Capítulo 9
Me ha dejado en las escaleras.
— Damian — seguí gritando
Está claro que ha sido él, me quedé dormida en su habitación... Pero no estoy atada a nada ¡Que milagro! iré a buscarlo.
Me pongo de pie alguien pasa a mi lado en ese preciso momento, es él.
— ¿Por qué me dejaste aquí? — pregunte mientras lo seguía escaleras abajo
— Me estorbabas en mi habitación — sonrió— La verdad, esperaba que robaras escaleras abajo
No más de lo que tú me estorbas a mi.
— Oye, sólo fue una broma de mejores amigos — sonrió y al darse cuenta de lo que dijo su sonrisa desapareció
— ¿Mejores amigos? — pregunte
— Parecemos mejores amigos — opino nervioso
De cierta manera es cierto, pero no del todo. Los mejores amigos se apoyan y él nunca me ha apoyado en nada, solo esta ahí para odiarme y hacerme maldades, y yo a él... Pero no somos mejores amigos, y si, admito que me la podría pasar bien... ¡Si no lo odiara!
— ¿Vamos por un helado? — pregunto
¿Un helado? Comida...
— Me parece bien.
Podré lanzar un helado en su rostros, a parte, me dará comida. Mi venganza llegará ya.
Damian y yo tenemos una relación bastante extraña. No quiero llevarme bien con él, pero tampoco mal.
...
— ¿En qué pensaban los dos? — grito Florencia
dos horas antes...
Entramos a la heladería, pero en el camino no dejaba de cuestionarme ¿un helado en pleno invierno? en fin, esperamos nuestro turno para pedir los helado y luego de pagarlos tomamos asiento.
— Hey, tienes algo allí — susurre
— ¿Qué? ¿donde? — pregunto Damian mientras tocaba su rostro
— En tu cara no, acá, en tu mano — Susurre.
Tomé la mano con la que él sostenía el helado y le dí un fuerte golpe hacía arriba. No salió nada bien, se cayó en la mesa en vez de su cara.
Él me fulminó con la mirada y tomo un poco del helado que había caído en la mesa.
Se lo que trama. Me hice a un lado y él lanzó el helado que tenía en mano. No me dio en el rostro pero mi cabello se ensucio un poco...
— ¿Alguna vez has jugado al unicornio? — pregunte
— No — dijo entre risas
Espera y verás como se juega a ver si sigues riendo.
No me importó que fuese mi helado y lo estampé contra su frente, se sostuvo por si solo unos segundos pero luego el cono cayó sobre sus piernas.
— ¿Y tú alguna vez has jugado a la bruja voladora? — pregunto
Tengo miedo de responder a eso... niego con lentitud y el sonríe, oh no...
Toma el cono que cayó en sus piernas y lo aplasta contra mi cabeza.
— Creo que se te rompió el gorro — opino sonriente
— Eso no tiene sentido — bufe
— Vuela — sonrió
Me empujo haciéndome caer de nalgas.
La gente comienza a mirarnos y me sonrojo avergonzada, al darse cuenta de esto Damian se pone de pie y me ayuda a levantar.
Todos aplauden y sonríen ¿por... nosotros? ¿qué le sucede a la humanidad? Ahora todo aquí es amor.
— ¿Por qué aplauden? — grite
Eso me molesta.
Todos guardan silencio y veo a Damian aguantar las ganas de reír que tiene desde hace unos segundos, parece una ardilla, hasta que estalló, se hecho a reír seguido de él, el resto de las personas en el lugar lo hicieron también
No es gracioso. Al darse cuenta de mi disgusto me sonríe y sale del lugar haciéndome una seña para que lo siga, no podrá irse solo, tal vez recuerde un poco la ciudad pero podría perderse fácilmente.
— Parecías una ardilla —dije aplastando sus mejillas
Comenzó a dar pequeños brincos en su lugar y me vio entusiasmado, parece un niño...
— ¿Quieres ir al baño? — pregunte
— Oh vamos — bufo— No recuerda el temazo... ¿el temazo? No puede ser que no lo recuerdes.
Lo veo confundida, ¿de cual temazo? ¿a qué se refiere?
— Ah...
— Por que brincas tanto dinos la razón apd ardillas por doquier y no son pollos ni ratas son apd ardillas por doquier a luego p luego d y a rapear tal vez te puedas mover como yo ven mas cerca y mírame bailar ardillas ardillas.
Comencé a reír y él cantaba cada vez más fuerte, de pronto sentí la razón de cantare junto a él...
— ven mas cerca y mírame bailar apd ardillas por doquier cuando yo no este mis plantas quien va a ver apd ardillas por doquier quiero un subsidio del gobierno tener apd ardillas por doquier yeah ponme un traje voy a enloquecer apd ardillas por doquier tengo una tía que se llama Ester
— ¿estás seguro de qué va así la canción? — pregunte
— No, pero me siento inspirado, y cuando la inspiración llega no hay quien la detenga.
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