Capitulo 4
Me remuevo en la cama ya que los rayos de luz que entran en el cuarto hacen que me despierte y estire el brazo buscando a mi esposo, me llevo la sorpresa de que su lado se encuentra vacío, abro mis ojos y no lo encuentro, es inevitable que no venga a mi mente el suceso de anoche, siento ganas de llorar, sé que arreglamos todo pero no olvidaré su mirada.
- Buenos días a la mujer más hermosa que mis ojos pudieran ver - lo veo entrar al cuarto con una bandeja en sus manos, imagino que es el desayuno, lo pone en mi regazo y efectivamente era lo que tenia en mente - Me levanté temprano, te quería preparar el desayuno - Dios, quiero llorar qué me sucede, respiro profundo y lo miro a los ojos, mientras los míos quieren derretirse en llanto.
- No tenías que molestarte, conque amanecieras a mi lado es más que lindo, gracias, me encantó - en un plato hay fruta picada y en otro pan tostado con mermelada de guayaba, (como amo esto) agarro un tenedor y comienzo a comer la fruta, por ratos le doy a Sebas para que coma (definitivamente hoy será un mejor día)
- Estuve pensando anoche y pensé que tal vez podríamos tomarnos el día libre, ¿que te parece? - casi me ahogo con la fruta, ya que él nunca falta al trabajo - Bueno es sólo una idea si no quieres - está de broma o qué, era lo que más quería.
- Claro que quiero tontito - pongo la bandeja a un lado de la cama y me siento en sus piernas - Adoro tus ideas así que dime qué planeas - se acerca y me besa en los labios cada vez más intenso, siento como algo que presiona en medio de mis piernas, y por arte de magia mis caderas cobran vida y comienzan a moverse, el beso cada vez sube de intensidad logrando que los dos jadiemos, pero rápidamente Sebas pone una mano en mis caderas haciendo que me tenga.
- Se nos hará tarde mientras tú terminas el desayuno yo me iré a bañar, te amo - me besa rápido y me baja de su regazo (creo que hoy tampoco tendremos acción, me tendré que bañar con agua fría, casi congelada, no entiendo porque se niega a estar conmigo). Termino mi desayuno pensando y pensando en que será lo que está pasando por la cabeza de mi esposo, que lo está atormentando de esta manera o qué está sucediendo, me duele y me duele mucho que no me quiera contar que le está sucediendo... La puerta del baño se abre haciendo que salga de mis pensamientos.
- Listo amor si quieres puedes entrar a bañarte, mientras iré a revisar el coche - y sin más se va cerrando la puerta detrás de él, sin un abrazo, sin un beso, ni siquiera me volvió a ver, busco algo que ponerme encuentro un pantalón azul y una blusa de flores, el pantalón es algo ajustado en la cintura pero a la misma vez es flojo en mis caderas así que me siento muy cómoda cuando lo uso, y a Sebastián le encanta como me queda puesto, veremos si recobra vida con esto ¡jajajaja!
Así que creo que es buena opción que me lo ponga hoy, unas tennis blancas que me regaló Sebastian para mi cumpleaños, entro al baño y mientras me quito la ropa pienso en todas las cosas que estamos pasando, antes de entrar a la ducha respiro y me digo a mí misma que este día será diferente, y ya que Sebastián no me quiere contar que le está sucediendo haré que olvide el problema que tenga en su cabeza (mi meta del día de hoy es verlo sonreír como lo hacía 2 días atrás) y con eso salgo del cuarto para buscarlo.
- Cariño ya estás lista - me grita mi marido desde abajo, ya estoy prácticamente lista, estoy decidida a que haré un día especial para los dos, me coloco la ropa y los zapatos, me suelto el cabello y decido que será mejor que lo lleve de esa manera, coloco una cola en mi brazo en caso de que quiera hacerme una coleta alta, me miro en el espejo y decido no ponerme mucho maquillaje simplemente me paso un poco de rímel y un brillo a los labios, sonrío para el espejo dándome ánimo, sé que el día iba a ser diferente, yo lo sé.
- Ya estoy lista cariño - digo mientras bajo los escalones y encontrándome con Sebas a mi espalda, lleva un pantalón de mezclilla, y una camisa summer blanca manga corta, está demás decir que se ajusta perfectamente a su cuerpo bien trabajado, y unas zapatillas bajas color negro, así que cuando da vuelta a ver que trae una maravillosa sonrisa la cual me motiva a seguir con mi plan de hacerlo feliz el día de hoy.
- Pero qué es esa hermosa dama, si la ve mi mujer se pondría celosa - amo su sentido del humor ya que según él soy celosa, bueno tengo que admitir soy algo celosa pero ( ¡quién no! )
- No se preocupe señor mis intenciones son buenas - veo esos ojos con expresión de diversión y el mismo brillo que lo caracteriza en su mirada.
- Bueno señorita no hagamos esperar, y vámonos a pasar un maravilloso día juntos - me toma la mano y siento lo mismo que sentí el primer día que salimos, esa electricidad recorriendo mi brazo, escalofrío por mi cuerpo y esas mariposas en mi estómago que piden salir de ahí a gritos.
- Estoy lista amor, pero no me has dicho a dónde me llevas o qué vamos hacer, que tienes pensado - amo las sorpresas aunque tengo que admitir que sus sorpresas siempre han sido buenas, y siempre me dejan con la boca abierta, mi marido es un hombre que tiene muchas ocurrencias y sabe hacerme feliz.
- Es sorpresa no comas ansias, sabes que nunca me gusta decirte las sorpresas que te voy a dar - ya lo sabía pero nada perdía preguntando, ya dicen que la esperanza es lo último que se pierde, me abre la puerta del copiloto, cerrando la puerta al entrar - Este día será inolvidable vas a ver - posa su mano en mi muslo mandando miles de voltios a mi cuerpo.
- Está bien espero que esta sorpresa sea mejor que las otras que me has dado - suelto una carcajada y pone una cara como que está ofendido - Te amo - nunca me cansaré de decirlo, es y será el amor de mi vida.
- Sabes que también te amo y esa sorpresa va a ser mejor que cualquier otra que te he dado, vas a ver amor - sonrío y veo mi reloj, llevamos como 10 minutos en la carretera y me pregunto dónde es que me lleva, estaciona el carro a una orilla y volteó a verlo porque está prohibido detener los coches acá.
- Sebastián acaso estás loco, sabes que aquí no se puede detener ningún coche - sonríe y veo como saca un pañuelo de su pantalón de mezclilla (qué está sucediendo y porque a Sebastián sacó un pañuelo)
- Ya casi llegamos a nuestro destino así que querida mía voy a tener que pasar por el duro trabajo de vendarte los ojos - pero es que acaso se volvió loco como que me va a tapar los ojos, si ya estoy deseando saber a dónde es que vamos, se acerca y me venda los ojos, esto es una completa locura - Ahora sí podemos seguir con nuestro rumbo - Dios este hombre definitivamente me va a volver loca miren que vendarme los ojos.
- Sebastián es el colmo que me tengas que vendar los ojos con que me hubieras dicho que los cerrara hubiera sido suficiente - eso ni yo me la creo ya que hubiera hecho algo para poder ver, (Dios la emoción, los nervios me están ganando ya necesito llegar) mis piernas no paran de moverse durante todo el trayecto, de un momento a otro siento que nos metemos a una calle de piedras, ahora sí es cierto que no sé para dónde vamos, estoy completamente desubicada
- Amor me puedes decir para dónde es que vamos por favor antes de que me termine volviendo loca - escucho como sonríe y hace que me enoje (será el muy hijo de su mamá)- Esto no tiene nada de gracia Uckermann - lo escucho resoplar ya que sabe que me estoy enojando, lo llamo por su apellido cuando estoy enojada, el carro se detiene de pronto y escucho como se abre la puerta de él.
- Tranquila mi vida que ya llegamos, anda dame la mano para poder darte la sorpresa que te tengo - estiro mi mano y la comienzo a mover para todos lados, para saber dónde encuentro la mano de Sebastián mientras lo escucho sonreír, lo cual hace que yo sonría también.
- Ya no te rías y ayúdame a salir de aquí que no puedo ver nada o es que ya me puedo quitar el pañuelo de los ojos - me agarra de la mano, todavía no me puedo quitar este pañuelito de los ojos, salgo del coche y caminamos hacia el frente, damos unos pasos y se detiene, está atrás mío apretando mis caderas ( ¿cuál será la sorpresa que me tiene? )
- Hace un tiempo atrás escuché que querías hacer esto así que ésta es mi sorpresa - quita el pañuelo de mis ojos, y lo único que veo es un helicóptero frente a mí, lo miro sin entender absolutamente nada, sonríe de una manera dulce - Hace unos meses atrás una maravillosa mujer me dijo qué quería hacer paracaidismo - me quedo muda, no puedo creer que se acordara de eso, se lo dije como en nuestra cuarta o quinta cita, así que lo primero que hago es darme vuelta y tirarme encima suyo para abrazarlo, y darle besos por todo el rostro ¡lo amo! ¡lo amo! ¡lo amo! ¡lo amo! ¡lo amo! Me carga y empieza a dar vueltas conmigo, los dos reímos a carcajadas (en definitiva este es nuestro día)
- ¿Estás lista para hacer esta locura juntos? - lo miro a los ojos y trato que a través de ellos sienta todo el amor que siento por él.
- Estoy más que lista mi vida - estira su mano y gustosa le doy la mía ( ¡Este hombre me va a matar! pero de amor, quiero pasar el resto de mi vida con él y estoy segura de que así será, para que sigamos haciendo más locuras juntos) no por nada hicimos el voto de que íbamos a estar juntos en las buenas y en las malas.
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