Dos hombres / Una cama.
ADVERTENCIA: Este contenido es mío y solo mío, cualquier parecido con otras historias es mera coincidencia o referencia, si no se dice lo contrario.
Se advierte de escenas o lenguaje no aptas para todo público. Se recomienda mantener la discreción.
***
Bueno. Para empezar con esta historia, tengo que dejar en claro algo, esta será una historia muy peculiar y extraña para usted, y la cual debe tomar en cuenta a tres tipos de hombres que yo conocí, ya luego entenderán el porque.
1- El activo
2- El activo-pasivo.
3- El pasivo.
Con eso ya en claro, continuemos.
Esto ocurrió en un día nublado y más oscuro de lo que puedo recordar, regresaba del trabajo en un coche que por la lluvia que estaba cayendo, sabría que mañana me costaría más que de costumbre en limpiarlo, con un dolor de cabeza que apenas podía soportar y cansancio en mis ojos.
Llegaba a mi pequeño departamento en un lugar en donde hasta lo vecinos te juzgaban por el color de la ropa interior que se podían deslumbrar por sus ventanas.
Me quite los tacones que estaba forzada a usar todos los días para el ojete de mi jefe; aventé mi bolso al sillón y fui tambaleándome hacía mi recámara, camine y al entrar caí directo en mi cama, deje con mis pocas fuerzas mi teléfono a mi lado, rogando que no me entrara ni una llamada y para que la mala recepción de la zona actuará; pero no pasaron ni 5 minutos hasta que él me llamó, conteste de mala gana y con las pocas fuerzas que tenía.
- Ahora que quieres imbécil -dije para que colgara-.
- No me hables con ese tono Verónica -respondió el imbécil-.
- Yo te hablo como se me pegue la gana imbécil.
- Tengo nombre sabías.
- Se me olvido después de que te conocí.
- Roel -respondió alzando la voz un poquito- Me llamo Roel, Verónica.
- Ah... es cierto.
- Bueno, ¿Sabes que pasara la siguiente semana?
- No lo se y ni me importa.
- La siguiente semana me toca ir a la ciudad.
- No me digas -sarcasmo activado-.
- Pues si te digo. Entregaré mi mercancía y necesito un lugar en donde quedarme.
- ¿Y porque me estas diciendo eso? -obviamente, no sabía que respuesta sería la que me lanzaría después-.
- Quiero quedarme en tu casa.
Primeramente, Roel fue un amigo cercano que conocí hace ya 3 años en mi curso de capacitación de negocios en mi antiguo trabajo, él me llevaba en ese momento como 4 años en edad (El tiene 30 pero parece de 20), él es mucho más alto que yo (y eso que yo soy bastante común), físicamente era delgado pero fornido (le decían Largo, como el mayordomo de los Locos Adams), y tenia un tatuaje en su pecho que muy poca gente le veía (y lamentablemente conocí de la forma menos agradable). Ahora de como es conmigo: Es un hijo de p*ta conmigo (o lo que dice él que es su forma de demostrar su cariño), tiene un ch*ngo de ego y soberbia de por medio, prefiere echarle la culpa a alguien más antes que decir que se equivoco él (lo cual choca conmigo porque ambos tenemos un tipo de pensamiento que de a fuerza uno quiere tener la razón); y dejando lo físico, laboralmente es muy dedicado pero a veces se le sale la platica, él trabaja como supervisor de transporte de mercancía de su agencia, y muchas de esas veces tenía que hasta ir a dejarla personalmente. Pero él nunca, ES SU PERRA VIDA ME HABÍA PEDIDO QUEDARSE EN LA MÍA, y aun sabiendo que tenía espacio en mi casa lo e aceptado.
- ¿Y porque chingados te aceptaría en mi casa? -respondí con una gran sorpresa e irritación-.
- Porque tienes habitaciones de sobra, y aparte soy adaptable en cualquier entorno.
- Como eres cuando estas conmigo, yo se que causaras problemas.
- Te lo prometo por mi madre que no te causare problemas.
- ¿Enserió crees que me tragare ese cuento tuyo? -pregunte ya fastidiada por la hora-.
- Por favor Verónica, nunca te e pedido nada, hazme paro por favor.
- ...
- Por favor, al menos dime que lo vas a pensar.
- Dime una cosa, ¿Cuánto tiempo te piensas quedar?
- Este...
- Con eso me dijiste todo, adiós.
- ¡NO, espera! -grito alterado-.
- Dime o cuelgo.
- *exhala* Pensaba quedarme unos seis meses...
- ¡¿¿SEIS MESES??! -me levante de inmediato y me puse más atenta a lo que tendría que decir-.
- Si.
- Si te hubiera colgado. No voy a ayudarte.
- Por favor ayúdame. Te puedo pagar por mi estadía lo que quieras, solo acepta, no tengo con quien más quedarme.
- ...Lo pensaré. PERO antes de que célebres, quiero aclarar algo, si intentas causarme problemas más te vale preparar tus cosas para cuando eso pase. ¿Me explique?
- Si señora.
- Bien. Ahora me voy -le colgué de inmediato obviamente-.
Dios... no sabía que más hacer.
Agreguemos otro dato, él como buena historia de mi vida me gusto el tiempo que lo fui conociendo por la capacitación y el tiempo que pasábamos juntos, pero él me rechazo por otra chica que para sorpresa de nadie siempre iba detrás de los chicos que me atraían, solo que él no veía eso y la veía como una amiga normal. Pero después de que él por fin se dio cuenta de ese trato hacia cualquier chica que se le acercara, la dejo (como lo previa), y yo deje de sentir algo por él por resentimiento de que me hubiera cambiando por ella (inmadurez de mi parte en ese entonces). Y hasta ahora hemos llevado una buena relación de amigos a distancia, ambos hemos quedado así (hasta ese momento), además de que cada que venia a la ciudad siempre era de tener una salida por cada pequeño momento que tuviéramos libre.
El problema está en que aun me atrae (no de la misma forma de antes, pero con más conocimiento del otro), él no lo sabia y no quería que lo supiera, porque obviamente no cambiaría mi amistad por otro rechazo que estaba a la vista (además de que se como guardar mis sentimientos).
Después de cuando termine esa llamada, y ya estaba dispuesta a dormir me llego una nueva notificación. Era Patrick.
Patrick es mi mejor amigo por línea (ósea, lo conocí por una red social), él era mi amigo de hace 5 años, él me lleva 6 años pero hasta ni eso lo detiene de comportarse como un adolescente púberto, es más alto que yo, un poco más moreno en su piel, es bastante alguien macizo de su cuerpo, tiene buena vista (no como yo) y un muy agrio sentido del humor; además de que vive en otro país, así que nuestras conversaciones y visitas son "casi" normales.
Y el mensaje contenía:
/A que no adivinas a donde voy a viajar/
Y yo como buena amargada conteste:
/Fuera de mi vida seria mejor/
No paso ni un minuto cuando mande el mensaje que me entro su llamada y tuve que responder.
- ¿Qué quieres tan tarde? -volví a hablar cansada-.
- De verdad no vas a adivinar a donde iré.
- ¿Te suena a que quiero saber a donde viajaras? -pregunte con gran sarcasmo-.
- Pues aunque no lo quieras, voy a decírtelo, voy a ir a tu ciudad -decía como si fuera el logro del siglo-.
- ¿Y eso a mi que?
- Que tendré que hospedarme contigo.
- ¿Perdón?
- Si. ¿Qué te cuesta?
- Me cuesta muchísimo, ya tengo a alguien que se hospedara conmigo en el próximo periodo.
- ¿Es hombre o mujer?
- ¿Y para que quieres saber eso?
- Porque aunque no quieras, voy a ir a hospedarme contigo. Y también porque eres la única chica que conozco de allá.
- No seas idiota, no voy a tener a dos imbéciles en mi casa.
- Aaaaa así que es hombre.
- (Maldición la cague) Si... -tallo sus ojos sabiendo la pendejada que acaba de hacer-.
- Un compa más a la lista, entonces si voy para allá.
- No seas idiota, no te quiero aquí.
- Creí que si me querrías -como siempre sus chantajes empezaron a actuar en mi débil mentalidad-.
- No empieces a chantajearme.
- Tu me dijiste que cuando vivieras sola me invitarlas a dormir alguna vez que fuera allá.
- Eso fue hace 5 años, y además en ese momento ni sabía que era lo que hacía o decía.
- Pero ahora si. Así que ándaleee, deja quedarme contigo.
- ¡Que no!
- Por favor, te puedo pagar.
- Incluso si te aceptará, ya no podría porque ya no tengo espacio.
- Claro que si, tu departamento es más grande que el mío.
- Se te olvidaba que cualquier cosa que esté en mi casa es un lugar que yo ocupo PARA MI.
- Dios es cierto. Ya ni pedo, comparto habitación con el otro wey.
- ¡Que no!
- No me grites -se victimiza-. Pues lo siento mi reina, aunque lo niegues voy a ir, y llegaré en 9 horas.
- ¡¿Qué?!
- Exacto querida, ya voy en camino. O más bien ando en el camino.
- Ni se te ocurra abordar algún avión hacia acá.
- Ya es tarde, ya lo compre y ya lo tomaré.
- ¡¡¡No. Wey... aaaaaa!!!! -se comienza a paniquear-.
- No te empieces a desesperar, ya muy pronto estaré allá.
- Pero eso exactamente es lo que no quería, no en este momento.
- Oooo ya entiendo, así que por fin se te hizo.
- ¿Qué se me hizo?
- Por fin te toco que "él" te pidiera ir a dormir contigo -si, el sabía de Roel-.
- Obviamente.
- Pues bueno, ya por fin veré a mi socio.
- ¿Socio de que? Si no a pasado nada entre nosotros.
- Exacto, porque ni me dejas la oportunidad por lo mismo de quien me quita tu atención de mi.
- Ni te atrevas wey. No quiero que me molestes.
- Ya es tarde. Ya me voy, te hablo cuando ya este allá.
- No ni se te ocu- y colgó-.
Y como se lo estarán imaginando, ya tenía a dos idiotas a punto de convivir en mi casa.
Para los que no sepan, Patrick es un hombre de "dudosa reputación" (si saben de lo que hablo) y cuando me conoció por primera vez en persona se enamoró de mi, o eso le entendí cuando me lo quiso interpretar con un poema borracho, porque cuando se iba de regreso a su país él me dijo que lo haríamos la siguiente vez que nos viéramos (y yo con cara de "ni en tu perra vida vas a tener oportunidad") y siempre trataba de querer tener acción conmigo en todo momento que venía de visita (y no voy a negarlo, a mi también me entraban las ganas de hacerlo, pero conociéndolo y a su expediente era obvio que no iba a tener un rato de esa forma con él) y después de que supo de que a mi me atraía alguien de acá, peor se puso. El anteriormente se había hospedado en mi casa por muy poco tiempo ya que era la única persona que conocía acá.
Cuando creí que por fin descansaría llegó otra mensaje de ese idiota de Roel.
/Espero que ya lo hayas pensado, porque llegaré el lunes/
Lo deje en visto y apague mi teléfono esperando que no mandara nada más.
Cuando paso eso estaba más que mal, iba a tener a dos hombres en mi casa. Obviamente estaba muy MUY MAL, iba a tener al chico al que le traía ganas y al que tenía ganas de mi.
Y cabe destacar algo (tendré la edad que tengo, pero sigo siendo más virgen que el aceite o bueno, se del acto pero no e estado con nadie desde que salí de la universidad, es bastante obvio que teniendo a dos hombres en mi casa no ayuda con esa situación, Y PERO, A LOS QUE ME ALTERAN LAS HORMONAS).
La mañana siguiente iba a ser sábado, así que debía controlar la situación que yo misma me busque, así que tome las riendas de ser la "persona madura".
***
El caso es que paso la noche más larga de mi vida ya que no dormí, y era la única en la que tendría calma después de esos días.
Llego el primer día de mi sufrimiento y en sábado, el único día en que me paro hasta que me da el sol, en un aeropuerto a las 8 en punto, con un dolor de cabeza, y en pans. Estaba cansada, me quería ir pero este wey me habla como si fuera a saber que ya me iba a ir.
/Ya estoy aquí preciosa/
Y yo tenía una cara de "que bueno idiota". Le mande las especificaciones de donde estaba (ya que no era la primera vez que me visitaba ya sabia todo lo que tenía que hacer), metió sus cosas (que eran bastantes cabe mencionar, lo cual debió ser una señal mas que clara para mi en ese momento) y se sentó tranquilamente, era la primera vez que lo veía comportándose bien lo cual era de sospechar. Después de eso nos fuimos de regreso a casa, y él seguía callado lo cual me empezó a asustar (sabía que algo tramaba, así que solo le seguía el juego hasta ver a donde llegaba).
Llegamos a casa, el bajo sus cosas por si mismo y subimos a mi departamento, él entro primero y yo un poco después, no pasaron ni cinco minutos cuando apenas deje mis llaves en un mueble que tenía cerca de la puerta, que me tomo de la cintura y me reposo con velocidad sobre la pared de enfrente comenzando a besarme el cuello de abajo hacia arriba como si lo fuéramos a hacer, en el acto, podía sentir su mando recorriendo mi cintura hacia el y subiendo ligeramente a mi blusa buscando a donde la podía meter; lo intente apartar pero con cada intento mío, el agarraba más fuerza y me llevaba a estar ya muy juntos recargados ahí (por dios podía sentir lo que una erección que no quería ni ver). Y después de un pequeño/gran empujón lo hice retroceder hasta que choco con el mueble de antes.
- Vaya que eres ruda. Eso me gusta -menciono con una sonrisa maliciosamente provocativa-.
- Te dije que dejaras tus calenturas para quien le interesarán tus caricias gratis -se acomoda la ropa y se limpia el cuerpo-.
- Oh vamos... -hablaba mientras se acercaba a ella lentamente- Si de verdad no hubieras querido mis caricias me habrías golpeado como la primera vez.
- Esta vez me tomaste por sorpresa. Y por lo cual no volverá a pasar.
- ¿Estas muy segura de eso? -acerco su cara a la mía con una mirada desafiante y muy intensa en mi boca mientras me tomaba de la barbilla para mirarlo-.
- Siempre lo estoy -lo mira, se aleja y sigue con su camino- Y cúbrete ahí abajo, por dios pareces un adolescente.
- ¿Te gusta? -menciono mientras volteaba a verme para que admirara la aberración-.
- Es repugnante.
- Pero te gustaría -recalco con insistencia aprobatoria-.
- Preferiría lamer un perro antes de tener cerca eso.
- No te metas con los perros de tener esa fortuna. Además, podrás decir eso, pero tu sientes otra cosa.
- Si es así, entonces buscaré a alguien más para eso.
-él al escuchar eso se puso serio y hablo hacia mi- ¿Cómo al chico que vendrá también a quedarse aquí?
-me quede en shock y solo lo mire para afirmar con una simple pero algo que tampoco quería decir- Tal vez el sea mejor que tu en eso.
En realidad, en ese momento no sabía que lo que le estaba diciendo pesaba mas en el que en mi (mi yo del pasado no sabía lo que le esperaba).
El dejo su semblante serio y decidió seguir jugando como si nada.
- Parece que tu departamento se hizo más chico desde la ultima vez que estuve aquí.
- Le pusieron paredes, fue eso.
- ¿Así?¿Y en donde voy a dormir? -mira a todos lados-.
- Sígueme -pasa a su lado-.
- A donde tu quieras preciosa.
Hice un gesto de enojo y sufrimiento interno por esperar el día en el que se fuera, me hice la desinteresada, caminamos y le mostré su habitación.
- Aquí es donde vas a dormir.
- ¿Enserió tan pocas cosas hay para mi? -pregunto decepcionado-.
Desde la ultima vez que estuvo conmigo, lo único que tenía para él era una cama plegable y un colchón individual, a lo cual él nunca aceptó como siempre.
- No pienso dormir ahí de nuevo, me tratas como perro.
- Pues eso eres, por lujurioso y aprovechado; además eso debiste pensarlo antes de volver y pensar que tenia algo nuevo para tu visita.
- ¿Y así esperabas que durmiera mi socio? -le señala la cama pegada en la pared-.
- Supongo que era porque pensaba que el estaría aquí como tres días. No más de lo que me dijo.
- ¿Así que el se quedara más tiempo aquí?
- Lamentablemente para mi, si.
- (Para tu buena suerte hubiera sido lo mejor para ti) Además, pensaba que al volver ahora si me dejarías dormir contigo.
- Ni en tus sueños vas a dormir conmigo.
- Al menos en mis sueños si lo logre.
Estaba apunto de responder a eso cuando me entro una llamada, salvándolo de que le partiera la cara.
- Voy a contestar.
Salí de la habitación y vi mi teléfono, era Jessica.
Jessica era mi mejor amiga, a ella la conocí unos años antes de terminar la universidad, ambas tomamos caminos diferentes hasta que después de otros años más, ambas nos metimos a la misma compañía (en la que trabajo ahora) que tenía dos departamentos que eran dirigidos por dos personas distintas. A ella y a mi nos toco con el jefe que era el más estricto de todos los departamentos, un viejo rabo verde que se tenía la fama de querer sacar provecho de las jóvenes promesas de la empresa, y aunque nosotras no éramos de su agrado era obvio que en cualquier momento, un solo cambio en nosotras lo usaría para acercarse con esas intenciones; por otro lado estaba el segundo departamento que era "deseado" por todas las chicas de nuestro primer departamento, ya que lo dirigía un chico joven y "bastante atractivo" que trataba muy bien a sus compañeros de trabajo, y más a las mujeres, y como se lo podrán imaginar él también tenía fama de que se daba a cualquier mujer que le apetecía, solo que después del acto entero de amor, esta chica terminaba siendo mandada para nuestro departamento, como un acto de despido con cara de asenso.
- ¿Qué es lo que pasa? -respondí sin ver lo que seguía a continuación-.
- ¡¿Cómo que vas a tener a dos chicos en tu casa?!
- Lo que leíste.
- Verónica, ¿Cómo es que paso eso?
- Si te contara... -respondí un poco culpable por eso-.
- Pues claro que me vas a contar porque esto no se quedara así, soy tu amiga, creí que me lo dirías todo a mi.
- Te especifique que te lo diría en la oficina.
- Yo no voy a esperar para ese momento.
- Lo se, por eso te lo dije por mensaje.
- ¿Y ahora esta uno contigo verdad? -pregunta ansiosa-.
- Pues claro.
- Quiero que me lo pases.
- ¿Para que o que? Solo lo echaras a perder.
- ¿Es el de la vez pasada no?
Sip, ella sabía de ellos dos, pero no se imaginaría que estarían conmigo los dos.
- Si.
- Dios... voy a tener que ir de nuevo a calmar las cosas.
- No será necesario, ya lo tengo controlado.
- ¿De verdad? Porque la otra vez no parecía eso.
- Pues esta vez si, y más por la otra razón que te envié.
- ...Puros problemas contigo.
- Ya vez -subí los hombros con culpabilidad-.
- Bueno, nada más también te quería avisar de que él jefe del departamento dos se va mudar un rato al nuestro.
- ¿Y porque?
- Porque debido al derrumbe que provoco el temblor de ayer su departamento quedo en condiciones peligrosas, y van a tener que pasar a los del segundo departamento con nosotros.
- Más gente de la que pedí, que bien.
- ¿Qué más nos queda? No podemos objetar por eso.
- Que el nuestro también no tenga condiciones. Esa debió ser nuestra escusa.
- Para nuestra mala suerte también esta mal, pero no como el de ellos, así que harán la revisión y nos dirán después si podremos ir. Dependiendo de eso, nos repartirán el espacio.
- Yo espero que no. No quiero ver a los del segundo departamento.
- Ni yo, pero hay que hacerlo.
- Supongo que si.
- ¿Y bien? ¿Qué vas a hacer con tu invitado?
- Lo voy a controlar, no pasara lo de la otra vez.
- Más te vale.
- Si como digas. Bye.
Si se preguntan que fue lo que paso cuando Jessica se refería a "lo de la otra vez" fue que durante la última visita de Patrick, yo llegue algo borracha junto con ella ayudándome a llegar a mi casa después de la fiesta, y Patrick al tratarme de ayudarla no lo consigo (recuerden que cuando estas borracha sueltas toda la verdad) y pues ese día se me ocurrió decirle a él que me gustaba de la forma que él hacia mi (si, de esa forma morbosa), y luego lo bese (...) no recuerdo lo que paso esa noche, pero por lo que me platico Jessica me dijo es que ella me dejo recargada en el para que pudiera acomodar bien mi coche (ya que habíamos ido a la fiesta en mi coche y yo apenas si podía manejar) y cuando regreso me vio besando a Patrick, después de que él me separo, me desmaye, ella me tomo y me llevo a mi habitación en donde me quede perdida durmiendo, cuando paso eso ella solo se quedo conmigo toda la noche mientras Patrick se quedo en el otro cuarto sin salir ni decirle nada a ella.
A la mañana siguiente él preparo algo para mis mareos y se lo dio a Jessica para que me lo diera y se fue ese mismo día; me lo ocultaron hasta que lo recordé en el trabajo. Patrick no sabe que ya lo se, y sigue como si nada, pero Jessica si me lo termino contando.
La verdad si me sentí mal porque me lo ocultaron, pero es algo con lo que podía vivir por lo mismo de la incomodidad del suceso.
Después de un tiempo viendo que iba a hacer al finalizar esa llamada, Patrick me llego por la espalda abrazándome y rodeándome con sus brazos el abdomen.
- ¿Y ahora que vamos a hacer cariño? -me susurraba por detrás mientras acerca su cara a mi cuello-.
- Primero quítame tus manos de encima, y después me acompañaras a comprar cosas para ti y para tu compañero -ella se aleja y guarda su teléfono-.
- ¿Cuándo vendrá? Por cierto.
- El lunes.
-Perfecto, voy a tener tiempo para arruinarle la existencia y que se vaya.
- Ni se te ocurra acercártele demasiado, no quiero que se le peguen tus mañas. Además, esta es la única oportunidad que tengo con él, así que más te vale no arruinarme esto -lo mire fulminantemente y el acepto eso sonriéndome maliciosamente-.
- Te ves muy linda cuando eres inmadura.
Sabia que era una idea inmadura, pero la adolescente de ese momento gano. Ambos salimos nuevamente de compras, fuimos a comprar una litera para tener dos camas para ellos, otro colchón individual, muchísimas cobijas, y algo de ropa para Patrick porque se le olvido traer para todos los climas (parece que de sus visitas anteriores no aprendió nada), y por último fuimos a comer o a traer de cenar porque se nos fue muy rápido el día de todas las compras, le mostré a Patrick los centros comerciales más cercanos para que el mismo fuese sabiendo en donde comprar la despensa y como volver a casa se perdía de nuevo (si, se perdió varias veces durante sus vistas), y cuando volvimos a casa todo paso tranquilo, él seguía con sus insinuaciones y yo evitándolo, hasta que cuando pasamos las escaleras nos intercepto la sorpresa de que mi hermano estaba sentado en la puerta de mi departamento.
- ¿Qué haces aquí Luis? -pregunté sorprendida-.
- Hasta que al fin llegas, ¿Sabes cuanto tiempo te estuve esperando? -respondió mi hermano como si nada-.
- ¿Por qué estas aquí? -respondí molesta-.
- Papá me corrió de la casa, y me vine a dormir contigo en lo que se le pasa el coraje -él mira a Patrick-, ¿Y el quien es?
- No es de tu incumbencia.
- Así que ya andas metiendo a chicos a tu depa.
- QUE NO ES DE TU INCUMBENCIA -respondió molesta-.
- Muy bien, ¿Y bien? ¿Me dejas dormir contigo?
- Enserió que eres un cínico, primero me insultas y luego pretendes dormir en mi casa.
- ¿Qué esperabas viniendo de mi? -se encoge de hombros con indiferencia-.
-exhala molesta- Vas a pasar, pero vas a tener que hablarle a mamá de que estas aquí -lo tome del brazo fuerte y lo acerque a mi- Pero si te metes en mis asuntos, te largas.
- Muy bien señora -el pone los ojos en blanco, se suelta y se aleja-.
Pase de inmediato a casa mientras ellos a mis espaldas chocaban miradas. Tomé mi teléfono y llamé a casa de mi madre, le explique que Luis estaba conmigo a lo que ella me dijo hasta que él decidiera disculparse con papá él se quedaría conmigo, accedí pero quería que también supiera que hizo él. Colgué el teléfono y me acerque a Luis.
- Tu -señale a mi hermano- quiero que te sientes aquí ahora -señale mi sofá y el se sentó si cuestionar- Quiero que me digas con la verdad porque se enojo papá.
Como se lo podrán imaginar, Patrick y mi hermano no se conocían, pero en ese momento, iban a tener que conocerse.
-mi hermano exhala fuertemente y hablo- Papá se entero que me pelee de nuevo en el trabajo, además de que Caty esta embarazada pero esta diciendo que soy el padre y eso no es cierto.
- ¿Y porque no se lo dijiste?
- Porque de inmediato me agarro a golpes, creyendo en todo lo que le dijeron los demás en vez de escucharme.
- Pues con alguien como tu, yo también hubiera creído lo que me decía la gente.
- No te creas tan graciosa.
- Al menos yo no salí embarazada.
- Porque eres más collona para eso que cualquiera que haya conocido.
- Eso es cierto -añadió Patrick-.
Lo mire molesta y confronte a mi hermano durante la cena.
Paso el tiempo, ya había caído la noche y yo después de cenar me retire primero (dejando a mi hermano y a Patrick juntos, para que se conocieran), le hable a mis padres y les comente que iba a llevar a Luis mañana para hablar, lo cual aceptaron a regañadientes. Después de eso me fui a dormir pero como no duermo por voluntad solo cerraba mis ojos pensando en que estaba durmiendo; con lo que no contaba en ese momento es que Patrick entraría a mi cuarto y como estaba "dormida" él solo paso en silencio; se sentó aun lado de mi y casi susurrando lo oí claramente decir.
- No te voy a dejar tan fácilmente en las manos de alguien más, antes muerto a ver que eso pase frente a mi.
Al terminar, él se levanto y beso mi mejilla para después irse tan rápido como llego, abrí mis ojos y no podía creer lo que había escuchado, no tenia idea que lo que decía en ese momento se convertiría en un echo, y al cabo de unos minutos me llego un mensaje de Roel que decía:
/Ya no falta mucho para empezar a molestarte/
En ese momento sabía que tenía que tener un plan para los siguientes días, no, meses... de los cuales no sabia que iba a hacer, si no sabía que iba a hacer durante la estadía de esos dos y menos iba a tener idea de cuando estuviera él.
***
NOTA: NUNCA CONFÍES EN PERSONAS DE INTERNET, Y MÁS SI YA TE ESTÁN PIDIENDO ALGO QUE NO ES DE TU CONSENTIMIENTO.
Esto es todo criaturas del mal <3
Si les gustó este capitulo, vayan empezando a ir a misa para purificarse pecador@s calientes porque ya firmaron su carta de que tienen una mente perversa.
Hasta pronto <3
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