Damian esta siendo muy duro consigo mismo. No puede llamarse a sí mismo perro con sarna. Aunque las conclusiones que acaba de sacar suenan realistas y puede que sean la verdadera razón por la que ese hombre hizo todo lo que hizo. Pero ¿Por qué se ofrecería a ayudarlo? ¿A darle dinero? ¿A saber de él? 

Para tapar lo doble cara que es.

¿Será una obra del destino? Es decir, vinimos hasta acá, nos pasa cantidad de cosas ¿Para qué? Para que Damian se reencontrara con su padrastro. Si nos hubiésemos quedado en un hotel Damian no habría ido por comida y... no hubiese pasado nada.

El resto del camino permanecimos en silencio, era más que obvio que él no quería hablar sobre lo sucedido, y yo tampoco quería que reviviera esos momentos, aunque se que en su cabeza pasan un mar de recuerdos, lo noto en sus ojos; están apagados, decaídos. Vaya Navidad que le ha tocado a ese idiota... son muchas las cosas que le pasan a mi lado, cosas malas, nunca pasa nada bueno si se está conmigo, con la niña rara, la niña a la que le tienen lástima, la loca.

— ¿Soy buena o mala en tú vida? — Susurre 

Tragó fuerte al oír mis palabras, apretó con fuerza el volante y su mandíbula se tensó. Luego de fruncir el ceño mientras frenaba lentamente volteó a verme.

— Un terremoto, un torbellino, un arrebol. Eres muchas cosas en mi vida Pascal... pero no sabría decirte sí eso es malo o bueno. 

No entiendo, se escucha muy lindo pero no se a que se refiere o que significa. Necesitaba una respuesta clara, necesitaba saber que tan feliz o que tan infeliz lo hacía...

— Eres un terremoto que llega para destruir cada uno de mis días, pero también eres un torbellino, creando aires nuevos, aires malos... pero que se lleva partes de mi consigo, e incluso eres un arrebol, esa parte que uno siempre quiere ver, esa parte de ti que tanto amo.

Esa mirada tan intensa que tiene ahora me pertenece, me la esta dedicando a mi, y sus ojos azules solo me vean a mi... sólo ami.

Veo algo acercarse...

  — Damian — grite 

No escuche más que frenazos, me quedo un poco aturdida por el momento tan rápido e intenso

  — ¿Qué sucede mujer? — grito él

Golpeo el volante con su cabeza y dejo escapar un suspiro

— Había entrado una mosca al auto y se te iba a parar encima — dije con asco

... 

Bajamos del auto y entramos a casa, al parecer no hay nadie.

No esta de noche pero esta casa puede llegar a ser bastante oscura en el día... prendo la luz y veo un bulto en el sofá del living

Hay no, mamá y su prometido otra vez no.

Me acerco con un poco de miedo hasta aquel bulto y lo descubro

— ¿Qué has hecho? — grito al ver a Corey con... Fede 

Ambos despertaron de golpe y me vieron extrañados pero al despertar del todo sus expresiones cambiaron completamente.

— Pascal... 

— Pascal nada, Pascal todo, Pascal quiere una explicación — grite 

— Sólo veíamos una película — dijo Corey 

 Lo fulmine con la mirada, me ha traicionado. Bueno, pensándolo mejor, el nunca me ha apoyado, nunca hemos tenido una conversación de más de media hora.

Pero igual, habíamos tenido venganza juntos.

— En mi defensa, yo me quede dormido a mitad de la película — dijo Fede

— Cállate — gritamos al unisono 

Damian dejo su maleta en la entrada y cansado de vernos discutir suspiro y se fue del lugar

— ¿Por qué han vuelto tan pronto? — pregunto

— ¿Para esto querías quedarte? — pregunte 

Es increíble, Corey se quiso quedar para arreglar las cosas con Fede porque siempre le cayó bien ¿Qué pasó con su molestia? ¿Qué pasó con su dignidad? Si era así yo me hubiese quedado, este problema también me incumbe, de cierta manera. Fade se le declaró a Corey y este reacciono de una manera terrible, pero luego Fede buscó venganza, quiso utilizarme para ver mal a Corey, lo que él no sabe es que le intereso en lo más mínimo a mi hermano; pero igual nos afecta. Discutimos con él y por poco lo dejamos en el hospital, hasta Damian le dio lo suyo... ¡y aún quiere estar aquí! Primero su padre nos quita a mamá, y ahora él me quita a mi hermano.

Aunque no me molestaría que lo alejaran de mi unos días...

— Pascal, Fede y yo queremos decirte algo.

Ay no.

— ¿Qué? — grite

Federico dio un paso hacía adelante y soltó un suspiro

— ¿Recuerdas cuando me le declaré a Corey?

Ay no.

— Si — susurre nerviosa

— Bueno, yo al principio quería estar contigo, pero note que a veces te molestaba mi presencia y quise buscar otra manera de acercarme, fui con Corey y se me dio la oportunidad, lo lamento.

— ¿Oportunidad? ¿a qué te refieres? — pregunte

— Me hice pasar por gay y le dije a Corey que era él quien me gustaba... Corrí el riesgo, porque no me gustaba, bueno, tal vez si, un poco, es lindo. Pero quien me gusta desde siempre eres tú Pascal.

Ay no. Este chico está loco... Hacerse pasar por gay para acercarse a una chica ¿es en serio? ¡Espera!

— ¿También te gusta Corey? — me altere

— Si, un poco. Pero más me gustas tú — sonrió

— Aléjate de mi, sucio —dije con asco

¿como es posible que sea tan... él? Es decir, respeto su orientación, pero ¿qué le gustemos ambos hermanos y que de paso, seamos los hijos de su nueva madrastra?

No puedo estar ni un segundo más cerca de él, así que me marcho del lugar sin decir más.

...

No me interesa si Corey será el nuevo amigo de Federico, es su problema, con que no se acerquen a mi todo estará bien, tengo cosas mejores en que preocuparme. ¿Qué pasará cuando mamá se case? ¿Winston y Fede vendrán a vivir con nosotros o nosotros con ellos? No estoy dispuesta a dejar mi casa, no estoy dispuesta a cambiar mi manera de vivir por unos simples intrusos.

Escuche la puerta sonar al ser abierta y voltee de inmediato.

Gracias al cielo que es Damian y no Corey.

Sus ojos se ven cristalizados y... no hace falta dar detalles, a leguas se nota que ha estado llorando.

— ¿Qué sucede? — pregunte en un susurro

— No puedo dormir — respondió

¿por qué no se acerca? Sigue ahí, parado en mi puerta.

— No es hora de dormir aún, es muy temprano — opine

— El viaje me agoto, es eso — suspiro

— Y la pelea con tu padr...

— No lo digas, sólo... no quiero estar sólo — admitió— Cuando Alej, mi padrastro, me dejo... desarrolle un pequeño trauma, cuando llegaba de la escuela pensaba que mi mamá no estaría en casa, que también se iría, no podía dormir sólo, debía hacerlo abrazado a ella por lo mismo, fueron varios episodios y al crecer me dí cuenta de que ella me ama demasiado como para dejarme, y no se porque, pero ese miedo volvió, volvió hoy.

—¿Quieres dormir hoy aquí? —pregunte

No se que otra cosa decirle, fue lo primero que se me ocurrió.

— Si no te molesta, si.

— ¿No le has dicho a tú mamá? — pregunte

— No — se alteró— Es decir, eh... lo siento. No, no le he dicho, tampoco quiero hacerlo.

Le dedique una sonrisa y el se acercó hasta la cama. Esta bien, que duerma en mi cama, de toda formas yo aún no lo haré.