Capítulo 98
Las sirenas de policía se alejan cada vez más. Suelto un suspiro mirando hacia atrás.
—Estamos a salvo —murmuro y miro a Jeff. Conduce tranquilo, sus ojos están rojos pero sonríe muy levemente—. Tu madre es muy amable.
—Siempre lo fue —contesta con voz calmada. Baja la mirada y se borra su sonrisa.
—¿Qué pasa?
—¡Mierda! —miro a donde está mirando sin entender, veo una flecha que marca la letra E— ¡No tenemos combustible! —Jeff mira alrededor, buscando dónde poder quedarnos— Tendremos que seguir caminando, Tenny.
Nos detenemos al lado de un bosque. Nos bajamos del coche y llevo la bolsa.
—Este bosque es diferente, Tenny. No sabemos si hay animales o alguna criatura rondando, así que si te digo que corras, lo haces. Aunque tengas que dejarme atrás peleando —me giro para verle.
—Tienes que estar de broma —me cruzo de brazos.
—No es momento de pelear por a quién le importa más el otro. Esto es de vida o muerte, si te digo que corras, corres, ¿entendido? —ruedo los ojos y asiento— Quiero escuchártelo decir.
—Si me dices que corra, correré.
—Bien —Jeff mira alrededor con la mano en el bolsillo, imagino que agarrando su cuchillo.
—¿Por qué no sacaste el cuchillo antes? Ya sabes, cuando estabas peleando con… ese hombre.
—Pelear a cuchillo contra un espíritu, ente, espectro, entre otros, es de lo más estúpido que puedes hacer. Créeme, ya lo comprobé con Ben en su momento.
—Tienes razón —murmuro.
Caminamos como por veinte minutos, solo se escuchan pájaros y el bosque está más y más oscuro, empieza a anochecer.
—Para —Jeff estira su brazo delante de mí para detenerme y me lo agarra, escondiéndonos en unos arbustos, como aquella vez en la que estaba B.O.B.
—¡JIJIJIJIJI! —escuchamos una risa muy muy aguda— ¿HAS VISTO, DASHIE WASHIE? ¡CREEN QUE PUEDEN ESCONDERSE DE NOSOTRAS! ¡JIJIJI! —miro a Jeff tragando en seco, él solo mira alrededor tratando de encontrar a la dueña de la voz.
—¡Lo sé! ¡Creen que pueden escapar de nosotras dos! ¡Ilusos! ¡Ahora que Zalgo no está no tienen protección y podemos hacer lo que queramos! —exclama otra voz femenina entre risas.
—¡QUIERO HACER CUPCAKES CON SUS ENTRAÑAS! ¡¡¡QUIERO HACER CUPCAKEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEES!!! —grita por todo el bosque y… relincha.
—Por favor, dime que no son quienes creo que son… —susurro suplicando a Jeff, él me mira preocupado. Jeff está preocupado, eso significa que estamos bien jodidos.
—¡¡¡JEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEFF!!! ¡¡YUUUUUUUUUUUJUUUUUUUUU!! ¡¡HE ESCUCHADO QUE LAS TRIPAS DE HUMANO SON MUY BUENAS!! ¡¡MUCHOS CANÍBALES LAS RECOMIENDAN!! —ríe en alto y aparecen delante de nosotros. Tomo la mano izquierda de Jeff con fuerza y muerdo mi otro puño para no gritar del miedo y horror.
Son dos ponis altos, uno de color rosa y otro azul turquesa. Sus patas son muy delgadas y sus pupilas están exageradamente contraídas, pareciendo que solo hay un punto en sus ojos. La pony de color rosa levanta sus dos patas delanteras y camina como lo hace un humano.
—¡¡TRIIIIIIIIIPAS, TRIPAS, TRIPAS!! ¡QUIEEEEEEEERO TRIPAS! —grita con una voz muy chillona buscándonos con la mirada. Jeff se mantiene quieto sin perder de vista a ambas.
—Huelo a humanos, Pinkme —olfatea la pony azul y sonríe. Su sonrisa es larga, más larga que la de cualquier humano.
—¡¡DASHIE WASHIE TRIPAS!! ¡¡DASHIE WASHIE TRIPAS!! ¡¡DASHIE WASHIE TRIPAS!! —caen lágrimas por mi rostro. Creo que son de las peores Creepypastas en la vida real que he visto junto a Tails Doll. Es como ver a caballos pintados de colores bonitos que pueden engañar a cualquiera, pero en cuanto a su comportamiento, el que hablen como humanos y lo que están diciendo y pensando… No me quiero imaginar recibir una coz de esa psicópata.
—Deja de gritar y busca, quiero volver a mi fábrica. Necesito crear arcoiris… —masculla molesta y caminan entre los árboles y arbustos.
—Quédate muy quieta —susurra lo más bajo que puede Jeff en mi oído.
Asiento. Escucho mi corazón latir como si lo tuviera en mis propios oídos. El relinchar de Pinkme pasa a un metro de mí junto con Dashie.
—No es buena idea correr, Dashie nos atraparía nada más levantarnos —me sigue susurrando Jeff—. No tenemos a dónde huir, Tenny. Y para colmo no nos queda agua bendita —trago en seco y cierro con fuerza los ojos.
—OYE, ¿CREES QUE JEFF SEPA RICO? —Jeff puso una cara de asco— ¡ESPERO QUE SEPA IGUAL DE RICA QUE…! ¿CÓMO SE LLAMABA?
—Era Kate, era proxy de Slenderman.
—UUUUUUUUYYYYYY, ¡GRITABA MUCHO PERO SABÍA MUUUUUUUUY RIIIIICAAAAA! —Jeff aprieta los labios. ¿De verdad mataron a Kate…?— ¿SABES QUÉ ME DA PENA? ¡NO PODER COMERME A SU HERMANO!
—¿Liu?
—¡¡SÍÍÍÍÍ!! ¿A QUÉ SABRÁ UN HUMANO CON CICATRICES? —el pony comienza a dar grandes saltos de alegría a dos patas— ¿SERÁ MÁS FÁCIL DE ABRIR? ¡COMO HACEN CON NOSOTROS! ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!
—Creo que se me está empezando a antojar carne de caballo… —murmura Jeff y le agarro la muñeca negando varias veces con la cabeza. Si salía sería un completo suicidio y este viaje habría sido solo para morir de forma horrible.
—Vamos a levantarnos y caminar rápido hacia delante, se están alejando. Aprovecharemos la oportunidad y…
—¡DASHIE WASHIE! ¡MIRA! ¡LA COMIDA ME HABLA! —grita a nuestras espaldas y salimos del arbusto de un salto.
—¡POR FAVOR! ¡NO NOS MATES! —grito soltando lágrimas, mirando a los horrendos ponys.
—¡ME SUPLICA QUE NO LA MATE! PERO, ENTONCES, ¿CÓMO COMERÉ? ¡LOS HUMANOS ESTÁN EN MI… DIETA! ¡NECESITO COMER HUMANOS! ¡NECESITO CARNE HUMANA! ¡YA!
Jeff va retrocediendo poco a poco mientras ellas se acercan, haciéndome para atrás con su brazo.
—¿Recuerdas lo que te dije antes? —me murmura.
—Sí… —lo miro dudosa.
—Pues este es el momento —mete la otra mano en su sudadera.
—P-Pero…
—Ni se te ocurra —dice apretando los dientes—. Me voy a tirar a ellas, en cuanto lo haga sales corriendo.
Trago en seco, mi respiración es agitada y me aferro como nunca a la bolsa.
Sin previo aviso, Jeff saca el cuchillo y corre hacia las ponys. En ese momento, me doy la vuelta y empiezo a correr como nunca reprimiendo sollozos, concentrándome en lo que debo hacer.
Vemos a lo lejos cómo aparcan en un lado de la acera y entran al bosque. Jane aparca también a una distancia prudente y los seguimos, estando a una distancia lo suficientemente lejos para escondernos pero lo suficientemente cerca para no perderles la pista.
Llevamos un rato caminando en silencio, prestando atención a nuestro alrededor. De repente, ellos se esconden en unos arbustos.
—Árbol, ahora —me ordena Jane y ambos escalamos un árbol lo más rápido posible, escondiéndonos entre las hojas, ramas y la poca iluminación.
—¡JIJIJIJIJI! —escuchamos una risa muy muy chirriante— ¿HAS VISTO, DASHIE WASHIE? ¡CREEN QUE PUEDEN ESCONDERSE DE NOSOTRAS! ¡JIJIJI! —miro a Jane confundido y ella me devuelve la mirada… muy preocupada. Me hace una seña de que guardase silencio.
—¡Lo sé! ¡Creen que pueden escapar de nosotras dos! ¡Ilusos! ¡Ahora que Zalgo no está no tienen protección y podemos hacer lo que queramos! —exclama otra voz femenina no tan chirriante como la anterior entre risas.
—¡QUIERO HACER CUPCAKES CON SUS ENTRAÑAS! ¡¡¡QUIERO HACER CUPCAKEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEES!!! —grita por todo el bosque y… ¿relincha?
—¿Están de nuestro lado? —pregunto en bajo a Jane y ella niega con la cabeza.
—No… ellas no están del lado de nadie. Es de las Creepypastas que esperaban que algo así pasara para poder hacer lo que quieran sin reglas —susurra—. No pueden vernos, Carl, no podemos con ellas y Jeff. Esperemos a que se vayan.
—¡¡¡JEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEFF!!! ¡¡YUUUUUUUUUUUJUUUUUUUUU!! ¡¡HE ESCUCHADO QUE LAS TRIPAS DE HUMANO SON MUY BUENAS!! ¡¡MUCHOS CANÍBALES LAS RECOMIENDAN!! —ríe en alto.
—Van por Jeff, no por nosotros —le digo.
—Carl, ellas van a por CUALQUIERA —recalca la palabra “cualquiera” sin levantar la voz.
Esperamos en silencio, siguen gritando cómo iban a matar a Jeff y de sus gustos por los humanos. Ellas se van acercando hacia nosotros. Aguanto la respiración al ver que eran dos ponys de aspecto mutante, demacrados y con sonrisas humanas, sus ojos… sus pupilas eran tan pequeñas que podías confundirlas con un mosquito.
Ellas se dan la vuelta al escuchar un ruido y caminan en silencio hacia él.
Descubren a Tenny y Jeff.
«Idiotas…»
Jeff y Tenny retroceden. Murmuran algo entre ellos y Jeff se abalanza hacia los ponys y Tenny corre en dirección contraria.
«Es mi oportunidad para llevármela».
Miro a los lados, viendo si es seguro bajar, pero un grito me detiene.
—¡AAAAAAAAAAAAAH! ¡MI PATA! ¡MI PATA! ¡MI PATAAAAAAAA! —grita resoplando el pony rosa, Jeff tiene el cuchillo en alto.
—¡No te pases con ella, Woods! —la pony azul resopla y corre hacia Jeff rápidamente. Es tan veloz que apenas puedo verla moverse, solo deja una estela turquesa al correr.
Jeff trata de seguirla lo mejor que puede, intenta atacarlo por detrás, Jeff lo nota y se da la vuelta listo para bloquear el ataque, pero el pony turquesa desaparece y reaparece por su retaguardia, dándole y tirándole al suelo.
Jeff se levanta con dificultad y agarra con fuerza su cuchillo, los ponis se colocan uno a cada lado de él.
La pony rosa se pone a dos patas y corre hacia Jeff desbocadamente. Jeff aprovecha para intentar clavarle el cuchillo en la pezuña, pero la turquesa se mueve rápido tratando de empujar a Jeff, consiguiéndolo.
—No podemos meternos, Carl. Primero será Jeff y luego nosotros —me dice Jane viendo la pelea, resoplo y asiento—. Si puedo, iré por Tenny luego.
Jeff cae al suelo, y antes de que puedan darle una coz rueda por el suelo y se levanta.
Se remanga la sudadera y comienza a juguetear con el cuchillo.
—¿Qué hace? —pregunto.
—Se está poniendo serio —contesta Jane mirándolo seria.
Jeff alza los brazos mientras dice algo inaudible para nosotros. La pony rosa rebuzna y corre hacia él de nuevo, Jeff prepara el cuchillo e intenta apuñalarle, entonces, la turquesa vuelve a moverse.
Jeff está a punto de apuñalar a la rosa, pero repentinamente cambia de dirección y logra asestarle en un ojo a la turquesa.
—¡AAAAAAAAAAAAAAAAAH! ¡¡MI OJOOOOOOOO!! —chilla agudamente y da saltos y coces.
Jeff la agarra de la cabeza y trata de clavarle el arma en el otro ojo, pero la pony rosa le muerde la sudadera tirando de él. Jeff lleva el cuchillo hacia atrás y la de azul le muerde por la parte delantera. Ambas tiran de él y le terminan por romper la sudadera. Jeff clava su arma en el otro ojo de la turquesa, dejándola desorientada y llorando sangre.
—¡¡NO VEO!! ¡¡ESTOY CIEGA, PINKME!! ¡ESTOY CIEGA! —comienza a batir unas extrañas alas de sus costados, comenzando a volar desorientada y ciega— ¡JEFF! ¡HIJO DE PUTA! ¡VOY A MATARTE! ¡VOY A MATARTE! ¡TE USARÉ PARA CREAR EL MEJOR ARCOÍRIS QUE CUALQUIERA DE TUS AMIGOS HUBIESE PODIDO VER CON TU PROPIA SANGRE! —vocifera girando su cabeza a todos lados.
La tal Pinkme se pone a dos patas tratando de pisar a Jeff con fuerza. Él va retrocediendo, hace un giro y clava el cuchillo en una de sus cuatro rodillas.
—¡AAAAAAAAAAAAAAAH! —intenta estabilizarse pero mueve sin control sus otras tres patas, Jeff se acerca tranquilo y le vuelve a clavar su arma en otra rodilla, haciéndola caer finalmente— ¡COMIDA! ¡COMIDA MALA! ¡COMIDA MALA! ¡TE ODIO! ¡TE ODIO, TE ODIO, TE ODIO, TE ODIO, TE ODIO! ¡¡COMIDA MALA!!
—Cómeme los huevos, zorra deforme —puedo distinguir en lo que dice. Jeff agarra su cabeza y la degolla. Desde aquí podemos escuchar cómo se ahoga con su propia sangre y mueve sus patas, tratando de rechazar a la muerte.
—¡¡PINKMEEEEEEEEE!! —grita la otra y se abalanza hacia el sonido, justo a donde está Jeff, entonces, algo la golpea en la cabeza, distrayéndola.
Era Tenny.
Le tiro una piedra al puto pony antes de que alcanzase a Jeff. Ella para su vuelo y mira en mi dirección.
—¿QUIÉN HA SIDO? —grita resoplando.
—¡ALÉJATE DE JEFF, PUTO PONY DE MIERDA! —le devuelvo el grito y le tiro otra piedra con fuerza dándole en la cabeza.
Dashie vuela en mi dirección intentando embestirme y corro hacia un lado esquivándola. Ella aterriza estrepitosamente al no poder ver y antes de que pudiese alzar el vuelo nuevamente, Jeff le raja verticalmente desde su cuello hasta el estómago para alejarse lo más rápido posible. Dashie comienza a cocear y vuela alto mientras se desangra, solo podemos ver un pony mutante retorcerse y del que llueve sangre. Al cabo de unos pocos minutos, va cayendo a unos árboles hasta llegar al suelo a unos metros de nosotros.
Jeff y yo miramos fijamente el cuerpo de Dashie mientras jadeamos, luego nos miramos y Jeff me abraza con fuerza, apoyando su rostro en mi cabeza. Rodeo su espalda con mis brazos, notando las roturas de su sudadera.
—¿Estás bien? —pregunto.
—Sí… ¿y tú? —nos separamos y asiento.
—He encontrado un lugar en el que podemos estar, es una fábrica abandonada. Nadie nos molestará allí por un tiempo —Jeff asiente con una sonrisa y caminamos hacia el lugar.
Reviso alrededor con la mirada, sintiéndome extraña.
—Jeff… ¿no ves el bosque algo raro? —pregunto y él se apega a mí.
—Veo algo extraño también… —jadea y caminamos más rápido.
De pronto, tras caminar unos cuantos minutos, llegamos a una fábrica, pero no la que yo había visto.
Es un lugar gris apagado, sale humo. ¡Eso es imposible! ¡No estaba en funcionamiento!
—Joder… —murmura Jeff— Es la fábrica de arcoíris… Es imposible que esté aquí…
Giro mi cabeza hacia atrás y veo a Dashie y Pinkme, sus cuerpos están destrozados y sus cabezas hacen movimientos muy bruscos, como si en algún momento se pudiesen quebrar sus cuellos.
—¡Jeff! —mira hacia atrás y toma mi mano, entrando sin más remedio a la fábrica.
Hay numerosos botes de los que salen los colores del arcoíris, ponys del mismo tamaño que ellas con trajes negros haciendo su trabajo y una pila de cadáveres de esos animales en una cinta transportadora. Los tiran a un tanque de fuego…
—Tenny, no podemos quedarnos aquí. Tenemos que subir, no hay otra salida —Jeff sin soltar mi muñeca busca la manera de subir algo desesperado.
—¡Allí! —señalo unas escaleras y corremos por ellas, tropezando con varios ponis y tirándolos a los lados.
Llegamos a la planta más alta. Jadeamos cansados, estamos sudando y mis piernas duelen. Jeff cae al suelo de rodillas.
—¿Jeff? ¿Jeff? —le tomo del hombro pero no reacciona. Lo jalo hacia mí y lo arrastro como puedo hasta una pared sólida para apoyarlo. Jeff tiene la mirada perdida y sus párpados pesan, a los pocos segundos termina por desmayarse.
Me siento a su lado apoyando mi espalda a la pared, respirando agitadamente y le dejo mi hombro para que se apoye en mí. Agarro su cuchillo del bolsillo de su sudadera rota con las pocas fuerzas que me quedan y miro a todos lados.
«Si tengo que pelear, pelearé».
Poco a poco mi respiración se relaja, mis párpados pesan igual aunque trato de no cerrarlos, voy perdiendo poco a poco fuerza y caigo rendida quedándome dormida.
Curiosidad n°98: Dashie y Pinkme subestimaban mucho a los humanos, tanto que no se esperaron que Jeff, un asesino que ha entrenado durante años y es alguien astuto e inteligente con fuerza bruta les ganase sin usar toda su fuerza y… falta de cordura.
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