Capítulo 39

—¡Buenos días, excrementos andantes! Y Tenny —sonrió de lado y abrió la celda, dejando comida como lateríos y cerveza. Había traído solo tres latas y tres cervezas, y nosotros éramos cuatro.

—Jeff… ¿Quién se queda sin comer? —pregunté extrañada.

—Hoy nadie. Liu no está en casa, y ya sabes lo que eso significa —me sonrió pícaramente, ya me puedo imaginar la cara de odio de Carl, pero preferí no mirar. Simplemente me salí con Jeff afuera y comenzamos a andar camino a la cabaña.

—Podías haberlo dicho de otra manera —le pegué un mini codazo mientras reía. 

—Si no, no habría sido tan gracioso. La cara de Carl era un poema. 

—¿Y cómo es que Liu no está en casa?

—Ooh, gran historia. Ya es la segunda vez, que yo sepa, que se va de cita con la misma chica. 

—¿Con… una Creepypasta?

—No, creo que es simplemente una amiga de Hoodie, pero no es Creepypasta, creo… —respondió mirando al cielo.

—¿Crees? —sonreí— ¿No te ha contado nada de ella, verdad? —Jeff me miró y ralentizó su paso.

—Nunca me ha hablado mucho de sus… relaciones amorosas, si es que se puede llamar así. No le gusta hablar de eso hasta que no está seguro de querer algo más formal con ella. 

—No sabía que podíais tener ese tipo de relaciones con… ya sabes, teniendo ese estilo de vida que lleváis.

—Oh, bueno… realmente no deberíamos, ni tampoco nos relacionamos con una chica que vive en su cuarto y milagrosamente cuando estamos a punto de matarla nos enamoramos perdidamente de ella —rei recordando las historias que hacían muchas chicas con ellos—. Pero Liu de todas formas tiene más… libertad para poder estar con chicas. Simplemente no le gusta que este estilo de vida le limite tanto como a los demás. No es un mujeriego, ni tampoco súper sociable, pero no quiere ser un Slenderman encerrado toda la vida en el mismo territorio.

—Ya veo… ¿y tú? —lo miré con curiosidad— ¿Has… estado alguna vez con alguien? —Jeff rio nervioso ante esa pregunta.

—¿Tú… tú qué crees que he hecho? —tragó en seco mirándome, haciendo una mueca.

—Tal vez… ¿Veinticinco relaciones al día? —bromeé y él bajó la mirada con la mueca— Debes de tener muchas pretendientas, bueno, más de las que ya tienes —rio en bajo, pero seguía sin contestar—. ¿Entonces? ¿Cuál es tu respuesta?

—No soy mucho de tener algo realmente…

—¿Diez relaciones?

—¿Tantas? —arqueó una ceja.

—Solo por si acaso —sonreí—. ¿Cinco? —negó con la cabeza— ¿Cuatro? —volvió a negar, le notaba la mirada incómoda con cada pregunta— ¿Tres…?

—Tenny, soy virgen —soltó de golpe sin mirarme y me detuve, procesándolo, él también lo hizo.

—¿Nunca has… tenido relaciones? ¿Y una relación amorosa?

—¿La de mi cuchillo cuenta? —soltó un suspiro, miró al cielo y empezó a mover su pie de arriba abajo, impaciente.

—Si te sirve de consuelo, yo tampoco he hecho nada, ni siquiera un beso.

—Sí, pero, tú no… tú no tienes casi treinta años sin haber hecho nada, ni un beso ni nada.

—Pero, Jeff, ¿cómo es que teniendo tantas Creepypastas chicas, fangirls, pretendientes por todo el mundo y mujeres en sí que querrían acostarse contigo, no has hecho nada?

—¿Y por qué tendría que hacerlo? —hizo una mueca de fastidio— Para mí… puede que a Liu tener sexo sea algo que no le importe con quién tenerlo, pero yo no podría hacer eso con alguien que apenas conozco, o con alguien por el que no siento nada, se me haría… raro.

—Pienso lo mismo… Igual ni me gusta el contacto físico, eso de que te pongan la mano encima a cada rato y porque sí… No, no, no… —negué con la cabeza varias veces y me crucé de brazos. Jeff soltó una risa nasal y miró al suelo.

—¿Seguimos…? —preguntó y asentí, continuamos caminando y llegamos a la cabaña, Jeff abrió la puerta y pasamos adentro.

Nos sentamos en el comedor, Jeff miró sus pulgares un momento y se levantó echando una ojeada a la cocina, buscó en la nevera y armarios algo para hacer de comer, pero no había mucho por lo que parecía…

—Liu se ha puesto a cocinar algo y además se ha llevado la mitad de los ingredientes de la cocina —dijo con algo de molestia. 

—Parece que su forma de conquistar es la cocina —contesté de forma burlona detrás de él.

—Sí, a mí me conquista con su cocina, pero no significa que me deje sin comer por una vagina —masculló molesto y se sentó de nuevo en la mesa cruzándose de brazos.

En cambio, me levanté y examiné la cocina de nuevo, increíblemente Liu se había llevado lo que quedase de comida, ni siquiera podíamos comer un simple sándwich. Parecía realmente que le importaba la chica…

—Jeff… —lo llamé, me respondió con un gruñido— Cuando no hay comida en casa, ¿qué hacéis?

—La compra Liu.

—¿Y no puedes comprar o robar algo? —lo miré y él se dio la vuelta para verme.

—Tenny… Te lo explicaré para que lo entiendas, que tú te hayas acostumbrado a mi rostro, ya sea porque realmente te agrado o porque no te queda de otra, no significa que los demás seres humanos no se asusten cuando me vean, por lo que, llamarían a la policía y me detendrían, ¿entiendes? —dijo con tono agotado.

—¿Y no puedes… no lo sé, taparte el rostro? —me crucé de brazos.

—Eso hago a veces, pero Liu pasa más desapercibido que yo.

—Pero si lo único que te puede delatar es la sonrisa tallada… —repliqué poniendo ambas manos en mis caderas.

—Le pediré comida a alguien… No puedo ser el único muerto de hambre en este sitio… 

Jeff se levantó y abrió la puerta, después la cerró cuando pasé al exterior, iba con paso apesumbrado hacia una de las cabañas.

—A mí no me engañas, prefieres pedirle comida a los otros antes de ir a comprarla o robarla tú…

—Ahora mismo sí, porque estoy muerto de hambre y no me había fijado en que Liu se llevó toda la comida, así que te haré un tour hasta que finalicemos esta búsqueda del tesoro…

Tocó la puerta, todo estaba en silencio, volvió a tocar y seguía igual, nos alejamos y fuimos a otra, así con unas cuantas más.

—Malditos proxys… ¿Dónde mierda están? ¡No pueden estar todos cuidando todo el maldito bosque! —se quejó.

—¿Y por qué no vamos a la casa de alguno de tus amigos?

—¿Amigos? Ellos ni siquiera tendrán algo decente… Eyeless es un caníbal, no solo come riñones, come todo lo que sea del cuerpo humano, y me gustará matar gente, torturarla y atemorizarlas, pero comérmelas ya es demasiado. Ben no come, al menos que yo haya visto, y cuando lo hace es en nuestra casa, a Hoodie le trae la comida Masky, Sally o hasta Toby a veces, pero Masky ahora está fuera…

—¿Y Toby? —el moreno se detuvo unos segundos en seco, como si lo estuviera pensando, entonces, agarró con fuerza mi muñeca y me arrastró a prisa por el bosque hasta llegar a otra cabaña, tocó la puerta con fuerza.

—¿Quién es? —dijo una voz tras la puerta.

—Soy yo —alzó la voz Jeff y abrió Toby, quien no llevaba ni el cubrebocas ni las goggles.

—¿Pasa algo?

—Es una emergencia —dijo con total seriedad el moreno.

—¿¡Se han escapado!? —se alarmó y luego me miró a mí.

—No, peor… Liu me dejó sin comida y me muero de hambre —al escuchar esto, el rostro de Toby adoptó una expresión incrédula y luego soltó un suspiro para hacerse a un lado, dejándonos pasar.

—Liu dejándote sin comida… ¿Y eso? —preguntó mientras íbamos a la cocina siguiendo a Toby— Normalmente te tiene bien abastecido.

—Sí, pero se llevó toda la comida que quedaba para estar con una chica.

—Oh, tu futura cuñada entonces —sacó algunas cosas de la nevera y el congelador y empezó a guisar cuatro huevos fritos en dos sartenes, y en otra papas congeladas.

—No lo sé, todavía no me ha dicho nada, ni siquiera su nombre… Solo sé que es amiga de Hoodie y poco más… 

—Ah, sí, creo que la he visto alguna que otra vez en sus paseos matutinos juntos.

—¿Y cómo es? —preguntó con curiosidad el moreno, a lo que Toby me miró por unos segundos y luego a Jeff, como si fuera una amenaza para ellos— Vamos, Tenny no es un problema.

—Ya es un problema que la estés paseando fuera de la celda. Ya tuvimos suficiente con Masky, y ahora Hoodie cuando se lleva a Carl para violarlo…

—¿Qué? —pregunté desconcertada, a lo que Jeff y Toby me miraron, para luego mirarse entre ellos.

—¿Qué de qué? —habló Toby.

—¿Cómo… cómo… cómo que Hoodie… Hoodie se lleva a Carl para violarlo? ¿Cómo que…?

—¿No lo sabías? —preguntó Jeff frunciendo el entrecejo.

—No… Es decir… Le veía cojear, golpeado y que no se podía sentar o estar de pie, pero… pensé que eran… palizas… No que realmente fuese…

«Oh, Dios, soy una persona horrible… Cuando Carl llegó cojeando y Bloody nos dibujó por primera vez… Lo que le dije fue más asqueroso de lo que pensé, nunca me había imaginado que Hoodie realmente fuese capaz de hacer tal acto atroz…»

—Ya están los huevos —anunció Toby sacándome de mis pensamientos y nos los sirvió en la mesa de la cocina junto con las papas.

—Gracias —dijimos Jeff y yo y comenzamos a comer con los cubiertos que tomamos antes de sentarnos, he de reconocer que Toby cocinaba bastante bien. Toby se sentó con nosotros y me miraba fijamente, me empezó a dar escalofríos.

—¿Has visto a la chica, entonces? —habló Jeff mientras comía.

—Solo de lejos, aún no la he conocido, pero por lo que me ha dicho Masky… Parece bastante… amable, aunque es algo ajena a nosotros. Mata, pero hace tiempo que no lo hace.

—Eso me huele extraño… —respondió— ¿Sabes cómo se llama?

—Janna, creo que se llama Janna.

—Janna… —murmuró Jeff algo pensativo y terminó de comer— Raro…

—¿Por qué? —pregunté comiendo terminando de comer.

—Ese nombre… me suena de algo, y no sé porqué… 

Toby dirigió por fin su mirada a Jeff, suavizándose, y le puso una mano en el hombro.

—Tal vez sea cosa tuya, por lo que sé, ha sido amiga de Hoodie durante muchos años, no creo que haya nada raro…

—Tal vez tengas razón, Rogers —Jeff se hizo para atrás estirándose—. Bien, ¿qué tal con Clockwork? ¿Conseguiste quitártela de encima? —al escuchar esto, Toby rodó los ojos, como si estuviera molesto.

—Al menos me ha dejado en paz, sigue insistiendo en que le gusto y salgamos… Prefiero cortarme el pene y una semana con Slenderman a estar con ella, de verdad que no la soporto… 

—Siempre puedes optar por alguna fangirl que estaría dispuesta a complacerte hasta el borde de la tortura —reímos por lo bajo—. Piénsalo, siempre estará para ti.

—Tal vez una peliblanca no estaría mal —sonrió levemente y tocaron la puerta, Toby se levantó y abrió la puerta—. Ah, por fin habéis llegado…

—Sí, Hoodie se entretuvo con su juguete de nuevo —tragué en seco y mi garganta se tornó áspera al recordar lo que le estaba pasando a Carl.

—¡Simplemente le estaba curando! ¡Si no, no me servirá para nada! —replicó y los pasos de los tres proxys se aproximaban a la cocina, se detuvieron al vernos.

—Jeff —habló Hoodie.

—Hoodie.

—¿No que os habíais arreglado? —Masky se cruzó de brazos y me miró— ¿Cuánto tiempo te vas a divertir con ella? Esos críos solo causan problemas… En serio, deberíamos solamente matarlos y seguir con nuestros asuntos.

—Dile eso a Zalgo, a ver si te hace caso… —murmuró Toby sentándose de nuevo en la silla con las piernas abiertas y apoyándose en el respaldo.

—No entiendo las órdenes de Zalgo, estamos perdiendo el tiempo, hay formas mejores de hacer… —Masky hizo una pausa mirándome con sus ojos pintados en negro— Ya sabéis.

Jeff emitió un sonido de afirmación y se recostó en la mesa, apoyando su cabeza en sus brazos, Hoodie se apoyó en el marco de la puerta y Masky en la encimera.

—¿Cuánto tiempo va a durar esto…? —preguntó Masky al aire.

—Oh, vamos, tampoco se está tan mal, al menos nos entretenemos… —murmuró Hoodie.

—¡Estamos perdiendo el tiempo con ellos! ¡Son niños! ¡Son simplemente unos adolescentes de mierda! ¡No tienen nada de especial ni útil para nosotros!

—Oye, que tú te hayas deshecho de tu juguete no significa que nosotros tengamos la culpa.

—Era un estorbo, solo manipulaba a Tim para salir beneficiada de esto.

—Pero eso es culpa tuya, no mía —ladeó la cabeza el encapuchado, Toby se mordía las uñas.

—Al menos fue un buen pasatiempo… —admitió el enmascarado, esto ya fue el colmo.

—Por si no lo sabíais —les miré a los dos—, estáis hablando de mi amiga —hablé en tono duro.

—¿Y? —respondió Hoodie indiferente.

—Que era mi amiga, y estáis hablando horrible de ella, y tú —apunté a Masky con el dedo— has sido el responsable de su muerte.

—Bien, ¿y? —contestó esta vez el proxy moreno.

—Que si en vez de Lexy, al que le hubiera pasado eso hubiese sido Toby, por ejemplo, no estaríais hablando así, de hecho, si yo dijera esas cosas horribles de Toby ya estaría muerta en ese instante —espeté mirándoles fijamente. Ambos se miraron unos segundos y luego a mí.

—Sí, pero Toby está sentado justamente ahí, y él es capaz de defenderse perfectamente —señaló Hoodie.

—¡Lexy también podría haberse defendido perfectamente si hubiese tenido una pistola como Masky en el momento en el que la mató!

—Ahí tiene razón —habló Toby por fin, lo miré esperanzada de que entrara en razón—. Tienes razón en todo, Tenny, no fue una pelea justa, pero hay algo que realmente no estás entendiendo, y es que no nos importa en absoluto. No somos nosotros, no sois de los nuestros, por lo tanto, no es relevante.

—¡Pero eso es demasiado egoísta!

—Mira, hace mucho tiempo que dejó de importarnos ese tipo de vida —habló Jeff por fin—. Hubo un momento en el que convivimos ahí, sí, pero en el momento en el que nuestras vidas cambiaron para siempre, todo el mundo nos dio la espalda, así que, ¿por qué poner la otra mejilla? Sí, muchos tal vez no tendrán la culpa, pero las personas son muy parecidas, siguen patrones, y acabarán rechazando a otros si es que no lo han hecho ya, la humanidad en sí está condenada a la extinción, como todas las especies, pero los humanos sí que somos conscientes de lo que hacemos, no como las plantas, animales u hongos… —dijo seriamente apoyando su mano en su rostro mirándome.

Iba a decir algo, abrí la boca para hacerlo, pero no salió nada, no sabía qué responder, en cierta forma, poniéndolo así, él tenía razón, pero, nosotros no teníamos la culpa de lo que les pasó, ni siquiera estábamos ahí o habíamos nacido, apreté los puños y bajé la mirada, noté otras cuatro en mí, fijamente, así que me encogí de hombros en un intento de aferrarme a mí misma.

—¿Has comido bien? —dijo Jeff, a lo que yo asentí— Entonces deberíamos irnos, ellos tendrán algo más que hacer que mirarnos —bromeó, pero su tono no era el divertido y simpático de siempre, era uno más… áspero—. Gracias Toby, por darnos de comer —arrastró la silla sonoramente y se levantó, yo seguí su acción sin hacer tanto ruido como él, agradecí al castaño y caminamos hacia la salida.

—Espero que Liu vuelva pronto —dijo Toby antes de que saliéramos.

—Yo también… —contestó Jeff y nos fuimos caminando por el bosque. Ninguno dijo palabra alguna, solo estábamos callados, yo, con la mirada al suelo siguiendo los pasos de Jeff que iba delante de mí, y él en total silencio, como si no existiera. No me di cuenta de adónde nos dirigíamos hasta que llegamos a la cabaña de Jeff y Liu.

Entramos y nos sentamos en el sofá, el ambiente era bastante tenso después de aquello. Solté un suspiro y se escucharon disparos de la nada.

Curiosidad n°39: Tim, a diferencia de Masky, se arrepiente por lo que le pasó a Lexy, ya que ella fue buena con él. Sin embargo, no se puede decir que ninguno de los dos la eche realmente de menos, ambos están acostumbrados a perder gente.

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