpida confusión, el no tenia busto como para que lo confundieran con una sirena. Se vio en la necesidad de retroceder cuando sintió que el menor se acercaba a su persona.
- Estas atrapado... -dijo mirando el desastre de nudos que había en su cola.
- "Dime algo que no sepa genio..." -pensó rodando los ojos
- Rayos...esto se ve mal -pensó en voz alta- y no puedo llamar a nadie.
¿Habia escuchado bien? dijo que no podía llamar a nadie...¿acaso pretendía mantenerlo en secreto? lo mas normal seria que saliese corriendo para decirle a algún adulto sobre su hallazgo para terminar matándolo y vender sus escamas o cualquier cosa desagradable.
- ¡Ya se! -exclamo contento yendo por un par de conchas que la marea había llevado a la orilla- voy a cortar las cuerdas, pero no debes moverte o podría lastimarte mas ¿esta bien? -hablo calmado y regalandole la sonrisa mas inocente que había visto en su vida.
Asintió dándole permiso para comenzar con su tarea. Poco a poco y con mucho cuidado el ojiazul corto cada cuerda haciendo que la presión disminuyera y con ello Damian se sintió aliviado.
- Ya esta -expreso feliz de ver como la criatura marina movía su cola sin ningún problema.- ahora viene la parte fea... -dijo llamando su atención.
- "Lo sabia...algo malo tramaba con todo este teatrito de niño bueno" -pensó buscando la forma mas rápida de volver al fondo del mar.
- Hay que limpiar bien tus heridas...
- "¿Como...?¿Limpiar dijo?"
Lo miro con desconfianza, mientras el de cabello alborotado no paraba de hablar, diciendo que era malo no limpiar las heridas por que se podían infectar y no se que cosas mas. Era molesto.
- Me llamo Jon...¿tu como te llamas?
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top