Capítulo 5: "Exploración"


Estábamos llegando. Ahora comprendía por qué su irracional forma de rescatarla. Y me pareció muy triste que él perdiera a sus padres de esa manera, espero nunca sentir algo así, lo poco que recuerdo es, a mi padre pero no a mi madre, ¡es muy extraño! escuché su historia y le connoté algo muy familiar, incluso el trabajo que mencionó sobre ese hombre me recuerda al que había escuchado del mío, como quisiera que estuviera vivo, le haría todas las preguntas que pudiese y saber en dónde estoy. Todavía necesitaba hallar respuestas.

Por fin llegamos y Tom languidecía por sus heridas, lo recosté en el sofá de la sala, veía el rastro de sangre que dejó detrás de nosotros, ¡espero que un Dorten no nos haya seguido! lo veía muy débil, sus ojos cada vez perdían su brillo y parloteaba en susurros —Tengo que salvarla, tengo que salvarla, tengo que...—, estaba muy nerviosa, no quería que muriera, no soy médico pero algo en mi cabeza me indicaba que debía hacer, como sea tenía que cerrar esa herida o lo perdería.

¿Ahora qué hago?, no veo nada que me pudiese ayudar, movía mi cabeza en diferentes direcciones a ver que encontraba y nada, me sentía una inútil, ver al que te salvó la vida morir entre tus brazos era una sensación inconfortable, hasta que Tom lentamente extendió su mano hacia una puerta diciendo —Allí—, no sabía a qué se refería pero de una fui a ver qué había. Abrí la tosca y chillona puerta de madera casi en su original estado y encontré un extraño jarrón de vidrio parecidos a los que usan para guardar mermelada y en su interior estaba una extraña gelatina viscosa de color anaranjado parecido a lo que comí esta mañana, recogí el dicho jarrón con una incómoda mirada en mis ojos, no comprendía en qué esta cosa nos pudiese ayudar hasta que Tom dijo —Frótala en mi abdomen, va ayudar a que cicatrice— Obedecí a lo que me ordenó. Metí mi mano en el jarrón agarrando un gran trozo de esa gelatina. Se sentía muy extraño como una sensación de frio y calor combinado con un hormigueo en tus dedos más un olor muy peculiar pero no era desagradable si no tolerable, igual no lo usaría como perfume o cosa similar. Froté esa cosa sobre y alrededor de su herida, el gemía y respiraba agitadamente, cerrando sus dientes al igual que sus ojos endureciendo su rostro, se veía que le dolía mucho, como cuando uno te derrama alcohol en una pequeña herida de corte que siente que pica y arde, bueno esto era casi lo mismo pero el triple.

Agarré un pedazo de tela para usarlo como gasa, sé que no era lo apropiado ya que no está desinfectado pero en casos extremos, como sea tienes que actuar. En fin no estaba completamente complacida, quise darle un poco de agua para que bebiera, cogí un vaso de madera y fui al refrigerador pero no vi ninguno, le pregunté —Oye ¿sabes dónde guardan el agua?

El me responde con otra pregunta — ¿Agua? ¿Qué es eso?— fruncí el ceño estupefaciente y levanté mis hombros, no entendía por qué el me hizo esa pregunta, luego pensé que tal vez en este lugar le deben llamar por otro nombre como sucedió con lo del restaurante. Volví describiendo — ¡Ya sabes!, H2O, liquida sin color ni olor, todos bebemos de ella para poder seguir viviendo ¿ahora sabes a lo que me refiero?—, esperé por unos cuantos segundos a que me respondiera y dijo agitado —No. No sé a qué te refieres con eso— quede igual como antes pero esta vez con una fuerte expresión en mi rostro. Ahora menos entiendo este lugar ¿acaso no tendrán agua? Y ¿Cómo hacen para vivir?, luego Tom indagó —Pero si es para seguir viviendo, nosotros masticamos una hoja purificadora, es medicinal y ayuda para todas nuestras dolencias, es casi milagrosa, nosotros la llamamos "Esencia"

—Y, en ¿dónde tienes guardada esa hoja?— pregunté observándolo fijamente

El levanta un poco su abdomen con mucha delicadeza y quejidos de dolor, voltea su peludo rostro y me observa diciendo —Se nos acabó ayer antes de que aparecieras

—y ¿En dónde puedo conseguir más?

—Bueno esteee...ee...— se quedó repitiendo el "e" incómodamente pensativo

— ¡Vamos Tom!, no tengo toda la noche— expresé estirando mis brazos un poco enfadada

—Sí. Tienes razón, se encuentra en un jardín en medio de la tribu "Clan C", es la más cercana que tenemos

—y ¿Cómo llego?

Señaló a su izquierda explicando —Al este de donde vinimos, no está muy lejos

—Perfecto. Iré enseguida— caminé directo a la puerta, estuve a punto de jalar la perilla hasta que Tom me detuvo diciendo — ¡Aguarda!— ordena — Iré contigo— propuso levantándose con un poco de dificultada sobre el manchado sofá

— ¡No! eso sí que No. Estas herido y debes descansar o no podrás rescatar a Toff y cumplir con tú promesa

—Eso ya lo sé pero también debo cumplir con otra y es tratar de protegerte— expresó con su mirada seria y su pupila de gato un poco dilatada

Subí mis ojos para arriba al igual que mi cabeza con un suspiro de fastidio cruzando mis dos brazos, regañando — ¡Por favor Tom! vas a seguir con eso, ah como estas, no vas a cumplir con ninguna de las dos

— ¡Enserio tú no entiendes!, no quiero perder a otra, además está muy oscuro a fuera y es capaz que te pierdas en el camino y no lo permitiré

En parte tenía razón, no conozco este lugar y como es de noche es capaz que se vea diferente a como es en el día. Volvió a comentar —A parte esa zona es de la clase media muy baja y hay muchos fellinianos pobres que harían lo que fuera por capturar a una humana y venderla a los Dorten— cuando escuché lo último que dijo me puse un tanto nerviosa. Sería estúpido que fuera sin tener que cubrirme, además si voy sola es capaz que sospechen quien soy. En fin bajé mis brazos y puse otra en mi frente, toda pensativa estirando mis labios con un gesto no muy convencida hasta que dije — ¡Está bien! vendrás conmigo

— ¡Perfecto!— exclamó Tom

—Pero ahora hay que cubrirte. Nadie puede saber que eres una humana, tengo que buscar la manera de que pases desapercibida como una "Desconocida"

Inmediatamente vi a Tom cojeando en dirección a un armario, mueve varias prendas oscuras y pesadas, parecían abrigos hasta que dijo — ¡Aquí esta!—, recoge un largo saco negro con capucha parecidos a los que usan en las películas de Star Wars, era tan largo que si me lo ponía, parte de ella se arrastraría al suelo, luego contó —Esta prenda lo usaba Toff cuando íbamos a la ciudad y nadie se daba cuenta de que era una humana, claro, estando conmigo nadie sospechaba eso.

Ahora tenía claro el por qué Tom no quería que fuera sola, iba hacer un riesgo innecesario trayendo horribles consecuencias. Agarré el abrigador y oscuro saco, contestando —Gracias— con una pequeña timidez en mi mirada. Él sonrió de lado a lado mostrando sus felinos y limpios dientes comentando —De nada Airi—, me quede un poco petrificada, tenía tiempo de que nadie pronunciara mi nombre pero no quise quedarme embelesada y comenzar con nuestro viaje.

Tom estaba cubierto al igual que yo, sostenido por el bastón (rama de árbol) que le regalé, cojeando cada vez menos, su herida estaba parando de sangrar, la extraña gelatina comenzaba a dar efecto, ahora faltaba que consumiera la milagrosa hoja para que por fin esté listo en rescatarla.

Llegamos al misterioso pueblo, las calles estaban algo descuidada, no había mucha iluminación, las casas tenían un segundo piso más su balcón y una sola ventana al lado de la puerta, eran iguales, como si de un mismo plano la sacaran. El suelo era de piedra como los pueblos coloniales, no era tan feo, por lo menos las casas estaban pintada de diferentes colores, era muy pintoresco, lo que me ponía nerviosa era que en esas calles no pasaban mucha gente, como si de alguien se escondieran, ¿será que duermen a esta hora?, en fin tenía un mal presentimiento de todo esto.

Seguimos caminando y el frio de la noche empezaba a surgir con un silbido de brisa, misteriosamente me invadía el escalofrió, no me sentía muy bien, algo o alguien nos está observando, caminamos a lado izquierdo de una calle faltando unas cuantas cuadras para llegar al jardín, cada vez se volvía más oscuro. Tom enseguida dijo —No mires mucho atrás y sigue caminando

— ¿Por qué? ¿Qué sucede?— pregunté inquieta

—Nos están siguiendo— afirmó mirando de reojo hacia atrás

Me puse nerviosa que parte de la capucha la sujeté tapando el resto de mi cara. Caminamos cada vez más rápido, escuchaba las pisadas de nuestros perseguidores, parecieran que fueran cinco o más, sentía como latía con fuerza mi corazón, si algo pasaba no creo que Tom vaya a protegerme de todos ellos ya que andaba herido. No sabíamos que hacer hasta que de repente se escondió una enorme pantalla encima de una torre justico a la entrada del jardín a donde nos dirigíamos, era un hombre gato (así es como les digo yo), vestido de una manera formal parecidos a los locutores de esos canales deportivos que se ven en la tv, sentado en la típica mesa que hay en los noticieros, dando el siguiente anuncio:

<< Hola a todos los residentes del sector A,B y C, espero que pasen una feliz noche, lamentamos mucho tener que levantarlos a esta hora pero ya saben, las notician llegan cuando uno menos se lo espera, así que acostúmbrese hehehehe... en fin. Han llegado noticias de las profundidades y son ¡Tan tararaaa...! los Dorten abrirán los juegos de caza 2036, heeee.... Aplausos aplausos y no más por favor. Hehehehe... bueno ya tienen a las nuevas victim... digo candidatos para las tres etapas. Prometieron que serán toda una masacre así que no se lo pierdan, como si tuvieran elección hehehehe... (Risa sarcástica).

Mañana abriremos las inscripciones para los Fellinianos del sector B o C que desean participar en esta bestial experiencia, ¡incluso tendremos una increíble sorpresa!,¡Tan tara Raaa...! este año permitirán cualquier uso de armas de cierra, las de fuego y cualquier locura que les sirvan... ... ... >>

Enseguida pasaron la imagen de las jaulas con las victimas adentro, y de sorpresa vimos el rostro de Toff— ¡sigue viva!— exclamé en susurro cerrando mis puños de alivio ya que la daba por muerta, Tom chasqueó sus dientes, parece que no le simpatizaba la idea de que ella se encontrara allí pero ¿a quién no?, igual me alegraba mucho a verla visto vivita y coleando por ahora. Teníamos que movernos rápido hasta que escuchamos la conclusión del animador diciendo...

<<Ya saben, mañanas son las inscripciones y finaliza el mismo día, si desean estar allí cazándolos a todos, más las luchas y las impresionantes nuevas arenas que ya describimos. Tampoco se olviden de los increíbles premios que ya mencionamos. Bueno eso es todo, mañana seguiremos informando, feliz noche>> Se apagó la pantalla.

Tom muy serio me agarró con fuerza de las manos, lastimando mis dedos — ¡Vamos!, nos queda muy poco tempo— ordena impacientado

— ¡Aguarda que me lastimas! Auch... — bufé del dolor

Llegamos al jardín y Tom sin pensarlo dos veces pasteaba las matas del arbusto como si fuera un caballo, mascaba una y otra vez de esa extraña hoja color azul verdoso, pasó unos cuantos minutos en eso hasta que paró y lo vi completamente erguido todo rehabilitado. Estaba maravillada de lo instantánea que es esa hoja, hasta que detrás de nosotros aparecen cinco hombres gatos y uno de ellos mira a Tom en son de reto expresando

—Hola Tom ¿Cómo te ha ido esta noche?

—Hola Finix... No muy bien que digamos, ¡no estoy de humor para hablar!— mencionó observándolo de las misma manera en que él otro lo miraba

—Bueno es una lástima, porque yo si estoy de humor para hablar— empuja a Tom levemente para detenerlo

— ¡Que quieres! yo no busco problemas, ahora déjame en paz

—Tom parece que me mal interpretas, nosotros tampoco queremos buscar problemas si sabes muy bien de qué lado elijes

— ¿A qué te refieres con eso?— preguntó de una manera inquietante con un toque de coraje en sus ojos

— Mmmm... me extraña que preguntes eso. Déjame ser más claro: se dicen en las calles que te has estado juntando con una humana lo suficiente como para que te encariñes con ella y la traigas para acá

— ¿Qué pasa Tom?, acaso las ¿Felinianas no te han satisfecho el amiguito largo cabezudo que tienes allí abajo, que ahora lo quieres hacer con una humana? Eso es ¿verdad?

— ¡Enserio eres un cochino Finix!

— ¡Quizás!, pero eso no lo comento solo yo, todo los que te conocen creen en eso desde que quisiste desparecer en algunas noches y en varios días. Dime la verdad ¿acaso el hueco de esa humana es más grande que el de nuestras mujeres?

— ¡CALLATEEEEEEE...!— ruge Tom engrinchado como gato eufórico, enseñando sus garras al igual que sus colmillos

—AHAHAHAHAHHAA... no me agás reír amigo mío

— ¡Yo no soy tú amigo!— dijo gruñendo como un león

—Ya veremos qué tan fuerte eres. Pero ahora ¿no piensas presentarme al que te acompaña?— ese gato me sujeta de la espalda teniéndome entre sus dos brazos. Estaba helada del miedo

— ¡No! ella no tiene nada que ver conmigo

—Si claroooo..., ni tú mismo te crees esa mentira, ¿Por qué se esconde? O ¿acaso es tímida?—

—No. ella no es lo que tú crees, es...

— ¡Una Humana!— dijo en son de alegría desvistiéndome del largo y abrigador saco

—Por Deoooz... Tom si querías divertirte con ella porqué fuiste un egoísta y no la compartiste con todos nosotros, ¡muy mal hecho! ¡Muy mal!

—Finix por favor déjala tranquila, ella no es a la que tú crees que es

—Bueno para mi es exactamente lo que creo que es, así que no te equivoques— señala de un modo amenazador

— ¡Que ni se te ocurra ponerle una mano encima o sino yo...!— es retenido por dos de esos hombres gatos

—HAHAHAHAHA... eres muy divertido. Pero Tom, pensantes que yo iba a...— un segundo de silencio más una sádica mirada— ¡Pero no! Hehehe..., yo no sé cómo la tienes tú pero el mío es demasiado grande para que entre en ese huequito, ella es muy pequeña para mí. Así que no desperdiciaré algo que me puede traer mucho dinero ¿no lo crees?—

— ¡Eres un hijo de...!— es golpeado en la boca de su estómago, se retorcía en el suelo, enseguida Finix ordena — ¡Llévensela!— de repente veo todo negro, me costaba respirar hasta que me di cuenta que estaba metida en una enorme bolsa y lo último que recuerdo es un fuerte golpe en la cabeza.

Continuará...







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