En la Isla de los Perdidos

*Clay*

¿Mi nombre? Fácil.

Clay Moorington, el hijo de Ruina Stoneheart, una de las villanas más peligrosas del mundo entero.

Bueno, no soy el único. Tengo un hermanito. Se llama Fletcher, y es muy fastidioso.

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–Hasta que por fin llegaron– les dije a mis amigos Aaron y Lance cuando por fin se dignaron en aparecer.

–Cállate, Moorington– dijo Lance –Sabes cómo son mis padres, siempre piden explicaciones–

–Como sea, aquí está todo– dijo Aaron dejando su bolso en el suelo, y cada uno agarro una pintura.

–¡Bien! Es hora de redecorar un poco la Isla– dije sonriendo, y agitando un poco la lata de pintura.

–Y... ¿Quién va primero?– pregunto Lance mirando el muro que teníamos que pasar para llegar a la fastidiosa escuela.

–¡Yo voy!– dijo Aaron. Agarro su bolso, y Lance y yo lo ayudamos a subir la pared.

Él siempre tan emocionado, eso normal.

Luego de que subió, tiro un extremo de la cuerda para que subiéramos. Que tardo un poco, ya que a Lance siempre le ha costado eso.

Les voy a confesar algo: Vivir en la Isla no es tan malo como parece. Tal vez no tengamos un par de cosas, como magia y wi-fi... Y una salida. Pero siempre encontramos algo que hacer, ya que aquí se puede hacer lo que queramos, sin alguien que nos ande regañando, o yo que sé.

Y esta vez, nos divertimos decorando un poco la escuela.

Cada uno pinto el símbolo de su familia (Serpientes, Caballo, Gárgola. Ya ustedes sabrán de quien es cual), y lo único que los tres tienen en común, es que dicen Larga Vida al Mal.

Luego de redecorar la escuela, fuimos por casi toda la Isla robando cosas, y dejando nuestras marcas. Incluso en las caras de las personas.

Nos gusta hacer lo que queramos.

–¿Nos trajeron algo?– nos pregunto Fletch cuando volvimos a casa.

–Claro que no, enanos– dijo Lance también refiriéndose a su hermanita.

–Es broma– les dije a ambos –Tengan– abrí mi mochila, y saqué una bolsa de dulces completa.

¿Qué si los robé? La respuesta es obvia.

–¡Mamá, aquí están las pinturas!– le grito Aaron a su mamá, que estaba en uno de los cuartos de arriba.

–¡Dejalas por ahí!– le grito la famosa Whiparella (más conocida como "mi tía")

–Bueno– Aaron se encogió de hombros y tiró el bolso a cualquier lado.

–Hasta que por fin llegaron– dijo mamá, apareciendo de la nada como casi siempre.

–Sí, es que este enano– señalé a Fletch –Nos pidió que les trajéramos algunos dulces–

–¡Hey! ¡No me digas enano!– se quejo Fletch. Yo lo agarre por el cuello, y empecé a despeinarlo.

–Pero tú eres enano– le dije despeinándolo.

–¡Muchachos!– dijo mamá golpeando su bastón contra el suelo.

Oh, creo que ya se molesto.

–Tengo algo que contarles–

O tal vez no...

–¿Qué sucede?– preguntó Lance dejando todas las cosas que robo en los estantes.

–En la mañana, recibimos una carta– empezó a decir agarrando algo de la mesa, y dándomelo –Diciendo que ustedes cinco, y la hija de Pola, fueron elegidos para ir a otra escuela...–

–En Knighton– termine por decir cuando leí la carta.

–¡¿Qué?!–

[En Multimedia: Mi intento de Clay Moorington en la vida real]