Un presente y futuro a tu lado


Hola!!!!

Lo siento por la demora T.T

No me odien, en serio demora mucho escribir y más con clases encima. Al menos ya al fin egrese!!! :) Así que pues di todo de mi ayer y hoy para acabar con el capítulo y darle fin a esta historia.

Espero les guste! Deseo leer sus opiniones :)

...

Había sido una noche fría para estar en primavera. Se removió en la cama mientras luchaba por todos los medios de apagar la alarma de su celular que reposaba sobre la mesa de noche y así poder dormir un poco más. ¿Le gustaba su profesión? Por supuesto, pero había cosas que odiaba y una de ellas era tener que desvelarse seguido. Eran las 4 de la mañana y quería dormir ¡maldición!

-mmm... Será mejor que te levantes, Torao, si llegas tarde quien sabe lo que Robin-san te hará

-No quiero- el pelinegro acercó más su cuerpo al de su compañero y lo abrazó por la espalda- quiero seguir aquí acurrucado contigo, ¿eso está mal?

Luffy sonrió y correspondió el abrazo de su pareja. Amaba las veces en que Law hacia rabieta como niño chiquito cuando tenía que ir a trabajar, era simplemente demasiado adorable.

-Shishishi... no, claro que no... pero tu deber es primero ¿o no?

-Ahhh- suspiró el doctor en resignación- sí sí, lo sé- con un tono algo desanimado, Law dejó un casto beso en el cuello de Luffy y se reincorporó de la cama- Hoy tu turno es a partir de las siete, tampoco llegues tarde ¿ok?

-Yo nunca llego tarde shishishi- respondió sonriendo Luffy para luego acurrucarse aún más en las sábanas

-Por supuesto- sonrió el doctor antes de dirigirse al baño de su habitación para prepararse para el trabajo

...

Mientras iba en su coche rumbo al hospital, el moreno sonrió al recordar cómo su vida había cambiado desde el momento en que Luffy le preguntó si lucharía junto a él por el amor que se tenían. El menor había tenido que pasar por tanto sufrimiento y aun así nunca se rindió, le dio una oportunidad y ahora llevaban casi cuatro años de amarse cada día con más intensidad. Luffy se había convertido en su razón para despertarse cada día, en su todo y más allá. No podía imaginar una vida sin él y aunque para algunas personas eso podría sonar a dependencia u obsesión, él estaba seguro de que era amor o incluso algo mucho más fuerte que ese sentimiento.

"Nunca pensé llegar a amar tanto a alguien como te amo, Luffy"

En todo el tiempo que llevaban de pareja, ambos habían compartido con el otro sus más íntimos secretos. Fue así como Law se enteró de todo lo que significó Enel en la vida del menor, todo lo que aquel desgraciado le había hecho sufrir y cómo lo había marcado de la forma más cobarde y miserable.

---

-Por esto nunca quise que vieras mi pecho, Torao

El menor estaba parado frente a él sin ninguna prenda que cubriera la parte superior de su torso. Al apreciar lo que en ese momento Luffy le estaba mostrando no pudo evitar apretar los puños y tener ganas de revivir a ese maldito yakuza para volver a matarlo, esta vez con sus propias manos. ¿Cómo había sido capaz de hacerle algo como eso? Era un maldito psicópata que merecía podrirse en el infierno e incluso más.

-Es horrible, lo sé - Torao no había dicho nada y eso lo estaba poniendo muy nervioso. Seguro pensaba que era bastante desagradable – Discúlpame por mostrártelo

-No digas eso, Luffy - Law se acercó al cuerpo del menor y lo abrazó fuertemente- tú eres perfecto ¿escuchas? Perfecto - el doctor se alejó un poco para poder besarlo dulcemente- ese maldito pudo dejar una marca en tu cuerpo, pero no pudo hacerlo en tu alma, tú eres tú, te perteneces a ti mismo, no importa lo físico, solo tu esencia

-G-Gracias- respondió Luffy con ojos llorosos- te amo, Torao

-También te amo, Luffy

---

Además de aquello, Law sabía de los abusos que había sufrido el menor tanto en la universidad como cuando se reencontró con Enel, y por esa razón a pesar de que habían pasado ya tres años, no se había atrevido a intimar con él. Law no quería que por su culpa el menor recordara aquellos sucesos tan dolorosos y si estar en abstinencia era el precio que tenía que pagar para evitar que el amor de su vida sufriera, lo haría y con gusto. El solo abrazar y besar a Luffy le era suficiente. Bueno, eso y dejar que Law Jr. fuese atendido por su mano de vez en cuando, por supuesto.

"Haría todo por ti"

Luego de unos quince minutos de camino, el doctor al fin llegó al hospital Grand Line. Aparcó su coche en el estacionamiento del lugar y se dirigió a su consultorio. Debía revisar muchos expedientes y a algunos de sus pacientes antes de que dieran las siete o no llegaría puntual a la reunión programada por Robin aquel día.

"Esa mujer da miedo cuando se enoja"

...

La alarma que puso la noche anterior aún no sonaba, pero él ya se encontraba acomodando su cama y preparándose para darse una ducha. En los últimos años eran raras las ocasiones en las que llegaba tarde al hospital, cosa que agradecía profundamente a su pareja, ya que era la buena rutina de Torao la que lo había ayudado a mejorar tanto en ese aspecto de su vida.

"Mañana es nuestro aniversario... me pregunto si Torao lo recuerda debido a lo ocupado que está en el hospital"

Si eso sucediese, no negaría que se sentiría un poco decepcionado; sin embargo, no se podría molestar con el doctor. Law en todo el tiempo que llevaban de novios desde su reconciliación, no había hecho más que consentirlo y amarlo. Había cambiado completamente su actitud fría y sarcástica solo con él, para convertirse en una persona romántica y amorosa. No había día que no le dijese cuanto lo amaba, e incluso cuando tenía guardia y llegaba cuando él estaba durmiendo, a la mañana siguiente, Luffy encontraba una rosa junto a su mesa de noche con una nota en la que podía leerse frases como No quise despertarte, te ves como un ángel cuando duermes o un Te amo, Luffy.

De solo recordar aquello, el menor quería gritar de la emoción y hundir su rostro en su cama. Podría morir de amor algún día, estaba seguro.

"Saliendo del trabajo tengo que ir a comprarle algo o quizá... podría hacer una cena"

Era muy probable que terminara quemando todo y al final pidiendo delivery, pero primero lo intentaría... todo por el amor de su vida.

-Ahh...- suspiró de pronto al recordar algo que lo llevaba fastidiando desde hacía muchos meses - si tan solo pudiésemos dar ese paso, todo sería perfecto

No pudo evitar desanimarse un poco al recordar de nuevo aquello. Ya eran casi cuatro años y Torao y él todavía no había hecho el amor ni una vez. Comprendía que quizá en los primeros años de relación eso era algo bastante difícil por todo lo que había vivido, pero luego de sus terapias y el apoyo de su familia, amigos y pareja, él se sentía listo para dejar todo lo sufrido atrás y comenzar una nueva vida, un nuevo camino junto a Law. Esperó y esperó, pero habían pasado los meses y los años y Law nunca le dio el más mínimo indicio de querer intimar con él. Recordaba una ocasión hace un par de meses en la que se estaban besando y abrazando deliciosamente en la cama, cuando de pronto Torao se apartó de él, se reincorporó y sin mirarlo le dio una excusa muy tonta para huir de la habitación.

---

-Perdón, Luffy, olvidé que dejé prendido el horno - Law se dirigió a la puerta- iré a apagarlo o podría haber un accidente

-Torao, pero...

Luffy no pudo terminar su frase porque el mayor ya había salido rumbo a la cocina a toda velocidad.

-Ni siquiera hemos cocinado nada hoy

---

Aquel día quedó bastante frustrado, no podía negarlo. Él quería hacer el amor con su novio. Lo deseaba mucho como cualquier persona que ama otra lo haría; sin embargo, Law nunca le daba a entender nada y nunca lo tocaba más allá de los besos y abrazos.

"Ya no sé qué más hacer"

Luffy primero le había contado la situación a Sanji y este le había aconsejado tentar a su pareja con ropas cortas y sensuales. Pensó que quizá de esa forma Law no podría resistirse y terminaría cediendo, pero no fue así. Por más shorts cortos, batas y todo tipo de ropa que probó, el moreno lo único que hacía era abrazarlo y cubrirlo con una manta para luego decirle que podía enfermarse si no se abrigaba bien. Luego de aquel fracaso, le pregunto a Zoro acerca de su situación y este, a pesar de que al principio le dijo que francamente no sabía que podía hacer, al final le aconsejó que quizá comprando preservativos y dejándolo a la vista del moreno, este se animaría a usarlos con él. Luffy hizo lo que su amigo sugirió esperando que funcionase; sin embargo, cuando Law vio la cajita de condones sobre una de las mesitas de noche de la habitación, solo sonrió y la guardó dentro del cajón sin decir una palabra, acabando así con las esperanzas de Luffy de que aquella noche pudieran hacer algo más que besarse.

"Quizá más tarde pueda encontrarme con Nami y pedirle ayuda.... Hoy es nuestro aniversario y me encantaría poder estar junto a él de esa forma"

Mientras se animaba, Luffy se dirigió al baño de la habitación para darse una ducha y alistarse para ir al hospital. No podía esperar más tiempo divagando o se le haría tarde y su esfuerzo de levantarse más temprano de lo habitual sería en vano.

"Hoy tiene que ser el día"

........................................................................................................................

-Oye, me has tenido abandonado mucho estos días ¿No te sientes siquiera un poco culpable?

Escuchar las quejas de su pareja era su pan de cada día y ya estaba acostumbrado. Solo bastaba una semana de "no actividad" para que el rubio flamenco comenzara a quejarse. ¿Ese tipo vivía de sexo? A veces llegaba a pensar que era un íncubo o algo parecido.

-Hey, ¿me estás escuchando?

Doflamingo odiaba cuando su adorado amante no le prestaba atención, mucho menos cuando discutían asuntos tan importantes como el que estaba sacando a relucir esa tarde.

-Te escucho- al fin Crocodile se dignó a levantar la mirada de los documentos que estaba revisando para mirar al rubio- quieres sexo ¿me equivoco?

-Tsk- Doflamingo desvió la mirada formando un puchero con los labios- no lo digas así o parecerá que lo único que busco de ti es eso

-¿Y no es así?- el empresario alzó una ceja- apuesto mi fortuna a que en este momento te mueres por empotrarme contra el escritorio y hacerme tuyo

-Tsk...-maldita sea Crocodile y su sexy voz. Doflamingo sintió una corriente ir directamente a su miembro y cuando sintió sus pantalones apretar ahí abajo supo que ya estaba duro - yo... - era cierto que amaba el sexo, pero eso no era todo, por supuesto que no - te amo, maldito, por supuesto que quiero hacerte mío las 24 horas del día ¿está mal acaso?

Las palabras de su pareja lo tomaron desprevenido y no pudo evitar sonrojarse. Doflamingo solía ser sarcástico y descarado, no cursi. Sin embargo, tenía sus días y aquel parecía ser uno de ellos.

-Ahhh- Crocodile cerró los ojos un momento, para luego reincorporarse de su asiento y acercarse a su pareja- Sabes que en este momento sonaste estúpidamente lindo, idiota flamenco.

-Cállate

-Ven aquí

El beso que comenzaron fue bastante agresivo. Ambas lenguas se enredaron entre sí, mientras sus manos recorrían el cuerpo del contrario de forma pasional y necesitada.

-Tan delicioso

Doflamingo apretó el trasero de su amante y empotró su cuerpo rudamente contra el escritorio, provocando que Crocodile emitiera un gemido placentero. Como le gustaba el sexo a lo bruto a ese desgraciado.

-No aguanto más- el empresario se bajó los pantalones como pudo y se giró para quedar de espaldas contra el rubio- métemela... y hazlo rápido

-Mierda- Doflamingo se apoyó contra el cuerpo del pelinegro y lamió su cuello mientras acariciaba su entrada con los dedos- no tengo un condón

-¿Y eso que importa?- Doflamingo se restregaba contra el rubio en claro signo de necesidad e impaciencia- Nos vamos a casar en 2 meses, además soy el único con el que te acuestas ¿o me equivoco?

Aquella última frase se oyó tétrica y Doflamingo supo que debía apurarse o su pareja podría comenzar a hacerse ideas equivocadas.

-Por supuesto, mi amor

Sin previo aviso, el doctor giró el cuerpo de su prometido y lo colocó sobre el escritorio.

-¿Crees que podría acostarme con alguien más?- recorrió con sus manos todo el torso de Crocodile hasta llegar a su miembro, el cual apretó y estimuló lentamente provocando que el pelinegro comenzase a gemir- cuándo en casa tengo este rostro- el rubio de relamió los labios- este cuerpo y esta voz esperándome

-D-Doflamingo- Crocodile no podía aguantar más, quería dentro suyo al rubio y que lo hiciese gritar hasta quedarse completamente fuera de sí

-Pídemelo- el rubio llevó su mano a su miembro y comenzó a estimularlo mientras no le quitaba la mirada al pelinegro- pídeme que te folle, mi amor

"Te mataré maldito, flamenco"

-P-Por favor- Crocodile colocó sus manos bajos sus muslos y abrió las piernas- d-dámelo... lo quiero

-Tsk... mierda

Doflamingo no puedo aguantar más. No luego de escuchar a su pareja rogándole con esa voz y con esa expresión. Metió su miembro de una sola estocada dentro de su pareja y comenzó a embestirlo de forma frenética, provocando que el pelinegro gritase de placer al sentir al doctor golpearlo en ese punto tan delicioso que lo volvía loco.

-Ahh... ¡mierda!... Ahí, ¡maldición!...

-Tsk... ahh- Doflamingo no podía parar de moverse, Crocodile lo apretaba demasiado bien y estaba perdiendo la cordura- eres increíble... nnngh...t-tan apretado...

-Más fuerte... ahh... más- Crocodile colocó sus piernas sobre los hombros del doctor para darle mejor acceso y con sus manos comenzó a estimular sus pezones de forma lasciva. Sabía que su pareja amaba cuando lo veía tocarse y le daría todo lo que quisiera si el flamenco se dignaba a follárselo rudamente como le gustaba.

-Dios... me vuelves loco - Doflamingo estaba al borde de la locura. El maldito de Crocodile sabía cómo provocarlo y llevarlo al límite cada vez; sobre todo cuando hacían juego de roles o SM, donde muchas veces por cierto le había tocado ser el sumiso, rogando a su pareja porque dejase de torturarlo y lo montase como solo él sabía hacerlo. Incluso una vez había dejado que fuese Crocodile el que lo follase, y aunque prefería ser el activo, no negaría que ver a Crocodile sobre el con el rostro sonrojado y llegando a su límite fue por demás excitante. Haría de todo por su pareja, lo amaba demasiado.

-Ya... ya no puedo... nngh

Doflamingo sintió el interior de su pareja contraerse aún más y gimió fuertemente. Continuó envistiendo sin parar un segundo mientras observaba el rostro completamente sonrojado del amor de su vida.

-Te amo... Crocodile- llevó una de sus manos al rostro de su futuro esposo y acarició su mejilla con delicadeza. Nunca creyó que llegaría amar a nadie como amaba a aquel pelinegro, pero agradecía infinitamente el haber tenido la oportunidad de conocerlo y ser correspondido. No se imaginaba una vida sin él, no cuando lo primero que pensaba al despertar y antes de irse a dormir era en sus ojos y su sonrisa. Lo tenía completamente a sus pies.

- También te amo, Doflamingo

El pelinegro sonrió y acarició de igual forma el rostro del rubio. Amaba a ese flamenco como él no tenía idea. Todo su ser era y siempre sería completamente suyo.

-Juntos...

Crocodile asintió a lo dicho por su pareja y sin dejar de mirarlo con un sonoro gemido se corrió sobre su pecho, sintiendo al mismo tiempo como el rubio se corría en su interior, llenándolo por completo.

Tras unos minutos en los que se abrazaron fuertemente mientras se recuperaban del acto realizado, Doflamingo le dio un largo pero tierno beso a su pareja para luego reincorporarse y buscar los pantalones del empresario que en algún momento habían acabado en el suelo.

-No podrás decir ahora que no te presto atención

-Fufufu... -rio el doctor mientras le ofrecía la prenda al pelinegro- no, por supuesto que no

Crocodile tomó la prenda y de un momento, Doflamingo lo atrajo a su cuerpo y lo abrazó por la cintura.

-Pero no creas que con esto me siento satisfecho- el doctor pegó su frente con la de Crocodile y sonrió ladino- nunca tendré suficiente de ti, mi amor.... Nunca

-Kuahaha...- el pelinegro sonrió- ni yo de ti

...........................................................................................................................

-Hermanito ¿tú crees que seré un buen padre?

La voz de Ace sonaba temerosa. Aquel día era el que tanto había esperado y no pudo evitar llamar a Luffy para que le diera algún consejo respecto al paso tan importante que su él y su esposo pensaban dar luego de casi siete años de casados.

-¡Por supuesto que sí, Aceeeee!- se escuchó fuerte desde el celular- prácticamente tú y mi tío Shanks me criaron y resulté alguien útil para la sociedad ¿cierto?- el menor rio fuertemente - serás el mejor padre del mundo, hermanito

-Eso espero- el pecoso sonrió- gracias por tu apoyo y bueno.... No te quito más tiempo, sé que tu descanso está por terminar y debes volver al trabajo.

-Me gustaría seguir hablando contigo, pero al ser el nuevo jefe de enfermería mi responsabilidad ha aumentado el triple

-Lo sé, suerte hoy Luffy, nos vemos mañana por la tarde para que conozcas a tu sobrino o sobrina

-Estoy emocionado, le compraré muchos regalos- al otro lado de la línea Luffy sonreía ampliamente mientras pensaba en que sería bueno comprar para el próximo miembro de su familia

-Gracias- Ace sonrió- adiós, cuídate hermanito y salúdame a Law

-Claro, nos vemos Ace

El pelinegro mayor cortó la llamada y soltó un largo suspiro, se sentía un poco mejor luego de hablar con su querido hermanito, aunque sus nervios no se hubiesen esfumado del todo.

-Ace, mi amor- la voz de Marco sorprendió al pelinegro ya que pensaba que este aún seguía en la ducha

-Te alistaste rápido- sonrió y se acercó al rubio para darle un casto beso en los labios

-No te sientas nervioso ¿sí?- Marco acarició el rostro de su esposo con cariño- estoy aquí contigo

-¿Escuchaste mi conversación?- preguntó el pecoso alzando una ceja

-Lo siento, no pude evitarlo- la expresión culpable de Marco enterneció a Ace... ¿Por qué tenía que ser tan débil frente al rostro de su esposo?

-No te preocupes- Ace tomó la mano de Marco y la llevó hacia sus labios para acto seguido depositar un beso sobre esta- sé que no debería estar tan ansioso, pero es que hoy conoceremos a nuestro hijo o hija, no puedo evitarlo

-Entiendo, amor- el rubio miró fijamente a su esposo y sonrió- seremos padres, es un gran paso y cambiará nuestras vidas por completo, pero escucha, estoy y estaré siempre a tu lado, afrontaremos esta nueva etapa de nuestras vidas juntos... ¿está bien?

-Uhm...- Ace asintió y sonrió. Su pareja siempre sabía que hacer o decir para calmarlo y hacerlo sentir seguro. Como no amar a ese rubio cabeza de piña si era el hombre perfecto- Gracias

-Bien... entonces- Marco tomó la mano de Ace y entrelazó sus dedos- andando

Aquel día, luego de muchas semanas de trámites y papeleos, al fin el matrimonio tendría la oportunidad de conocer a su hijo o hija. No podían estar más contentos y entusiasmados con la idea de formar una familia, etapa que de por si tanto Ace como Marco sabían que estaría llena de nuevos retos, pero que confiaban serían capaces de sortear cada uno de ellos gracias al gran amor que compartían.

...........................................................................................................................

Eran ya las cuatro de la tarde y aún no acaba su trabajo. Había quedado de verse con Nami y Ussop en una cafetería cercana al Hospital y por los historiales y otros diversos papeles que necesitaba aún ordenar dudaba pudiese llegar a tiempo. ¿Se molestarán si demoro unos minutos?

-Luffy – una voz sacó al menor de sus cavilaciones – ¿Ocurre algo malo?, te noto algo preocupado

-Oh, hola, Bartolomeo – sonrío – no, no es nada malo, solo tengo una cita con unos amigos pronto y parece que llegaré tarde, aún hay mucho que hacer

-Es verdad - el peliverde le devolvió la sonrisa – el trabajo se ha acumulado mucho hoy – sin pensarlo mucho se acercó a Luffy y le quito la pila de papeles que este tenía en las manos – sin embargo, yo ya acabé con mis tareas, puedo echarte una mano para que no llegues tarde a tu cita

- ¿En serio? – los ojos del menor brillaron y sonrió ampliamente – ¡Gracias!

- No es nada – el peliverde removió los cabellos de Luffy – es mejor que te apresures entonces, déjame esto a mí

- Vale shishishi - rio el menor

El pequeño enfermero se apresuró a la puerta, pero antes de salir se giró al haber olvidado algo importante.

-Po cierto ¡Dile a Cavendish que no olvide su promesa de la última vez, estoy esperando jugar tenis con él nuevamente! Shishishi

- Claro – el peliverde sonrió – se lo recordaré

- ¡Bien! - agitó su mano- ¡Hasta mañana!

...........................................................................................................................

-¡Nami! ¡Ussop!

-¡Luffy! – gritó la pareja mientras corrían a abrazar a su pequeño amigo

-¡Los extrañé! – el menor no podía estar más contento, habían sido tres meses sin ver a sus amigos y le habían hecho mucha falta

-Nosotros también Luffy- Nami se limpió las lágrimas que amenazaban con caer de sus ojos – sabes que te queremos mucho

- ¿Y cómo estuvo su luna de miel? ¿Ya voy a ser tío?

-¡¿Q-Qué?! N-No... – Ussop estaba sumamente sonrojado y no podía articular una oración coherente, lo directo a Luffy los años jamás se lo quitarían

-Aún no Luffy- Nami sonrió y acarició las hebras pelinegras del pequeño – quizá más adelante

-Está bien, esperaré cuando sea el momento shishishi

...

Estuvieron charlando sobre el viaje de sus amigos a Hawái y cómo Nami había logrado arrasar con los casinos ganando mucho dinero. Ussop había estado en todo momento al lado de su esposa y junto a los ahorros que tenía de su trabajo de editor, lograron subirse a un crucero y pasear por el mar durante dos meses, sin duda una experiencia inolvidable para la joven pareja.

-Me alegra que la pasaran tan bien chicos, lo merecen

-Gracias pequeño – Ussop revolvió los cabellos de su amigo – pero ya hablamos muchos sobre nosotros, cuéntanos Luffy, ¿cómo has estado? ¿Cómo vas con law?

-Oh, muy bien – sonrío – Torao es la persona más maravillosa del mundo, de hecho, mañana es nuestro aniversario, cumplimos cuatro años de novios.

-Me alegra mucho oír que eres feliz a su lado – Nami se sentía muy aliviada. Tras todo lo que su amigo tuvo que pasar, tanto sufrimiento causado por un malnacido que no merecía ni siquiera ser recordado, pensó que costaría mucho que su amigo lograra superar todo aquello y más si la persona que amaba había sido una de las que también lo había decepcionado. Sin embargo, tras unas buenas cachetadas y escuchar la explicación de Law, aunque le costó mucho, decidió darle una oportunidad de redimirse, sobre todo entendiendo que Luffy lo amaba y que quería intentar nuevamente que su relación con el doctor funcionase. Agradecía que el desenlace fuese fructífero.

-Sí, Luffy – Ussop tomó una de las manos de su pequeño amigo y la apretó expresando su afecto – mereces ser feliz, eres una persona maravillosa y te queremos muchísimo ¿lo sabes, cierto?

-Shishishi- la sonrisa de Luffy podía iluminar todo el lugar, ¿el sol? No, no se le comparaba – sí, lo sé, gracias, chicos

- ¿Y, tienes pensado en hacer algo especial para mañana? – Nami estaba curiosa, recordaba que el menor para su segundo aniversario había intentado cocinarle una deliciosa cena a Trafalgar y terminó casi incendiando su departamento, había sido gracioso y tierno, y por supuesto, algo peligroso.

-mmm... no estoy muy seguro- un puchero se dejó entrever en el rostro de Luffy – quería cocinarle algo, pero no quiero que pase lo de la última vez

-Puedes pedir la comida, pero decorar y comprarle algo especial por tu cuenta ¿qué dices? - Ussop usualmente tenía buenas ideas, después de todo, él era el detallista en su relación.

-Sí, podrías comprar relojes o cadenas de pareja, incluso anillos

-Tienen razón, buscaré algo especial que Torao y yo podamos compartir, aunque... - Luffy se preguntaba si era el mejor momento para preguntarle sobre sus preocupaciones a sus amigos, quizá sí, confiaba en que Nami y Ussop sabrían qué hacer- chicos... ¿puedo preguntarles algo?

- Claro Luffy, ¿Qué sucede?

- Lo que pasa es que... - el menor suspiró profundamente y observó fijamente a sus amigos – mi relación con Torao es hermosa y lo amo, sé que también me ama, pero... han pasado casi cuatro años y no hemos hecho el amor ni una sola vez, no se que hacer, le he pedido consejos a Ace, Zoro, Sanji, pero nada ha funcionado, necesito su ayuda

El rostro de Ussop estaba sumamente rojo y se escondió tras su esposa. Nami suspiró por la actitud de su esposo y acto seguido sonrío. Nunca cambiaría.

-Entiendo... me dices que has seguido los consejos de Ace, Zoro y Sanji, pero ¿nada ha dado resultado?

Luffy asintió.

-He usado ropas sexys y diminutas, compré preservativos, puse películas subidas de tono, una vez...

-E-espera Luffy, lo entendemos - Ussop apresuró a detener al pequeño pelinegro, era demasiado vergonzoso hablar de esos temas para él

-Mmm... y ¿por qué no se lo dices directamente? – Nami tomó las manos de su amigo entre las suyas y las acarició suavemente – La base de toda relación es la comunicación, estoy segura de que, si le expresas tu deseo a Trafalgar, él aceptará. Puede que no haya querido intimar contigo por temor a hacerte daño, pero si tú le explicas directamente que quieres dar este paso con él, no creo que haya ningún impedimento ¿cierto, amor?

-S-Sí – un sonrojado Ussop alzó el dedo pulgar en señal de aprobación – ve con todo Luffy ¡Te estaremos apoyando!

-Shishishi, tienen razón chicos, hablaré con él mañana mismo – Luffy sonrío, sin duda había sido una buena decisión consultar esto con sus amigos, sabía que podrían ayudarlo.

- ¿Chicos?

- Oh, ¡Sanji-kun, Zoro! Nami se levantó del asiento donde se encontraba y fue a saludar a la pareja, también los había extrañado mucho

Los aludidos se acercaron y saludaron a la pelinaranja. Fueron hacia la mesa donde estaban Luffy y Ussop y también les dieron un fuerte abrazo, siempre era bueno encontrarse con sus amigos.

- No sabía que habían regresado de su luna de miel, Nami-swan luce un bronceado que la hace ver más hermosa incluso – alagó Sanji como siempre

- ¿Estas embarazada? Porque te ves gorda

Y Zoro por supuesto contraatacó con alguna grosería.

- ¡Idiota! Discúlpate con Nami-swan en este momento

- ¿Ehh? ¿Por qué habría de hacerlo si es verdad?

- ¿Quieres pelea, marimo?

- A ti nunca te niego nada, cejillas

-¡Ya basta! – Nami les propinó un fuerte puñetazo a cada uno. ¿Que ni con años de novios podían dejar de pelear así?

-Cálmate, mi amor - Ussop siempre se sorprendería de la gran fuerza de su esposa

-Shishishi – Luffy amaba tanto sus amigos, eran los mejores nakamas del mundo

........................................................................................................................

-¡Hermosa! – Franky llegó con un ramo de flores al departamento que compartía con su futura esposa. Ahhh era tan Suuuppeer recordar que Robin había aceptado ser su prometida. Aún no podía creer que alguien tan perfecta como ella había aceptado ser su esposa. En su anterior vida de seguro había hecho muchos méritos para recibir tal bendición.

- Hola, Franky – Llegas temprano – la pelinegra sonrió y se acercó a su novio para darle un casto beso en los labios – gracias por las flores, están hermosas

- No tanto como tú – Franky acarició una de las mejillas de la doctora y sonrío. ¿Se podía estar más enamorado?

- Tan lindo como siempre – Robin sonrío – por cierto, te estaba esperando para invitarte a ver una película, recuerda que esta semana se estrena la película sobre zombis que querías ver.

-Oh cierto – Franky lo había olvidado, casi todo lo que inundaba su cabeza día y noche era su hermosa novia – entonces vamos a ver esa suuuupper película y luego te invito a cenar ¿qué dices?

-Me parece bien, pero primero déjame poner en agua las flores ¿esta bien?

.....................................................................................................................

-Mi amor, no te pongas así por cosas sin importancia - Mihawk llevaba una hora tratando que su amado esposo le dirigiera la palabra y solo había logrado que este lo mirase de reojo, tenía mucho camino por recorrer – Haré lo que sea para que perdones

- ¿Estás seguro? – Bingo, eso había funcionado, al menos ahora le hablaba

- Sí, se que fui ingenuo al pensar que la señorita Mary solo quería discutir asuntos relacionados al último reporte de ventas de la empresa. Que llegases justo cuando estaba tratando de alejarla de mí fue una jugada del destino, hubiese querido evitarte ese disgusto, perdóname por favor

- Sé que no me engañarías – Shanks se acercó a su esposo y colocó su dedo índice sobre el pecho del contrario - y menos con esa que no me llega ni a los talones

-Por supuesto, yo solo te amo a ti, sabes qu...

-Sin embargo, no puedo evitar ponerme celoso así que volviendo a lo anterior – el pelirrojo se acercó y susurró al oído de Mihawk – ¿estás dispuesto a hacer cualquier cosa?

-Sí, lo que pidas – el aliento caliente de su esposo era su debilidad, ¿podía existir alguien más sexy y sensual que Shanks? No, por supuesto que no.

- Piénsalo bien, no vale retractarse – el pelirrojo frotó su rodilla con la entrepierna de su esposo, la cual había despertado desde hace ya un rato. Solo la cercanía de su esposo era suficiente para poner así a Mihawk.

-No lo haré, dilo ahora, te haré ver estrellas y más allá – Mihawk se imaginó muchos escenarios. Sugerencias de juego de roles, SM, disfraces, poses y demás; sin embargo, nunca se imaginó que...

-Déjame follarte

En ese momento todo se detuvo. ¿Había escuchado bien? Seguro era una broma. Sí, tenía que ser eso.

- ¿Puedes repetir lo que dijiste?, amor

-Dije...- Shanks bajó una mano y apretó fuertemente la entrepierna de su esposo, mirándolo fijamente para ver su reacción – déjame follarte

Ok. No era una broma. Por la mirada de su esposo parecía que iba muy enserio. Mihawk suspiró profundamente y prosiguió a hablar, tenía que ser firme.

-Puedo preguntar ¿por qué tan de repente?

-Mmmm no lo sé – Shanks llevó su otra mano hacia el trasero de su esposo y lo apretó – tengo ganas de hacerte gemir mi nombre hasta que me supliques que pare ¿puedo?

¡Maldición! La forma en la que Shanks lo decía sonaba tan sexy que ya hasta no le estaba apareciendo tan mala idea ser el de abajo en esa ocasión.

-E-Esta bien – Mihawk estaba sonrojado, era la primera vez que cambiarían de roles y estaba algo nervioso, pero confiaba en su esposo, seguro la experiencia sería única e inolvidable

-Bien – Shanks llevó del brazo a su esposo hacia la cama de la habitación y se colocó sobre él - Itadakimasu

...........................................................................................................................

- ¡Kid! ¡No sabes lo que acaban de decirme en la editorial!

- Por lo que veo algo bueno si puedo ver esta hermosa sonrisa – El pelirrojo se acercó a su novio y le dio un casto beso en la frente

- Gané el premio Edogawa Rampo

- ¡¿En serio?! - Kid abrazó fuertemente al rubio – eso es grandioso, mi amor

- Sí – Killer se separó del abrazo y miró fijamente a su novio. No podía negar que estaba nervioso, pero era ahora o nunca - habrá una ceremonia y me gustaría que fueras

- Por supuesto, estaré allí a tu lado

- Quiero que... - Killer tomó la manos de su pareja, llevaban casi cinco años juntos y creía que ya era tiempo de dar ese paso tan importante – quiero presentarte como mi pareja frente a todos, soy un escritor ya más reconocido ahora y estoy harto de evadir las pregunta sobre mi pareja en las entrevistas. Eres mi novio, te amo y quiero que todos sepan eso. Pero, si tú no estás preparado...

Kid atrajo a su esposo y le dio un profundo beso para luego llevarlo hacia la habitación del departamento que compartían hace casi tres años.

-E-Espera...

Kid en un momento se había desecho de su camisa y comenzó a repartir besos por todo su torso mientras con sus manos acariciaba sus muslos de una forma demandante y posesiva, tal como su personalidad.

-Estoy más que preparado – Kid dejó de atacar el cuello del rubio y se acercó a su rostro hasta chocar su frente con la del contrario – quiero que todo el mundo sepa que eres mío, que soy tuyo y que nos amamos

-Idiota – Killer sonrío y le dio un dulce beso a su novio – te amo

- ¿Me dejas demostrarte entonces lo mucho que te amo? -Kid llevó su mano al borde del pantalón del rubio

-Sorpréndeme

...........................................................................................................................

Había llegado el día y no podía esperar por ver el rostro de su amado cocinero cuando recibiera su propuesta. Había estado todo el mes planeando esa cita, había utilizado todos sus ahorros y gracias a los consejos de sus amigos sabía que la decoración, lugar y vestimenta eran perfectamente acordes con la ocasión.

Si hace años le hubiesen dicho que sería capaz de llevar a su pareja con los ojos vendados desde el departamento que compartían todo el camino hacia la terraza de un lujoso restaurante que había reservado solo para ellos, no se lo hubiese creído. Se había convertido en un marimo romántico y lejos de molestarle, si eso hacía feliz a su rubio, pues que así fuera.

- ¿Ya llegamos?

-Sí, ven deja te quito esto

Zoro desató cuidadosamente la venda color rojo y la dejo caer del rostro de su novio. Sanji observó anonadado todo el lugar y tuvo que hacer un esfuerzo por no romper en llanto en ese mismo momento. Todo el lugar era de lo más elegante y estaba lleno de luces, rosas y de fondo se dejaba oír una bonita melodía romántica. Se encontraban en la terraza del restaurante y el cielo estrellado era de lo más cautivante. Sobre la mesa había un banquete y una botella de champan esperándolos.

-¿Preparaste todo esto para mí?

-¿Ves a otro cocinero de cejas en forma de remolino por aquí?

Sanji se giró y golpeó el pecho de su novio.

-Idiota – acto seguido Sanji se acurrucó en el pecho del peliverde, estaba tan feliz que luchaba con todas sus fuerzas por no gritar en ese mismo momento

- ¿Te gustó? – Zoro correspondió el abrazo y acarició suavemente las suaves hebras de la cabellera rubia del cocinero

- Me encantó- Sanji se reincorporó y miró fijamente al contrario- gracias, Zoro – unió sus labios suavemente al de su novio y comenzó un beso que duró casi un minuto

- Vamos a comer – Hablo Zoro al separarse – se enfriará la cena y se que odias desperdiciar la comida

- Bien

...

Ya llegaba el momento que más había estado esperando. Suspiró profundamente acariciando la cajita de terciopelo rojo del bolsillo de su saco. "Vamos, Zoro, ¡tú puedes!"

-Sanji- Zoro frunció el ceño, estaba nervioso

- ¿Qué sucede, marimo? ¿Por qué tan serio?

- Sabes, nunca hubiese creído que me iba a enamorar tan profundamente de alguien como lo estoy de ti. Quiero que sepas que, eres mi vida, Sanji. Mi todo.

- I-Idiota- Sanji desvió la mirada sumamente sonrojado- ¿Por qué eres tan estúpidamente lindo?

Zoro tomó las manos de su novio, indicándole a este que lo mirara.

-Llevamos juntos más de cinco años y creo... no, sé que es el momento- Zoro acarició una de las mejillas de Sanji - mira al cielo

El rubio dirigió su mirada hacia donde Zoro le indicó y observó muchos fuegos artificiales, los cuales al destellar formaron una frase que hizo que su corazón casi se saliera de su pecho.

"¿Quieres casarte conmigo?"

-Z-Zor...

Zoro se reincorporó del asiento tomando a Sanji de la mano y lo llevó cerca al balcón de la terraza. Sin pensarlo más, sacó la cajita de terciopelo rojo de su bolsillo, se arrodilló y la abrió dejando ver dos aros plateados con detalles dorados sumamente hermosos.

-¿Quieres casarte conmigo, Sanji? – repitió esta vez mirando fijamente a su novio, a aquella persona que había puesto su mundo de cabeza, a aquel que le había demostrado que el amor era el sentimiento más fuerte, puro y dulce que existía - ¿Quieres pasar el resto de tu vida a mi lado?

Sanji no sabía que hacer. ¿Hablaba? ¿Gritaba? ¿Lloraba? ... Su cabeza era un completo caos en ese momento y estaba por morir de una taquicardia.

-¿Sanji?

La voz de su novio lo volvió a sus cabales y no se le ocurrió otra cosa más que tomar al peliverde del brazo para hacerlo reincorporarse y así unir sus labios a los del peliverde, dando a conocer su respuesta tan fuerte como fuese posible.

-¡Sí, sí, sí... por supuesto que sí, mi lindo marimo... quiero casarme contigo, quiero tener hijos contigo quiero pasar el resto de mi vida contigo!

-Uhm...- Zoro sonrió y beso profundamente a su futuro esposo – yo también quiero hacer todo eso y más contigo

Zoro colocó el anillo el dedo anular de su ahora prometido y Sanji hizo lo mismo con él. Tras esto no hicieron más que mirarse fijamente y mantenerse abrazados mientras observaban las estrellas, dándose de rato en rato besos y caricias llenas de amor.

...

-Eres tan hermoso

Amaba cuando Zoro era brusco y animal, pero también cuando le dedicaba palabras dulces durante la intimidad. Un marimo agresivo, un marimo romántico, un marimo avergonzado... todas sus facetas eran hermosas.

-Ahh... Z-Zoro

Sintió como su futuro esposo lo llenaba por completo y arqueo la espalda tras el brusco movimiento. Se sentía tan bien hacer el amor con la persona que amaba, viajaba a universos desconocidos y en todos ellos solo veía a Zoro, a nadie más que a Zoro.

-Ngh... S-Sanji

Su rubio apretaba tan delicioso que sentía podía venirse allí mismo. De hecho solo ver su expresión llena de lujuria y éxtasis eran suficientes para hacerlo perder la cordura.

-Te amo... ahh! ... más profundo

El vaivén de sus caderas no se detenía. Zoro arremetió con fuerza el interior de su prometido, mientras le susurra palabras de amor al oído.

- Ahh... también te amo, te amo tanto, Sanji

- Dentro... hazlo dentro

- Juntos

Tras unos segundos más de fuertes envestidas ambos llegaron al clímax. Tras un tiempo en el que regularon sus respiraciones y lograron reponerse de la fuerte actividad, ambos se acurrucaron en la cama. Zoro abrazando a Sanji por la espalda y repartiendo besos sobre su nuca y hombros.

-Esta vez creo que si te embaracé

-I-Idiota – Sanji le propinó un fuerte codazo. Ese marimo decía siempre cosas muy embarazosas

-Jajaja, Sí – Zoro tomó del mentón al rubio y lo giró para besarlo tiernamente- pero tu idiota

........................................................................................................................

Miró el reloj y ya eran las ocho en punto. Aquella noche Torao no tenía guardia, por lo que usualmente llegaba a esa hora.

-Espero le guste la sorpresa

Observó nuevamente la mesa preparada con la cena que había ordenado del restaurante favorito del doctor, el vino caro que había comprado para acompañar la velada y la decoración simple pero elegante que con mucho esfuerzo había logrado colocar en la sala del departamento. Además de eso se había arreglado mucho para verse lindo para su esposo, esperaba este lo notase.

-Luffy, estoy aquí, amor

La voz de su novio lo sacó de sus cavilaciones. Acaba de llegar y era momento de recibirlo.

Fue rápidamente a la entrada del departamento y luchó con todas sus fuerzas para no tirársele encima. No perdía la costumbre de colgarse como un monito de él mientras le daba un dulce beso como recibimiento. Esta vez, se mantuvo quieto y solo le sonrío.

-Te estaba esperando, Torao

Law observó a su novio y sintió como su corazón se detenía. Luffy siempre estaba hermoso, al levantarse con el cabello desordenado, con uniforme en el trabajo o con su pijama al dormir. Sin embargo, cuando se esforzaba un poco en arreglarse, juraba sus ojos no podían con tanta belleza.

-Ten piedad, Luffy-ya – Torao se acercó a su pareja y lo abrazó de la cintura apegándolo a él – puedes matarme un día de estos

- ¿Eh? – Luffy estaba confundido

- No creo exista nadie en el universo más hermoso que tú – sin decir más, Law unió sus labios con los del menor y se mantuvieron así por casi un minuto.

-T-Tengo una sorpresa

Luffy estaba sumamente sonrojado. Sentía sus piernas temblar, pero debía reponerse. Tenía que llevar a cabo todos sus planes esa noche.

-También tengo un regalo para ti

El doctor jamás olvidaría su aniversario. Desde hace más de una semana se había esforzado buscando un regalo digno de su adorable pareja y había encontrado algo que estaba seguro, le encantaría.

-Shishishi- rio el menor- sabía que no lo olvidarías – Luffy tomó la mano del doctor y lo jaló con él hacia el comedor – ven, estoy seguro de que te gustará, Torao

...

La velada pasó de lo más romántica. Luego de comer y brindar con el vino, se acurrucaron en el sofá y Law no hacía más que dedicarle palabras de amor a su pareja mientras repartía besos por su mejilla y frente. Luffy se sentía muy feliz, jamás pensó que luego de todo lo que había vivido podría ser capaz de rehacer su vida de esa forma, y todo gracias a sus amigos, su familia y por supuesto, al amor de su vida... a Torao.

-Es momento de darte tu regalo

La voz de su novio lo sacó de sus pensamientos y se giró para observarlo. El moreno sacó una caja de color negro del bolsillo de su chaqueta y se la entregó a Luffy.

-Ábrelo

El menor asintió y tras abrir el objeto no pudo evitar sonreír ampliamente. Era un collar con la inicial de su nombre. Tenía incrustaciones de rubíes y detalles dorados que eran muy hermosos.

-Waahhh... esto – Luffy miró con ojos brillantes y se abalanzó a abrazarlo- está muy bonito, Torao ¡gracias!

-Me alegra que te guste – Law correspondió el abrazo y tras darle un casto beso en la frente al pequeño pelinegro, se separó de él. Había valido la pena dejar ir todos sus ahorros solo por ver esa sonrisa – déjame te ayudo a ponértelo

Luffy se giró para permitirle a su novio colocarle el collar. Los dedos fríos de su pareja rozaron su cuello y sintió su cuerpo temblar. Un simple toque del moreno era suficiente para hacerlo desfallecer.

-Te queda perfecto

-Gracias - sonrío el menor mirando nuevamente al doctor - ahora es mi turno

Luffy se levantó del sofá y fue corriendo a su habitación. Tras unos cuantos segundos regresó con una caja de terciopelo azul y se la entró a Law.

-Ábrelo

El moreno procedió a abrir la caja y se maravilló con la esclava color plata con detalles en negro y su nombre escrito en ella.

-Está hermosa, muchas gracias, mi amor – la sacó del estuche y se la entregó a Luffy – ¿me ayudas?

-Shishishi, claro

...

Ambos permanecieron abrazados por un tiempo más hasta que Law se fijó en el reloj de pared de la sala. Eran ya pasadas las doce y debían ir a descansar, en unas cuantas horas más comenzaban ambos su turno en el trabajo y si llegaban tarde Robin los regañaría.

-Mi amor, ya es hora de que vayamos a dormir

Luffy se sobresaltó al escuchar lo dicho por el moreno. ¿Ya se había hecho tan tarde? Pero él aún no había podido encontrar el momento para hablar sobre "eso". ¿Qué haría ahora?

-No quiero – no se le ocurrió más que hacer un puchero y cruzarse de brazos cual berrinche. Debía pensar rápido como hablar del tema con Law. No podía pasar de esa noche.

-Luffy-ya – por su parte el doctor no hizo más que sonreír y abrazar aún más fuerte a su novio, era muy adorable cuando se comportaba así – tenemos turno en la mañana, no quiero que te regañen

-Torao yo...- se giró rápidamente y miró fijo al moreno – yo... - "Dilo, vamos" - ¡Yo quiero tener sexo!

Su voz resonó por todo el lugar y esperaba los vecinos no hubiesen escuchado algo tan vergonzoso. Sus amigos le habían dicho que a veces era muy directo, pero en esa ocasión Luffy había practicado todo un discurso para sacar el tema de la "no intimidad" en su relación. Todo se había ido por la borda.

-L-Luffy-ya

Law estaba algo atónito. No pensó que su pareja lo miraría de una forma tan sería y con el ceño fruncido pidiéndole aquello esa noche. Él no era idiota, claro que se había dado cuenta desde antes de los intentos de Luffy por querer dar ese paso con él; le había costado todo su autocontrol resistirse a tremendos intentos de su novio. Sin embargo, lo había hecho porque no creía que este estuviese aún preparado y lo que menos quería era hacerle daño. Hace un tiempo que el pequeño enfermero ya no intentaba nada y pensó que había desistido de la idea. Tal parece que estaba equivocado.

-Law – el doctor se sorprendió, Luffy casi nunca lo llamaba así – te amo, tú me amas, quiero estar contigo, quiero dar ese paso contigo – el enfermero llevó sus manos al rostro de su novio – quiero sentirte completamente ¿ no puedo? – se acercó al rostro de su pareja y lo beso de forma lenta y pasional. Esperaba expresar de esa forma, aunque sea un poco todo lo que sentía en ese momento.

El moreno no era de piedra y tener a su novio así, despertó a Law Jr. al instante.

"Maldición Trafalgar, contrólate"

-Luffy-ya – reunió todas sus fuerzas y se separó del beso que ya se había vuelto por demás demandante – yo... no quiero hacerte daño

No. Era lo que menos quería. No se perdonaría si volviese a dañar al menor. Había jurado amarlo y protegerlo, y si eso significaba mantenerse en abstinencia toda su vida, así sería.

-Ya me lo estás haciendo – Luffy frunció el ceño – yo quiero esto, sueño con esto. Tengo mis necesidades también, Torao – llevó una de sus manos a la entrepierna de su novio y la apretó provocando que este soltase un pequeño gemido – Dame lo que te pido

-L-Luffy -ya – Bien. Lo había intentado. Oda sabía que lo había hecho. Su autocontrol no podía más. Aquel toque había sido la gota que rebasó el vaso, o más bien, el dique – Mierda... ¿Puedo?

- Claro Shishishi – Luffy se abalanzó contra él y atacó sus labios, al fin podría ser uno con su amado novio

...

Llevó cargando en sus brazos a su novio a la vez que abría su camisa y acariciaba su pecho. Los sonidos que Luffy dejaba salir por sus labios eran por demás cautivadores. Hacían su entrepierna punzar y rogar porque le diera la atención requerida.

-T-Torao...

Cuando sintió su espalda apoyarse en la mullida cama, no esperó más y rodeo con sus piernas la cintura del doctor, apretándolo contra su cuerpo.

-Te necesitaba tanto

-Yo también, Luffy

Ninguno de los dos supo como sus ropas terminaron en el suelo de la habitación, pero poco les importaba. Sentir el roce de sus pieles era demasiado caliente y adictivo, el sonido de sus suspiros y gemidos deleitaba sus oídos y el choque brusco y necesitado de sus miembros los hacían viajar a lugares desconocidos.

-Yo... ahh... l-lo quiero

-Nngh... mierda...

Torao se tomó todo el tiempo del mundo en preparar a su pequeño novio. No importaba si Law Jr. estuviese a punto de explotar, él no haría que Luffy sintiera ningún tipo de dolor, solo placer.

-N-No es suficiente – agradecía que Law fuese tan lindo y amable, pero en ese momento él deseaba otra cosa – d-dame el tuyo, T-Torao

-Nngh... espera – su entrepierna punzaba y dolía demasiado – debo prepararte más

-Tsk ... - se enfadó y tomó del rostro a su novio, para luego de plantarle un fuerte beso - ¡Métela ya, Torao! ¡¿O quieres que yo lo haga?!

Law quedó atónito por unos cuantos segundos para luego reír fuertemente. Luffy era único.

-Está bien, no te enojes, mi amor – Law le dio un beso y procedió a acomodarse entre las piernas de Luffy – haré que grites y gimas mi nombre como no tienes idea

-Shishishi – Luffy abrazó al moreno y lo apegó aún más a él – estoy esperándolo

El placer que sintieron cuando al fin se hicieron uno no se podía comparar con nada antes experimentado. Corrientes eléctricas viajaban por sus cuerpos y sentían su respiración agitarse más a cada segundo que pasaba.

-Ahh... t-tan apretado

-T-Torao... nngh

Las embestidas no se hicieron esperar. Law arremetió contra el cuerpo de Luffy mientras este abría aún más sus piernas para darle más acceso a su pareja. Le encantaba, el moreno era tan bueno, golpeaba su punto dulce a cada segundo. Lo estaba volviendo loco.

-Más... más rápido

- Di mi nombre... ahh... vamos

En cualquier momento no podría soportarlo más, Luffy era demasiado sexy, delicioso, apretado, hermoso... era demasiado bueno para él.

-L-Law... ahh! – lo había golpeado de nuevo allí – t-te amo

-Nngh... también yo... - aumentó su velocidad, mientras acercaba su rostro al de su novio – te amo, Luffy

Tras unos cuantos segundos más, ambos llegaron al clímax. En la habitación solo se escuchaban sus respiraciones agitadas y los pequeños besos que Law repartía por las mejillas y frente de Luffy.

- Fue increíble

- Tu eres increíble

-Quiero hacerlo de nuevo

- ¿Q-Qué? – Law se reincorporó y miró fijamente a su pareja - ¿Ahora?

-Shishishi sí – El menor se reincorporó y se aventó sobre el moreno quedando sobre él, acorralándolo entre sus brazos - ¿Por qué? ¿No quieres?

-Pfff.... jajaja – Law se rio fuertemente – por supuesto que sí, nunca tendré suficiente de ti

Se fundieron en un demandante beso e hicieron el amor en todo lo que quedaba de la madrugada. Ninguno jamás podría tener suficiente del otro.

...

-Despierta, es hora de ir al trabajo

-Mmm... - se revolvió en las sábanas – no quiero

-Luffy-ya

-Quiero quedarme así contigo

Law apretó el cuerpo de su novio contra su pecho y beso su nuca dulcemente.

-Si me haces caso, en la noche te daré otro premio ¿Qué te parece?

-¿En serio? – Luffy sonrío, se giró y le dio un casto beso al doctor - pero quiero el filete de carne más grande ¿está bien?

Law se quedó en silencio unos segundos antes de sonreír y asentir. Le sorprendía lo inocente que podía ser su pareja cuando quería. Los cambios en la personalidad de Luffy eran adorables. Cada día descubría alguna faceta nueva y eso le fascinaba.

-Por supuesto, ahora vamos, duchémonos juntos

-Está bien

Law se reincorporó de la cama y cargo al estilo princesa al pequeño enfermero. Era increíble como el cuerpo de su novios de amoldaba tan bien a sus brazos.

-Torao – habló Luffy mientras lo miraba fijamente – Te amo Shishishi

-También te amo, Luffy-ya


"Aprendemos a amar no cuando encontramos a la persona perfecta, sino cuando llegamos a ver de manera perfecta a una persona imperfecta."  (*)

FIN


Y? Que tal? 

T.T Extrañaré mucho esta historia. Y pensar que comenzó con la idea de ser un Two-shot y miren en lo que se convirtió jajaja

Gracias a tod@s por su apoyo en estos años.

Pronto estaré publicando el primer capítulo de un fic stony en el que vengo trabajando, no se... extraño mucho a esa pareja y quiero darle amor. Quizá más adelante se me ocurra algún otra hostoria con el ZOSAN como pirncipal (ya que es mi pareja favorita en ONE PIECE). Pueden darme ideas, a veces así me llega mejor la inspiración

Sin más .... me despido

Matta ne!!!

(*) Frase de Sam Keen (1931). Todos los créditos respectivos.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top