Hoy es el día, iré a... visitar a mi padre. Mamá está desde muy temprano preparándose con la ayuda de Domenica.

Yo también tuve que alistarme desde muy temprano, púes luego de la visita a papá debo volver para la boda, cuanto quisiera no asistir a ella, cuanto quisiera no volver jamás, pero por muchas cosas que me haya hecho mi madre... es, es mi madre.

Abro la puerta y la voz de mamá me interrumpe.

— ¿a donde vas tú? — pregunto 

— Voy a salir un rato antes de la boda — respondí

— ¿con esa pinta tan elegante? — pregunto entre risas

Soy una estúpida, genial, iré a una clínica con... estas prendas. Recuerdo haber dejado mis vans por aquí... cuando los diviso me dirijo hacía ellos y los tomo  

— Ni se te ocurra — me advirtió

— Púes entonces déjame en paz. No sabes cuanto quisiera que sigas siendo la madre desinteresada de siempre, y no esta porquería que eres ahora. 

No me arrepiento, no lo hago, y no lo haré nunca.

— Púes déjame decirte que esta porquería es lo único que tienes en tú miserable vida.

 ¿a esto se le puede llamar vida? 

— Estás muy equivocada.

Doy un paso hacía atrás para salir... Ella debe saberlo...

— Te quiero aquí lista para la boda una hora antes —dijo entre dientes

— Tengo a papá, de hecho, voy a verlo ahora mismo. Ah, y otra cosa, a eso que tu le llamas boda yo le diría hacer el ridículo disfrazando tu infierno.  

Sin más cierro la puerta y camino lo más rápido que puedo pero el claxon de un auto me detiene. Volteo y ahí está Alej 

— ¿qué haces aquí? — pregunte

— Tú padre me pidió que te recogiera — respondió

Entre al auto y el me observó detenidamente

— Sé que te quieres ver bien para tú padre, quieres darle una buena impresión pero... Es tú papá te va a amar tal y como eres, no hace falta traer... vestido y tacones.

— ¿luego de esto puedes llevarme a la boda de mi madre por favor?  

Alej o entendió todo y encendió el auto para emprender camino.

...

Al llegar al lugar baje del auto y Alej me dijo que me esperaría afuera.

Entro al lugar y veo a una enfermera, primero me ve raro y suspira, pero luego se acercó a mi

— ¿vienes por las visitas o estás en el lugar equivocado? 

Trato de hacerse la chistosa, pero a mi no me hizo gracia...

— Vengo por las visitas, eh... Johan Webber 

—   ¿Johan? ¿es enserio? — pregunto incrédula— Nunca... nadie había venido, solo un hombre que viene a veces. Eh... Sígueme 

ese hombre debe ser Alej.

Camino tras ella y me hace firmar una planilla con mi nombre. Me hizo entrar a una especíe de sala, hay personas en sillas de ruedas, e incluso en camillas... Pero todos están felices con sus familias.

Mis ojos se cristalizan, estoy a punto de ver a mi padre. 

Siento un leve toque en mi pierna y volteo, un hombre en silla de ruedas...

— ¿puedes... permitirme paso por favor? — pregunto

No, no es él. Me hago hacía un lado y este me sonríe.

— Pascal.

Papá 

Volteo de inmediato, mi corazón está latiendo rápido, siento que saldrá en cualquier momento por mi garganta, cada vez se me hace más difícil respirar y las mariposas en mi estómago se hacen presentes.

Un hombre alto, de cabello castaño y tez blanca, con cejas y pestañas grandes y gruesas y un par de pecas en sus mejillas me observa con una sonrisa.