Narra Ben:

—¡Hola! Sean bienvenidos a la preparatoria de Auradon! Yo soy el hada madrina y la directora —hizo una reverencia como cuando llegaron los otros.

—Yo soy el Rey Ben, pero también soy estudiante, espero que su estancia aquí sea agradable, y no hayan problemas —dije sonriendo.

—¿Por qué son tan amables? —preguntó una chica castaña, se veía que era un año menor, igual que Carlos—. Un hola nos bastaba, pero bueno, yo soy Natalia hija del Capitán Garfio —sonrió.

—Lo sabemos —dijo Mal—. Él es Gabriel hijo de Gaston —apuntó a un chico igual de fuerte que Jay.

—Corina hija de la Reina de Corazones —señaló Evie a otra chica rubia con corazones en su cabello—. Y Uriel hijo de Ursula —señaló al último chico.

—No nos han olvidado, desgracias —dijo ¿Corina?

—¿Desgracias? —preguntó Jay.

—“Los hijos de los peores villanos resultaron ser más blandos que los sándwiches podridos de la Isla, volviéndose así, buenos.” —citó Uriel.

—No algo de que sentirse avergonzados —protestó Mal —. Es lo que queremos.

—No vamos a pelear —interrumpió Evie.

Que bueno que el hada se había ido, si no, ya me hubiera regañado y todo eso.

—Tienes razón —hablé—. Carlos les va a dar un recorrido por todo el lugar.

Narra Natalia:

—Bien chicos, en es salón es la clase de historia —apuntó Carlos a una vieja aula—. Adelante se encuentra bondad...

—Carlos —lo llamé—¿Sabías que tu madre te extraña? —le pregunté.

—¿Qué? —me miró sorprendido.

—Sí, te explicaré cuando nos lleves a la habitación, antes no.

Nos condujo por varios pasillos más, explicando cada una de las cosas, la verdad era, que debíamos seguir el plan tal cual nos lo plantearon, y ésta era una fase.

El primer lugar que encontramos fue el cuarto de chicos, el cual me gustó, y podía apostar a que me gustaría más que el de nosotras.

—Llegamos —dijo Carlos abriendo la puerta, la primera en entrar fue Cori que chilló emocionada.

—¡Es hermoso! —chilló.

—No es mi color favorito, pero no está mal —dije volteando a ver a Carlos.

—Bueno, tengo que ir a la cafetería, dicen que la comida aquí es espectacular —Cori salió corriendo.

—Entonces... —dijo Carlos nervioso—¿Qué habías dicho sobre mi madre?

—Que Cruella está mal, te extraña, llora casi todos los días diciendo que no puede vivir sin su chiquillo —dije mintiendo—. Y no es la única, Jafar cerró su tienda y se escondió, nadie sabe mucho acerca de él, al igual que de la Reina, ella también desapareció, y Maléfica sigue siendo una lagartija.

La verdad era que la traición de sus hijos los había vuelto más malos, y por eso nos pidieron un plan malévolo y ser parte de el, y necesitaba mentir.

—Es imposible —dijo Carlos—. Ellos no... Ellos no nos aman, son malos... No sienten amor...

—¿Qué sientes por tu madre?

—Yo... Un amor fraternal.

—Y eras villano, la querías y la quieres a pesar de todo —el chico bajó la mirada—¿Qué se siente ser una decepción? —pregunté fingiendo duda.

—¿Una decepción? —preguntó Carlos—¿A qué te refieres?

—En la Isla, la mayoría de nosotros los envidiabamos, eran malévolos, y temíamos de sus padres, cuando llegó Maléfica convertida en animal nos explicó todo, todos sienten asco hacia ustedes.

—Yo... —empezó Carlos—. Me tengo que ir.