Capitulo 30

Me despierto con una sonrisa en los labios ¡Ya muero por darle la noticia a Sebas! Quiero ver su reacción al saber que tendremos un bebé, su brazo descansa en mi cintura, giro mi cuerpo para quedar frente a él.

-Mi amor despierta- beso su rostro y sonríe, me encanta verlo feliz, de echo me fascina de cualquier forma.

-Amo despertar contigo- mi sonrisa es de una mujer enamorada, nunca pensé que me casaría y formaría una familia con un hombre tan maravilloso.

-No más que yo- beso sus labios, necesito idear algo para que salga de casa y regrese hasta la noche así podre organizar todo.

-Amor tengo que salir hoy ¿Quieres que cuando venga salgamos a comer para celebrar?-

¡Bendita sean las casualidades!

- ¿Enserio amor? Yo también tengo que salir, me parece la idea de vernos después, por cierto le di el día libre a las chicas, hoy no habrá nadie en casa- se asombra por un momento y cambia su semblante por uno pensativo.

-Bien ¿A que hora regresas?-

Nos levantamos de la cama y alistamos la ropa que usaremos el día de hoy, a lo que me dijo mi esposo hoy no trabajará mucho pero no llegará temprano, supongo que estará comprándome algo por nuestro aniversario, pero sé que nada le ganará a mi sorpresa.

-A eso de las siete de la noche, ¿tú a que hora estarás en casa?- esta de espaldas a mi así que cruzo los dedos para que me diga que un poco más tarde, para poder comenzar todo y darle la hermosa sorpresa.

-A eso de las ocho y media- ¡Perfecto! a esa hora todos estarán acá, bueno de echo comenzarán a llegar a eso de las seis, quiero que estén antes de que llegue Sebas, espero que mis cálculos no fallen, ya que no todos serán puntuales.

- ¡Perfecto amor! Entonces nos veremos ahora- se acerca para darme un beso pero unas nauseas espantosas se hacen presente, así que salgo corriendo del cuarto a otro baño y al llegar todo lo que pueda tener en el estomago sale.

Me siento en el piso cuando he acabado de vomitar, pongo mis manos en mi pancita y siento una felicidad recorrer mi cuerpo (serás el empujón que necesitamos para ser un matrimonio completamente feliz) las nauseas han desaparecido, lavo mi boca y salgo del baño con dirección a mi cuarto y al llegar veo que Sebas no está lo cual me parece extraño pero no pongo mucha atención ya que mi cuerpo empieza a pedir comida, creo que seria mas mi bebé el que tiene hambre, al terminar de desayunar escucho el timbre y me dirijo abrir la puerta.

Mi suegra, madre y amigas llegan para comenzar ayudar con la decoración de la casa, la fiesta será en la sala principal que esta al lado izquierdo de la casa, queda justamente al frente de la puerta por donde tendrá que entrar Sebas ¡Es perfecto para darle la sorpresa!

El tiempo se nos ha pasado muy rápido, hemos pasado decorando la casa toda la mañana y parte de la tarde, ese salon es bastante grande (demasiado para mi gusto) no soy de cosas así pero no pude hacer nada ya que Sebas la hizo antes de casarnos, almorzamos y hablamos de trivialidades al terminar me dirijo a buscar mi celular que se encuentra en la mesa de la entrada junto a mi cartera.

-Amiga aquí están los boletos- los agarro con nerviosismo, estoy un poco asustada y ansiosa por lo que haré no solo es celebrar mi segundo año de matrimonio, es celebrar la llegada de nuestro hijo ó hija.

-Muchas gracias por todo el apoyo chicas enserio- nos abrazamos y lloramos juntas un poco.

-Ariadna que haces aquí quería deberías de comenzar alistarte, los invitados estarán por llegar- seco un poco mis lagrimas, miro el reloj y me sorprendo de ver que son las cinco y media (el tiempo paso demasiado rápido) subo las gradas con mis locas amigas y comenzamos arreglarnos.

Me coloco el vestido que compré en la tienda y me maquillo, al darme vuelta mis amigas, madre y suegra están viéndome con cara de asombro, me miro en el espejo a ver si algo esta mal y no veo nada fuera de lo común.

-Hija ¡Estas hermosa!- lagrimas quieren salir de mis ojos pero las contengo, no quiero tener que comenzar el maquillaje nuevamente.

-Gracias madre, estas hermosa... bueno de echo todas lo están.-

El timbre suena y eso anuncia que la noche acaba de comenzar, sonreímos y salimos del cuarto para recibir a los invitados que van llegando, quería que fuera algo privado, así que seremos familia y amigos mas cercanos, serian unos cien invitados aunque creo que serán menos, no todas las personas vienen.

Bajamos y la casa está llena de personas, miro a mi suegra y levanta los hombros en señal de disculpas ( ¿A cuántas personas invitó? ) ruedo los ojos, sabia que ella haría algo así, comienzo a saludar a las personas y agradecerles el que asistieran a este momento importante para Sebas y para mí, las chicas trajeron el regalo que le daré a Sebas.

-Buenas noches a todos quiero agradecerles el que pudieran venir hoy a celebrar este momento tan importante- no me gusta hablar en público, las manos me sudan y me tiemblan las piernas pero me calmo un poco cuando las personas comienzan aplaudir -Esta fiesta es sorpresa así que les pido que cuando venga Sebastián nos escondamos todos en la sala principal que se encuentra a mano izquierda él no sabe que le he preparado esta celebración- todos asientan con la cabeza y respiro tranquila, escucho el carro de Sebastián y miro el reloj que esta al frente son las siete y media ¿Por qué llega a esta hora? Mis nervios aumentaron y siento que voy a salir rodando por las escaleras, solo espero que le guste.

Todos me miran y caminan rápidamente para esconderse, apagamos las luces y solo quedan encendidas las de la entrada, hacemos silencio esperando ver a Sebastián entrar por esa puerta, poco a poco la puerta comienza a abrirse y mis nervios aumentan (Hoy papi se dará cuenta de que estás creciendo dentro de mi) mis mano están en mi vientre.

-Tienes que irte antes de las ocho ni un minuto mas ni uno menos- Sebas aparece en mi campo de visión pero me llevo la sorpresa de que no viene solo, unos tacones comienzan hacer eco en la casa con cada paso que da, nadie habla ni respira ya que estamos a la espera de que de la señal para salir y encender la luz, para que reciba la grata sorpresa.

-Sí si como quieras, ahora dime ¿Qué quieres hablar conmigo?-

Estoy desconcertada mi suegra quiere salir pero la detengo, la silueta de la mujer se me hace conocida solo que no veo su rostro todavía, a lo que puedo ver lleva unos pantalones negros demasiado ajustado a sus caderas, tacones rojos de punta, la blusa no sé ya que anda un abrigo negro y no visualizo todavía su rostro, Sebastián está justamente al frente de ella.

-Esto tiene que terminar no puedo seguir con esto- Sebastián se aparta, siento como mi mandibula cae al suelo al ver a Samanta en mi casa y hablando con Sebastián como si se conocieran de toda la vida ¿Ya se conocen? ¿Por qué Samanta no me dijo nada?.

-Ella tiene que saber toda la verdad- ¿De que verdad habla? cierro mis manos convirtiéndola en puños ¿Qué me oculta? Decido acabar con todo este misterio de una buena vez, poco a poco avanzo hasta ellos, la luz comienza a iluminarme y Samanta abre sus ojos sorprendida no esperaba verme por lo que veo.

- ¿De que se supone que me tengo que enterar?- Sebastián se vuelve poco a poco y me mira con miedo, todavía no han encendido las luces así que no se ha dado cuenta de que hay mas personas en casa.

-Amor ¿Qué haces aquí?- No puedo articular palabra alguna ya que estoy esperando una explicación, solo levanto una ceja en señal de espera -Samanta ya se iba ¿Verdad?- Esta nervioso y dice su nombre lo cual me da a entender que se conocen.

-Sabes que ¡No me voy a ir! Es hora de que sepa la verdad ¿Estoy harta de esconderme Sebastián!- ¿A que se refiere con esconderse? no voy a sacar conclusiones rápido, pero sé que algo malo se aproxima.

-Estoy esperando una explicación así que cualquiera de los dos hable ¡AHORA- Sebas mira para todo lado con nerviosismo, estoy comenzando a alterarme al no tener una respuesta de él.

-Si amor hablaremos y te diré todo lo que quieras saber, pero cuando Samanta se vaya.-

Agarra el brazo de la susodicha, trata de sacarla pero ella se quita y se posiciona cerca de mi, levanto mi rostro ya que no tengo porque agacharlo, necesito una explicación y la quiero ahora pero ninguno de las dos habla, Samanta se dedica a mirarme con odio y Sebastián con nerviosismo.

-¿Que hace esta mujer aquí Sebastián?- La voz de mi suegra suena por toda la casa y él rostro de Sebastián se pone pálido ¿Mi suegra también la conoce? Que no sea lo que estoy pensando, se me han olvidado los invitados pero a estas alturas ya nada me importa.

-Madre no te metas, esto es algo entre mi esposa y yo- Las luces del salon se encienden y veo como la cara de Sebastián se descompone mas de lo que estaba, seguro vio las personas que se encuentra en la sala y todo lo que le tenia preparado, el ambiente se encuentra tenso en este momento entre nosotros.

- ¡Que alguno me de una explicación en este preciso momento! No soporto mas secretos Sebastián, quiero la verdad y la exijo ¡AHORA!- Siento unas inmensas ganas de llorar pero no me lo permito, no delante de ellos, Sebastián agacha la cabeza porque sabe que no tiene escapatoria esta vez, Samanta al verlo sonríe con ironía mientras comienza a negar con su cabeza y dirige su mirada hacia mí, pero mira con odio uno tan grande que me da algo de miedo.

-Creo que tú "esposito" no te dirá nada así que asumiré el cargo y hablare por él- Algo dentro de mí dice que no me gustará lo que va a pasar y lo que tendré que escuchar pero estoy dispuesta a acabar con esto, así que presto atención a esta historia - ¿Recuerdas la historia que te conté?- frunzo el ceño ¿Qué tiene que ver? no puede ser, miro a Sebastián y asiento con la cabeza, para que continúe -Pues no he terminado de contar la historia, deja y la termino, después de que me echaron él me siguió buscando y me encontró, me dijo que se casaría con una mujer a la que no amaba en lo absoluto, que seguía enamorado de mi y quería que volviéramos, pero da la casualidad de que su padre se enteró y lo presionó para que se casara con ella, así lo hizo pero lo que nadie sabia era que cuando se casó nos seguíamos comunicando por llamadas.

Sebastián no despega la mirada del suelo y eso hace que la ira venga a mí, aprieto mas mis manos, no puedo creer que me hiciera algo así ¿Entonces nunca me amo? ¿Me engaño? ¡Todo lo que me dijo en el hospital era una mentira? mis ojos comienzan arder.

-Ve al grano de una buena vez.-

No soporto que se vaya por las ramas, siento que no podré con esto y necesito que acabe de una buena vez con la estúpida historia, tengo demasiado que procesar y sé que hay algo peor que lo esta guardando para acabar conmigo, Sebastián levanta su mirada llena de irá y mira a Samanta.

- ¡Hazme el favor de retirarte de una vez por todas de esta casa!- Samanta sonríe y la sonrisa no le llega a los ojos, esta es su venganza contra la familia de Sebastián aunque quisiera no voy a permitir que se vaya ella así me dirá toda la verdad.

-Ella no se va a ir hasta que esto se aclare ¡Nadie se ira!- No puedo controlar mi enojo cada vez crece y crece mas, siento unas ganas de llorar sin parar, el dolor me esta consumiendo por dentro, junto con la decepción.

-Continuo entonces queridita- La miro con asco y ella con odio -Ese hombre del cual estoy enamorada es nada mas ni nada menos que tú adorado esposo- Dos lagrimas se deslizan por mis mejillas y las seco de inmediato, Sebastián no me puede dar la cara sabia que era eso, fui una tonta, tuve que sospechar sus intenciones desde un comienzo, por eso me dio la receta, por eso Sebastián se puso agresivo cuando se la preparé -Ese día que vine no fue porque quería comprar la casa ¿Sabes a que vine? Vine a ver la casa que él construyó para nosotros- Mi mundo poco a poco se va desmoronando, esta mujer ahora si se volvió loca.

- ¿De que demonios estas hablando? ¿Esta casa él la hizo para nosotros?- Su carcajada resuena en toda la casa, nadie es capaz de hablar porque sabe que es un problema únicamente de los tres, miro al cobarde que tengo por esposo no puede mirarme, sus ojos están llorosos.

-No puedes estar mas lejos de la realidad queridita, tan enamorada estas que nunca te diste cuenta de nada ¿Tanto te cegó el amor que le tienes?- Muerdo mi labio inferior ya que comienza a temblar, odio que me diga así, la miro y veo como sus ojos se comienzan a poner llorosos y las lagrimas se deslizan por sus mejillas - ¡NOS IBAMOS A CASAR! Sus padres destruyeron todo lo que teníamos, me sentía mal al ver que se casaba contigo ya que habíamos dejado de hablar por dos meses, pero al ver las fotos me di cuenta de que el nunca me olvido ¿Sabes como lo supe?- Las nauseas vienen a mí (no ahora mi cielo, no ahora) seco las lagrimas que salen sin permiso de mis ojos, respiro para poder controlarme.

-Termina con esto de una buena vez, y déjate de tantos rodeos que me estas cansando- Mis manos siguen en puños, siento como las uñas se van clavando en mi piel, me duele un poco de alguna manera tengo que controlar mi ira.

-Samanta por favor no lo hagas, si me amas a como dices por favor no digas nada.-

Es lo único que escucho del mentiroso Sebastian, sube su mirar y ahí veo la misma mirada que veía antes llena de angustia, dolor y arrepentimiento, ahora nada de eso me importa ya nada de él me importa, las personas siguen aquí pero están tan sorprendidos como yo.

- ¿POR QUÉ NO? Ella quiere saberlo Sebastián ¡VAMOS A TERMINAR CON ESTE MALDITO JUEGO DE UNA BUENA VEZ!- Grita por toda la casa y levanta sus manos de manera exagerada esta fuera de si, yo solo puedo ver al hombre por el cual hace rato daría mi vida entera derrumbarse en un rincón sin salida y comenzar a llorar, Samanta al verlo camina hacia atrás y se detiene un momento para luego soltar la bomba - ¡Me di cuenta de que me seguía amando cuando en la foto vi que llevabas el vestido que elegimos juntos! ¡Cuando pude apreciar que llevabas los anillos que elegí yo para nuestra boda! ¡Cuando llegué aquí y vi que vivías en la casa que habíamos decidido construir los dos!

Abro mi boca para tratar de lograr que el aire llegue a mis pulmones, subo la mano en donde tengo los anillos (Sebastián ¡Mi Sebastián no haría algo tan atroz! ) de sus ojos comienzan a salir lagrimas sin control, al igual que las mías, por mas que trate de calmarme no puedo, miro a Sebastián y ahora que tengo su atención me dirijo hasta él.

-Dime que es mentira por amor a Dios dime que eso no es verdad ¡HABLA COBARDE!- Poco a poco me acerco al hombre que amo y en sus ojos veo como nuestros corazones se están rompiendo, él no para de llorar y yo tampoco, respira profundo y me mira con pena.

-Perdóname Ariadna mi amor yo te amo, te suplico que me perdones no sabia lo que hacia- Está desesperado, levanto mi mano y la estrecho en su mejilla, me alejo de él, llevo mis manos a mi cabeza y lloro sin importarme que me vean las personas, muchas cosas pasan por mi mente, lo único que quiero es irme lejos y estar sola, olvidarme de todos y no recordar que algún día conocí a este hombre, lo miro sintiendo muchas cosas, he tomado una decisión.

-Quiero el divorcio Sebastián- Samanta sonríe y la miró sin comprender su sonrisa, su carcajada de víbora se vuelve a escuchar en toda la casa, la miro y veo que se esta divirtiendo con mi dolor ¿Cómo alguien se puede divertir del dolor ajeno? ¿Cómo después de abrirle las puertas de mi casa, de mi vida, de todo, me puede hacer esto?.

- ¿Sabes cual es la mejor parte de todo esto Ariadna? Que para divorciarte tienes que estar casada querida- La miro sin poder comprender a lo que se refiere con eso, Sebas se acerca a ella peligrosamente pero ella levanta la mano y él se detiene, lo tiene en sus manos, Samanta se acerca lentamente hasta donde me encuentro, sus labio llegan a mi oreja izquierda y dice las palabras que marcaran el resto de mi vida -Ustedes nunca estuvieron casados, todo fue un engaño que planeó Sebas para no perder su herencia- La separo de mi cuerpo y le doy una cachetada que resuena por toda la casa Sebastián me mira con sorpresa, Samanta se lleva la mano a su mejilla y veo que le deje una marca, hace a venirse encima mío pero Aaron y Samuel la agarran.

- ¡Dime que lo que me dijo ella es mentira!- Las lagrimas salen sin control de mis ojos, esto es mas de lo que podía pedir, no creo poder vivir con este dolor como ha sido capaz de hacer tal engaño.

-¡SE HOMBRE POR UNA MALDITA VEZ EN TU MISERABLE VIDA Y HABLA!- Golpeo su pecho para que diga algo, lo que mas anhelo es que diga que todo es mentira, lo golpeo sin parar y él no me detiene, no habla ni niega las acusaciones de Samanta y eso me destruye por dentro.

-Perdóname mi amor te lo suplico, lo hice sin pensar yo... yo no pensé que me llegaría a enamorar de ti.-

Comienzo a golpearlo con todas mis fuerzas (me engañó, jugó con mis sentimientos) el dolor me gana y caigo de rodillas completamente derrotada, llevo mis manos a mi vientre (por eso me dijo que nos casáramos de nuevo) alguien me levanta y al mirar veo a mi padre furioso, esta serio y en su mirada veo dolor a la hora de verme, dirijo mi mirada a Sebastián.

-Eres el ser mas despreciable que pu.... pude conocer, dime que te hice para que hicieras eso-agarro mi cabeza y lloro estoy rota por dentro, acabó conmigo - ¡TE ODIO! ¡ERES UN MALDITO!- trato de llegar a él pero mi padre me lo impide, escucho a personas llorar pero nada de eso me interesa, Sebastián llora como cuando le quitan un juguete a un niño y no me importa, un mareo se apodera de mí y mi padre me sostiene, muevo mi cabeza y trato de recomponerme por el bien de mi bebé, lloro con mas fuerza al pensar en este nuevo ser que crece en mi vientre (Por Dios soy madre soltera) las lagrimas vienen con mas fuerzas al recordar que estoy embarazada de alguien que jugó conmigo y me mintió todo este tiempo.

-Ariadna no digas eso amor pode... podemos arreglar las cosas, dame otra oportunidad- Se aproxima hasta donde estoy, mi padre me pone detrás de él, mi madre y mi suegra me sostienen mientras lloro sin poder detenerme esto es demasiado dolor para mi pobre corazón.

-Aléjate de mi hija desgraciado.-

Miro el suelo y todos los recuerdos de los dos años que viví con mi supuesto esposo vienen a mi mente, nuestra noche de bodas, la llegada a casa, cuando me propuso matrimonio, estoy atrapada en un túnel sin salida, donde solo me acompaña el dolor, escucho la risa de Samanta la miro y tiene todo el maquillaje corrido, supongo que yo estaré peor.

-Usted de que habla señor, usted y su esposa me conocían y sabían que había vuelto, la pregunta es ¿Por qué nunca le dijeron nada a su adorada hija todo sobre el pasado de Sebastián? Les convenía que se casaran ustedes me habían visto hace unos dias en la casa del frente- Sin mas Samanta termina de aniquilarme, veo a mi madre verme con dolor y mi padre se vuelve inmediatamente, me separo de ellos todos me engañaron miro a las demás personas mirarme con lastima.

Todos lo sabían mis padres, mis suegros, levanto la mirada buscando a Aaron y Samuel, al encontrarlos veo que me miran con arrepentimiento, estuve rodeada de traidores todos me engañaron se burlaron de mi, es inútil que quiera dejar de llorar no puedo, tengo que salir de aquí, avanzo a la puerta de la casa agarro mi cartera y camino a paso rápido cuando estoy por abrir el portón siento que me agarran del brazo y me vuelven.

-Ariadna mi amor por favor te lo suplico perdóname, cometí un error da... dame la oportunidad de demostrarte que te amo con mi vida- No para de llorar, me duele el corazón ver como sus ojos azules que tanto amo están desesperados por obtener algo que no podre dárselo, llevo mis manos a mi rostro y lloro sin control (Dios porque me dejaste amarlo tanto) Sebastián me abraza los dos lloramos desconsoladamente sabemos que es el final de algo que nunca comenzó, trato de apartarme pero me sostiene mas fuerte - ¡Amor no por favor! Dime que quieres que haga y lo haré, dime que tengo que hacer para que no te alejes de mí, para ganarme tu perdón- Sabe que he tomado una decisión y que no cambiaré de parecer, se derrumba y cae de rodillas llorando con sus manos en su rostro, llevo mis manos a mi vientre (necesito empezar de cero por ti bebé).

Sebastián golpea el suelo llorando, miro la puerta de la casa y todo el mundo esta esperando que haga algún movimiento lo peor es que me siguen viendo con lastima, doy pasos hacia atrás el hombre que pensé que estaría conmigo toda la vida levanta su mirada, veo como dos personas vienen hacia nosotros y son los que eran mis hombrecitos, Sebastián se levanta de golpe y hace a sostenerme pero ellos llegan rápido y lo sostienen de los brazos, comienzo a dar pasos hacia atrás dispuesta salir de aquí y comenzar de cero.

- ¡SUELTENME NO DEJEN QUE SE VAYA! ¡ARIADNA MI AMOR NO, ENTIENDE QUE TE AMOO! MI AMOR ME EQUIVOQUE- Lo escucho gritar he llegado a la orilla de la casa, levanto la mano haciéndole parada a un taxi con mi corazón roto y mis sueños por los suelos, el taxi estaciona y abro la puerta mirando por última vez la que un día creí fue mi casa, mis amigas están llorando al igual que mi madre y suegra, Aaron y Samuel sostienen a Sebastián con dolor en sus ojos al ver a su amigo en ese estado, se encuentra luchando por llegar hasta donde me encuentro -¡MI AMOR NO ME DEJES! ESCUCHAME TE LO SUPLICO ARIADNA, TE AMO MI AMOR REGRESA A MI- Cierro mis ojos y al abrirlos giro y entro al taxi, cierro la puerta y el taxi comienza andar, miro hacia atrás y veo a Sebastián correr detrás del taxi, corre con todas sus fuerzas pero el taxi va algo rápido, lloramos viéndonos por ultima vez.

Me parte el alma verlo así, corre y llora a la vez, pego mi mano a la ventana de atrás y él estira su mano, los chicos vienen detrás de él y en un momento Sebastián cae al suelo derrotado, lo miro gritar al cielo y sus amigos abrazarlo mientras llora en el suelo, giro hacia el frente, no quiero ver nada mas.

- ¿Señorita a dónde desea que la lleve?- Seco mis lagrimas y miro dentro de mi cartera, veo los pasajes de avión que había comprado para irme con mi "esposo" dirijo mi mirada al conductor.

-Lléveme al aeropuerto- El señor asienta, llevo mis manos a mis labios y pongo mi cabeza en mi rodilla y me permito llorar a cantaros.

-Llegamos señorita- El tiempo transcurrió rápido, levanto mi cabeza y cuando voy hablar el señor levanta la mano para que no diga nada -Es gratis, que Dios le acompañe y se sienta mejor- Ese gesto hace que vuelva a llorar, pero me repongo rápidamente para salir del taxi.

-Muchas gracias- Entro al aeropuerto, subo mi mirada tratando de ver a donde quiero comenzar de nuevo con mi hijo ó hija.

- ¿Buenas señorita en que le puedo ayudar?- Me mira con pena, imagino que debo de estar fatal de tanto llorar, mi celular comienza a sonar pero no lo atiendo.

- Quiero un pasaje para Costa Rica...-

-Sí claro, el vuelo sale en media hora- Tomo la tarjeta y pago, cuando tengo el boleto me voy a sentar a la sala de espera, fijo mi mirada en mis zapatos de tacón y dejo mi mente en blanco, el celular no ha dejado de sonar.

-Pasajeros con destino a Costa Rica, favor abordar- Me levanto y busco el basurero mas cercano, al encontrarlo saco el móvil y lo tiro en el, comienzo a caminar hacia el avión, seco mis lagrimas y trato de tranquilizarme.

-Permítame su boleto ¡Aborde el avión y buen viaje!- Lo entrego y continúo.

Paso directo al avión, entro y busco mi asiento, me ha tocado en la ventana así que me siento y miro hasta que cierran las puertas, coloco el cinturón de seguridad, siento como el avión comienza a despegar y las lagrimas vuelven a mis ojos, observo por la ventana el país que me demostró lo feliz y lo infeliz que se puede llegar a ser al mismo tiempo, en unos segundos, llevo mis manos a mi vientre y lo acaricio (tú serás mi nueva luz y tú serás lo que me ayudará a salir adelante) me dolió saber toda la verdad, no pensé que Sebastián fuera capaz de algo así, pero tengo que empezar de cero, sus mentiras y actitudes me llevaron a ir descubriendo el engaño.

----------------------------------------------------------------------

Aquí está el último capítulo de la historia de Ariadna y Sebastián 😱😱😭😭😭😭 no tengo palabras para agradecerles todo su apoyoooo....😘😘 espero que les gustará toda la historia, ya que la hice con mucho cariño 😊😊  no se olviden de comentar y votar  😘😘💕💕💕

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top