Capítulo 6
Narra Alex.
Estábamos a centímetros, sentíamos el calor del otro. Ella miraba mis labios, lo sentía. Yo me cocentraba en su nerviosa mirada.
Estábamos más cerca de lo que habíamos estado en dos años. Y de lo que volveremos a estar quizás en un largo tiempo.
La tenía acorralada contra la pared. Sabía que ella deseaba esto tanto como yo, pero sabía que su orgullo jugaría en contra.
La atraje más hacia mí, si es que era posible, y no lo pensé ni un segundo más. Llevaba tiempo esperando por esto.
Sus labios se conectaron con los míos queriéndonos decir todo lo que no pudimos durante este par de años.
Al principio ella se mantenía rígida, pero ni ella pudo negar lo obvio. Nos extrañábamos.
Agarré sus caderas para dismuniur cada pequeño centímetro que nos pudiera separar. Y ella colocó sus manos en mi nuca.
Extrañe de manera inexplicable la manera en que su lengua hacía contacto con la mía, la manera que tenía de cortar el beso para que nos miráramos a los ojos y luego proseguir.
Sabía que ella seguía enojada conmigo, lo notaba. Pero también dejaba demostrar cuánto la hice sufrir y cuánto me extrañó.
Sé que no seré el mejor después de todo, pero quiero hacerla sentir segura.
Al separarnos pude notar la serenidad que transmitía. No estaba de lo más feliz, pero tampoco estaba enojada.
- No sabes cuánto te extrañe.
Al parecer esas palabras fueron las que detonaron la bomba, porque a penas las pronuncié sus facciones cambiaron completamente.
- Yo no.
Había intentado sonar dura, lo sé. Pero yo la conozco más que nadie y pude notar cómo se le quebraba la voz al final.
Me dio una última mirada y se retiró a una sala dentro del lugar.
La seguí con la mirada y pude ver como se preparaba un café. Era típico de ella, para des estresarse tomaba mucho café.
Se sentó con su café en mano. Y me miró, me inspeccionó un segundo y me levantó el dedo corazón.
Me di vuelta hacia atrás, frustrado. Los chicos estaban atrás mirando todo lo qur había pasado, era de esperarse. Me dieron palmadas en la espalda, como queriendo decir Fuerza amigo. Pero en ese momento sentía que eso no me serviría.
Sentía como caía sobre mí mismo una vez más. Veía como ella trataba de ser algo más y eso me desplomaba.
Sé que cometí errores en el pasado. Pero era un adolescente, ¿Qué clase de adolescente no comete error alguno?
Había perdido a mi amada. Ya no es la misma, yo tengo la culpa de eso. Yo la rompí en pedazos y no me había molestado en mirar atrás, y yo y mi ego sólo nos preocupamos por mí.
Cuando la conocí supe que ella no quería sentir amor por alguien, no quería que le robaran el corazón porque sabía que la iban a destrozar.
Pensé que iba a ser quién cambiara eso, pero fui quien lo empeoró.
En estos momentos deseaba que todo fuera como antes, volver a mirar dentro de su corazón y saber que ella me amaba como yo.
Pero eso no era suficiente. Nada era suficiente. Porque cuando quieres algo no debes sentir que estás dando mucho, o lo suficiente. Debes sentir que lo estás entregando todo y que seguirás entregando todo lo que tengas.
Antes de irme, antes de que todo pasara tan rápido dos años atrás, quería decirle que nunca la había amado tanto como lo hacía en ese momento y como lo sigo haciendo ahora. Porque a pesar de todo, no la saqué de mi cabeza durante un segundo en este tiempo.
Sabía que estaba mal, que tenía que darle tiempo. Pero yo no podía aguantar más.
Me acerqué a ella y me senté justo em frente. Ella se iba a parar pero yo no la dejaría irse.
- Tenemos que hablar.
- Tú y yo no tenemos nada que hablar, Gaskarth.
- ¿Por qué? Sé que me equivoqué y te estoy pidiendo disculpas.
- Ya es muy tarde Alex.
- ¡Lo sé! Pero estoy tratando de reconocer mi error y ni siquiera eres capaz de mirarme a los ojos, maldita sea -estaba perdiendo los estribos.
- No Alex, no puedo, demonios, apenas estoy asimilando que estás aquí, y que nos besamos. Dame tiempo ¿Sí?
- Tiempo. He estado esperando por ti dos malditos años.
- Yo no fui la que se fue. Así que si no quieres darme tiempo. -suspiró - Allá está la puerta.
- Entonces será a tu manera. Haré todo como me lo pidas. Quieres tiempo, te lo daré. Estaré aquí. Ya lo sabes.
Me levanté y al igual que ella me preparé un café. Ella me había contagiado ese vicio mientras estuvimos juntos.
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Estaba golpeando con mi lápiz el cuaderno que estaba sobre la mesa. Estaba trabajando en una nueva canción. Los chicos no eran de demasiada ayuda, estaban con Adam jugando PS3.
Estaba estresado. Estresado de mí, del mundo, de lo que me rodeaba. Me preguntaba si yo era la única persona que se es hartaba de todo y de todos y quería irse a la mierda. Con música.
Estaba oscureciéndose, me despedí de los chicos, la señorita Fuentes había decidido salir a darse una vuelta. Así ue no estaba.
Al cruzar el parque que estaba de camino a mi casa, la vi, vi a ________. Conversando animadamente con un tipo de cabello rojo.
Yo en estos momentos estaba rojo, pero de furia. Sí tenía celos. ¿Con qué derecho? No lo sé. Pero tenía demasiados celos.
†††
Bueno aquí estoy. Son las 0:33 aquí y me inspiro en la noche así que, kdkskeke.
Estoy triste, hoy perdí algo de mucho valor sentimental para mí, espero poder encontrarlo mañana.
Deseen me suerte.
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