Capítulo 3: "Persecución"
Estaba muy nerviosa como confundida, la neblina cada vez se hacía más espesa, sentía que podía morderla, el frió empezó a invadir mi cuerpo, pero sudaba del miedo, escuchaba esos horribles gritos desde lejos y otros cerca de mí, pero lo que más me horrorizaba eran los gritos de las personas, aquella que fueron hipnotizadas por la campana, de solo pensar que les harían o a donde se los llevaría elevaba mi sangre, no sabía a donde correr, no veía nada ni siquiera los arbustos que por un momento eran mis acompañantes, parecieran que se hubiesen marchado huyendo de esos espeluznantes gritos.
Sentía fuertes pisadas corriendo a unos cuantos metros cerca de mí, no sabía de donde provenían, pero oían con claridad la súplica de auxilio y compasión de aquellos que fueron atrapados ¡Oh... Qué horrible es convertirse en la presa! escuchaba sus cuerpos caer en el suelo para que luego fueran arrastrados como un saco de carne y sangre, para ellos éramos tan solo eso, comida y diversión. Lo podía percibir sin necesidad de verlo, el horrible trato que les daban a sus víctimas como si sus vidas valiesen menos que una piedra, era indescriptible explicar esa experiencia, tendrías que vivirla para poder sentirla, hasta que por fin llegó mi turno.
No sabía de quien ni de donde, pero escuchaba lentamente unos pasos que venían a mi dirección, mi corazón latía con gran aceleración, sentía que en cualquier momento estallaría en mi pecho, esos pasos eran muy pesados y toscos, mis manos cada vez temblaban más, pero por más aterrada que esté me esforzaba para no sucumbir al pánico y correr sin ninguna dirección exponiéndome estúpidamente a la muerte. Estaba muy cerca, sentía su intimidante presencia, lentamente daba pasos hacia atrás, ya no podía mantenerme en calma, la intriga y el horror bañado en suspenso me hacía desistir, estaba a punto de dejarme llevar por el instinto natural de protegerme, hasta que sucumbí. —¡Ahhhhhh.....!— grité, como si alguien hubiese presionado un interruptor sobre mí, Salí corriendo, sin pensarlo dos veces, corría y corría, mis ojos estaba empreñados de lágrimas. Escuchaba los pasos de personas como yo corriendo al lado mío hasta que por un instante desaparecían con un grito de salida, tragados por la intensa niebla —¡Por favor Dios no me dejes morir!— Suplicaba en mis pensamientos, no soy muy religiosa pero cuando estas apunto de morir te quieres aferrar a algo pensando que con eso te vas a salvar ¿Sera que hoy es mi fin? nunca pensé en morir así, ¿acaso fui una horrible persona en la cual me enviaron a este lugar para deshacerse de mí? como sea buscaba respuesta alguna, y cual haya sido la razón cumplieron bien su misión.
No paraba, la adrenalina me hacía imparable, del susto no sentía el cansancio hasta que por desgracia tropecé con una piedra, caí con fuerza al suelo, mi cuerpo daba vuelta frenando poco a poco, lo primero que vi fue el cielo blanco, sentía que todo se movía, escuchaba en mi oído como palpitaba mi cerebro. Ahora por fin estaba cansada, mi hora llegó, no podía levantarme, sentía que la pierna me dolía haciendo un mínimo de esfuerzo, creo que estaba fracturada, empezaba asentir el sabor de la muerte, ya no sabía qué hacer, escuchaba esas fuertes pisadas como temblaban el suelo frenando, pausó por unos cuantos segundos, respiraba agitadamente, buscando la manera de calmarme, inhale y exhale lo más profundo que pude para controlarme, hasta que de sorpresa vi el pie que emitía esos sonidos. Era horrible, tenía cuatro garras pero una sobresalía más, parecía un garfio que usaban los piratas, veía como subía y bajaba lentamente esa garra casi tocando mi mejilla derecha. No quería mirar hacia arriba, porque si lo hacía es capaz que grite como una estúpida asustada, respirar es lo único que hacía y pensaba—Respira lentamente—, dictaba esa frase en mi mente cerrando los ojos con fuerza, hay quienes dicen que cuando está a punto de morir le vienen recuerdos de toda su vida, como si fuera el ultimo resumen de lo que viviste, eso era lo que me venía, hasta que comencé a recordar...
------------<<Recuerdo>>--------------
Estaba sentada en una silla, ¿en dónde estoy?, hasta que una luz brilló apuntando hacia mí, ¿Qué es esto?, pregunté, de repente vi una reflector con luz tenue iluminando a unos tres hombres. No veía sus rostros estaban bañados en oscuridad, del cuello hacia arriba como si eso fuera sus máscaras, uno dijo — ¿Cómo te llamas?—, revoloteando el eco de su pesada voz por todo el salón, estaba intimidada como confundida, pero de un extraño impulso respondí
— Airi Streckel— con mis labios tembloroso
Hubo unos segundos de silencio y el segundo hombre (el del medio) preguntó — ¿Cómo se llama tu padre?
—Noo... looo..seee— dije algo perturbada
— ¡Claro que lo sabes! solo tienes que recordar— mencionó con una ronca voz que sentía que puyaba los tímpanos de mis oídos, hice una gran esfuerzo apretando los dientes de mi boca, cerrando mis ojos y los dedos de mi manos como si de fuerza se tratara hasta que un nombre llego en mi mente
— Dairon Streckel— dije lentamente como si lo leyera de un panfleto
— ¡Exacto!—exclamó el tercero a la izquierda con una suave pero intimidadora voz
Hasta que los tres como si se pusieran de acuerdo comenzaron a contarme todo lo que debía recordar uno completando la frase del otro como si estuvieran sincronizados al hablar diciendo:
—Tú eres Airi Streckel
—Hija del doctor Dairon Streckel
—Brillante científico del proyecto que salvará a la humanidad— de repente una luz iluminó el fondo del salón hacia unas extrañas y metálicas letras que decían Kort
—Eres el sujeto de prueba número 000,1
—La única esperanza de un mundo que está a punto de caer
—El tiempo se agota, tienes que regresar
—Sí, tienes que salir
— ¿Salir?, ¿Regresar?, ¿De dónde?— Pregunté toda exaltada pero nadie respondía, sentía que veía todo borroso otra vez y con mi último esfuerzo inquirí —Por favor quiero que me digan ¿En dónde estoy?— y los tres dijeron en coro —Regresa, regresa, regresa, regresa— hasta que vi todo en blanco y los dejé de escuchar...
-------------------< Fin del recuerdo >--------------------------
Abrí mis ojos, me dolía la cabeza — ¿acaso me habré desmayado?—, pregunté desde mi interior, me levanté con torpeza, hasta que logré mantenerme en pie, sobaba mi frente y el dolor cedió —Que raro, por unos instante no podía levantarme creyendo que estaba fracturada, ahora el dolor desapareció— indagué. Como sea tenía que salir de aquí, ya no más la niñita asustada, ahora tenía que actuar con inteligencia si quería sobrevivir.
La neblina estaba desapareciendo, podía ver aunque sea a siete metros de distancia, es mejor que nada, por lo menos veía a donde iba, todo estaba en calma, no se escuchaban pisadas ni gritos, no observaba a nadie, ni Dorten como tampoco humanos, ¿acaso se lo llevaron a todos?, por un momento estaba aliviada pensando de que ya se fueron pero luego me acordé de Tom y de Toff, acaso ellos ¿están bien?, ¿seguirán vivos? Con mucho sigilo caminaba paso a paso por todo el medio de ese campo con maleza profunda que me comía hasta la cintura. Veía en varias direcciones buscando alguna señal de vida, hasta que de repente vi que la neblina se despejaba descubriendo un viejo molino, me acerqué a ella y de sorpresa sentí una pisada, me quedé como estatua, escuchaba que cada vez se acercaba más y más, estaba esperando a que llegara — ¡Si voy a morir, moriré luchando!— susurré en son de nervio y valentía, respirando con fuerza apretando mis dientes. Estaba cerca, justico detrás de mí, escuchaba el sonido de las pisadas en la espesa maleza, hasta que sentí que algo tocó mi hombro derecho, cerré mis puños y volteo gritando, para poder enfrentarlo y caí con eso al suelo encima de ¿ella?...
—Yaaaa detente soy yoooo, Toff ¿no me reconoces?—
—ahhhh.... Eres tú pensé que eras uno de ellos— dije sujetándole las dos muñecas en el suelo
—¡Puees! como vez te equivocas, ¿o acaso me estás diciendo que soy tan fea que me parezco a unos de ellos?—preguntó enfadada. Sus mejillas coloradas me hacían sonreír
—Oh... Toff. Me alegro de verte— la abracé acostada encima de ella que cualquiera pensaría que estamos haciendo cosas raras (ya ustedes entiende a que me refiero... xD)
—Ya suéltame que no me dejas respirar— dijo Toff asfixiada
La solté y me senté a su lado, ella tosió hasta que pudo volver a respirar
—Wooww si tanto me quieres por favor no intentes de matarme para demostrarlo— expresó con un tono de risa
Yo tan solo reí
—Oye y Tom ¿Dónde está?— preguntó observando en varias direcciones
—No lo sé, él me dijo que te iba a buscar
—Mmmm... como sea tenemos que buscarlo— de una se levantó sacudiendo sus piernas
—Yo también estaba en eso, pensaba que tú habías... habii...— de repente vi la cara de Toff y estaba temblando con un gesto de espantada, paralizada, temblando como una gelatina, sus ojos veían hacia arriba en son de terror, algo no estaba bien hasta qué entendí que era, enfrente de mí veía una enorme sombra, me puse increíblemente nerviosa, escuchaba su respiración, era un Dorten ¡Ya nos descubrieron!
Estaba temblando, lo tenía justico en mis espaldas, sentía que su saliva se derramaba sobre mi cabeza, hasta que emitió su estruendoso grito, cerré mis ojos, mis lágrimas salían como cascada, entrecogí mis hombros, estaba esperando por fin mi muerte, hasta que de la nada escuché un fuerte rugido de león, eran tan a tronante que causaba más eco que lo del mismo Dorten y eran los de Tom. Llegó con un imponente salto como tigre cazando liebre, aferró sus garras en el cuerpo del Dorten haciéndolo chillar del dolor. Caen al suelo, la maleza se mueve violentamente, tan solo oía los rugidos de los rivales, estaba preocupada, no sabía sin Tom estaba bien, Toff veía en varias direcciones, no sabía si correr o esperar a Tom, Hasta que él asomó su cabeza forcejeando con la criatura gritando —Corraaaan... yo los alcanzo ¡Estaré bien!—
—Pero... pero.. pe...— tartamudeé deseando en no abandonarlo, no quería dejarlo solo, pero ¡que podía hacer!
—Por favor ¡CORRAAAAANN...!— volvió a gritar Tom
Hasta que de repente él Dorten empezó a aullar, el sonido era tan chillante que pensé que me dejaría sorda, ¡estaba pidiendo ayuda!, lo noté enseguida pues escuchaba a la distancias muchas de esas criaturas, saliendo de la nada como si fueran fantasmas. Tenía qué actuar, Toff estaba paralizada viendo en distintas direcciones como si esperara a que un Dorten la atrapé, ¡era muy extraño!, enseguida sujeté su mano con mucha fuerza jalándola, obligándola a que corriera junto a mí en dirección al molino, teníamos que pensar y actuar rápido, pero no es así de fácil, el nervio ligado con el terror te hace actuar con mucho desespero, buscando la manera más fácil de salvar la vida, sin saber que una simple mala decisión conlleva a la muerte.
Estábamos cerca del molino, actuando como si este tuviera un campo de fuerza para salvarnos, hasta que desgraciadamente un Dorten aparece entre la neblina enfrente de nosotras. Tenía que actuar rápido, corrí hacia otra dirección junto con Toff, sin alejarnos del molino, buscando otra entrada pero la criatura corría detrás de nosotras, lanzando ese horrible grito de muerte. Lo tenía muy cerca de mí, estaba a punto de atraparnos pero más rápido que él cogí una piedra y se la lance donde creía que tenía sus ojos, él chillaba del dolor, ¡perfecto!, pude ganar unos segundos más de tiempo, ya entramos y para nuestra mala suerte el molino no era lo que parecía ser, tenía un enorme hueco en el medio, quedé boca abierta preguntando — ¿Qué es esto?
—Debe ser la fosa donde ellos salen y entran— dijo Toff agitada
Cuando escuché eso, la miré con asombro ligado al miedo, ahora tenía que salir de aquí pero ya era demasiado tarde. El Dorten estaba en todo el medio de la entrada, ocupando casi el espacio de todo el marco como si de una puerta se tratara. Caminaba lentamente hacia nuestra dirección, nosotras retrocedíamos casi a la par con él cuando se movía, observaba en varias direcciones buscando otro medio de escape y vi unas escaleras que llevaba a la góndola, llegar allí era nuestra única salida.
El Dorten inclinaba sus rodillas preparándose para lanzar vuelo sobre nosotras y tumbarnos a la fosa, pan comido o damiselas comidas para él, como sea tenía que ser más rápido, saltó y yo con más velocidad sujeté a Toff lanzándonos al suelo. Sentía que esa criatura rosaba mi espalda en medio del salto, caímos pero no al hueco, él si calló, escuchábamos sus gritos perdiéndose en la profunda bajada. Toff y yo estábamos emocionadas y nos abrazamos del alivio pero duró muy poco, escuché unos chillidos metálicos muy agudos, era ese Dorten sujetando sus garras sobre el muro de la fosa, poco a poco iba subiendo y estaba furioso, se percibía en su rugido.
Las dos salimos corriendo afuera pero vimos a otro a unos cuantos metros, cambiamos de dirección de camino a las escaleras —Ellos le tienen miedo a las alturas de la superficie— dijo Toff recordando, ¡excelente!, teníamos otra oportunidad, subimos las escaleras, ella iba de primero adelante y yo atrás, estábamos casi por la mitad pero él Dorten que vimos comenzó a golpear la pared intentando de tumbarnos, las escaleras se mantenía firmemente sujeta por unas cuerdas pero igual la vibración nos hacía sentir que se iban a caer o partir. Ahora era difícil subir, cualquier intento de levantar el pie y la mano torpemente, nos causaba un leve resbalón, en cualquier momento podíamos caer. Nos manteníamos firmemente sujetas como gato arañando alfombra hasta que lamentablemente llegó el segundo que faltaba. Los dos juntos golpeaba con gran fuerza la pared, estaban a punto de derribarla, ya mis manos no podían aguantar, sentía que me iba a caer en cualquier instante pero Toff cedió primero, cayó casi encima de mí pero se sujetó de mis pies
—Resiste Toff— expresé apretando mi boca eh inhalando una bocanada de aire
— ¡Ya no puedo más!, me rindo, ¡ME RINDOO!— inquirió llorando y temblando
— ¡Por favor! ¡No te rindas!, tienes que resistir
De repente las escaleras comenzaron agrietarse y romperse como palitos de dientes, y ahora una mano de Toff con sus dedos podía apretar mis zapatos, ella por último dijo
—Lo lamento A, lo intenté— exhaló con sus labios temblorosos y su cara bañada en lagrimas
— ¡Espera Toff! Nooooooo...
Enseguida soltó mi zapato cayendo abajo, un Dorten la recibió con sus brazos, brincando directo a la oscura y profunda fosa con ella en su hombro, el segundo se me quedó viendo, esperando a que cayera como ella.
Continuará...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top