Capítulo 10 : Tutores
Silvana, era el nombre de la madre de Ámbar. Era amable, se notaba feliz pero no del todo; pareciera que algo del pasado le afectará.
Y Simón pudo descubrir que ese pasado incluía a Ámbar.
El Sábado podrían conocerse, Simón invitaria a la rubia a una feria y allí se encontrarían, la esperanza de convencer a Ámbar le era gigante. Tenía miedo sí, tal vez podría incomodar a su amiga y no quería eso. Quería lo mejor para ella.
La madre de Ámbar había vivido en un tiempo que las ganancias del supermercado en el que trabajaba, no le eran lo suficiente para mantener a su hija.
Decidió darla en adopción para que alguien pueda ofrecerle un buen futuro y triunfé, era el sueño más anhelado de la madre.
Pero se dio cuenta que la decisión no hizo más que dejar un gran vacío en su corazon, la hirió y consumió el resto de los días posteriores a lo que había hecho.
Amaba a Ámbar por más de tenerla en sus brazos tan solo meses, soñaba con ella y admiraba cada detalle.
Soñaba con este reencuentro más que a nada y al enterarse que vivía engañada y escasa de amor, quería recuperarla.
Ahora ganaba dinero con los vestidos que diseñaba, se notaba que el amor hacia la moda, Ámbar lo heredo de Silvana.
Simón no dejo de recibir las gracias de la madre y luego se retiró, mañana empezaría con el plan de convencerla.
[al día siguiente„]
El Jam & Roller organizaba un evento donde ayudarían a niños a mejorar sus artes, era una gran idea. No muchos podían tener la posibilidad de haber asistido a clases de patinaje o canto como los chicos del Roller, por lo que sería una idea bastante solidaria.
Las decoraciones eran mínimas, lo importante era que cada "tutor" estuviera preparado para enseñar.
Y los tutores designados obviamente fueron los chicos del Roller junto a otras personas que casi siempre asistían a patinar.
Juliana dio un extenso sermón recordándoles el propósito de este evento y que siempre estaba bueno ayudar a los demás. Y ¿quién más que ellos? al ser tan talentosos no podrían fallar.
Nico abrió las puertas con una sonrisa plantada en su rostro al ver tantos chicos y chicas emocionados.
Algunos tenían sus guitarras, Simón les podría enseñar y Pedro se ofreció a las clases de batería.
Cada uno de los invitados tenían un cartel en su ropa para recordar sus nombres y su especialidad.
Las chicas se ofrecieron a darles bebidas a los chicos y eso mismo hicieron.
Simón sonrió embobado al ver como Ámbar miraba tiernamente a cada niño y los trataba con amabilidad.
—No la violes tanto con la mirada—Nico habló riendo y dándole palmadas en la espalda a su amigo—Son tan lindos ¿Por qué no vas y le comes la boca?
Simón rió incómodo —¿Nico no tienes que hacer otra cosa?
—¿Más que molestarte? hmm...nop—Sonrió malicioso.
Simón susurró insultos inaudibles y siguió mirando a la rubia.
Esta se dio cuenta y le hizo señas con su mano para saludar, de tanto movimiento para organizar este evento a penas hablaron.
Simón le sonrió y fue a buscar a los niños con carteles que dijeran "especialidad: Guitarra".
Conoció a cinco niños entre ellos dos niñas y tres varones. Algunos de ellos sabían tocar y otros fueron a aprender lo básico.
Al contrario, Ámbar, espero a que cualquier niño que quisiera aprender algunos pasos fáciles en patín se acercará.
Encontró a gemelas que aparentaban siete años, eran rubias como ella y sus nombres eran Luz y Bianca.
Comenzó a soñar con ser madre de niñas iguales a ellas, eran demasiado tiernas.
No les resultaba fácil patinar y Luz comenzó a llorar al sentirse inútil.
Los demás chicos vieron la escena y empezaron a juzgar a Ámbar sin saber nada.
—¡Ámbar a los niños se los trata con respeto!— Gritó Jazmín desde el otro lado de la pista.
La rubia decidió ignorarla tanto a ella, como a los demás.
—Luz—Ámbar se agacho a su altura y acarició sus trencitas—Debes tener fe en que te va a salir, a mí de chiquita tampoco me resultaba fácil pero en serio, cuando te levantas sin miedo o vergüenza comenzas a aprender.
—¡NUNCA ME VA A SALIR!— Gritó la niña sollozando y llamando la atención de todos.
Ámbar secó las lágrimas provenientes de los ojos de la niña—Todos nos caimos al intentar caminar por primera vez ¿o no? Nadie nació sabiendo y por eso después nos levantabamos y seguiamos practicando— Besó la mejilla de Luz —No bajes la cabeza que se te cae la corona princesa.
Recordó esa frase que le dijo una maestra en primaria. Funcionaba siempre y funcionó para alentar a Luz.
Simón se encontraba recargado sobre la valla de la pista, ya había terminado con su tutoría.
No podía dejar de sonreír al ver a Ámbar siendo tan dulce y comprensiva con la niña, y ver como esta la abrazaba.
—¡VAMOS CHICAS!— Gritó Ámbar sorprendiendo a todos pero no le importó, quería hacerles entender a las niñas que tenían su apoyo.
Luz hizo una increíble paloma al igual que su gemela, no dejaban de saltar y corrieron a abrazar a su tutora.
Cayeron las tres al piso pero se rieron, no podían más de la felicidad.
—¡De esto se trata la tutoría chicos!—Juliana elevó la voz y señaló a Ámbar—Ofrecer el apoyo necesario para ver a los niños felices, te felicitó Ámbar mucha paciencia y afecto ¡Eso quería que logren!
Le entregó un pin a Bianca y Ámbar se agachó sonriendo de la felicidad, la niña lo ubico en su remera.
Este pin la coronaba como la "mejor tutora del Jam & Roller".
Todos excepto Delfina y Jazmín le aplaudieron a la rubia.
Era bueno ver a Ámbar así de cambiada, nadie se esperaba la actitud que mantuvo al tener a una gemela sollozando, lo más probable era ver a la rubia estallar y mandar a la niña a volar con sus trenzas como lo hacía "Tronchatoro" en Matilda.
Simón pov
Esta mujer no podía dejar de ser tierna ¿no? Me estaba matando.
Y me daba pena ver que todos susurraban lo extraña que estaba Ámbar y comprendí, que fui el único en ver que cambió. Ellos piensan que volverá a ser mala de nuevo, yo no.
Mucha gente se encontraba en la pista, algunos bailando tranquilamente y otros luciendo sus mejores pasos; junto a los niños que estaban más que felices
La vi acercarse lentamente, vestía una remera brillante en negro que le quedaba bien.
Ambos sonreímos al estar ya al lado, nos quedamos observando cómo bailaban todos y pasé mi brazo sobre sus hombros; no le incomodó.
Jazmín subió a cantar quién sabe qué, yo solo tenía ojos para la rubia que se encontraba junto a mí.
La mire por instantes y ella hizo lo mismo, hoy estaba tan hermosa.
Alejé mi brazo de sus hombros, para tomar de mi botella.
Luego de hacerlo no podía dejar mirarla.
—¿Por qué me miras tanto?—Alzó su ceja.
—Te ves linda hoy— Sonreí mirando el suelo—Como siempre.
Su mirada no dejaba de plantarse sobre mí, me hizo poner nervioso y ni yo entendí el por qué. Estábamos muy cerca, por fin la besaría.
Mi botella cayó e hizo que nos separáramos de repente.
—Una botella de mierda no va a parar esto, hoy no.
Dije antes de agarrar rápidamente a Ámbar de la cintura y unir nuestros labios. Estaba desesperado, pero más que feliz porque por fin ocurriera esto. Y más por qué Ámbar lo correspondiera.
Nada se escuchaba a nuestro al rededor , ni Jazmín cantando, sentía miradas sobre nosotros y una luz que nos iluminó.
Nos separé lentamente, ambos notamos cómo todos nos miraban confundidos. Excepto Nico que ahogaba un grito.
¿Tan raro era vernos enamorados?
—¿Pueden dejar de mirar?—Pregunto Ámbar enojada.
Me dio ternura verla así,la acerqué a mí desde su cintura y ella posó su mano en mi mejilla para sí volver a besarnos.
—¡IDOLO!— Gritó Nico con todas sus fuerzas.
—¡VAMOS SIMBAR WUJU!— grito Luna feliz.
Vi a Jazmín salir corriendo del escenario dolida, eso me dio pena pero no quería que nadie se interpusiera en lo mío con Ámbar.
Solo eramos ella y yo.Y así quería que durará.
-•-
Lo prometido es deuda perdón por tardar, hoy no fue un buen día, espero que les guste el capítulo💜
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