CAPÍTULO 26


Cinco semanas antes

El por qué

En contra de lo que Catalina quiso, conseguí otro trabajo de vendedora de una tienda de ropa en el mismo centro comercial donde trabajaba Duke.

En esas semanas supe lo que es trabajar y estudiar al mismo tiempo, no me quedaba tiempo para nada. Ni siendo independiente podía ir a alguna discoteca. Ni teniendo departamento para mi sola había hecho una fiesta... bueno, sí hice una fiesta con mis amigos-hermanos.

No salía sola a ninguna parte. En la mañana Jerry iba a buscarme y al salir me llevaba al trabajo, luego me venía con Duke en la noche ya que a veces tenía doble turno o pedía el turno nocturno. Los fines de semana, los días que no trabaja, salía con mis amigos-hermanos a hacer alguna compra.

En el instituto no tenía descanso, Charlie me provocaba con cualquier insulto o palabra. Pero estaba tan preocupada por cualquier ataque de Ramiro que no le seguía la corriente. A veces Hanck, Mary Anne, Jerry y el mismo Logan se metían para que me dejara en paz.

De Hilfiger no recibía ningún saludo como si no existiera. Lo que me dolía aún más, era consciente que me lo merecía. Chelsea, de vez en cuando me saludaba. Según Mary Anne la había visto hablar con más frecuencia con Fodds a pesar que Logan seguía en la misma posición con él.

Febrero llegó y así mismo el cumpleaños de Chelsea Stone, estaba invitada a la fiesta. No iría porque no quería verle la cara a su novio. Quien me animó de ir fue Hanck diciéndome que debía buscar una forma de contentar a Logan.

—Su misma novia puede hacerlo —le dije esa tarde en la salida caminando al estacionamiento donde Jerry me esperaba.

Hanck me miro contundente con una mueca irónica.

—Él cree que puede contentarlo. Pero sus personas cercanas sabemos que solo tú puedes. Eres con la que tiene el problema.

—Es con Charlie con quien tiene el problema.

—Pero tú no le vas a exigir que deje de hablar a alguien de sus amigos. Charlie pide cosas absurdas. Tú no, tú eres sensata y cuerda.

—Soy problemática.

—E irremediablemente quien le pone, a parte de mí, los pies en la tierra.

—Él no me quiere como amiga, ya me lo dijo.

—Si tú sientes que todavía puedes ser su amiga y lo harás genial. Pídele disculpas de nuevo.

Y sin más se fue dando la vuelta a la entrada del edificio. Así era Hanck, te decía las verdades y se iba para que las reflexionaras.

Jerry no me ayudó preguntándome a qué hora pasaría por mí.

En mi turno lo reflexioné demasiado, incluso, en el metro camino a casa junto a Duke que me miraba a la espera para decirle lo que me atormentaba.

Me di un baño indecisa y en paño, me fui a la habitación de él.

—No tenía que hacer más amigos —gruñí sentándome en su cama.

Él se giró a verme desde el otro lado de la misma mientras se quitaba las botas.

—Tenías que hacerlo. Ya no soportaba esa exclusividad con nosotros. Sentía como si nosotros te lo hubiésemos pedido —comentó mientras bajaba los calcetines.

—Qué mierda. Quiero estar bien con Logan, pero siento que va a rechazarme.

—Ya lo hiciste con él. Y lástima que nunca hemos coincidido de frente para conocerlo y saber cómo es. De hecho no me has presentado a ninguno de tus nuevos amigos.

—Porque son molestos.

—Iré a bañarme, si necesitas otro consejo tendrás que esperarte... —su voz se perdió cuando caminó al baño de afuera.

Fui a mi habitación para vestirme; me puse una falda negra pretina alta, un top con escote puntiagudo color dorado, unas sandalias con tacones del mismo color y una chaqueta negra. Me maquilaba cuando Duke tocó la puerta.

—Creo que ya no te conozco... pensé que no ibas. —Dejé de ponerme rímel para verlo—. Mierda, creo que ya no te conozco.

—Quítate esa ropa de casa. Vamos a la fiesta.

—Suena como una mala idea. ¿No podías escoger un día normal de secundaria? No, haces esto como si fuera una película.

—En el fondo quieres que vaya a hablar con Logan.

—Claro que quiero. Esto es precipitado. Iba a prepararme algo.

Le pedí que se lo hiciera mientras terminaba con el maquillaje, al salir de la habitación estaba vestido, todo de negro como cosa usual en él y se comía un emparedado y me di cuenta que era lo que más preparaba y que estaba agarrando kilos. Pedí un taxi mientras se lo comía, bebió agua y bajamos por el ascensor. No dijo nada en el camino.

En el chequeo de pases en la entrada de la mansión entrelacé mi mano en la suya, más que por apoyo de su presencia era por la naturalidad que estaba resultando para ambos ese nuevo nivel de relación, y era con el único que hasta ese momento lo hacía porque era como una necesidad de que estábamos el uno para el otro.

Camino directo en el salón donde se celebraba la condenada fiesta, habló:

—Se ve muy raro que vengas a la fiesta de la novia de tu amigo para reconciliarte con él.

—Suena terrible. Si conocieras a Tyler Hanck supieras que es como Samuel, una maldita voz de la conciencia que no se calla —dije buscando gente que conociera.

Dos figuras conocidas se giraron cuando las detecté y me acerqué.

—Luz —le dije mirando precisamente a quien parecía su acompañante, Francis McGwire.

—Cloy. No avisaste que venías —me dijo con voz nerviosa.

Le eché una mirada asesina a Francis que me observó inafectado mientras ella saludaba de beso en la mejilla a Duke que quería estar al margen.

—Ni que venías con McGwire —repliqué.

—Ya sabes que somos amigos.

—Parece un delito ya que lo tienen escondido.

—Lucas ya se enteró, hoy. Le dio igual. Anda más enojón que nunca.

A mí me alegraba que ya le hubiera cortado a Roger Guzmán. Pero no que Lucas seguía con la cizañera de Cynthia.

Mary Anne se nos acercó saludando a todos y cuando miro a Francis más de la cuenta Luz se lo presentó.

—Él es Francis, mi amigo. Ella es Mary Anne, amiga de Cloy —dijo mi hermana.

Ella dijo hola con una sonrisa coqueta, él lo mismo con una sonrisa gentil, demostrando poco pero sin dejar de mirarla. No lo había visto en ese plan, era muy profesional.

—Yo no sé si van a seguirse mirando así o vamos a que me digas donde está Logan —dije, ella se apenó y él se dio la vuelta caminando lejos.

—Nos vemos chicos —dijo Mary Anne ignorándome y caminó delante de nosotros.

Sin ganas de ser territorial pero con demasiadas ganas de decírselo, me adelanté a su lado.

—Yo lo mire primero, yo lo devoro primero que tú, si piensas en algo con él —le advertí.

—Al terminar de devorártelo, me llamas y me das detalles de cómo lo pasaste y si es bueno que creo que lo es, me das su número.

Observó a Duke también gustándole.

No era territorial ni nada. Solo que el tener algo con Luz, me hacía querer proteger los derechos de mi hermana haciéndole creer que quería con él porque nuestra relación amistosa requería cierto respeto entre ambas en ese tema.

—No. Dime donde está Logan.

—Hola, soy Mary Anne. Mucho gusto. —Se presentó con amabilidad, sin ser más amistosa de lo normal—. Imagino que eres amigo de Cloy.

—Soy Duke, y sí, soy su amigo.

—¿Le pegaste la seriedad a Cloy? —bromeó. Él entornó los ojos mirando al suelo. Ella me miro a mí—. Logan estaba por allí, búscalo. Me quedaré con Duke.

—Eh, no. Lo buscaré con él.

Hanck se nos acercó.

—Hice un buen trabajo sembrándote la duda. Como siempre me sorprendes, eres impredecible aunque ya haya detectado tus movimientos —dijo fastidiando.

—A mí también me sorprendió, de hecho —dijo Duke—. ¿Eres Logan?

—Ojalá. Créeme, ya la habría perdonado. Soy Tyler, Cloy suele decirme Hanck. —Le tendió la mano que mi amigo aceptó más que amable con firmeza.

—Soy Duke.

—El famoso Duke. Ya queríamos conocerte. —Mary Anne me miro como sopesando algo, yo ni idea de qué hablaba—. Logan está con Chelsea cerca de la tarima. Ve.

Ubiqué la tarima mientras Duke me decía que estaría bien con Hanck. Caminé hasta que en la mitad de camino escuché risas.

—Tonta, no te dejaríamos sola —me dijo Hanck a mi derecha—. Hay que distraer a Chelsea, no se ha querido despegar de Logan, invitó a Charlie "para que se contentaran" y ha sido un desastre portándose mal conmigo, con los otros chicos han querido hacer que deje de tomar.

Saludé a los padres de Chelsea que se movieron a un lado con otros invitados adultos, Chelsea me vio y me sonrió, le di un abrazo y ella me agradeció por el regalo que había escogido en conjunto con Luz para ella, era un brazalete el cual mi hermana me había pedido opinión.

—Ella tiene mejor ojo que yo —le dije.

—Me encanta. ¿Y él te acompaña? —Se refirió a Duke.

—Sí, es mi amigo Duke.

Él le tendió la mano felicitándola cortésmente.

—Ya quería conocer a uno de sus amigos —dijo con una sonrisa, se giró a Logan que se había quedado atrás al verme—. Ven Logan, saluda a Cloy.

—Soy Logan. —Se acercó a nosotros tendiendo una mano a Duke—. He escuchado cosas buenas de ti. Ya te había visto, hacía falta que nos presentaran.

—Soy Duke, también he escuchado cosas buenas de ti. Y concuerdo contigo.

Los seis nos miramos por el silencio pesado que se hizo hasta que Mary Anne improvisó.

—Tyler debes darle alguna bebida a Duke, Chelsea vamos a bailar con las chicas. Y ustedes dedíquense a conversar.

Casi veloz se llevó a Chelsea de la mano y Duke y Hanck retrocedieron mirándonos fijo antes de perderse.

—Con que fue una emboscada —resopló Logan evitando mirarme.

—Planeada antes que tú y yo lo supiéramos —contesté.

—Al menos gracias por venir por Chelsea. Sé que ahora si viniste por ella y no porque yo te lo pedí, habría sido falso.

—Está bien que me juzgues porque la he cagado a lo grande —le dije.

—Como sea Cloy. No hagas desastres.

Y se fue sin más.

Me quedé tan indignada que quería seguir discutiendo, por eso lo seguí por el pasillo que se perdió.

—Está bien si no confías en mí. —Le sorprendió que lo siguiera por su expresión al girarse.

—Ya no confío en ti. No tenemos nada de qué hablar.

—Ya enfrentaste el problema. Ya me dijiste que no podías lidiar conmigo y mis mentiras, bien. ¿Ya aceptaste que te mentí?

—Claro que sí. Ya lo procesé.

—Ahora procesa que te estimo, que te quiero como amigo y no quiero que dejemos de serlo.

Calló por unos segundos desviando aleatorio los ojos con una expresión plana.

—¿Con qué objetivo? ¿Para qué tu madre no siga detrás de ti? ¿Te prohíba verte con tus hermanos-amigos?

—Ya me los prohíbe y los sigo viendo. Vivo con uno de ellos.

—Entonces ya no hay caso que quieras arreglar esto.

Siguió por donde había ido en primer momento. Sabía que me lo merecía tras miles de desplantes y rechazos que le hice. Era horrible estar en esa posición, pero no quería dejar las cosas así. Debía demostrarle que ya no le mentía porque me importaba. Lo seguí en silencio hasta el patio.

Dada la causalidad el único que estaba allí era Charlie, con una botella de vino en sus manos. Para evitar que me viera y tirara su veneno contra mí fui retrocediendo hasta una estructura vertical para esconderme.

Tampoco podía perder de vista a Logan, tendría que seguir insistiendo.

—¿Ya te acordaste que eres mi amigo? —le gritó.

—Charlie ya basta. Permíteme buscarte un taxi —le dijo Logan con paciencia.

—¡No! ¡¿Un taxi?! ¿A eso redujiste nuestra amistad? ¿¡A dejarme con desconocidos!?

—No hagas escándalo, mis suegros querrán matarme.

—Si estuvieras conmigo mis padres no estarían a punto de matarte.

—Charlie comprende...

—¡Tú no comprendes que yo te amo!

Y sí, lo mismo que escuché lo repitió varias veces más. Con razón tantos celos... Me veía de cierto modo reflejada en lo que hablaba Charlie con la diferencia que Ramiro no estaba enamorado de mí... ¿o sí?

—Tú no comprendes que no... —repuso Logan con suavidad.

—Que no me amas. Escucha, nadie más en el mundo puede darte una amistad como la mía; Tyler no va llegarme a los talones, nadie más en el mundo puede darte sexo como yo, Cloy no me supera...

—Sabes muy bien que mi relación con Cloy era amistosa... —sonó agotado, como si aquello ya se lo hubiera aclarado en otras ocasiones.

Y yo solo me di cuenta de ese «era».

—Nadie más en el mundo puede darte el amor que Chelsea te da.

—Charlie, ¿ya no estás cansado de esto? Abre los ojos, estás equivocado. Esas personas son importantes para mí. Tú también, estas negado a ver la realidad. Debes lidiar con que mi amistad no es exclusiva para ti —sonó tan triste, que sentí pena por él.

—No hasta que te des cuenta, que ellos no son más que distracciones para ti. Ellos no te merecen.

Siendo Charlie más bajo que él apoyó la cara en su pecho y las manos en sus hombros y comenzó a llorar. Logan aprovechó para quitarle la botella

—Lo siento tanto. Es que me porto tan egoísta porque yo sé que ellos no son importantes en tu vida... No te he visto con Cloy ¿Por qué? ¿Ocurrió algo?

—Si lo son. Tú no quieres ver la realidad. Tú no eres así... Tyler ha sido nuestro mejor amigo y no te ha importado. A él todavía le importas y no soporta este estado en el que estás. En el que solo tú crees que debemos dirigir toda la atención completa.

—Perdóname.

Esa escena ya me la sabía; gritos, exigencias, luego perdón, excusas, victimizarse, pero nunca aceptaba sus errores.

—Te perdono, si dejas de exigirme una idea absurda como esa. Mi vida no gira en torno a ti. Ni la tuya en torno a mí. No me agrada verte así.

—Ellos te lavan el cerebro para que no aceptes lo que yo quiero. Mary Anne y Tyler se han puesto en mi contra. Chelsea es tan hipócrita que te hace ver que me invitó para que nos reconciliáramos, es mentira, no lo quiere y jamás te lo dirá abiertamente. Y Cloy, ni se diga, es una maldita.

Volvió a sollozar como si compensara porque tiraba veneno a los nombrados.

—Tengo que llevarte a tu casa.

—Entonces vámonos. —Se enderezó y apartó—. Acepto irme si rompes con Chelsea y todos los lazos con los que crees tus amigos.

—Sé que estás borracho y dices esto. Cuando se te pase el efecto verás que es una tontería —intentó conciliar.

—¡¿Qué mierda te pasa?! —le gritó.

Por una maldita casualidad me entró una llamada y sonó en todo el puto patio. Me adelanté metiéndome en la casa, sabiendo que había invocado al diablo: Ramiro. Corté y luego recibí su mensaje:

Me fracturaste la nariz maldita. No me voy de aquí hasta que lo pagues porque tienes que darte cuenta que soy tu único amigo verdadero e incondicional. De otro modo, no serás amiga de nadie.

El mensaje era el mismo luego de nuestro último encuentro, suponía que ya se quedaba sin ideas. Apagué el celular, dándome cuenta que mi pulso estaba acelerado al pensar que me verían. Maldición. Nunca me ha importado escuchar conversaciones ajenas. Sin embargo era Logan, quien podía estar en peligro porque Charlie estaba agitado, pudiendo ponerse violento y sé que él no se defendería.

Regresé a hurtadillas al salón.

—¿Cómo la pasas? ¿Y Logan? —me preguntó Chelsea acercándose. Antes de poder contestarle, en una mesa cercana me tomé un coctel que lamenté que no tuviera alcohol.

—Me escuchó: no quiere verme... —dejé la frase en el aire para que entendiera y dejara de preguntar.

—¿Por qué? —Se quedó pensativa unos instantes—. ¿Estaban peleados? ¿O lo están?

Por su cara de confusión supe que no sabía nada de nuestra ruptura de amistad.

—Son preguntas lidiosas de responder. Buscaré a Duke...

Me tomó el brazo, alcé la cabeza para mirarla, ella no a mí.

—Mira, allí viene con Charlie. Él está algo borracho y no quiere irse, no le prestes atención.

Logan tenía una cara de desespero que entendí que había perdido el control de Charlie. El cabello rubio del borracho cayó a un lado cuando se tambaleó al cruzar la sala no dejándose tocar de Logan. Chelsea murmuró algo sobre pedirle que fuera a recostarse en su habitación encaminándose a ellos.

Intercepté al camarero que venía luego de llevarles alcohol a los señores Stone lo pidiéndole con una sonrisita traviesa un vaso de whiskey.

Charlie ignoró a Chelsea mirando algo mejor que ella y Logan, la tarima.

Diablos.

No subió, sino que se acercó al DJ que estaba en el nivel del suelo cerca de los tres peldaños que conformaban la tarima. Le arrebató el micrófono e inteligentemente el tipo no le puso sonido, siguió con la música pop que sonaba, ya que el aspecto borracho era evidente en él. Hanck se acercó a llevárselo junto a Logan mientras Duke se quedaba a un lado buscándome.

Como no pudieron con él otros chicos se acercaron a llevárselo.

Todo iba bien, yo le hice señas a Duke para irnos porque sabía que Logan ya no hablaría más conmigo con el evidente cansancio mental que cargaba encima.

De pronto se escucharon gritos en el porche y dada la casualidad íbamos en el medio de la sala cuando fuimos el estorbo de Charlie que venía corriendo, por algo era defensa en el equipo al ser rápido.

Lo miramos con desconfianza cuando se tuvo que detener.

Me reconoció cuando sus ojos se tornaron más oscuros y agresivos.

Ya venían los chicos corriendo hacia él, Duke conoció sus intenciones, retrocedí queriendo dar la vuelta porque no iba a involucrarme ni enfrentarme, mi amigo hizo lo mismo.

Mi cuerpo se puso caliente cuando sentí un jalón en la pierna ocasionado por Charlie.

—Quita tus manos de mi —espeté dándome la vuelta.

Lo que me esperó al mirarlo fue un empujón que me hizo caer y un tremendo golpe en la terminación del lado derecho de mi frente. También su cara centímetros de la mía gritando.

Vi estrellitas y todas las constelaciones. Mal-di-to sea.

—¡Maldita zorra!

Me bloquee cuando recordé a Ramiro en el hotel de cuatro estrellas, el miedo me tomó el cuerpo.

Mi subconsciente me hizo consciente que cuando me golpeó ya todos estaban encima, pero el miedo me inmovilizó creyendo que era Ramiro.

No podían con él, ni Duke que echaba su frente hacia atrás con todas sus fuerzas.

Grité cuando vi su puño venir impactando con el piso y sonando los huesos de sus nudillos.

Él también gritó por el dolor, en ese instante todos los agarraron y lo desapartaron de mí.

Su ataque duró menos de un minuto.

Duke no pudo evitar el golpe porque Charlie Fodds estaba fuera de sí, tenía demasiada adrenalina y rabia en el cuerpo.

Él despotricó contra todos nosotros y puso al descubierto sus sentimientos hacia Logan, el rechazo hacia Tyler... en resumen todo lo que escuché en el patio con la diferencia que no se lo decía Logan, lo gritó para que todos los escucharan aún cuando lo habían llevado a la planta de arriba.

Duke me ayudó a levantarme, vi sangre en el suelo y me toqué donde dolía para saber si era mía. Me hizo sentarme en una silla. La música había dejado de sonar. Unos brazos me rodeaban.

—Mierda, ¿estás bien? —me preguntaba Jerry a una distancia o cercanía que no lograba comprender—. ¿Te sientes mareada?

—No. Denme espacio, necesito aire —musité cerrando los ojos.

Dejé de sentir que me abrazaban.

Mire hacia el frente viendo que a Chelsea le ponían hielo en el ojo sus padres que lucían preocupados porque ella lloraba.

Alguien me examinó los ojos y tocó levemente el golpe, encogí mi cuerpo soportando el dolor, era Mary Anne que decía haber hecho algún curso de paramédicos. Y me preguntó si sentía mareos, nauseas o si veía bien.

Otra voz que no reconocí avisó que iría a buscar hielo.

—Creo que se va a desmayar —escuché la voz de Lucas.

—¡Le golpeó con un pinche adorno de madera! ¡Casi le parte la cabeza! —dijo Luz al borde del pánico.

—¿Cloy? Si te duele mucho, debes de decirlo. Llamaremos a una ambulancia —dijo Duke sentándose en el suelo frente a mí.

—Tengo dolor, no creo que un...

Me interrumpí cuando llegó Elliot con hielo envuelto en un pañuelo con cara bastante preocupada, Duke le agradeció apoyándolo con suavidad en el golpe.

—¿No me está saliendo sangre? —pregunté.

—El golpe se está abultando —dijo Jerry sonado muy preocupado.

—Maldito sea —murmuré.

Mary Anne dijo algo sobre ir a ver a Tyler que le salía sangre a chorros de alguna herida.

—Esta fiesta es una rotunda mierda. Me alegra no haber ido jamás a la secundaria —comentó Duke.

—De lo que no me pude librar —dijo Jerry suspirando—. ¿Quién eres tú?

—Escuché que va a venir la ambulancia —dijo Francis llegando y disimulando el cómo me veía—. Harán preguntas, ¿llamo a tus padres?

Alguien más se metió en el círculo.

—Bebe de esta mierda, la preparamos para ti —dijo Dickerson al que le temblaba el cuerpo, me dio a beber tocando ligeramente mi barbilla algún coctel con alcohol. Sidra, vodka, licor de manzana...—. Y me voy, cuando venga la policía no quiero que me pregunten.

Me levanté ante las protestas de todos.

—Vámonos de esta maldita fiesta del demonio —dije mareada.

Duke me sostuvo de los hombros.

—¿No vas a denunciar a Charlie por lo que te hizo? —me preguntó Jerry.

—Se irá a la mierda de otras maneras.

Claro que quería venganza.

Minutos después llegó la ambulancia, accedí a ir al hospital tras la petición de Luz y porque consideré que debía hacerlo porque me dolía fuertemente la cabeza.

Les pedí que no llamaran a nuestros padres, porque ellos iban a querer denunciarlo y yo no quería por Logan.

Así que quedó de anillo al dedo cuando Margot llegó y tomó la responsabilidad diciendo que mis padres estaban de viaje. Me hicieron una tomografía, que arrojó una contusión que me podría producir migraña, nauseas, vómitos, mareos y entre otros síntomas sin ser nada peligroso

Me inyectaron un calmante que me hizo dormir por unas horas hasta que me interrogó la policía y luego me dieron el alta alrededor de las cuatro de la mañana.

Cuando Margot y Luz me ayudaban a ponerme ropa que Duke me había ido a buscar al departamento, ella me hizo la pregunta del millón.

—¿En serio no vas a denunciar a Charlie? Tyler tampoco quiso hacerlo, los Stone sí —su tono era preocupado y agradecido al mismo tiempo.

Cuando los chicos se lo llevaban en el porche se dio cuenta que Hanck era uno de ellos e insultándolo le golpeó el labio con lo que sostenía en sus manos, una caja mediana de madera que era su llavero. Chelsea en la puerta viendo todo se enojó con él pidiendo que se fuera ya que estaba arruinando su fiesta, él le gritó zorra y roba amigos dándole con la misma cajita en el ojo.

Con las ganas de querer contar sus malditas desgracias se metió de nuevo a la casa no logrando que los demás lo atraparan, yo le estorbé en el camino y lo demás se cuenta solo...

La fiesta terminó con tres personas con heridas menores. A Hanck le brotó mucha sangre en el labio que le partió, y no requirió suturas. A Chelsea el golpe le provocó una inflamación ocular que le hace perder casi la vista. Y a mí una contusión con un dolor de cabeza tremendo acompañado de borrones de vista y mareos. En realidad fueron tres víctimas y un agresor, Charlie, el cual se quebró dos nudillos y por su estado no lo metieron a la cárcel, cargo que le quitaron al pagar una multa exorbitante sus padres.

Antes de que llegara la policía me puse de acuerdo con Hanck y Chelsea para que me respaldaran diciendo que fue en el forcejeo cuando apartaron a Charlie de Hanck que alguien me golpeó por accidente.

—Ya dije mi versión a los detectives. No la cambiaré —respondí.

—¿Lo haces por Logan?

—Lo hago por él.

Me dio un abrazo agradeciéndome y pidiéndole a Luz que me dejaran a solas, antes de irme, con Logan. Me quedé sentada en el lateral de la cama con los pies colgando en mis zapatos deportivos blancos y mi conjunto gris. Él entró luego de tocar, se quedó respaldado entre la puerta y el marco, de brazos cruzados con expresión culpable, seguía con su camisa negra con tirantes plateados y su pantalón gris oscuro.

Me hizo sonreír que ambos estuviéramos combinados.

—¿Te sientes mejor? —preguntó con voz ronca, suponía que por el sueño.

—Ha disminuido el dolor —murmuré mirándolo por pocos segundos.

—Cloy...

—No digas que es tu culpa. No lo es. No lo digas, por favor —supliqué—. Porque ya me sé esa historia, cuando pasas a culparte por lo que tú amigo hace... Y seria desmoral.

—¿Por qué no lo denunciaste?—preguntó después de comprender lo que le decía.

—Porque te destrozaría, porque sigues considerándolo tu amigo, porque yo también te sigo considerando como amigo —recité triste porque su expresión gritaba que se lo explicara.

—Dios. Gracias —dijo con las palmas unidas a la altura de su nariz.

—No estoy fingiendo nada —acoté por si acaso—. No es por hipocresía ni para quedar bien delante de ti porque te mentí antes.

—Y te creo. Sé que no eres devota de Charlie.

—Lo hago por ti. Solo por ti.

—Te lo agradezco tanto.

Me observó significativo con la longitud de sus facciones en un dura batalla por algo que desconocía o no sabía interpretar.

—Ven, déjate abrazar. —No me levanté por si me atacaba un mareo, sin rechistar me cernió sobre mi abarcándome con firmeza suspirando y casi queriendo llorar—. Yo no lo necesito, lo necesitas tú. Me siento tan mal por ti, porque sé lo que pasas.

—Estamos viviendo algo parecido —susurró derramando lágrimas.

Al calmarse sonrió avergonzado antes de limpiarse la cara.

Noté el moretón en su mejilla el cual explicó que había sido en el forcejeo, dejé un dedo debajo de ella diciéndole que debía ponerse hielo, me tranquilizó porque ya se había puesto hielo y una pomada. Nos dimos cuenta que nuestros cuerpos estaban cerca, incluso sus caderas apoyadas en el borde de la cama y mis piernas rodeando estas mismas, él rodeando sus brazos en mi cintura y yo rodeando su cuello.

Sentí ese magnetismo que a veces nos impulsaba, esa atracción que nos consumía por la expectativa. Él tragó grueso sin moverse, yo pasé las manos por sus hombros sobando y sin mediar palabra besé su cuello, lo mordí apenas porque imaginaba que no le gustaban las marcas, chupé con suavidad.

De pronto alzó mi barbilla para besarme.

Ardimos en el primer toque de nuestros labios, y ansiamos más. Mi lengua se metió en su boca pasando por la suya, gimió tan bajito y yo apreté mis piernas alrededor de sus caderas. Era tan excitante estar un poco más alta que él, lo que le permitía tener mis pechos casi tocando su cara y darle acceso a mi cuello que besó varias veces, pero le interesaba más mis labios por lo que de una forma tan suave y apasionada me besaba con las manos detrás de mi cabeza evitando lastimarme.

Comenzaba a derretirme por lo que rocé un poco mi centro en el suyo. No sentía nada de él porque la maldita cama no dejaba, así que me fui al borde para sentir lo que quería sentir, su excitación en su punto, para rozarme y mover mis caderas, el gruñía bajo y yo jadeaba por la emoción.

Tuvimos que separarnos para buscar aire y mirarnos sin nada de culpa, con las hormonas flotando entre nosotros sabiendo que queríamos algo como eso desde hacía mucho tiempo. En silencio con una mirada sexual y expectante, aunque él retrocedió ya no tocándonos entre nosotros, quería más.

Nuestro momento se vio interrumpido al aparecerse Luz abriendo la puerta diciendo que Francis ya se había marchado y Lucas nos esperaba afuera para llevarme al departamento. Logan se ubicó detrás de mí para que no se notara nada intentado disimular que jadeaba, mi hermana cogió mi ropa y yo me bajé con cuidado.

Maldita sea si ese era un nuevo tipo de mareos quería mucho más, de esos besos, de la cercanía de Logan Hilfiger.

—¿Busco alguna enfermera para llevarte en sillas de ruedas? —preguntó Luz girándose fuera de la puerta haciendo detener a Logan y que estuviera pegado a mi involuntariamente pudiendo sentir su excitación.

—No, puedo caminar sin marearme. Lo que sí necesito es un apoyo en el ascensor. Logan, ¿ya te vas?

—Mi madre también me espera en la entrada —dijo suspirando—. Quiere que vaya a descansar.

Por supuesto, Chelsea seguiría internada en observación así como Charlie.

Cercano al ascensor estaba Duke esperando intranquilo, me dio una sonrisa para tranquilizarme aunque él debía de hacerlo en evidencia. Entramos los cuatro y cuando me desequilibré Logan fue quien me agarró, sin pensarlo demasiado y todavía por la sensación de sus besos pegué mi espalda a su pecho.

Su respiración volvió a ser errática y la sentí en mi cuello. Su tortura terminó luego de doce pisos cuando llegamos a planta baja, Duke puso una mano alrededor de mi hombro porque Logan no lo soportó y se despidió torpe mientras sus padres me agitaban la mano en el estacionamiento.

—Maldición. Descubrí un nuevo nivel de mareo —murmuré sentándome en el asiento trasero. Llevé la cabeza al respaldar alzándola mientras me ponía el cinturón de seguridad—. Fue un torbellino putamente exquisito.

Lucas, Luz y Duke me miraron preocupados.

Yo pensé sin parar en el momento que compartí con Logan por todo lo que restó de semana no importándome que era un chico con novia.






•••
Creo el drama y me acuesto a dormir tranquila jaja.

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¿qué canción creen que va con el capítulo?

Ig: SkyMilenia_

Besos muy problemáticos y ricos con gente ennoviada

XOXO

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