CAPÍTULO 5
Escribir esta parte de mi vida y no dársela a leer a nadie es un chiste. Así que..., bueno, le daré a la terapeuta algunos fragmentos de esto.
Plan
En el momento que Lucas había hablado con Logan por supuesto le preguntó si nos habíamos visto el sábado. Y mi hermano me tuvo atacada a preguntas y el muy entrometido le contó a mis padres que Logan Hilfiger estaba fuera de la lista, aunque él creía que si que nos habíamos visto porque era la única persona que me había permitido hablar o ser amable.
Teoría que consideré.
Ese mismo día que hablé con Samuel fue mi último día cumplido de castigo. En toda el día alteré algunas cosas y la causalidad estaba a mi favor cuando vi a Logan esperándome en la puerta, como todas las tardes. Esa vez no lo ignoré.
—Cloy, ¿necesitas que te lleve?
—Creo que sí —le respondí bostezando y mirando hacia afuera—. Lucas me dijo que no podía venir a buscarme.
Me sonrió, yo no lo hice mientras le daba la dirección y caminábamos a su automóvil.
Era más molesto que las turbulencias en los aviones. Necesitaba sacármelo de encima. Tuve una plática con Carter sobre mi detención justo antes, me comentó que Logan había insistido con él y se había echado la culpa para que no me expulsaran. Fue muy lindo de su parte.
Ya estaba cansada de batearlo, se notaba que era un buen chico. ¿Podía darle una oportunidad? Su mejor amigo era Charlie Fodds, alguien que me había declarado la guerra. Aun así no me iba a limitar a sostener una plática con su amigo.
—Sé que Charlie te hizo muy mal... le pedí que te perdonara. —Aclaró su garganta cuando nos detuvimos—. No quiso. Estoy molesto con él, estuvo muy mal lo que te hizo.
Fruncí el ceño más no emití respuesta.
—Tengo ganas de golpear a tu amigo —dije antes de meterme en su auto blanco.
Me quedó mirando serio y pasmado al sentarse detrás de volante.
—¿De nuevo?
—Y no solucionaría nada.
—Te veo como una buena persona... y eso te hace una amiga para mí.
¿Buena persona? No me conocía ni un poco, sonreí con maldad.
—Logan Hilfiger nuestras pocas conversaciones no dice que seamos amigos. Ubícate, porque no te estoy confundiendo, te estoy dejando todo claro.
Su nariz se arrugó con ligereza.
—Eso no quiere decir que no te sienta como amiga —se justificó.
—Te estás ilusionando tú solo.
—Estoy siendo claro, quiero ser tu amigo. Y sí, me precipité a decirte mejor amiga cuando no te lo había propuesto. Estoy siendo un tonto supongo, y también masoquista cuando ya me has dicho que no... No sé. No quiero dejarlo así contigo cuando ya creo que no somos solo desconocidos, ¿será por qué nunca me había pasado esto?
No podía no decirme a mí misma que no se escuchaba sincero, no paraba de mirarme a mí y a la carretera. Y me derretí de tanta sinceridad y tanta intensidad de él hablar, de mí. Porque me gusta que la gente sea sincera y diga lo que quiera, sin rodeos, directa y precisa.
—Porque no soportas ser rechazado.
—No soy popular, llevo cuatro años en el equipo y ni siquiera me conocías... muchos no me conocían. Con las personas que quiero que sean mis amigos no me cuesta decir lo que siento... tú en realidad si me has costado, eres una chica.
—No creo que tenga que ver.
—Porque con mis otras amigas no fueron tan difíciles.
—Eso lo dices porque soy agradable de ver.
—No, quiero que seas mi amiga, pero no es solo porque eres hermosa.
Admitió con timidez. Yo le sonreí cínica.
—Ajá Hilfiger. No tienes la culpa de cómo actúa tu amigo. Mientras te comportas amable y quieres arreglar las cosas, solo está celoso.
—Y a ti parece odiarte para influenciar a nuestros amigos y hacerte daño. Estoy distanciado con él.
Me pareció extraño y familiar al mismo tiempo. Estaba saliendo de un drama parecido para meterme en uno igual.
—A pesar de todo eso, sería muy estúpido que te alejaras de él por mí. Tú no tienes que ver.
—Empezó por mí. Charlie no puede seguirse metiendo contigo.
—Hilfiger tendrás problemas con él porque es un pendejo de primera, pero eso no quita que sea tu amigo.
Pareció por fin entender mi punto cuando su expresión lo demostró. Se detuvo observando embelesado el edificio.
—Gracias por el aventón, ¿quieres pasar?
Por algo acepté que me llevara.
—¿Es en serio?
La cara que puso fue parecida a un asombro genuino con un pequeño puchero uniendo sus palmas.
Un beso si hubiese quedado bien en esa boca, porque yo quería, y porque estaba dispuesta a torcer esa aparente amistad entre ambos. Me quedaba la duda de si me deseaba como mujer.
—Pongamos esto interesante. Si solo quieres ser mi amigo no intentarías esto.
Me acerqué lento a su rostro sin perder detalle de su expresión contenida, nuestras narices se rozaron a penas un poco.
—¿Qué intentas? —habló bajo tragando saliva examinando mi cara.
—Tus ojos son bonitos de ver —musité, nuestros alientos estaban fusionados, su ropa olía a alguna fruta de olor suave.
—Los tuyos también, son-son grises. Como tus mechones.
—Es un lunar en la cabeza que me pone el color de pelo así.
—¿Por qué te acercas? Tú eres una belleza a la que no podría rechazar... pero, me da miedo que me rechaces.
—Eso. Logan. Ese es el punto, ¿quieres ser mi amigo o algo más? —Alcé una ceja.
—Tu amigo. ¿Es normal que si quiera besarte en estos momentos?
—Es normal porque yo también quiero, y ya no seríamos solo amigos. ¿Sexo o amistad? Porque amistad con sexo jamás.
Se sonrojó por lo lejos que iba la conversación.
—De igual forma no aceptaría ser tu amigo con derechos —habló serio—. Te valoro como persona aún más que tu cuerpo, únicamente quiero tu amistad.
—Espero que así sea. Vamos amigo, te enseñaré mi casa.
Afirmó. Me alejé todavía con mis brazos cruzados y la malicia en mis ojos. Sonrió aliviado y entusiasmado. Le pedí que estacionara un poco más adelante, al salir en la acera tomó mi mano.
—¿No es broma? —preguntó mirándome a los ojos dándome la mirada más intimidante de responder porque demostraba sinceridad.
En ese momento su sinceridad me consumió porque no quería responderle un sí, pero tampoco un no, maldición, él hacía que mi plan se desestabilizara. Me gustaba la sinceridad y supe que mentalmente no estuve preparada para ser su amigo.
—No te puedo negar que tus acciones me generan confianza cuando no confío demasiado y también es para desconfiar por tanta atención. Quedar bien contigo me hace no confiar, ejemplo: que estés peleado con tu amigo. Me parece absurdo y rebuscado. Pero hablas con sinceridad y eso me hace creerte.
—Confía, déjate llevar. Las personas aprenden a confiar confiando.
—Me caes bien a pesar de lo fisgón y amigable. Y que pensándolo bien te has visto demasiado preocupado por saber de mí.
—No todo es un salto, me gusta ver el proceso de todo.
—Esta es mi privacidad y mi zona de confort, no soy distinta solo dócil. Si resultas ser un falso te pateo las bolas y los golpes los recordarás en toda tu maldita existencia.
Caminé dejándolo atrás.
—Espérame, ¿sabes que vengo contigo?
De pronto lo sentí a mi lado con un estruendoso beso en mi mejilla.
—¡Hilfiger! —me quejé apartándome a una distancia prudente de él.
—Fue un beso, no te puse moco.
—Pero si saliva que puede tener otros ADN.
—No hubo saliva, exagerada. —Alcé mis hombros—. Dime que no hubo saliva.
No contesté, entramos al vestíbulo.
—Yo me comporto bien —continuó, rozó un dedo tembloroso de forma fugaz en mi mano—. Y dime, ¿en qué piso está tu departamento?
—En el siguiente, este como verás está el vestíbulo donde está la recepción y portería.
—¿Por qué hay recepción si nada más son dos pisos?
—Este es la recepción porque, en la puerta que ves ahí. —Le señalé una puerta gris de dos hojas y luego una puerta igual que se podía ver desde recepción—. Es la de mi madre, la que está al lado es la de la mano derecha de papá, Roque, las demás puertas son otras oficinas y salas de reuniones.
—Que cómodo seria trabajar en tu casa —musitó.
—A veces van a la constructora, pero sin dudas es cómodo.
La empresa estaba en casa que era un estudio de arquitectos era de la familia, ahora que habían firmado con los Sanders y Yamamoto tenían que ir a la empresa constructora.
Caminamos al ascensor para que no pensara que era una mala anfitriona que dejaba que subiera las escaleras. En la subida no dije nada, estaba nerviosa, el plan debía funcionar sí o sí.
—Ya lo viste, ahora adiós —le dije, él me miro fijo, solté una risita pequeña—. Es una broma Logan.
—Estaba esperando que me dijeras eso.
Nos detuvimos en el salón principal.
—«Olvídate de ese perdedor y repítele que yo soy mejor, que no le eres fiel con el corazón, que eres mía, solo mía».
Me mire con Logan, Lucas cantaba en español saliendo de un pasillo, siguió de largo, pero al verlo, abrió más los ojos y se acercó.
—Así que la cosa con ustedes va en serio —dijo incrédulo mientras oprimía su dedo en el iPod.
Contesté un sí a Logan que estaba apenado y complacido. Creía que era más por la plática que habían tenido y de la cual a cuentas claras no sabía nada de ella, e imaginé que era lo típico sobre Lucas preguntándole que quería conmigo y por eso su pregunta de si nos vimos el sábado.
—Cloy no trae nuevas personas a casa. Nunca, apartando a sus amigos. Aunque, por lo que conversamos supe que seguirías insistiéndole para que fuesen amigos.
—No me enteré qué fue lo que conversaron —recordé.
—Le aclaré la relación que tenemos —habló Logan con normalidad mirándome—. ¿Qué cantabas?
—Un romántico de primera con su canción pegajosa. La banda se llama Reik, es mexicana. Hacen excelente música.
—Y sabes español.
—Somos mexicanos, claro que tenemos que saber hablar español —intervine.
—¿Son mexicanos?
—Sí, México-Estadounidenses. Mi padre es mitad y mitad, mi madre es mexicana completa, al estar casada con mi padre es medio americana —explicó Lucas.
—Estupendo, ¿conocen México?
—Vamos todos los años. La última vez fue en semana santa. Nuestras conversaciones aquí en casa mayormente son español.
Avisé que mientras Lucas le contaba la historia familiar iría a dejar mi bolso en mi habitación, Logan asintió mientras me dirigía al pasillo de las habitaciones.
—Te mostraré fotos de Cloy cuando era niña —le escuché decir a mi hermano.
—Te mueres —advertí mirándolo.
—Mejor no.
Iba cruzando para ir al pasillo cuando Luis chocó conmigo.
—¡Cloy! Ten más cuidado, venía detrás de ti —gritó.
—Lo siento, Luis. No te vi venir.
—Estoy alto Cloy. Necesitas lentes —dijo con odiosidad.
—Todavía puedo ver que sigues con aspecto de doce años.
—Muy avanzado para la edad que tengo... Luego hablamos, necesito comer algo. —Avanzó hasta que lo oí gritar de nuevo—. ¡¿Quién es él y qué hace aquí?!
—Lo invité —dije.
Salí para que se calmara, no me convenía tenerlo alterado y crear drama.
—¡¿Por qué?!
—Porque es su amigo —dijo Lucas—. Diosito, deja de chillar, mis oídos son sensibles.
—¡Tú no invitas a tus amigos!
—Luis, no grites o mejor dicho no chilles —se escuchó la voz de Luz saliendo del vestíbulo, supongo que venía de la pequeña biblioteca—. Mis oídos también son sensibles.
Se puso a nuestro lado notando a Logan que estaba confundido por nuestra pequeña discusión en español, luego miro a Luis que lo miraba sin parpadear, al instante dejó de hacerlo porque el niño era un total intimidante con esa cara y tamaño. Ella al notar a Hilfiger se quedó pasmada.
—Cloy, no trae amigos aquí —añadió mirando a Logan—. ¿Milagro de la virgen? —aunque no era ofensa por su tono, me sacó de onda.
—Soy muy insistente y la carita de cachorrito no falla —dijo y ella río.
La compró en seguida con ese argumento, Lucas no estaba del todo convencido.
—Eres Logan Hilfiger, pero a Cloy no le hacen las caritas de cachorritos, supongo que hay una excepción. —Me miro ella corroborando.
—Es más insistente que tía Eugenia. —Ella me observó con terror.
—Confirmado, eres insistente.
Él le sonrió. Sí, comprada de una, culpo que ella es una chica y Logan no era muy difícil de no mirar con su educación y buen trato a las personas, justo como ella. Combinaban perfecto, ella era delicada y Logan con su amabilidad le agradó al instante. Podría hasta juntarlos.
Me quité la idea cuando me hice la fea idea de él como cuñado.
—¡Hola!¡Luis aquí!, no desvíen la conversación.
—Luis —habló Lucas—, supongo que las razones de que Cloy trajo a su amigo ya las escuchaste, es insistente.
—¿Y Alonzo y Catalina? —pregunté.
—Acaban de subir, dijeron que vendrían a merendar algo porque te esperaban —respondió Luz.
Entretejí una serie de excusas con Lucas para que no fuera a buscarme como todos las tardes luego de detención porque iría con Alonzo por un corte de pelo, y al mismo Alonzo convencí luego que no fuera a buscarme porque Logan me llevaría a casa para que lo conociera, pero no debía decirle a nadie. Fue un puto riesgo para mantener la fachadita que me inventé.
Tomé a Logan de la mano, gesto que sorprendió a mis hermanos, como si me lo estuviera llevando hacia afuera mientras pedí a Luis que me llevara el bolso a mi habitación, aunque él se negó Luz misma se lo llevó para no joderle la visita a Logan.
Le sonreí, la mayoría del tiempo tenía gestos buenos conmigo.
Guié a Logan por el mismo camino donde habíamos entrado, deteniéndonos en el comedor que conectaba con la cocina.
—¿Qué pasa? —me preguntó él colorado por el contacto.
—Me arrepentí, no quiero ser tu amiga. Quiero ser algo más.
Abrió apenas sus labios, inmóvil.
—¿Qué?
—Sé que hay atracción entre los dos. Lo exudamos. —Me acerqué a él poniendo un tono casi dulce—. Necesitamos quemar lo que pasa entre los dos. Creo que por eso me molesta que solo quieras que seas mi amigo, yo no quiero ser tu amiga por orgullo. Yo quiero hacer muchas cosas contigo.
—Cloy... no pensé que te gustara.
—¿Yo no te gusto? —Puse mis manos en su pecho, lo que había sentido en el auto no se había apagado—. Yo pensé que te gustaba, el hecho de saberlo me tenía mal humorada. No pensé que podría gustarte.
—Yo... vaya.
Nuestras alturas eran mínimas, entonces, en el atisbo de titubeo en un puchero lo besé.
Su primera impresión fue alejarse, no le dejé al abrazarlo por la espalda. Encajé mis dedos en su cabello, fue un poco más dulce y en ese momento comenzó a hacer algo por su cuenta dejando sus manos en mis hombros, pegué más mi pecho sumiéndonos en el desespero.
Dejé de darle importancia al estúpido plan. Debía poner empeño, Logan no era un gran besador, pero se le notaban las ganas, por lo que yo estaba llevando el ritmo dominando cada centímetro de su boca.
Fui tan hambrienta e intensa que no pude evitar jalarle los labios mientras le apretaba con los dientes sin producirle daño, eso le encantó tanto que pronto sentí su dureza en mi abdomen bajo.
Lo que no previne. Que se pusiera en modo hormonal.
Sus manos estaban en la misma posición sin ser más atrevido. Me alejé un poco para respirar, más no dejé de morderle la barbilla lo que lo tenía jadeando audible sin darse cuenta. Se había dejado llevar.
—No puedo rechazarte. No tienes ideas de las ganas... —me corté porque me abalancé en otro beso.
Lo pegué a la pared de forma brusca. Y le metí la mano en el pantalón sobre su bóxer, apenas y fue un suave toque en su pelvis que le hizo dar un respingo.
—Hay gente en casa —dijo con respiración trabajosa.
—Están alejados.
Volví a besarlo de una forma sensual y en ese preciso instante escuché un jadeo... no de Logan, por cierto.
—¡¿Cloy?! —de mi madre.
Saqué de inmediato mi mano y Logan estaba tan pasmado y excitado que debí ponerme frente a él.
Las caras de mi padre y mis hermanos eran un absoluto drama desde la puerta de la cocina.
—Ups. Padres —hablé como si nada—. Él es Logan.
—¿El que nos presentarías? ¿Con el que te escapaste? —preguntó papá al borde de la histeria, asombrado. Todo eso junto.
—Yo puedo explicar —habló Logan asumiendo la responsabilidad aunque estaba fuera de plano, incluso asustado.
—¡¿Explicar?! ¡Te vas ahora de mi casa! —gritó mamá.
—Catalina relájate —le dijo papá—. ¡Aunque tienes que irte!
—Sí, fue un beso... nada inocente —hablé—. Nadie se muere por un beso.
—Qué vergüenza, lo siento mucho —se disculpó Logan con voz pequeña—. No quería conocerlos de esta forma.
Intentó alejarse de la pared, pero no lo dejé porque seguía erecto. Lo sentía desde mi espalda. No previne nada de eso. Maldición.
—Ninguna madre quiere conocer a el chico de su hija, en estas circunstancias —ella no estaba nada contenta.
—Yo no quería... no podía... En serio, lamento todo esto.
—Necesitamos relajarnos y que Logan se aclare —pedí—. Podemos hablar en la sala.
—¿Aclare? —preguntó Luis confundido antes de comentar—: Que mal gusto Cloy.
Hasta a mi me ofendió, Logan Hilfiger estaba muy bien, no de personalidad, al menos sí de cuerpo. Como besador, no fue el mejor que me habían dado.
Eso lo hacía estar fuera de mi lista de futuras cogidas.
—Vamos Luis —dijo Lucas—. Ellos deben de hablar.
—Les daremos unos minutos —dijo papá llevándose a todos.
—Te llevaré por las escaleras de emergencias. Y nos vemos otro día —dije al voltearme a Logan.
—¡¿Qué?! Necesito aclarar esto con tus padres.
—Entonces, le dirás que nos besamos porque tú me gustas, pero tú me ves como amiga. Bien, la sinceridad ante todo. No me molesta.
Di unos pasos hasta que me tomó del brazo. Ya no estaba tan acelerado, más bien asustado.
—Quedaras mal, quedaremos mal. No podemos decir eso —me dijo con un tono patético—. Déjame pensar...
Se movió dejando una mano en su nuca casi que devastado. Me daba un poco de pena verlo así, pero era parte del plan.
—¿Pensar qué? Diré la verdad Hilfiger, fue lo que pasó.
—¿Tus padres son muy severos?
Por su mirada quería que le dijera que no.
—No tanto, pero estábamos besuqueándonos como hormonales en su casa. Más bien no sé porque Lina no te ha venido a seguir regañando... a ambos.
—No pensé que estaría en este problema. No con contigo. —Alcé una ceja—. Ni con nadie. El único bochorno que he tenido frente a mis padres es que me descubrieran con la cabeza en las piernas de la chica.
—Sexo oral. Atrevido.
—¡No! ¡Tenía dolor de cabeza y me estaba acariciando el cabello!
—¡Esperamos por ustedes! —gritó Catalina.
—Maldita sea, ni siquiera me has dicho que también te gusto y ni pensar un plan puedes. Les diré que estamos en algo, no me conviene que sepan que me besuqueo con gente apneas conocida y en la primera de traerlo a casa.
Fui camino a la puerta de la cocina para pasar hacia el salón principal.
—Oye, no. —Me siguió—. Debemos decirles algo que acomode una buena imagen, yo fui el que te siguió. ¡Esto no debió pasar!
—No dijiste que no.
—Dije: hay gente en casa.
—Para mí fue, un: dale, tócame, pero sé silenciosa.
Sus mejillas se bañaron en rosado.
—Cloy...
—Chicos, si no se apuran vendrá mamá —nos dijo Lucas mirándonos bastante mal por la puerta de la cocina. Unos segundos después se fue.
—Si decimos que estamos saliendo van a preguntar cosas, si decimos que estamos conociendo, pero quisimos van a preguntar. De todos modos, ellos creen que salgo con alguien. Estoy castigada por lo de detención vacacional y me escapé el sábado a una discoteca y les dije que me había visto con un tipo que conocí en Instagram para que me creyeran. No pasó nada de eso. Cuando regresé ellos estaban preocupados. Han estado tan intensos. Y por eso han estado más encima de mí. Es fastidioso. Y ahora con esto será peor.
Fingí una cara de decepción y tristeza que le causó impacto. Su expresión desesperada pasó a comprensión.
—Por eso Lucas me preguntó si nos vimos, lo lamento... —Lo pensó por un minuto, más o menos hasta que habló—: Diremos que estamos saliendo. Algo en serio.
—En serio no. Sería peor. —Apreté mi mano en la cara agotada de generar ideas. Lo mire significativa con mi rostro cerca del suyo y en voz bajita—. Diremos que no pudimos de la atracción y nos besamos. No mentiremos el cómo nos conocimos, y que sí, me escapé para verte.
Nos dirigimos al salón principal pasando la cocina y cuando llegamos estaban mis padres.
—Él es Logan Hilfiger. Como verán estudia conmigo en el instituto —comencé a hablar antes que cualquier otro lo hiciera—. Nos conocimos en detención vacacional y pues sentimos atracción y nos besamos hace unos momentos... un beso que resultó fogoso.
—No quería conocerlos de este modo. Soy un chico muy correcto y respetuoso —dijo él con la vergüenza destilándole—. Le pedí a Cloy que me trajera a conocer su casa, pero pasó aquello... no nos detuvimos a pensar en las consecuencias.
—No pensé que encontraría a uno de mis hijos así —habló Alonzo—. No sé qué pensar. ¿Desde cuándo se conocen?
—Necesitamos explicaciones —demandó Lina.
Y así comencé a relatar lo que habíamos acordado con algunas intervenciones de él. Que estuviese Logan afirmando el cómo nos conocimos y lo que más importaba era que con él me había escapado a la discoteca, nos creyeron.
Sí, nos creyeron.
Por eso nunca me arrepentí del plan.
Catalina aunque molesta estuvo contenta que llevara a alguien del instituto a casa y al igual que Alonzo que por fin pudieran saber qué había pasado el día que me escapé que "yo por vergüenza no quise decir".
En un descuido al llamarlos el pasante, Francis McGwire, desde abajo me lo llevé a la puerta para bajar las escaleras.
—Gracias por invitarme a venir.
—De algo valió tu insistencia, pero por favor deja de ser tan pegajoso Logan.
—Quiero que esta amistad la llevemos con más confianza Cloy.
—Demasiado rápido para mí.
—Esta es la primera vez que nos vemos que no sea en la escuela.
—¿Lo escribiste en un diario y al lado de mi nombre pusiste mejor amiga por siempre? —pregunté irritada de tanta cursilería.
—Buena sugerencia. Gracias mejor amiga por siempre, lo agregaré a mi dulce y emotiva reseña.
Ni me dolió que me dejara en la friend zone.
—Qué pendejada. —Me miro ofendido—. Soy cínica y burlista.
—Para eso debes de pedirme perdón por lo menos una vez anticipado.
—No tengo que dártelo. Una vez escuché que perdón se le pide a Dios, no creo en él. Estás jodido por ese lado.
—¿Por eso no me pedirás entonces disculpas si te pones cínica?
—Ni por eso. Tenía razón y la tengo todavía, es muy pronto para que irrumpas mi hogar.
—Ya lo hice.
—Y terminó con mi mano tocando tu pena. —Me miro ofendido—. Tu pene. —Solté una risita divertida.
—Y tus padres nos descubrieron. Tuvimos que inventar una historia algo dispersa para que ellos lo crean.
—Lo hicimos sin pensarlo. Sin querer no lo creo.
—Respecto a eso... —Nos detuvimos en plena escalinata final—. Creo que no debió pasar.
—Claro —soné con amargura.
—Quiero ser tu amigo. No es malo un amigo. Es la primera vez que tengo una mejor amiga. Alguien tan transparente como tú. Si quisieras Cloy no me hablaras por tu forma de ser tan cerrada, pero sigues hablándome y eso me quiere decir algo. Creía que te caía mal con ese beso... yo siento que te agrado.
Lo medité quedando sin palabras, claro que había una razón en mis adentros que no quería que él me dejara de hablar, aunque a veces no me medía y le con groserías le pedía que se apartara, pero, era tan masoquista que de cierta forma me agradaba que estuviera detrás de mí.
—No somos amigos. Nos estamos conociendo.
—Te puedes arrepentir todavía.
—Eso está en mis planes de ir a Neptuno.
—Avanza rápido la tecnología.
—Ya veremos qué suerte tienes. Esperanzador consuelo bonita.
Entorné los ojos y sin más remedios lo llevé hasta la puerta de la calle.
—No vuelvas nunca.
Y le tiré la puerta en la cara.
°°°
Cloy es súper odiosa con el pobre Logan ¿Les gusta Reik? Porque a mi sí.
Por cierto, en mi cuenta de IG tengo algunos post sobre la historia, algunos son de cuando la primera edición y hay spoilers y también como me imagino a algunos personajes.
Besotes problemáticos ♡♡♡
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top