Capítulo 1: Cumpleaños

Los años pasaron y actualmente los mellizos recién cumplieron sus diecinueve años, Uno de ellos se encontraban feliz pero el otro no se encontraba de ánimos.

Andrew no se encuentra de ánimos para celebrar ni siquiera sabe que hoy es su cumpleaños diecinueve.

- Andy despierta-Abby le habló con un tono susurro para que se levantara, pero el muchacho prefirió descansar, Abby se salió de la habitación: habló a su madre para que le ayudara a despertarlo.

- Andy, despierta mamá nos está hablando

- Otro cinco minutos más por favor.

- Si no te quieres levantarte, mamá está en frente de la puerta de tu habitación.

Andy se levantó de manera rápido se podría decir que la señora Amelie es estricta y él tiene que respetar cierta reglas de la casa y es No despertar demasiado tarde. La hora daba las doces del medio día, el chico se había quedado dormido y aparte tiene un pesado insomnio.

- Abby te he dicho muchas veces que no hagas esa broma por lo bueno que no eres chico.

- Se puede saber el ¿porque?
- Te daría un fuerte golpe...-se quejó poco- ¿Qué horas son? Me duele poco mi cabeza.

- Son las doce del medio día te quedaste dormido, hijo. Feliz cumpleaños Andy. -sonrió

La señora Amelie traía un pequeño pastel ya las velas ya están encendida, ellas ya estaban esperándome para que despertara y pagara las velas claro es la tradición del cumpleañero de pedir un deseo y pagar las velas.

Recién he cumplido mis diecinueve años, pero...no me siento bien, se supone que este es mi cumpleaños número diecinueve tengo que esta feliz, en realidad no lo estoy, cada cumpleaños le niego a Abby y para que no gaste pero aun así me quieren verme feliz...como quieres que esté feliz si hace más de dieciocho años no sé nada la existencia de Chloé y mis recuerdos aun siguen ahí.

Trato de dedicarle una sonrisa para que no se preocupen tanto por mi.

- Gracias...no se hubiera molestado en prepararme esta pequeña sorpresa.

- Lo hicimos solo por ti, no porque sea tu cumpleaños si no que estos años te lo pasabas todo el tiempo encerrado y llendo con el psicólogo. Queremos que siempre sonrías, no queremos que estés triste. Se que vas a encontrar a tu hermana y ella también te estará buscando.

- Gracias Abby, me subiste el animo y se que Chloé me está buscándome, lo pre siento.

El chico sonrió y antes que apagara sus velas pidió su deseo, su único deseo es buscar a su hermana perdida y que todo esos recuerdos que permanece en su mente se vaya para siempre. Cuando pagó sus diecinueve velas sintió un gran alivio de pura tranquilidad no todo está perdido hay esperanza, claro esa frase le pertenecía a Sadie siempre se lo recordó para que no se sitiera tan solo, ahora ya no siente esa soledad desde hace años: Ya tiene una familia que tanto lo aprecia mucho como si fuera su verdadero hijo, sangre de su sangre, para Andy; aun no está acostumbrado en decir mamá a su madre adoptiva prefiere decirlo por su propio nombre a igual con el nombre de su hermana adoptiva; Abby.

Mientras tanto en otro lugar se encontraba la joven recién despertando por los tanto azotes de la puerta cuando va encerrando, con la poco pereza que tiene se levantó de mala gana saliendo de su habitación, se le hizo extraño que no viera la presencia de sus dos molestos hermanastros probablemente se fueron a entrenar o eso pensó la joven, antes que de que Chloé se fuera a checar en toda la casa, fue directo al baño a lavarse los dientes y quitar su pijama.

Ahora que se salió traía de atuendo: Un suerte de lana de color gris, unos pantalones tipo vaqueros de color negro y unos botines de color café claro. Salió de su habitación y fue directo a la sala principal a buscar a sus padres, ninguno de ellos no estaban: La casa se encuentra completamente sola, sin ninguna presencia de nadie excepto la sirvienta.

- Oh, señorita Chloé que bueno que has despertado. -dijo amablemente.

- ¿Y en donde están todos?, hace unos segundos se escuchó fuerte azotes de puertas.

- Bueno, sus padres se fueron de viaje, ellos vendrá en tres días y tus hermanos se fueron a entrenar.

- Espera... quieres decir que ellos van a regresar durante los tres días, p-pero...

Tal como me lo imaginé. Ellos se olvidaron mi cumpleaños número diecinueve, lo supe desde un principio...ellos me adoptaron por lastima sin que nadie me quiera adoptar. En toda su vida se lo pasaban en viajes solo por el negocio y mis dos "hermanos" se encargaba de cuidar la casa hasta hacen una fiesta sin su permiso de ellos, les vale la presencia de la señora Agnese (la sirvienta) hace todo lo posible de impedir su loca fiesta, pero aun así no le importa su opinión. Estoy de acuerdo con la señora Agnese de impedir su "fiesta", la fiesta que hacen ellos no me agradan siempre es lo mismo: Música de alto volumen, alcohol, drogas y por supuesto que no podría faltar el fetiche del sexo. Le da igual el lugar en donde van a coger, lo cual una vez vi a Evan teniendo relaciones con su y lo peor que fue en mi propia habitación...ya ni respetan la privacidad de uno. Y ahora, no dudo de que ellos van a hacer su dichosa fiesta loca

- Señorita Chloé, tengo algo que le quiero regalar.
Sonreí forzada y con gusto le pregunté lo que ella me quiere regalar, me dijo que cerrara los ojos, no era mucho de que va a tardar. Unos segundos después vino y sentí en mis manos una pequeña caja. Abrí mis ojos y el papel del regalo era de un color rojo se podría notar que brillaba el papel a igual con el listón de color dorado: Le ofrecí las gracias pero ella me interrumpió que leyera la pequeña nota pegada del regalo.

Se me hizo un poco extraño, probablemente sea de mis padres antes de que vallan a su viaje de negocio, al principio lo pensé, pero me equivoqué. La letra no le pertenece a ellos si no que la letra está escrita con letra cursiva y con tinta azul.

Se que a pasado más de diecinueve años sin saber nada de nosotras, espero que te lo pases de lo mejor este día. Algún día vas a saber toda la verdad lo que realmente pasó, no te preocupes...no eres la única que se encuentra con dudas hay alguien que te necesita y te está buscando durante la separación.

Por ahora diviértete antes que se haga demasiado tarde...

Atte.: Anónimo.

No entiendo lo que está pasando, guardé la nota y abrí el pequeño regalo.

No me lo podía creer

He recibido un pequeño collar de oro, lo que me sorprendió, que viene el nombre de Andy...no sé que significa probablemente ya me encontró...no creo que me halla encontrado si lo fuera ya tocaría la puerta de la manera desesperado. Por ahora me encuentro sentada de la mesa mientras que me arrimaron el pequeño pastel ya con las diecinueve velas encendidas y lista para apagarlas.

- Antes que apagues las velas tienes que pedir un deseo.

- Sabes que poco creo acerca de pedir un deseo. Además no creo que los deseos se hagan realidad.

- ¿Y como sabes que no se cumple los deseos? Si nunca lo has intentado.

- Esta bien, solo porque usted me lo dice.

La curiosidad me intrigó un poco, me quedé pensativa en unos minutos al principio no tenía idea de pedir un deseo jamás en mi vida hice esa tradición en pedir un deseo antes de apagar las velas. Ahora se lo que quiero.

Soplé las diecinueve velas y mi único deseo es saber la verdad...que fue lo que realmente pasó, en realidad fue un suicidio que todos comenta o un homicidio que cometió mi padre... siento que uno de ellos me oculta algo, y también me quiero reencontrarme con Andy me quiero disculpar con él...mi culpa me esta consumiendo viva. La única persona que me entiende y siempre a estado conmigo durante mis diecinueve años es la señora Agnese, no la veo como una sirvienta, yo la veo como si ella fuera mi segunda madre.

- Se que ese deseo se te a cumplir.

- Siento que es imposible, no sé si él este vivo o muerto, pero si él estuviera muerto lo hubiera presentido, y se que se encuentra en algún lugar no tan lejos, pero no sé si me quiera volver a verme lo digo por mi actitud

- Él no te odia, en ningún momento no te va a odiar.

- Y ¿Cómo sabes de que él no me odie? Tal vez te estás equivocando.

- No lo creo, solo tienes que esperar el momento adecuado, confiar en tus sueños y no pensar para nada negativo.

Es verdad, siempre me lo paso en puros pensamientos negativos y la mayor parte siempre sale todo mal. Tiene razón lo que dice debo confiar lo que desee, por primera vez le agradezco a alguien en especial a la señora Agnese.

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