Capítulo 3

- , que nos conocíamos -

Narra _______.

Adam soltó un leve "Ohh" para después preguntar -¿Cómo? -los chicos no decían nada así que fui la única que se dignó a contestarle.

- Secundaria - Alcé los hombros como si nada. Adam asintió y luego de procesarlo un poco habló.

- Bueno - Dijo mirándome - Ahora que llegaste podemos empezar a trabajar -. Sonrió, ésta es nuestra parte favorita, conversábamos con los chicos para entender cómo querían el álbum.

Pero había un problema. Alex. Alex todavía no llegaba. Y quisiera yo o no, él es una parte fundamental de la banda y lo necesitábamos.

Pero no lo esperaríamos por siempre. Adam y yo empezamos la conversación. Aprovechando Zack me preguntaba qué hice éstos años y como llegué a Hoppeless Records.

Jack y Ryan escuchaban y asentían. Adam por otro lado aún tenía una expresión de póker face. Creo que aún no digería que yo conociera a su banda favorita.

Sabía que luego me preguntaría y no quiero tener que expicarle y tampoco quiero mentirle.

Luego Jack y Adam empezaron a contar chistes que, diablos, eran muy aburridos. Pero como siempre en ves de reírme del chiste, me reí de las risas de los grandes comediantes que tenía en frente. Y mi risa en ves de ser sutil, era como de foca con retraso mental.

Estábamos en medio de un mar de carcajadas hasta que se escuchó un ruido de la puerta, el mismo que hace al abrirse.

Y no no era el típico delicado y sigiloso ruido que hace una puerta al abrirse. Esta condenada puerta no podía abrirse sin antes hacer un ruido que se escuchaba a kilómetros.

Y claro esto hacía que involuntariamente todos miráramos a la jodida puerta, haciendo que el ambiente se tensara.

Alex recorrió la habitación con su mirada hasta conectarse con mis ojos. Él no quitaba la mirada y yo tampoco.

En momentos así deseaba que, no lo sé. Pasara un unicornio vomitando arcoiris y destensara el momento. Pero no tengo tanta suerte.

Finalmente corté ese extraño juego de miradas y hablé.

- Hola, ¿Me recuerdas? - Hasta yo quedé impactada con lo que dije. Maldito cerebro, yo quería decir "te estábamos esperando" o "Como estas" Pero no, claro justo debía preguntarle si me recordaba.

Alex tragó seco y su nerviosismo se veía a distancia. Cerró los ojos levemente y los volvió a abrir.

- Sí... - Gracias a Dios Ryan habló estableció un nuevo tema de conversación.
Me mentalicé en lo importante y tomé el suficiente valor para volver a hablar.

- Y ¿Cómo quieren el álbum? -

Nos metíamos en la mente de los chicos para lograr comprender sus objetivos. Para lograr sacar hasta ese pequeño deseo que tenían dentro.

Yo me centré más en hablar con Ryan y Jack. Y Adam en Zack y Alex.

Todo bien, estaba feliz, Dios, amo mi trabajo. Adam tenía una pequeña agenda, al igual que yo. Dónde anotábamos todo lo que creíamos necesario. Luego nos juntábamos a analizar todo.

Luego se escuchó un - ¿Por qué te fuiste ______ ? - Por parte de Jack.

- Bueno, yo... Yo creo que - Parecía estúpida tartamudeando. Mi interior gritaba que respondiera ME FUI PORQUE EL IMBÉCIL AQUÍ ME ROMPIÓ EL CORAZÓN Y LUEGO ME ABANDONÓ.

Pero no tenía el suficiente valor, los chicos aún me miraban esperando una respuesta. Sobretodo Alex, miré hacía arriba y había un reloj, ya era tarde así que respondí - Creo que ya es tarde chicos nos vemos mañana - Luego de eso me levanté y fui a la cocina por un café.

Unos minutos después llegó Adam. Los chicos ya se habían ido. Sé que en su interior Adam moría por preguntarme sobre lo ocurrido. Pero sé que también notó que no querría hablar sobre eso.

- ¿Quieres uno? - Le dije señalando mi taza de café. El asintió levemente y yo empecé a preparar otro.

Cuando estaba lista se la iba a extender y sin querer la derramé toda. Me quedé mirando todo el líquido que se encontraba esparcido por toda la mesa y luego miré a adam. Unos segundos después me empecé a reír como una maníaca.

- Dios, soy un desastre- Tenía lágrimas en los ojos y Adam reía junto a mí.

- Vamos, te llevo, te ves muy cansada - Sonreí en respuesta y me fui hacía el auto de Adam.

Llegué a casa y mi expresión no era clara. No sabía cómo sentirme. Reencontrarte con un viejo amor, que por cierto terminó mal, no es fácil.

No sabía qué pensar. Me sentía como en esos momentos que uno se pregunta si reír o llorar. Por un lado era gracioso que como en las películas nos volviéramos a reencontrar. Y por otro lado no era lindo tener que trabajar con él luego de lo sucedido.

Pero finalmente opté por reír. Era realmente cómico, y de alguna manera bastante predecible, ya que, trabajo en Hopeless Records.

Llevaba minutos riendo me. Si alguien hubiese estado mirándome probablemente habría pensado que estoy loca o que tengo algún tipo de problema mental.

Me giré para poder ir camino hacía las escaleras y para mi suerte y sorpresa Mike estaba atrás mío con el seño fruncido.

Con la sorpresa de tenerlo atrás mio, probablemente escuchando mis risas y todo lo que dije para mí misma en susurros, boté el vaso de agua que hace pocos minutos me había servido.

- Buh, tonta... Por cierto, lindo cabello - Ha, Ha, Ha, ¡Qué gracioso! Yo no le veía la gracias, pero para Mike era claramente una buena broma. Ya que sonreía y reía como un estúpido.

Al notar mi expresión de No me jodas, dejó de reírse y me miró fijamente. Aclaró la garganta y se dispuso a hablar.

- Bueno hermanita, ¿Qué sucede? - Dijo levantando una ceja.

- ¿Que tendría que suceder? - Pregunté respondiéndole la levantada de ceja.

- Estuviste unos cuarenta y cinco minutos al borde de llorar susurrando cosas como "No, no puede ser" y "¿O si podría?" Y luego estallando en carcajadas y así durante más de media hora - Dijo mirándome con una pequeña sonrisa - Cuenta - Me miró como hermano mayor, haciéndome sentir segura.

- 1, 2, 3... - Paré cuando entre cerró los ojos - Agh... - Tomé aire - Trabajaré con All Time Low en Hopeless Records -

No dejé ni que respondiera y ya me encontraba escaleras arriba.

Fue un día pesado.

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