Narra ________.

Alex terminó de tocar los últimos acordes en su guitarra. Y me miraba ansioso para saber qué pensaría de su canción. ¿era enserio? Esa indirecta sí me llegó.

—Está genial.—la sonrisa que demostré me había salido tan cínica que hasta yo me sorprendí. Aplaudí un poco para dar una sensación de credibilidad.

—Es bastante... profunda ¿sabes?—tomé aire. —Bueno, mañana seguiremos trabajando en esto. Nos vemos mañana. Debo irme.

Me despedí uno por uno de los chicos. Fui a buscar mi bolso y al abrir la puerta sentí que una mano sujetaba mi brazo, impidiéndome salir.

—¿A dónde vas?

—Eso no te interesa Alex.

—¿Estás viendo a alguien más? ¿Quizás un chico con cabello rojo?

—¿Has estado espiándome? ¿Tan desesperado estás?

—Vamos _________, no te recordaba con tanto ego.—suspiró pesadamente. —El día después del beso, salí a dar una vuelta y te vi conversando muy acaramelada con él. ¿Es tu novio? —dijo acercándose peligrosamente a mí.

—No. Y si así fuera no tendría porqué importarte. Tú y yo no somos nada.

—Ouch. Eso sí me dolió.

—Es la verdad.

—Claro que no. Quizás en este momento no somos nada. Pero no olvides que lo fuimos. Y sé que lo volveremos a ser.

Su seguridad al hablar me ponía nerviosa. No titubeó ni un segundo para pronunciar una de esas palabras. Estaba tan seguro de sí mismo que hasta me llegaba a convencer.

—No estés tan seguro. Yo no siento nada por ti.

—Deja de mentirte a ti misma.

—¿Qué sabes sobre mí?

—Todo.—bufé, era verdad. Trague duro antes de volver a hablar.

—Han pasado dos años. Cambié.

—Por supuesto que no.—dijo divertido. Pero yo, ha decir verdad, no veía ni una gracia en todo esto.

—No quiero tener esta conversación, Alex. Adiós.—dije tratando de salir de su agarre.

—Iré contigo.—¿Qué?

—¿Perdón?

—Perdonada. Y no se habla más del tema.

No logré que cambiara de opinion, así que pensé que lo más inteligente que podría hacer sería decirle a Matthew que Alex es mi hermanastro. Mientras Alex me acompañaba con una imborrable sonrisa en su cara, yo esperaba a que la historia que contaría sonara creíble.

Al llegar al lugar sonreí inconscientemente al ver a Matt. Tanto, que había olvidado que tenía a Alex atrás mío.

—Hola, soy Alex Gaskarth, novio de la dama aquí presente.—sentí que me atraganté con mi propia saliva y que el corazón me dejó de parar. Nada, resultó de acuerdo al plan. Maldito Gaskarth.

Lo miré de reojo, y tenía una cínica e irónica sonrisa sobre sus labios. Intentaba verse intimidante de alguna manera, pero con el cabello del tal color sólo se lograba ver adorable.

Matthew al contrario de lo que esperé, sonrió, y lo saludó. Me miró con una sonrisa muy coqueta, diría yo. Alex estaba rojo de furia.

—Bueno, me gustaría quedarnos a charlar, pero ________ y yo debemos entrar.

—¿Cuáles son tus intensiones con ella? —no me imaginaba el aspecto de mi cara en ese instante.

—Yo creo —empezó mientras me tomaba la mano.—Que nada de lo que te puedas imaginar. —y me arrastró corrieno hacia el lugar donde comeríamos. Por un sólo instante mire a Alex para encontrarme con su rostro totalmente perplejo. Sin creerse lo que acababa de pasar, tan así, que ni siquiera fue capás de correr.

Al llegar Matthew sólo soltaba un montón de carcajadas y su pecho subía y bajaba agitadamente.

—Hay que repetir eso._dijo casi sin aire.

—Ya lo creo.—sonreí.—Se enojará cuando lo vea de nuevo, ¿sabes?

—¿No es tu novio, o sí?—preguntó sonriendo, como si supiera que la respuesta es no.

—No.—reí.—¿Cómo lo sabes?

—Me di cuenta de que no lo negaste sólo para no desmentirlo. Tu cara cuando dijo que eran novios, era de impactada.

Sonreí, tenía razón. Sólo no quise desmentir a Alex. Nos sentamos frente a la mesa, y un mozo llegó para pedir nuestra orden. Él pidió no sé qué cosa, pero vaya que tenía un nombre que sonaba exquisito. Y yo pedí lo mismo, por esa razón.

Matthew era todo lo que uno podría pedir, agradable, con un humor, infantil pero sin salirse del lado maduro, atractivo, y con unos bellos ojos que capturaban a cualquiera. Sin hablar de su trato hacia mí.

Me preguntó por mi infancia y adolescencia. Le conté la detalles más relevantes, pero resumiéndolo, era mucho que contar.

—Bueno, mis padres son separados, no sé qué será de mi madre, pero cuando yo vivía con ella, luego de la separación con mi padre, se volvió alcohólica y cada día tenía a un hombre distinto. Mi padre tenía una odiosa novia, con la cuál, gracias a Dios terminó hace mucho tiempo. Todo esto me afectaba, más el bullying, sumado era a igual a; Terapias intensivas durante muchos años.—respiré un poco y lo miré a los ojos.—En las Terapias conocí a Alex. Me enteré, luego de pensar mi vida entera que era hija única, que tenía dos hermanos, los cuáles eran mis ídolos. Todo genial por ese lado. Me enamoré de Alex. Fuimos novios. Quedé embarazada a los dieciocho, mi padre cayó en coma. Perdí a mis hijos antes de que nacieran, Alex me abandonó. Cambié mi vida y vine a aquí a trabajar en Hopeless Records ¿olvidé mencionar que Alex tenía una banda? Bueno, todo eso me trae aquí, me lo volví a encontrar y bueno, un montón de sentimientos encontrados pasan por mi mente cuando lo veo. Y aquí estoy. Comiendo con un chico que conocí en un momento de debilidad.—sonreí. —¿Qué hay de ti?

El chico me miró cálidamente, sonrío de una manera que hizo que mi respiración fuera de una manera más lenta.

—No hay mucho de mí, bueno. No me quejo. Viví toda mi vida bien. Aunque siempre me he deprimido por cosas mínimas, no tengo nada más por lo que me podría quejar. —pensó algo durante un momento. —Yo no te haré lo mismo que Alex te hizo, linda.

†††

Holi ♥

Hice un 20 cosas sobre mí, hace mucho tiempo y siempre se me olvidó decirles .-. Está en mi bio.

Estoy feliz, hace dos días fue el concierto de mi banda favorita, Black Veil Brides, acá en Chile, y fue genial :) el mejor día de mi vida.

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