Capitulo 3
- Sebastián tienes que continuar tú empezaste esto qué te sucede? - su mirada cambia completamente, se ve frustrado no sé qué sucede en estos momentos.
- Te ves sexy cuando te enojas - un gruñido de frustración sale de mi garganta, miro sin poder creer lo que acaba de suceder y cómo esta reaccionando de una manera tan extraña.
- Lo siento cariño pensé que podía pero ahorita no me encuentro bien - sus ojo se encuentran apagados, sé que algo lo está atormentando - Me iré a dar una ducha, después podremos comer - se va dejándome frustrada y sin entender qué es lo que está sucediendo con él, unos golpes en la puerta hacen que salga de mis pensamientos, me tocará ponerme sólo el short ya que mi marido me rompió las bragas (genial) me arreglo un poco el pelo y voy directo a la puerta, al abrirla me encuentro con una muchacha que nunca en la vida había visto, es alta, blanca, sus ojos son de color celeste, es delgada, no tiene mal cuerpo la verdad.
- Hola me llamo Samanta, perdone la molestia pero es que me dijeron que estaban vendiendo una casa y me dieron esta dirección - su mirada es cálida, es agradable, mira todo lo que pueda dentro de la casa lo cual me extraña un poco - Que decoración más hermosa tiene muy buen gusto - (cuanto hubiera querido yo comprar los muebles y todo lo demás) pero cuando vine ya todo estaba así y la verdad es que me gusta un poco, mas no es mi estilo.
- Hola Samanta mucho gusto mi nombre es Ariadna, muchas gracias la verdad es que me hubiese encantado decorar pero no fue así, y pues no esta no es la casa que está en venta, creo que es la casa del frente - su mirada es triste, es algo inexplicable lo que hay en su mirada, qué le estará pasando a todo el mundo, hoy todos decidieron tiener la mirada tristes, eso que la acabo de conocer y no creo que ella tenga ese tipo de mirada, se ve que ella puede ser una persona alegre (Ariadna pero ya cálmate ahora te dio por estar viendo y descifrando lo que transmiten las personas con su mirada).
- Que vergüenza es que fue está la dirección que me dieron o seguro yo entendí mal - no deja de ver el interior de la casa lo cual me pone un poco alerta ya que no la conozco, me parece extraño que sólo ve hacia adentro de la casa - Bueno siendo así me voy, discúlpame por la molestia- y sin más dio media vuelta y se fue, esto sí fue extraño (Dios cada vez siento que me estoy volviendo más paranoica).
Cierro la puerta y decido ir a terminar de preparar la cena necesito que este día acabe, no sé qué le está sucediendo Sebastian el comportamiento que tuvo hoy la verdad es que me deja pensando, tuvo que suceder algo malo en el trabajo, o en la reunión, no lo voy atosigar mucho ni tampoco le voy a hacer preguntas, ya él decidirá si me quiere contar lo que le está sucediendo no, estoy enojada me duele lo que me hizo y no por el hecho de que no hiciéramos el amor, si no de que no me tenga la confianza necesaria para contarme sus problemas, llego a la cocina y ya todo está preparado así que me dispongo a poner los platos en la mesa y servir la cena, cuando escucho unos pasos bajar por las escaleras, así que respiró profundo y lo veo entrar con una pantaloneta color azul oscuro y nada más, no lleva camisa, ni camiseta, absolutamente nada, esto es un completo mártir para mí.
- Cariño siento mucho lo que sucedió hace rato la verdad es que no me sentí listo en ese momento, me porté como un canalla, lo siento y te pido disculpas - en sus ojos veo un arrepentimiento sincero así que me aproximo hacia donde está él, pongo mis manos alrededor de su cuello, inmediatamente Sebas coloca sus manos en mi cadera acercándome hasta que ni siquiera el aire pueda pasar en medio de nosotros.
- No tienes porque disculparte pero si quiero que me digas que está sucediendo esto nunca había pasado, y tenemos toda la vida para que me hagas el amor lo que no entiendo es esa mirada tan triste que tienes - sé que dije que no lo voy a atosigar con preguntas pero definitivamente mi cerebro no está conectado con mi lengua, lo veo que me mira y pega su frente junto a la mía.
- No es nada cariño no te preocupes, te he dicho cuánto te amo y qué bendecido soy de tenerte como esposa - (me derrito divino señor de la nutella este hombre en definitiva va acabar conmigo) su mirada refleja tanta ternura en estos momentos que mi corazón se ha derretido.
- Hoy no me lo habías dicho, sabes que yo también te amo y que daría mi vida por ti, bueno si dices que no ha pasado nada el día de hoy te voy a creer - sé que algo le sucede pero no lo voy a atosigar con preguntas nuevamente, si él me quiere decir me va a decir, sí me desilusiona y me lastima un poco que no me tenga la confianza necesaria para contarme sus problemas, ya que yo sé que me está escondiendo algo.
- Bueno cariño que hiciste de cenar me estoy partiendo del hambre - se separa de mí y se sienta en la mesa - Y cuéntame cómo estuvo el día de hoy - bueno esto quiere decir que tengo que cambiar de tema ( ¡genial! )
- Bueno preparé pollo al horno, el día estuvo bien, bueno sabes que hay poco trabajo ya que estuve adelantando por lo de la boda y sin darme cuenta adelanté un montón de trabajo, entonces digamos que prácticamente voy a la oficina y las fotos, pues las tomo simplemente para pasar el rato - necesito encontrar otro trabajo, no es que vaya a renunciar al que tengo pero digamos que el jefe me ve como una hija entonces no me da tanto trabajo como a los demás, cosa que comienza molestarme ya que yo quiero trabajar - Pero cómo estuvo tu día, tuviste reunión o algo por el estilo - le sirvo la comida en su plato y me siento a su lado, levanta su mirada y me da una sonrisa de esas que me enamoran.
- Esto huele demasiado delicioso, me imagino que debe saber rico ya que lo cocinó mi esposa - (lo amo) me gané la lotería casándome con él (Dios y quién iba a decir que lo iba hacer si fue tan arrogante el día que nos conocimos) Aún recuerdo cómo trataba a las personas, era cruel y déspota no le importaba ser hiriente con las personas, claro verbalmente, al inicio ninguno de los dos nos soportábamos - Y sí, tuve una reunión antes de venirme para acá, fue algo que me salió de improviso pero era importante - su mirada fue al plato nuevamente (okay algo sucedió en esa reunión definitivamente)
Ninguno de los dos habló más durante la cena y ahora me encuentro lavándome los dientes y pensando en todas las cosas que sucedieron hoy, siempre nos contamos problemas que tenemos no me explico porque no quiere decirme que pasó, puede que tal vez lo haga para no preocuparme (pero Dios yo soy su esposa, él debe decirme qué es lo que está pasando) salgo del baño para dirigirme al cuarto para recostarme, estoy cansanda y mañana será otro día, espero que sea mejor que el día de hoy, me acuerdo que tengo que comunicarle a Sebastián que Camila me llamó el día de hoy para reunirme con ellas el sábado, hay señor olvidé llamar a Cami de puro milagro no me llamó, ella me va a matar, levanto la mirada y veo que mi esposo ya está acostado leyendo unos papeles, juro que me lo puedo comer en este momento pero prefiero no hacerlo, me aproximo hacia él y me siento al frente suyo, levanta tu mirada y me hace un gesto para qué me recueste en su hombro y siento como si volviéramos a estar como cuando éramos antes, ya no hay tensión, lo cual hace que dé brinquitos en la cama como niña y me tiro sobre él logrando que suelte una carcajada.
- Cariño me vas arrugar estos contratos - Lo dice mientras sigue riendo y sacando los papeles que se encuentran en medio del cuerpo de nosotros algo arrugados me mira como si quisiera matarme y yo sólo hago un puchero y trato de imitar los ojos del gato que sale en la película de Shrek, sólo espero que me hayan salido igual - Mí amor eres un caso alegras mis días definitivamente eres para mí - lo dice todavía riéndose por mi carita pero bueno al menos no se enojó por haberle arrugado los papeles, tengo que controlar mis impulsos de una mujer casada, porque me hace sentir como una quinceañera.
- Lo siento no fue mi intención arrugar los papeles pero que me siento feliz al estar a tu lado, y es algo que no lo puedo controlar - me mira y se acerca hasta besarme de manera lenta demostrandome todo el amor que siente por mí, y antes de que se me olvide tengo que decirle lo que hablé con Cami, porque si no se me olvida por completo ya que él con sus besos hace que se me olvide hasta el nombre - Amor el día de hoy me llamó Cami y quiere que nos veamos, así que yo le dije que nos podíamos ver el sábado que te parece - me besa la frente y me da un abrazo que hace que todo el aire que tenía en mis pulmones salga - Amor me vas a asfixiar, sé que me amas pero no quiero que quedes viudo - los dos reímos y eso es lo que más me gusta, su sonrisa real, esos camanances que me vuelven loca.
- Bueno si quieres ir con las chicas puedes ir yo no tengo problema por eso, aparte creo que tengo una reunión y no sé sí saldré tarde, a qué hora quedaron en verse tal vez yo pueda pasar a recogerte - no sé que hice en esta vida para merecer algo tan hermoso como él, me lo como a besos.
- Bueno todavía no sé el lugar y la hora, pero prometo decirles mañana, apenas hoy es miércoles entonces todavía falta para eso, pero me encantaría que me fueras a recoger si sales temprano de la reunión - beso sus labios, creo que me vuelvo cada vez más adicta a ellos, definitivamente sería la cura para cualquier enfermedad.
- Bueno en ese caso entonces avísame mañana cariño, ahora que te parece si nos vamos a dormir estoy algo cansado y mañana me toca un día muy ajetreado - me besa en los labios un beso corto que me deja con ganas de más, pero sé que el día de hoy no lo debo presionar así que lo único que hago es aferrarme a su torso y meter mi cabeza en el espacio que hay en su cuello y dejar que el sueño me venza y esperar que el día de mañana sea mejor.
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