Capitulo 25

llego a casa y veo las luces apagadas, tomo las llaves del bolsillo de mi vestido, pero cuando estuve a punto de introducir la llave escuche pisadas a mis espaldas, voltee inmediatamente y no había nadie...

Me dispongo a abrir la puerta y vuelvo a escuchar pisadas, abro la puerta y volteo rápidamente

— Tú.

Lo sabía, mi técnica de confusión funcionaría. 

— Lo lamento, es que... No me dijiste tú nombre — susurro Sergio

— ¿debía hacerlo? — bufe mientras ponía los ojos en blanco

— No, pero... yo te dije el mío — opino

¿y a mi qué?

— Eso porque tú quisiste hacerlo — opine 

Se acercó un poco más y suspiró

— ¿no me quieres decir tú nombre? — pregunto

— Si quisiera ya lo habría hecho — sonreí

Sus ojos se fijaron en mi sonrisa y luego en mis ojos, eso... significa peligro.

— Esa sonrisa — susurro

Él cree que yo no escuche eso, pero si lo hice.

  — Eh... bueno, si no me dices ahora mismo tú nombre vendré todos los días hasta que lo hagas — sonrió

Este chico es simpático, pero está muy equivocado si cree que podrá conmigo. Que gran suerte tiene él, encontrarse conmigo justo el día en el que decido cambiar... es mi momento de mostrar de lo que soy capaz.

— Escucha, si crees que podrás conmigo, que caeré con tus encantos de niño lindo estás muy equivocado, tú no sabes quien soy ni lo que puedo llegar a hacer — masculle 

— Lo intentaré — susurro

— Suerte con eso — bufe

Cerré la puerta en su cara y me quite los tacones y mi sostén, al final de todo no hay nadie aquí, todos están dormidos.

Llego a mi habitación y pienso en quitarme el vestido y el maquillaje, pero estoy realmente cansada como para hacerlo, ya lo haré mañana...

Me aviento sobre mi cama boca abajo pero caí en algo que obviamente no es mi suave cama.

— Eso dolió — suspiró Damian

— ¿qué haces en mi habitación? — pregunte

— Te vi en el living y oh vaya, no lo sé, pensé que vendrías aquí — dijo sarcástico— Por cierto, estás aplastando tu pecho contra el mío.

No podía verlo pero se que está riendo.

— Pensé que... te alejarías y comenzarías a insultarme

Me baje de encima de él pero me acosté a su lado y puse mi cabeza en su hombro 

— ¿cómoda? — pregunto y yo asentí

Al darse cuenta de que no me movería de aquí así él lo estuviese se acomodó para dormir mejor

... 

  — ¿qué quien soy? Soy su novio.

Escucho gritos por parte de Damian y despierto, otra vez no...

 Lo veo parado en mi ventana y me acerco

— ¿qué es lo que haces? — pregunte

— ¡Hey! — gritaron desde abajo

Lo aparto y veo por la ventana, es Sergio. ¡No puede ser! Que estúpido es...

— ¡como supiste que esta es mi habitación? — pregunte

— Todas son blancas y la única rosa es esa, desde aquí se ve el color tan fuerte — respondió 

— Bueno, púes ya vete — grite

— Tú novio me mintió, me dijo que  no estabas y era mentira, lo sabía porque he estado toda la noche en tú puerta.

No un loco más en mi vida por favor.

— ¿qué quieres? — pregunte

— Saber tú nombre — admitió

— ¿y qué harás con él? No nos volveremos a ver — bufe

— Sólo quiero saber el nombre de semejante belleza — sonrió

Un gruñido se escuchó a mis espaldas, pero lo ignoré es Damian.

— Me llamo Pascal, pero para que sepas, tu labia no la compra nadie.

Se fue sin decir más, ¿se habrá molestado?  

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top