I: Royals

Estaban completamente alerta, unos podría decirse que estaban más bien con la vista fija en los
demás chicos atados en el suelo a varios metros de ellos, por lo que su mirada iba entre ellos y él
desprendiendo bastante odio de sus miradas. El ambiente estaba tan tenso que nadie podía mover músculo alguno, pero en una fracción de segundo el caos se desató cuando Jaehyun se lanzó con un grito viendo a sus amigos de esa forma.

Los demás siguieron su ejemplo, pero no duró mucho, cada uno fue rodeado por tres de estas criaturas quedando completamente inmovilizados al ser empujados con fuerza al suelo dejándolos arrodillados.

Las armas habían caído lejos, las manos estaban cubiertas, todos estaban indefensos. Minji soltó un grito de frustración al ver la varita rodar por el suelo hasta parar en una bota de cuero, un ápice de esperanza regresó a ella.

— ¡Taeyong! —gritó casi de alegría viendo como él con rapidez sujetaba el objeto. 

————————————————————————————————

El pasillo principal se llenaba conforme todos los alumnos salían de sus salas al finalizar el horario, este lugar pasó de ser uno de los más silenciosos al más abarrotado y ruidoso, y no se esperaba menos de ellos al ser el último día de clases al llegar por fin el descanso que tenían por las festividades.

A diferencia de una escuela normal ellos no irían a sus "casas" con sus padres a pasar las vacaciones, no, ellos estaban emocionados por tener todo el Instituto sin profesores y sin clases. Todo el lugar para ellos y sus amigos. 

— ¡Al fin! —exclama Ten con los brazos alzados en el aire yendo frente a su grupo que se reunió espontáneamente mientras salían todos de salas diferentes—. No más pruebas prácticas. Tengo seis moretones y todos tienen Youngjae escritos.

Los menores, quienes no estaban en sus mismas clases, rieron al imaginarse al mayor siendo
vencido con tanta facilidad por su propio primo. Amaban simplemente escuchar las historias de los mayores cuando ellos no estaban para verlos y burlarse, y a veces incluso les pedían a algunos como Kun más que todo para que les contara las cosas divertidas y muchas veces vergonzosas que hacían.

—Igual en todos los tipos de pruebas te va mal —se mofó Yuta con el brazo sobre los hombros de su compañera quien, al igual que todos los demás, soltó una carcajada por el comentario.

El numeroso grupo se dirigía como de costumbre al patio trasero para conversar y simplemente pasar el rato, pero la grave voz de uno de los guardias los hizo detenerse a todos aún cuando solo había sido llamado Jaehyun. Como si trabajaran con el mismo cerebro todos detuvieron el andar y movieron sus cabezas y cuerpos al mismo tiempo girando para ver de frente al dueño de la voz. No era extraño para ellos ser llamados por los guardias.

Cordialmente el chico preguntó a ambos guardias la razón de la llamada. En realidad esto fue
difícil, él solo quería irse y disfrutar del inicio de sus vacaciones con sus amigos, sobre todo ahora que no tenían hora de llegada luego de las clases.

—Los directores lo quieren a usted y sus hermanos en su sala, lo más pronto posible.

Ante la mención de los reyes, los demás chicos supieron que debían seguir con su camino, sus amigos no volverían en un rato y al ver las expresiones de fastidio que tenían Minji y Jaemin no pudieron evitar soltar risas por lo bajo y uno que otro palmeaba sus hombros al pasar junto a ellos.

Resignado el chico comenzó a caminar justo cuando los dos guardias mecánicamente giraron y se dirigieron de regreso adentro, y detrás de él Jaeno tuvo que sujetar las manos tanto de su hermana mayor como de su mellizo para que caminaran. En este tipo de situaciones los pares de mellizos parecían estar mezclados con respecto a sus personalidades.

— ¿Qué querrán nuestros queridos directores ahora? —susurró haciendo que solo sus tres hermanos la escucharan debido a la gran distancia entre ellos y los "robots", como los apodaron desde niños.

—Seguramente será sobre el baile, ¿cierto? —El hermano mayor solo asintió guardando silencio al ver que los dos hombres se habían detenido, poniéndose uno a cada lado de la gran puerta doble de madera.

Los cuatro caminaron hasta ponerse frente a esta entrada mientras Minji acomodaba los
mechones alborotados del cabello de Jaeno y Jaehyun desdoblaba las mangas enrolladas de su uniforme. Preferían no darles ningún motivo para que puedan alguna orden o sermón.

Y luego de un suspiro Jaehyun tomó un pomo con cada mano abriéndolas.

La visión de la sala de los Directores sería impresionante para cualquier, ya que casi nadie iba al no haber muchos que se metieran en problemas, pero para los chicos ya era algo de rutina. Las grandes mesas de madera oscura ya no lucían intimidantes, las pinturas colgadas ya no eran tan asombrosas, lo único que no cambiaba era la relación con estos adultos.

—Jaehyun, ¿dónde está tu chaqueta? —fue lo primero que preguntó la rubia luego de un rápido vistazo a los hermanos.

—Se rompió en medio de mi pelea con Minji, madre —explicó poniéndole una sonrisa en el rostro a su hermana al recordarle como le había ganado en clase—. Gracias por recordarme tener que cambiarla por una nueva.

Ignorando la prenda faltante de su hijo, se acercó a los menores dando un beso en las frentes de los mellizos saludando a cada uno al no haberlos visto en todo el día, luego un beso en la mejilla de su hija y un dificultoso beso en la mandíbula del otro quien, aún ella usando zapatos altos, la había sobrepasado hace años.

Estas muestras de afecto por parte de su madre eran algunas veces contradictorias para los chicos, principalmente era extraño para ellos luego de años el hecho de que sus padres fueran también los directores del Instituto. Ah, y cómo olvidar que también eran los Reyes. No sabían realmente cuando estaban hablando con sus padres, con sus superiores o con los monarcas.

—Pueden sentarse —les indicó su padre quien desde que llegaron no se había movido de la parte de atrás de su sillón.

—Podemos quedarnos de pie, los chicos no esperan —se adelantó a hablar el "mayor" dando un mensaje entre líneas ‹Nos quedaremos de pie para irnos más rápidos›.

—De esta forma tendrán más acomodo, siéntense —‹Harán lo que les diga›.

Los menores fueron los primeros que se encaminaron al sofá donde solían horas jugando al ser demasiado pequeños para las clases, seguidos de Minji quien había sujetado la mano de su mellizo para sentarse junto a los demás. Era obvio que su hermano crearía de esto una de sus batallas implícitas y disimuladas entre su padre y él, batallas de poder que se habían vuelto tan comunes como para interesarse.

La madre se había quedado apoyada en el escritorio de su esposo mientras él caminó desde su lugar hasta frente a sus hijos quienes, sin haber hecho nada, lucían completamente preparados para recibir un sermón por un acto que ni siquiera hicieron.

—Saben que dentro de unos días será el baile —comenzó a contar haciendo que los cuatro se mordieran la lengua para no dejar salir un comentario sarcástico. Si alguien no supiera sobre el baile con todo lo atareados que se la paseaban de un lado a otro los trabajadores tanto del Instituto como del palacio—. Todo está perfectamente planeado pero hay algo que será sorpresa para los estudiantes y alguno que otro.

Se miraron entre sí buscando alguna señal indicando que sabían de lo que hablaba, pero todos se veían tan curiosos como para estar enterados. Era malo cuando su padre usaba la palabra "sorpresa".

Solo que no se esperan ni en lo más mínimo la gravedad de las palabras que salieron de la boca del Rey Enrique, parecía una especie de broma de mal gusto.

—Vendrán los estudiantes del CEREV* al baile —Sin poder evitarlo todos los chicos rieron, algunos intentando reprimirlo con la mano pero era inútil, estaban muertos de la risa.

—Fue una buena broma, padre —halagó Jaemin aún medio riendo por la supuesta broma de su padre, en cuanto se dieron cuenta que el mayor no había cambiado ni un poco su expresión desde que lo contó se detuvieron y se quedaron completamente callados y quietos coordinadamente.

—Dinos que en verdad es una broma —los demás mordían sus labios y apretaban los puños esperando que la petición de su hermana resultara que sus progenitores descubrieran que era una broma, cosa que no sucedió—. No pueden estar hablando en serio, ¿cómo piensan traer a esos villanos aquí?

Minji obtuvo en su lugar una reprimenda de su madre tanto por alzar la voz como por hablar de una forma tan grosera.

No pasaron ni tres segundos antes de que Jaehyun se levantara poniéndose junto a su melliza, nunca dejaban solo al otro ni aunque fuera algo mínimo por lo que de inmediato se colocó junto a ella buscando darle valor o al menos decirle sin hablar "Estoy aquí para ti". Siempre estaban el uno para el otro, desde el principio de los tiempos.

—Primero que todo, los traeremos en un autobús no son más de quince —dijo haciendo que su esposa soltara una pequeña risita, seguían teniendo una complicidad que aunque lo intentaran no tenían con sus hijos—. Y antes de que empiecen a quejarse como los niños que parecen justo ahora, su madre les explicara la razón por la que están aquí.



— ¿Los dos hijos de la Reina Grimhilde? —soltó un quejido dejando caer su cabeza hacia atrás.

—La Reina Grim ¿quién? —preguntó Chenle tratando de repetir el nombre que había dicho YangYang.

—La Reina Malvada, Chenle —su hermano mayor le arrebató el papel a quien seguía quejándose para ahora leerlo él—. Ya sabes, la que intentó matar a su madre.

Para cuando volvieron los cuatro faltantes, el grupo seguía en su mesa de siempre hablando y en la espera de sus amigos más que todo para enterarse de lo que le habían hablado sus padres. No era que lo buscaran, pero era muy bueno enterarse de primera mano las más recientes noticias antes de que alguno otro lo supiera.

Solo que, al igual que los otros, no se esperaban que las noticias fueran "Los hijos de los villanos vendrán al baile".

— ¿Cuántos más vendrán? —Le preguntó Sicheng a Renjun que seguía con el papel y el ceño
fruncido.

—No quiero que hablemos de ellos, bastante tendremos con verlos toda esta semana
—interrumpió Jaehyun quien lucía bastante fastidiado desde que llegó junto a sus hermanos—. Incluso sería bueno si tratáramos de actuar como si no existieran.

No era difícil ver que el chico estaba sumamente en contra de la idea de llevar a los villanos, sus "enemigos mortales" —aunque no los conocían en persona— toda una semana a vivir entre las mismas paredes que ellos, comer en el mismo comedor, pasear por los mismos pasillos e incluso tener que convivir con ellos en el baile y graduación.

Aún no entendía la razón de que a sus padres se les ocurriera esa tan terrible idea ¡y sin
consultarles a ellos antes!

—Por cierto, ¿exactamente cuándo llegarán aquí? —rompió el silencio Yuta mientras los menores estaban todos amontonados detrás de Renjun leyendo los nombre de los terribles visitantes que tendrían.

¿Para qué preguntó?

—Mañana —contestaron los mellizos al unísono causando que Kun se atragantara con el refresco que bebía.

Esta reacción fue muy similar a la de ellos cuando sus padres les contaron, un poco más reprimidos al no querer otro regaño que significaría tardar más. Era muy pronto como para mentalizarse de todo, era imposible que estuvieran listos para encontrarse con ellos y pasar tiempo compartiendo el aire.

—Sin ofenderlos, pero a veces sus padres son... —comenzó a decir Taeil buscando una palabra adecuada para no ofender directamente a sus amigos.

—Dígalo, hyung, son estúpidos —dijo Jaeno con una sonrisa, una demasiado inocente para alguien que hablaba de sus padres.


Con los pies colgando desde la litera de arriba Minji seguía viendo fijamente la prenda que su madre le había entregado, un collar a diferencia de los brazaletes que sus hermanos tenían. No sabía cómo ese objeto tan insignificante y común podría ser tan peligroso, como algo así podría hacer que alguien más recibiera una descarga eléctrica.

Entre sus pensamientos vio de reojo como la cabellera castaña de su hermano se asomaba por la escalera de metal subiendo a su cama. Era divertido como, aunque los cuatro habían nacido castaños, con el paso de los años el cabello de los varones se fue haciendo más oscuro cómo el de su padre, mientras la chica se había vuelto la copia idéntica de su madre.

— ¿Por qué no duermes, Min? —La mirada de la chica fue directamente a la muñeca de su hermano viendo el cinto negro enrollado en su brazo, era un material extraño y, luego de intentar quitarlo, se dieron cuenta que era muy resistente—. Mañana en la mañana llega el bus, no puedes trasnocharte.

Empuñando el collar en una mano se dejó caer sobre el hombro de su hermano. Ambos se sentían igual, expresados de diferente forma, pero los dos sentían una presión bastante grande y mucha frustración acumulada. Si lo dijeran, instantáneamente los reprenderían usando sus propias palabras que "estaban recibiendo las responsabilidades que querían" pero definitivamente cuando pedían esto no querían que de repente les entregaran unos transmisores parecidos a los que usarían los llegados, y si estos se alejaban a cierta distancia de ellos descargas eléctricas iban a serle proporcionadas. 

Esta era otra forma de obligarlos a convivir de cerca con los chicos, y dos chicas, a quienes querían simplemente mantener lejos.

—Debemos mantener a los hijos de Grimhilde lejos de Taeil y YangYang —comenzó a susurrar para que solo Jaehyun la escuchara sin despertar a los menores que dormían en las literas a metros de ellos—. Al hijo de Gastón de Ten y Jungwoo, a ese tal Jisung de Hendery, al de Garfio lejos de Seulgi y Yeri, a...

—Deja de pensar en eso.

—Tengo que hacerlo, tenemos que —asegura impulsándose para sentarse frente a su hermano—. Tendremos que hacer cosas que no queramos cuando todas las responsabilidades sean nuestras por obligación.

Se quedó completamente mudo ante el argumento de su hermana, ella nunca hablaba del futuro cuando ellos tuvieran que liderar por lo que escucharla hablar sobre responsabilidades y obligaciones era algo digno de ver para él.

Resignado suspiró restregando sus ojos por el cansancio, el reloj digital de la pared marcaba casi medianoche, debían dormir. Llevó su mano a lo largo de su brazo llegando a su mano empuñada con el collar para tomarlo y meterlo en el bolsillo de su sudadera, luego y como si se comunicaran telepáticamente —como muchos aseguran que lo hacen— ambos se hicieron un espacio en la litera cosa que se volvió un hábito entre ambos desde que tienen memoria, era extraño dormir lejos del otro.

Jaehyun dejó un beso sobre su frente, Minji besó su mejilla y, luego de desearse dulces sueños, girando quedando con las espaldas juntas para intentar dormir aunque sea un poco.


Mientras en el Instituto todos dormían plácidamente descansando para su primer día de vacaciones, otros recuperaban las horas de sueño por las noches en vela estudiando y cuatro
específicamente esperaban con desprecio el momento de recibir a los villanos, muy lejos de ahí en el medio de la noche doce jóvenes eran llevados en fila fuera de sus habitaciones, todos cargaban en la espalda un bolso con todo lo necesario para pasar una semana lejos. En la salida a todos, y sin explicarles nada, les colocaban muñequeras verde militar que al ser cerradas emitían una pequeña luz roja casi imperceptible.

Cualquiera de los que se quedaron los envidiarían, por fin saldrían de la "prisión" algunos por primera vez en su vida, pero ellos se sentían derrotados, casi insultados; llevándolos a todos arreados como animales, siendo marcados y esposados como criminales, aunque esto es algo a lo que estaban más que acostumbrados. La mayoría de ellos habían crecido dentro.  

Por fin verían el mundo exterior en persona.



CEREV: Centro de Educación, Reclusión y Entrenamiento para Villanos.

Estudiantes CEREV

Hijos de Cruella de Vil: Jinyoung y Tzuyu

Hijo de Garfio: Johnny

Hijo de Gastón: Lucas

Hijo de Jafar: Jungkook y Mina

Hijo de Maléfica: Jisung

Hijos de la Reina Malvada:  Dongyoung y Donghyuck

Hijos de Reina Roja: Taeyong y Mark

Hijo de Úrsula: Xiao Jun 


Espero que les haya gustado mucho el primer capítulo, estaba ansiosa por comenzarla, y espero que ustedes también de leerla.

Si todo sale bien, subiré una vez al mes, quizás más. Pero tengan en cuenta que vivo en el país con el peor Internet del planeta, aka Venezuela, así que ténganme paciencia.

Sin más nada que decir, me despido hasta luego, recuerden que a cualquier escritor lo impulsa un voto o un simple comentario de ánimo. ¡Hasta luego!


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top