-Disculpa que tuviera que contestar, pero la que se supone que seria mi prometida me estaba poniendo en mi lugar.

Se acerca y toma asiento justo en frente de mi, lo miro detenidamente (definitivamente este hombre es como el vino) niego con mi cabeza para quitar esos pensamientos de mi cabeza, necesito ver cuales son sus puntos débiles en este momento, se que uno de ellos soy yo, pero no quiero ser yo quien acabe precisamente con ellos, miro sus ojos y tiene un brillo especial en ellos, su ceja esta ligeramente levantada (genial Ariadna ya te descubrieron viéndolo) siento mis mejillas ponerse calientes y lo escucho sonreír.

-Tranquilo no pasa nada, debe de estar preocupada por ti, ya que no le pudiste dar el anillo que la mayoría de mujeres esperan -su reacción es de asombro y su mirada se dirige a mis dedos, sonrió porque se que esperaba saber si estaba casada o al menos comprometida.

-Disculpa que me entrometa pero ¿Estas con alguien?

-Esa es una pregunta muy personal, pero me has respondido lo que te pregunto asi que lo mínimo que puedo hacer es responderte, no hace un par de años estoy sola -en su mirada veo el alivio que debe de sentir, no creo que quiera que le tomen fotos con alguien comprometida y para el colmo a mi tampoco me ayudaría, no quiero que los reporteros comiencen a investigar sobre mi.

-Supongo que estas asi por hombres como yo, sabes él debe de estarse lamentando lo que te hizo.

-Supongo que es asi, pero el daño ya esta hecho para que se va a arrepentir, es mejor pensar las cosas antes de hacerlas, mas si van a lastimar a alguien -su mirada esta fija en la mesa, llegan con nuestras bebidas y de una comienza a beberla como si se tratara de agua, el camarero no se ha retirado cuando decide pedir una botella.

-No deberías de tomar demasiado te puede hacer mal.

-Llevo tres años tomando hasta quedar inconsciente, es mejor para mi asi puedo soñar que sigo con ella.

-Si tanto la amas ¿Por qué decidiste hacer tanto daño? -por ratos siento como mi voz se quiere quebrar pero respiro para que salga normal, su mirada no se aleja de mi rostro es como si me estuviera escaneando.

-A veces confías en las personas menos indicadas, las familias como las nuestras son cínicas, solo piensan en su propio beneficio, si te contara créeme que estarías de mi lado -suelto una carcajada por sus estúpidas palabras (¿Cómo puede pensar que estaría de su lado?). Niego divertida por sus palabras, mientras que Sebastián se encuentra serio -Sabes estas en tu derecho de desconfiar pero no de burlarte, hay muchas cosas que me llevaron hacer lo que hice, si me preguntas que si estoy arrepentido lo estoy, daría mi vida entera por hacer las cosas mejor.

-Pero no se puede, la lastimaste, jugaste con ella sin importarte nada, ella solamente tenia ojos para ti y tu nunca la amaste -golpea la mesa y se levanta tirando la silla, me asusto al ver su comportamiento, solo una vez lo vi asi de enojado y fue cuando decidí cocinar aquella receta que me dio la arpía, se acerca peligrosamente a mi rostro y cuando esta a escasos centímetros solo me mira, no me muevo por mas que quiera no le demostraré que me asusta.

-No te permito que dudes del amor que siento por Ariadna sabes ¿Por qué? Por que yo la salve de sus padres, sacrifiqué el amor que creía tener con la hija de una domestica, decidí dejar de lado mi felicidad para que ella estuviera tranquila y sobre todo para hacerla feliz aunque en ese momento no la amara -veo sus ojos empañarse y de la nada comienzan a salir lagrima tras lagrimas, las palabras quedan atoradas en mi garganta, mis ojos arden y se que me encantaría acompañarlo llorando -Para ella fue fácil tirarme toda la culpa, y sabes la tengo porque deje que mis padres y los padres de ella me manejaran a su antojo, mi error fue tratar de protegerla y no decirle la clase de padres que tiene, pero para que hablo del tema si por mas que la ame ella ya me supero, no soy nadie para ella.

-Creo que lo mejor es que me retire, estoy algo cansada, creo que también deberías irte a descansar no es bueno que tomes mucho, si quieres puedes tomar en tu casa o en algún lugar que estés seguro -mis ojos arden y las preguntas comienzan a rondar en mi cabeza (¿De que esta hablando Sebastián? ¿Qué fue lo que nos hicieron nuestros padres?) muevo mis pies debajo de la mesa, necesito irme pero tengo que saber que esta bien, no puedo dejar al padre de mis hijos a su suerte.

-Yo me quedaré mas tiempo acá, no tengo ánimos de lidiar con nadie si llego lo primero que sucederá es que mi familia y otras personas lleguen a molestar -sonrío al escucharlo (¿Qué tan malo te estará yendo Sebastián? Me alegra saber que la vida te cobra lo que me hiciste) No puedo arriesgarme a que alguien venga por él y yo esté aquí, todavía no puedo lidiar con todos, me levanto de la silla y con un asentimiento de cabeza me dispongo a salir del lugar, pero antes de salir del lugar, siento como me agarran del antebrazo y me giran con algo de fuerza, choco con su musculoso cuerpo.

-¿Nos volveremos a ver?

-Creo que estas entendiendo mal, yo solo te puedo brindar mi amistad -me suelta de manera repentina, su mirada refleja dolor (Sigue siendo el mismo)

-Yo no estoy malinterpretando las cosas, esa eres tú, me caíste bien pero sigo sin saber tu nombre.

-Sabes se me ocurre algo, ponme un nombre y yo te pondré otro, es mejor para los dos -es eso o salir corriendo, soy pésima buscando nombres (Vale que los nombres de nuestros hijos ya lo habíamos decidido antes)

-Me parece, sabes te voy a poner Sara -siento como el aire abandona mis pulmones, y siento unas inmensas ganas de llorar, a mi cabeza viene el recuerdo de mi hermosa hija (Solo espero que no lo este dando lata a la tía Estefy) un nudo se forma en mi garganta -Bueno Sara entonces ¿Cómo me llamaras? -y como si me hubieran golpeado el nombre sale de mis labios.

-Damián, asi te llamaré a partir de ahora -estira su mano enfrente mío, y ya me estoy arrepintiendo de la estúpida idea que se me ocurrió, ya que ahora solo recordaré a mis hijos y se que tengo que hacerme a la idea de tener que decirle de su existencia.

-Me parece perfecto, entonces déjame presentarme, mucho gusto me llamo Damián -pongo mi mano sobre la suya y con un leve apretón respiro para que las ganas de decirle sobre sus hijos se vaya de mi garganta.

-Mucho gusto mi nombre es Sara -y sin mas salgo de ahí con dirección al coche, pero antes le digo al barman que si toma le pida un taxi, entro al taxi que me han pedido y me recuesto en la ventana (Menudo día Ari) Sé de sobra que tendré dias peores que este, lo que se avecina ahora es la tercera Guerra Mundial, pero a Samantita no le dejaré el camino fácil, lo prometo por mis hijos, y por lo que una vez existió entre Sebastian y yo.

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Sorpresa....!!!!! El domingo pasado no pude subir capítulo😭😭 por eso hoy subí dos, como recompensa por la espera 💕

Al parecer Ariadna está dicidida a poner en su lugar a todos💪 ¿Qué estará tramando? ¿Cómo se vengará de Samanta? Sigue leyendo y lo sabrás....

Sigan votando y dejando sus hermosos comentarios ☝ ahora sí nos veremos hasta el próximo domingo 💕🙏💗