Para cuando Harry terminó, Ginny estaba destrozada, tanto en el cuerpo...

Y en mente

No se suponía que fuera así, repetía en su mente una y otra vez, pero eso no le impidió acostarse de espaldas y prepararse para su invasión. Ella no dijo nada. El tiempo de quejarse se había ido.

Ella podría haber rechazado sus avances cuando él le ofreció un trato cuando ella cometió el error de mostrar todo el dinero que le había pedido prestado, uno que se suponía que era en una emergencia. Después de todo, era ridícula la forma en que le pidió que le devolviera el dinero cuando había cometido ese error. Podría haberlo abofeteado y marcharse, pero necesitaba más dinero.

... y sería una mentira decir que no había fantaseado con eso. Sin embargo, sus fantasías a menudo también incluían flores y declaraciones de amor, en lugar del piso frío de un salón de clases.

Ella aceptó el trato... pero en lugar de ahorrar para pagarle, lo gastó de nuevo. Era agradable no ser la única entre sus compañeros de clase que usaba ropa de segunda mano y no estaba lista para parar. Entonces, ella terminó con otro trato, esta vez usando la ropa interior que había comprado con su dinero. Y otro trato, esta vez sin ni siquiera eso...

Hasta que terminó en un callejón, siendo follada por el culo, como una puta.

Y a Ginny le encantó.

Hubiera sido aún mejor si esa perra de Fleur no interviniera, pero al menos Ginny consiguió un divertido viaje de compras, así que no se quejaba.

Sobre todo porque Harry estaba flotando sobre él, más fuerte y dominante de lo que jamás lo había visto, listo para finalmente hacerla suya. Sus sueños de ser la esposa del-niño-que-vivió podrían haber muerto, pero...

Ser la puta del-hombre-que-conquistó sonaba mejor.

"En realidad, no lo hagamos", susurró, y Ginny se congeló. No, no después de todo, pensó. No podía decidir repentinamente ser misericordioso ahora. ¡Ella lo necesitaba!

"Así no", agregó. "Quiero que te des la vuelta y te pongas de rodillas, como una puta como te mereces. Te voy a follar por detrás como te mereces perder la virginidad".

Algo similar al orgullo de la rebelión brotó en su pecho, pero no estaba segura, no con la velocidad con la que desapareció. Cayó sobre los cuatro y empujó su trasero tentadoramente. Mientras él le acariciaba el trasero, ella sintió orgullo en su lugar.

Con todo el entrenamiento que hizo, su trasero era fenomenal.

"Ahora, Ginny," murmuró Harry mientras acariciaba su eje aterrizando con un fuerte golpe. "Dime, cuánto dinero vale tu preciosa virginidad..."

Ginny debería estar insultada, furiosa y furiosa por matarlo... Sin embargo, solo gimió. "Un knut", susurró ella. "Solo valgo un knut. Soy tu puta y nada más", susurró.

"Buena chica", susurró, y ella casi llegó al clímax. Ella abrió la boca para comentar, pero eso murió en sus labios cuando él agarró su trasero con ambas manos y empujó hacia adelante...

Y tomó su virginidad.

"¡Harry!" ella gimió desesperadamente cuando él la tomó con un repentino y despiadado estallido de movimiento. Sin dulces susurros, sin palabras amables, sin advertencias; solo sus caderas despiadadas mostrando su polla en su feminidad intacta, graduándola en las filas de las mujeres.

Ginny sintió que sus ojos se agrandaban cuando el dolor la golpeó, pero no sin placer, lo cual fue suficiente para desencadenar otro clímax suyo. Sintió el placer cubriendo su mente, lista para desmayarse...

Solo para despertarse de golpe cuando él le azotó el trasero, destruyendo su estupor. Sus ojos se abrieron cuando él tomó aún más velocidad, convirtiéndola en su auténtica puta.

"¿Qué se siente ser una puta de tiempo completo, Gin-Gin?" él se burló de ella.

No estaba de humor para bromear, así que solo respondió con honestidad. "Se siente increíble, Harry. Me encanta ser tu puta", gimió, temerosa de que el placer la volviera loca.

Harry solo se rió cuando se inclinó hacia adelante, y ella sintió sus manos alrededor de su cabello, tirando de ella hacia atrás con fuerza, sin preocuparse por su seguridad, realmente tratándola como una puta.

Ginny solo gimió y empujó su cuerpo hacia atrás, su espalda se arqueó mientras lo tomaba completamente con cada latido, su cuerpo se balanceaba cada vez que sus cuerpos chocaban. Ella gimió de placer, aceptándolo todo. Tampoco es que pudiera hacer nada si tuviera alguna queja.

Harry sabía exactamente cómo una puta como ella necesitaba ser tratada, incluso mejor que ella misma. No es de extrañar que pudiera domar a una verdadera puta como Fleur... El placer comenzó a abrumarla cuando sus gemidos se volvieron confusos.

Ginny se mordió los labios, temerosa de colapsar antes de que él terminara. No quería fracasar de una manera tan espectacular en su primera vez... sería una desgracia para una puta como ella. Ella dividió su atención entre el placer que estaba recibiendo y la invasión imprudente que él estaba entregando, su trasero temblaba y temblaba por el impacto de sus embestidas.

Estaba a punto de desvanecerse en otro clímax cuando él de repente salió de ella y la volteó sobre su espalda. Antes de que pudiera reaccionar, él agarró sus tobillos y empujó sus piernas hacia atrás, bloqueándola en su lugar mientras se deslizaba dentro de ella una vez más.

Y comenzó a golpearse dentro de ella como si su vida dependiera de ello. Su expresión se contorsionó entre la ira y el placer, Ginny estaba asustada... en el buen sentido. Ella simplemente aceptó su invasión incluso cuando él empujó sus tobillos aún más fuerte, poniendo a prueba su flexibilidad hasta el límite.

Ginny estaba sorprendida por sus propias capacidades, de alguna manera manejándolo sin colapsar. Era más difícil que cualquier otra cosa que hubiera hecho... pero también más gratificante.

Abrió la boca para decir eso, pero antes de que pudiera, los gemidos se interpusieron, robándole las palabras.

"Te gusta esto, ¿no es así, Gin-Gin?", susurró, su voz oscura pero tentadora.

"Sí, me encanta", respondió Ginny, abandonándose a su toque. Incluso sintió que su magia se agitaba ante su invasión... pero eso también podría ser solo una ilusión. Estaba cerca de un colapso total. Se suponía que su tono se sentiría degradante, pero como todo lo demás que hizo, en cambio, se sintió como un cumplido.

Continuó empujando, llenando a Ginny hasta el borde antes de que pudiera decir algo más. Cerró los ojos, concentrándose en disfrutar de su peso que colapsaba contra ella una y otra vez, cualquier preocupación que pudiera haber sentido ausente.

La forma en que la tomó no dejó lugar para nada más. Ella era solo un juguete... y nada más. Sus ojos rodaron hasta su cabeza cuando él finalmente terminó de usarla, marcándolo con una explosión, llenándola por completo.

Ella finalmente cayó inconsciente... pero salió, con el conocimiento de que lo había satisfecho plena y completamente.

Sus últimos pensamientos se sintieron más como un sueño... complacer tanto a Harry que decidió darle Fleur a Ginny, para que hiciera lo que ella deseaba, y Ginny le presentó al otro lado de un látigo...

"Está bien, eso fue un... buen calentamiento", murmuró Harry sorprendido mientras miraba a Ginny, que se había derrumbado justo cuando la llenaba con su semilla. Con la pasión que ella había estado mostrando, y con su condicionamiento de Quidditch, había estado esperando que ella pudiera distraerlo hasta que pudiera destruir por completo la molesta llamada de la magia oscura...

Desafortunadamente, Ginny parecía estar más débil de lo que esperaba, colapsando a mitad de camino. Aunque, tenía que admitirlo, hasta ese colapso, ella lo había satisfecho enormemente, su mente lo sorprendió tanto como su cuerpo.

Ciertamente no esperaba que ella fuera tan pervertida, no hasta el punto de usar su identidad de puta como una insignia de honor. Aunque, era más un extraño nombre cariñoso que una intención real, ya que Harry podía ver en su mente que estaba decidida a nunca tocar a nadie más que a él.

Y, dado que nunca la dejaría ir una vez que ella hubiera declarado su intención de esa manera, sus habilidades mentales hacían innecesario hablar, no había problema.

"Vas a tener mucho trabajo, mi putita", se rió entre dientes mientras le arreglaba el cabello con la mano, mirando su estado de agotamiento. Podría considerar convencerla de que detuviera el Quidditch si reaccionaba así cada vez... pero confiaba en que desarrollaría la resistencia necesaria.

Después de todo, era como el Quidditch.

Tratar de vestirla habría sido divertido, pero aún estaba ardiendo de deseo insatisfecho y no quería perder más tiempo. Agitó su varita y la vistió mágicamente antes de salir de la habitación, en busca de otro... amigo que lo ayudara.

Después de todo, todos tenían que hacer su trabajo contra Voldemort.

Notas del autor: Y, finalmente, otro capítulo, completando la aventura de Ginny.

De ahora en adelante, estaré escribiendo más fanfics, así que esperen más actualizaciones, ya que también comencé a poner capítulos avanzados a mi Pat.

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