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-Ah Marku mientras yo esté aquí haré tu vida muy, muy feliz

Su voz se escuchaba extraña.
Más como un eco lejano en un túnel al cual corría cada vez más adentro.

-Los Hyungs son siempre taaaan malos.
Por eso eres mi favorito.

Ya casi no recuerdo esa voz tuya,
Los Hyungs dicen que taladrabas sus oídos cuando gritabas, quizá si eran un poco malos contigo.

-No crees que el verano es la mejor estación del año?

Joder no,
No lo es para nada, demasiado cálida, mucho calor insoportable, pero el sol brilla tanto y los días suelen ser brillantes, justo como tú.

-Soy tan irritante como todos dicen? No me importa mientras sepa que es lo que piensas.

Claro que no,
Eres único, demuestras que amas solo porque así lo sientes, me gusta cuando estás cerca.

-Lamentó haberte causado tantos problemas Mark, no seré una molestia para ti nunca más.

No!
Alto!
Regresa por favor!
Hyuck!!

—Mark despierta.

Uh...?

Abro los ojos viendo a Jaemin quien ha detenido el auto y me mira asustado, estira su brazo para tocar mi frente y respira medio aliviado.

—No hay fiebre pero estás sudando. Creo que has tenido una pesadilla.

—Eso creo.

Mi voz suena seca, ronca, creo llevo horas sin comer o beber algo pero no me siento mal ni nada. Al menos no físicamente, volver a este pueblo hace que todo tenga un significado distinto, hace doce años me fui por DongHyuck y hoy vuelvo por la misma razón...
o algo parecido.

Doyoung nos ha hecho volver para celebrar su cumpleaños, el de Donghyuck,
de no haber muerto habría cumplido 32 años hoy en día pero...
a veces la vida da vueltas extrañas.

El pueblo no ha cambiado mucho, mientras Jaemin y yo arrastramos las maletas por el sendero a casa de Doyoung le damos unas vueltas de vista al lugar, yo un poco más que Nana, al menos el viene a Corea a visitas ocasionales por su familia, yo por mi parte cuando puse un pie en el avión juré que nunca más volvería, no hasta que estuviera listo al menos. Como cada año luego de la muerte de DongHyuck los chicos de reunían a conmemorar y celebrar su cumpleaños, yo no lo hacía, solía inventar una excusa o simplemente no contestaba sus llamadas, de todo el año creo que junio 6 era el único día donde no tenía contacto con nadie, Hyuck había decidido que su cumpleaños fuera el día de su desaparición y eso solo me traía horribles pesadillas.

Ese día hace años decidí matarlo.





Metafóricamente hablando.

Su búsqueda duró horas, las horas se hicieron días, los días se hicieron meses y los meses se volvieron años, nunca se encontró huella o indicio de su paradero, aquel día había llovido, el río estaba alto y había lodo con unas únicas pisadas que bien podrían haber sido suyas, la búsqueda cambio a encontrar un cuerpo pero ni eso, cuando la marea bajo el peor de los escenarios era encontrar su cuerpo pero como dije eso jamás sucedió.
El simplemente se había ido...
Desapareció sin dejar rastro alguno y aún que todos se rehusaron a darlo por muerto yo no,
decidí que era mejor pensar en DongHyuck como muerto, doce años habían sido suficiente tiempo.

—Jaemin! Mark!

Doyoung agitaba su mano en saludo así como los chicos detrás de él, se notaba que habían vuelto del supermercado, Nana saludo feliz y amable a los chicos mientras yo me quedaba a una distancia corta mirándolos, parecía algo irreal, si bien no habíamos dejado de hablar era la primera vez en años que los veía a todos, salvo por Nana, me sentí un chico de nuevo viéndolos a todos, mi mente divago imaginando a todos igual de sonrientes pero siendo niños aun, quise reírme pero mi reflejo en una ventana cercana me trajo a la realidad.

—Hey Mark, bienvenido.

Todo resulto mucho menos incomodo de lo que creí que seria, todos habían bebido quizá un poco demasiado mientras jugábamos beer pong y algo de karaoke, JungWoo había puesto una foto grande de Hyuck en el centro de la mesa mientras cantábamos la canción del cumpleaños en tonos realmente desafinados, salvo por Doyoung. Quizá la parte mas incomoda se dio al final cuando Jaemin se puso a llorar y a culparse a sí mismo por no haber detenido a Hyuck cuando lo choco mientras corría fuera de la casa, Jaehyun se disculpó múltiples veces diciéndome que él siempre se ponía así, si no lloraba por Haechan lo haría muy probablemente por Jeno o Jisung, yo asentí incomodo pues no sabia aquello y verlo ahí llorando era una situación que nunca supe del todo controlar.

Luego de ese episodio había decidido escabullirme por ahí, aun que tuve que avisar a Johnny aun así, otra vez volviéndome a sentir un niño y pensando en eso fue que camine durante una larga media hora hasta llegar a ese lugar que una vez llame hogar, había compartido ese lugar con los chicos, al menos los que éramos de la misma edad, la casa estaba en ruinas cuando nos la adueñamos luego de un largo trabajo y lloriqueos para que nos dieran el resto del dinero finalmente nos mudamos, en fachada estaba casi igual, quizá tenía más luz, quien quiera que fuese el dueño ahora no había hecho muchos cambios, como un acto involuntario me acerque a la puerta, ignorando el sentimiento extraño en mi pecho.

Hyuck, dime que has vuelto a casa por favor...

Ja!

Era tan ridículo pero sentía como...

—Alto ahí intruso!

Un chico de unos 20 años estaba en pose extraña de defensa detrás de mí junto a otro chico de la misma edad quizá, sus cejas eran una gran distracción para mí, para él la distracción era la caja con cervezas que cargaba.

—Quien es usted?

—No preguntes eso, Hendery llama a la policía

—No, yo no soy...

—Xiaojun! ¡ahora el asesino sabe mi nombre!

—El mío también idiota!

La discusión llevo a unos gritos que me desconcertaron junto con otro grito mas fuerte.

—Quieto ahí!

Otro chico más alto había salido de la nada, quizá de adentro de la casa, y ahora me acorralaban.

—Estas advertido intruso la policía viene en cami...Ten!

Un golpe no tan duro me había dejado en el suelo.

—Esa fue la advertencia, le sugiero que se vaya señor.

Todos ellos están locos...

Aun aturdido me puse de pie dispuesto a irme, pero en ese instante la puerta se abrió de golpe.

¿Qué tan duro me golpeo ese chico?

Un par de ojos dulces me miraban con confusión y una mueca se dibujó en su cara. Se veía igual, exactamente igual, quizá incluso un poco mas brillante con ese suéter morado que le quedaba grande y aun mas con esa corona de flores en su cabeza.

DongHyuck volviste a casa...

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