Capitulo 3
*Clay*
–¡¿Qué?!– preguntaron Aaron y Lance casi que gritando.
–Espera, Ruina– dijo Whiparella –Mi hijo no se irá a ningún lado–
–Los míos tampoco– apoyó el papá de Lance e Izzy, Cuthbert Richmond –Los necesito para llenar los estantes de mi tienda– dijo, y mamá rodó los ojos.
–¿Ves? Ninguno quiere ir– dije tirando la carta a la basura.
–Pero que idiota, Clay– me susurró Fletch –Seguramente tiene un plan–
–¿Qué si no lo sé?–
–Pero todo esto nos servirá para salir de esta mugrienta Isla– dijo mamá –Clay podría acercarse a su tío, y quitarle su báculo para poder romper la barrera– sentí la mirada de los demás encima de mí.
Maldición, mamá... ¿Por qué dijiste eso?
–¡Y luego, destruir a la familia real para poder gobernar Knighton a mi voluntad!– dijo sonriendo.
–'Nuestra voluntad'– corrigió Goldie, la madre de Lance e Izzy.
–Sí, eso– dijo mamá.
–¿Y qué nos llevaríamos nosotros?– preguntó Aaron.
–Podrían destruir cosas, hacer lo que quisieran, Clay podría usar sus poderes incluso– respondió mamá –Las cosas que podrían hacer son infinitas–
–¡Súper!– dijo Aaron, y luego escuchamos a alguien entrar.
–Hola chicos– dijo Ava entrando.
–Oye, ¿Te enteraste de la "súper" noticia?– le pregunto Izzy.
–¿Quién no? Toda la Isla lo sabe– dijo Ava –Y también por qué crees que tengo este bolso–
–Ah, cierto. Chicos sus cosas están ahí– dijo Whiparella señalando nuestros bolsos.
Los agarramos de prisa ya que escuchamos la bocina del auto abajo. Aaron salió volando y su madre se fue detrás de él. Luego salieron los Richmond, mi hermanito y Ava.
–Clay, ven un momento– me llamó mamá antes de que saliera.
–Ok– fui con ella hasta el balcón. Desde ahí se veía gran parte de la Isla, y una parte de Knighton.
–El destino de tu familia y de la Isla está en tus manos... No falles– dijo y yo asentí.
*No*
Las personas de la Isla, veían con curiosidad el lujoso auto que había atravesado la barrera. Pero les sorprendió más al ver a los hijos de los villanos más temidos del mundo salir de su "hogar" con bolsos.
–¡Aaron! ¡Vuelve aquí!– le gritó Whiparella a su hijo tratando de alcanzarlo. Aaron tiró su bolso y su skate, que apenas si ha podido usar, al maletero y entro volando al auto, y detrás de él entraron Fletcher, Lance e Izzy.
Luego subió Lance y por último Clay, que antes de entrar miró hacía el balcón y vio a su madre, que lo miraba a él con esa cara de "te estaré vigilando".
–¡Dulces!– exclamaron los menores al ver la cantidad de dulces de todos los tipos delante de ellos.
Aaron no quedo atrás y agarro una galleta.
–Es raro– dijo Aaron con la galleta en la boca –No son como los "dulces de aquí". Estos SI son dulces– dijo.
–Déjame ver– le dijo Lance. Aaron abrió la boca, mostrando la galleta toda masticada y Lance le golpeó el brazo pero le quito la galleta.
–Tienes razón– dijo mientras se terminaba la galleta.
Ava se sentó junto a Clay, quien estaba entretenido mirando por la ventana. La castaña miró hacia la ventana frente al conductor, y vio que ya se estaba acabando el camino y se dirigían hacía la "salida" de la Isla de los Perdidos, donde no había nada para cruzar.
–¡Es una trampa!– gritó Ava, alertando a todos los demás.
Todos empezaron a gritar como locos, excepto los hermanos Moorington. Fletch solo levantó la vista con una chupeta de fresa en la boca y Clay no quitó la mirada de la ventana.
Al darse cuenta de que no habían caído a ningún lado, todos miraron por las ventanas y vieron un extraño puente color dorado debajo de ellos.
–Wow, ¿qué rayos? – dijo Aaron.
–Es...–
–¿Magia?– preguntó Clay terminando la frase de Izzy –Era demasiado obvio–
–¡¿Y por qué no lo dijiste antes?!– le preguntaron todos "molestos" con él.
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