EPÍLOGO


Le había preguntado a Timothy Dixon si estaba bien no mencionar algunas cosas que escribía de mi vida a mi terapeuta. Él me dijo que no estaba bien porque me estaba creando dos identidades convenientes en las sesiones para evadir la realidad y debía soltar todo porque ya avanzaba de buena forma.

Aunque no quería involucrarse en mi estado médico terminó pidiendo mis recónditos secretos que él quiso convertir en novela. Accedí pidiéndole que cambiara los nombres a las situaciones que están a la vista pública. Es un tipo confiable de pies a cabeza, además me hizo firmar un acuerdo de confidencialidad y manejo del contenido.

La discrepancia es el epílogo. D.T. me explicó que describiera como terminaron las personas a mí alrededor, más un momento romántico porque eso quería él. No sé como creará una historia sin un final definido, porque mi vida no ha tenido un final romántico o trágico.

Para mí los finales no existen, si lo aplicamos a la vida real, porque mi vida es transitoria, y si me voy a comienzas tengo el perfecto comienzo renovado de mi vida.

Adopción

Gruñí al escuchar mi celular sonar. El sonido no se sentía cerca por lo que supe que no estaba en la habitación.

—Ni en fines de semana me dejan dormir. ¡Hoy no trabajo, maldita sea! —exclamé poniéndome de pie.

Tenía un trabajo de verano como secretaria en la constructora de mis padres, en casa, ya que Mirian estaba de vacaciones. Nada fácil, Roque y Francis sobretodo me habían ayudado a organizarme, debía aprovechar muchísimo a McGwire ya que pronto se iría.

Salí de la habitación maldiciendo a Cristian por dejarme el celular en sonido, odiaba que sonara, según él nunca me enteraría de una emergencia en silencio. Vi a Duke adormilado hablar acostado boca arriba en el sofá.

—Es Logan —dijo antes de pasármelo.

—No me digas que se cayó el avión —hablé.

—No nos hemos subido. Tenemos, o tengo un problema, ¿podrías acercarte al aeropuerto? Es urgente.

—Por lo menos dime si alguien murió y que Samuel no es.

Duke me miro atento.

—No lo es —resopló.

Me lavé la cara y los dientes pidiéndole a Duke que me pidiera un taxi. Nos habíamos despedido de ellos en la noche ya que viajarían muy temprano en un vuelo comercial porque su avioneta tuvo problemas con un motor. Camino al aeropuerto La Guardia pensé que al menos Logan y yo pudimos tener un buen cierre siendo de nuevo amigos que no olvidaban lo que hicieron en su habitación. Tuvimos muchos momentos en verano con nuestros amigos que se nos olvidó la incomodidad, pero no hablamos de esa noche en su casa. A duras penas nos pedimos perdón por mentirnos.

Fuimos directo a la sala de espera donde me había indicado que se encontraban, saludé con asentimiento a sus padres y a Sam, Martínez y Yim. Logan se levantó con Cooper en la correa que me lamió el zapato al identificarme. Duke caminó indiferente hasta Sam.

—Tienes que tener una buena excusa para despertarme a las seis de la mañana —pedí cruzada de brazos.

—Por algunas normas del gobierno Cooper no puede viajar. Fue una adopción... es largo de explicar. Tyler y Charlie ya se fueron, Mary Anne no puede por su horario. No están cerca mis compañeros. También presenta síntomas de gripe y no lo aceptan en Italia así, ni llevármelo aquí así. Tengo que dejarlo —explicó angustiado.

Mire al techo irritada sabiendo lo que me pediría.

—Cooper te quiere... Será mientras pueda viajar y recuperarse —pidió.

—Nunca he cuidado un perro Logan. Implica mucho estando enfermo.

—Pide ayuda, tú puedes. Por favor. —Suplicó vencido—. Confío mucho en ti, no te llamaría sino. Mi tía no puede cuidarlos, está de viaje... estoy complicado.

—Será mientras pidamos un permiso para llevar al perro. —Se acercó Parker—. Sabemos que eres confiable.

Lo observé con detenimiento, no habíamos quedado bien desde ese día que nos ayudó en la casa de Ada. Lo notaba más distante y menos familiar conmigo.

—Por favor, sé buena amiga como sabemos que eres —me aduló Margot.

Luego de hacerlos sufrir cinco minutos hablé:

—Porque me cae bien Copper, porque si fuera Zuki créeme que te dijera que no o lo llevaría a alguna perrera —acepté.

Logan me tomó en brazos y me plantó un beso rápido, húmedo y tibio que me dejó anonadada.

—Límites —le pedí.

—Al carajo los límites, te doy mi herencia porque me cuidarás a mi Cooper —bromeó.

Luego de miles de indicaciones, me entregó la correa y a Duke un bolso con sus cosas diciendo que pronto me entregaría un papel que me nombraría como su madre en conjunto con él.

Intenté pasar por alto que acababa de adoptar un perro con Logan mientras le repetía que lo cuidaría bien luego de un beso torpe en la mejilla, me despedí de nuevo de Sam y de los demás.

Avancé con Cooper siguiéndome muy feliz mientras los demás perros le ladraban. Ya amaba el perro por preferirme.

—Lo primero que haré es cambiarle el nombre —dije saliendo del aeropuerto y mire a Duke de reojo que sonrió.

Al final si fue el final merecedor de un final. Adopté un perro.

Guardo el documento al darme cuenta que esto es lo último que escribiré. Sonrío fascinada y alegre. Apago la laptop y camino hasta la sala para tomar la correa y salir con Cooper por un paseo.

Por las calles me doy cuenta que ya la decoración de diciembre se hace presente. Tengo que comprar regalos aunque me queda tiempo, pero sé que si me sumerjo en los exámenes venideros se me olvidará. Debo recordarle a Duke. Recuerdo que ayer bañé a Cooper en mi bañera y le envió una foto a su dueño, que a mi parecer se hizo el loco porque no me comentó nada más de esos permisos para que pudiera viajar.

Creo que si al final Logan y yo habríamos accedido a una relación a distancia hubiera odiado su perro. Ahora somos amigos sin intereses de por medio y con sentimientos amigables por todo lo que pasamos. Ya maduramos ese aspecto y no tendremos nada nunca.

Si no me lo quita yo contenta, Copper ha cambiado mi vida y creo que por él ya no veré más sesiones con Lauren. Me siento mejor que nunca.

Comprendo que esta es mi felicidad, por lo que no necesito un final romántico o trágico o abierto para darle mi propio fin al libro. Imagino que D.T. lo moldeará a una historia de romance con algo dramático. Sé muy bien que esto no fue una historia de ese tipo. Fue una historia de una chica que sufrió la peor etapa de su vida: traición, al borde de la muerte, luchas por sus convicciones y luchas contra sí misma.

Y que ahora esta felicidad que siento es la premisa de esta parte nueva de mi vida que está constituida de finales transitorios de mi personalidad descaradamente problemática.

FIN


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top