Ámbar pov
Comencé a creer que conocer a mi madre no sería mala idea.
Nunca, nadie se había preocupado tanto por mí como Simón lo hacia.

Luego de mucho tiempo sin saber nada de mi pasado, y que lo único de lo que me haya enterado haya sido una gran mentira, podría cambiar.
Mi vida podría cambiar. Y lo que más necesito ahora es una madre a mi lado.

—Pero respóndeme algo—volvió a hablar Simón—. ¿Tu madre no te dio ningún dato para contactarla?

—Hmm...no—respondí mirando el suelo—, pero fue porque le dije que se vaya.

—¿Y no te dijo ni su nombre?

—Sé que es diseñadora y sé dónde esta su tienda de ropa— respondí al recordar.

—¡Ámbar eso es genial!—Dijo Simón emocionado.

—Simón...—hablé nerviosa—. No sé sí estoy lista.

—Pero hace un rato lo estabas Ámbar.

—No sé Simón, no me siento segura.

—Tranquila, ya lo vas a estar—sonrió contagiándome la acción a mí. Amaba que siempre me comprenda.

Sus brazos estaban apoyados en el mostrador, se encontraba en frente mío. Tomé una de sus manos y la acaricié.
Se acercó a mí lentamente, realmente deseaba besarlo, esperé tanto para que suceda.

—Eh...Simón, Jazmin te llama— Pedro nos alertó y Nico lo golpeó con un repasador; ambos nos estaban mirando anteriormente
—¿Qué te pasa Nico?

—Sos un tarado, eso es lo que pasa— Habló dramáticamente antes de ser buscado por su amigo desesperadamente. Parecían una pareja.

Reímos incómodos y Simón se despidió de mí.
No me sorprendía que Jazmín siempre arruine cada momento que estuviera cerca de "nuestro" crush.

—Uy se me cayó —Hablo Delfina al tirar un vaso de vidrio al piso, por suerte lo esquivé.

—DELFINA ¿ESTÁS LOCA?—Matteo elevó la voz al ver lo que hizo—Podrías hacer que se corté.

—Fue un accidente Matteo—Delfina rodó los ojos—Dejá de ser un dramático.

—No soy un dramático— Respondió enojado—Tus intenciones están más que claras.

—No sé de qué hablas— Respondió antes de irse.

—¿Estas bien?— Se acercó a mí.

—Sí, si tranquilo—Le sonreí en forma de agradecimiento.

—¿Por qué haría eso Delfi?— Se preguntó en voz alta.

—Es obvio—Rodé los ojos—Lo hace porque estoy cerca de Simón.

—¿DELFI GUSTA DE SIMÓN?—Preguntó asombrado.

A veces no estaba segura de que su cerebro funcionará correctamente.

—No tonto—Reí provocando que frunciera su ceño—Jazmín gusta de él y supongo de Delfina es su secuaz.

Matteo asintió al entenderlo y me sonrió, la verdad no sé por qué.

—Entonces vivís amenazada, se nota que Simón gusta de vos.

—Nada que ver— Reí por su suposición.

—Es en serio—Habló asintiendo varias veces—Te mira como yo te miraba a vos.

Mire el suelo avergonzada, nunca hablé con Matteo refiriéndonos a nuestro pasado como pareja.

—Te dio vergüenza?—Se rió de mí—Que yo recuerde no tenías esa vergüenza conmigo.

—No dejas de ser un asco—Golpeé su hombro enojada.

Podía escuchar su risa una vez que me retiré y a lo lejos vi como Luna me miraba triste.
Ojala se diera cuenta que lo único que me causa su novio es repulsión.

En el escenario del Roller vi cómo Jazmín y Simón practicaban algo, seguro una canción.
Sentí unas intensas ganas de golpearla y agarrar el brazo de Simón para separarlos.

Jazmín me miró con odio mientras Simón no prestaba atención. Lo agarró del cuello acercándolo a ella y lo besó, vi cómo el la alejaba rápidamente y parecía que le explicaba que no sentía nada por ella.

Me dio lástima lo tonta que resultaba, pero no puedo negar que verlos así me dolió.
Sin embargo, ella logró algo que yo no, besarlo.

Simón logró alejarse de ella y en segundos estaba a mi lado.

—Yo que vos me desinfectó la boca urgentemente— Respondí con los brazos cruzados y sin mirarlo.

—¿Es mi idea o la señorita Smith está celosa?— Rió sin recibir una mirada ni una sonrisa mía.

—SI ESTOY ¿Y QUÉ?—grite sin pensar y luego tapé mi boca.

Alzó la ceja riendo.

—Era una broma duh—Me defendí nerviosa.

—Ya quisieras— Lo miré seria pero no me resistí a no reír.

•••
Simón pov
Luego de este extraño día en el Roller, volví a casa con Nico y Pedro, pero me detuve en el camino al recordar algo.

Ese día que salí con Ámbar al shopping y ella entró a una tienda estaba llorando. Entré en razón de que habrá visto a su madre ahí.

—¡Chicos!—Grite llamando su atención—¡ME TENGO QUE IR!

Asintieron confundidos y vi como se reían de mi desesperación.

Una vez que estaba a fuera de la tienda, dudé si entrar, Ámbar dijo que no estaba lista
Esto era lo mejor para ella, no dudé más y entré.

Todo vacío pero lleno de vestidos lujosos. Vi salir de una puerta a una mujer castaña tan parecida a Ámbar, era su madre.

—Hola—Sonrió amablemente—¿Te puedo ayudar en algo?

Su voz era idéntica a la de mi amiga, no dejaba de sorprenderme el parecido.

Empecé a balbucear y ni pude formular una frase, estaba nervioso.

—¿Estas bien?—Su rostro se expresó tal cual lo hacía Ámbar al preocuparse—¿Te sirvo un vaso de agua?

Se acercó a mí con preocupación y me ordenó que me siente antes de traerme agua.

—Necesitó hablar de algo importante con usted— Hablé por fin.

Alzó su ceja, se sentó en frente mío y asintió para darme lugar a hablar.

—Conozco a Ámbar Smith— Abrió los ojos en una expresión esperanzada—Quiero ayudarla a conocerla.

Me abrazó inesperadamente y escuhe como lloraba un poco. Se notaba la esperanza de volver al lado de su hija.

—No merece estar con Sharon, es una mujer malvada y sé que necesita a una madre a su lado— Le sonreí al ver como secaba sus lágrimas y asentía—Pero no se siente segura de hablar contigo.

—Intente hablar con ella, pero siento que fue muy apresurado—Bajo la vista—La amo más que a nada y quiero estar a su lado para siempre.

—Lo sé, notó su amor por ella.

—Debes ser un gran amigo, me encanta como te preocupas por ella.

—La amo— Solté de repente sin darme cuenta alguna y sorprendiéndome.

La madre de Ámbar se rió de mi acción y me dio unas palmadas en el brazo.

—Haceme el favor de estar con ella— Reímos juntos—Se nota como la amas.

¿Realmente era así? ¿Acaso no aceptaba la realidad y no me daba cuenta cuanto amor le tenia a la rubia? Tal vez sí.

Sí.

La amo. Está claro,pienso en ella siempre. Amo sus gestos, su tierna sonrisa, su terquedad, la forma en que me mira, su inteligencia, su malhumor, sus ideas. La amo tal cual es.