Las pesadillas son las peores, peor que los flashbacks, peor que incluso el silencio de Steve. No ha hablado desde que realmente recuperó la conciencia, no de todos modos, y la apretada correa de miedo que ven en sus ojos es devastadora."Es condicionante", explica Natasha una vez cuando el equipo se reúne fuera de la habitación de Steve cuando finalmente se desplaza a través de un sueño incómodo e inducido por las drogas. Sus ojos están oscuros por la fatiga y la resignación. "Modificación de comportamiento. Ella lo entrenó para no hablar.

"¿Se desgastará?", Pregunta Tony.

La cicatriz en el pecho de Steve está tan sensible y cruda como el día que lo rescataron. "No lo sé."

Por horrible que sea, el infierno que les viene cada noche es mucho más terrible. Steve habla cuando sueña el habla mucho, grita de dolor, suplica piedad, grita de rabia y grita de frustración. Las lecciones que le enseñaron desaparecen cuando su cerebro se duerme y encuentra un escape, y él se desmorona, noche tras noche, esforzándose, luchando y gimiendo hasta que está ronco. Thor pasa estos momentos con él porque es demasiado fuerte, incluso tan cubierto de vendas y eso como él, para que cualquier otra persona esté a salvo frente a su fuerza desenfrenada y sin restricciones. Thor permanece despierto toda la noche, luchando contra las pesadillas al lado de Steve. Él es firme e inquebrantable, incluso cuando el agotamiento comienza a entrometerse en su resolución. Esta es su penitencia, lo que puede hacer ahora para enredar a su amigo en otro conflicto de su reino Amora lo quería, después de todo, pero se llevó a Steve se da cuenta de cosas que no le cuenta a los demás, que estaba loca de deseo y lujuria, por poder y por amor. Quizás deseaba gobernar a Asgard como su reina tal vez ella deseaba dominar a Thor, obligarlo a servirla y entregarle su reino pero Steve selló su destino en el momento en que no sucumbió a su beso ella llevó a los hombres a adorar su belleza, su cuerpo, su poder. Debería haber tomado ese solo beso para poner a Steve bajo su control su obsesión con el poder y la dominación no le permitía otro recurso que destruirlo hasta que se sometiera a ella.

Nadie puede soportar mirar la palabra cortada en el pecho de su capitán.

Es tarde, y la noche es tan silenciosa que Thor puede escuchar cada jadeo del cuerpo tembloroso de Steve. Se necesita cada vez más esfuerzo y fuerza para calmarlo y mantener la calma. Mató a Amora, pero el deseo impulsivo de venganza todavía le hace cosquillas, vagando por los planos más oscuros de su corazón y buscando suavemente lo que le corresponde. No hay forma de calmar su sed, no hay forma de llenar ese vacío dentro de él que anhela más. No hay nadie más a quien matar, tendrá que aprender a vivir con esto.

Tendrá que aprender a superar su culpa.

"Steven, debes despertar, amigo mío", implora con la voz más suave y gentil que puede manejar. El brazo derecho de Steve arremete, aún desde el codo hasta la muñeca, y casi golpea a Thor en la cabeza. El Dios del Trueno aprieta los dientes y se arrodilla al lado de la cama, sosteniendo suavemente a Steve y rezando al Padre de todos, su amigo no confunde sus manos bondadosas con las manos de quienes lo lastimaron. "Steve, por favor".

El se levanta Thor no espera que lo haga, así que cuando lo hace, es sorprendente y desconcertante. Se acerca, se sienta al lado de la cama de Steve y observa los ojos azules parpadear rápidamente y examinar las sombras para encontrar la verdad "Estás a salvo", jura Thor, tratando de parecer seguro mientras coloca cuidadosamente las mantas y sábanas nuevamente sobre el cuerpo tembloroso de su capitán. "Ella no puede lastimarte más".

Steve lo mira, no es así. No hay fuerza ni certeza la serena confianza del Capitán América desapareció de sus ojos. Eso es bastante molesto, pero es más que eso. Es el propio Steve, la amabilidad y la compasión y la fácil lealtad. Eso también se fue. "¿Ella está muerta?", Pregunta.

Ha estado pasando de la pesadilla a la memoria a la realidad y todo entre ellos durante días. Por el momento parece estar castigado. Thor traga a través de la garganta seca. "Si. La maté."

"¿Esto es real?"

El dolor es condenatorio. "Créeme", susurra Thor. "Esto es real."

Steve no dice nada a eso, pero Thor puede decir que no le cree.

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Finalmente, se convence a sí mismo de que este lugar es seguro, que estas personas a su alrededor ( su equipo y sus amigos) no son una amenaza para él. Se obliga a aceptar eso. Todavía está atrapado en una habitación, en una cama, pero se hace pensar que está bien. No tiene otra opción.

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¿Crees que nos reconoce?

La suave pregunta de Clint los sorprende a todos. Es bastante ruidoso en el silencio pesado. Bruce levanta la vista de su trabajo y Tony se aleja de la televisión. Clint no los mira, mira oscuramente la mesa de café como si el pesado y costoso vidrio y cromo fuera lo más interesante que haya visto. El mismo ceño fruncido que ha estado usando durante las últimas seis semanas todavía está allí, pero ahora es más débil. Más débil con la realización del amanecer. "¿Crees que lo hace?"

"Por supuesto que sí", dice Tony. Intenta sonar seguro, pero no es convincente en absoluto. Es demasiado confiado, demasiado forzado. "¿Por qué? ¿No lo crees?"

Clint niega con la cabeza. Él no responde de inmediato, y cuando lo hace, no es reconfortante. "No lo sé. Tal vez lo hace".

"Ella se metió en su cabeza", dice Tony despectivamente. "Ella se metió en cualquier otra parte de él. Tiene sentido que ella también joda con su mente.

Tal vez lo hace. Clint no está satisfecho. "A veces me mira y no puedo decir que algo no está bien, como si no me estuviera viendo. Como si no estuviera seguro de si realmente estoy allí. Está cansado. Se limpia los ojos y resopla, alcanza su botella de cerveza. "No lo sé. Todo esto está tan jodido. No lo sé."

"Lo se."

La suave respuesta de Thor los vuelve a sorprender. Se para en la gran ventana mirando la lluvia que lava el cristal. Las nubes son pesadas y gruesas contra la parte superior de la Torre Stark. "No es que no nos reconozca". El bajo retumbar de su voz suena como un trueno. Se da vuelta para mirar a sus compañeros de equipo, y hay tanto dolor en sus ojos que apenas lo reconocen . "No cree que hayamos venido a salvarlo". (T/N: </3 pobre Steve )

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La Encantadora se Tomó a Steve en cuerpo, mente y alma. Su mente le presentaba un desafío mayor. No podía romperlo tan fácilmente como lo había hecho con sus otros prisioneros, y no podía volverlo a su lado con sus encantos o su magia. Era resistente, tanto por el suero que fluía por sus venas como por su inquebrantable control de lo que era bueno, correcto y verdadero. Aún así, ella era paciente. Ahora había metido los dedos en él, cavando, arañando, agarrando y tirando, y sabía que eventualmente él se desenredaría en sus manos. Ella tenía su cuerpo. Lo usó para crear agonía, para crear agotamiento, para transformar el sufrimiento en placer y liberación. Era un instrumento para ella. Una herramienta.

"Si se preocupan tanto por ti, Steven", siseó contra su espalda, "¿por qué te han dejado a mí?"

Sus hombres lo habían estado golpeando durante horas, y ahora lo estaba usando. Incluso él tenía límites. Ella lo empujó hacia ellos antes, pero esta vez no tenía la fuerza para rechazarlos. No recordaba la última vez que comió o bebió, y el hambre y la sed eran insoportables. No podía recordar la última vez que ella le había permitido dormir. Había grandes brechas detrás de este momento, momentos en que se había perdido por el dolor y la inconsciencia, momentos que no quería recordar. Desenfoques de dolor y sensaciones horribles. Se estaba desgastando fuerte y rápido. "Vendrán", jadeó. La sangre brotó de su garganta y se atragantó. No fue un sollozo. No lo fue.

"Lo dudo", se burló ella. Steve cerró los ojos y dejó caer la barbilla sobre el pecho. Todo su peso recaía sobre sus hombros porque sus piernas magulladas y sus tobillos destrozados se negaron a sostenerlo. Apenas podía respirar. Le habían roto la muñeca, que estaba hinchada y distendida en el brazalete metálico de sus ataduras. Sabía que no podría soportarlo por más tiempo. Tal vez ella lo mataría esta vez. Tal vez ... "Los Vengadores. Los héroes más poderosos de la Tierra. Patético. Y eres el más patético de ellos porque tienes una noción ridícula de amistad. Les ofrecí los términos de su liberación. Sin embargo, no han venido a intercambiar por ti. Tu SHIELD no hace nada mientras sufres. No han venido a rescatarte.

"Detente", gimió. "Por favor."

No pudo ver la sonrisa que le partió la cara. Fue malicioso y anticipatorio. "Thor solo necesita venir a tomar tu lugar, pero no lo ha hecho".

"No, no quiero que lo haga", arrastraba Steve.

"Mientes y haces un trabajo muy pobre. No eres en absoluto convincente. Me has dicho una y otra vez que no me quieres, pero sé que sí".

"¡No!"

Ella estaba alrededor de él en un segundo. Ella agarró su mandíbula, esas largas uñas se enroscaron en su carne. "Es por ella", se enfureció. "La mujer del pelo rojo".

Steve se rebeló. Algo dentro de él palpitaba en la miseria y el terror. Había dejado de temer por su vida, pero esa mirada asesina en sus ojos fue suficiente para que temiera por los de Natasha. Necesitaba negarlo. El fuego ardía a través de él, brillante y caliente otra vez, encendiendo su impulso de luchar. Luchó, pateando en vano con todo lo que quedaba de su fuerza. "No", dijo. "¡No!"

Enormes manos, las manos del verdugo, lo agarraron por los hombros y lo empujaron con fuerza. Gritó entrecortadamente cuando su brazo salió de su articulación. El dolor era insoportable, y la negrura se abalanzó y lo atrajo hacia él.

"Te conozco, Steve. Vi la luz en tus ojos cuando mis hombres la amenazaron. Vi en tu corazón. Vi cosas que ni siquiera te has admitido. Pero es todo por nada. Me vio acostarme contigo —susurró contra su mejilla—, y no hizo nada para detenerlo. Me vio alejarte de tu equipo, de ella, y no hizo nada. Steve cerró los ojos y se hundió en sus ataduras. "Lucharía por ti. Lo he hecho. He estado luchando por tenerte. Pero ella no lo hizo.

"No", gimió Steve. Natasha ...

"La conozco, Steve. Yo sé de ella. Ella es incapaz de amar. Sabes esto en el fondo. Aquí, donde no puedes mentirte a ti mismo. Ella puso su mano sobre su corazón. "Sabes lo que es ella. Lo que todos son. Un hombre rico malcriado que solo se preocupa por sí mismo. Un asesino cuyas manos están tan cubiertas de sangre que ya no intenta lavarlas. Un hombre que es tan débil que su propia ira lo controla y lo convierte en una bestia que no conoce restricción. Un príncipe que ni siquiera vendría a salvar a un hombre que lo ha salvado docenas de veces en el pasado. Este equipo que amas ... Los ves por lo que realmente son. Asesinos egoístas. Cobardes inestables. Mentirosos y tramposos. ¿Símbolos de paz, fuerza y ​​valentía? Integridad y valor? ¿Tus amigos? Ella sacudió la cabeza. "Lo sabes ". No lo sabía. Se sentía desnudo ante ella ahora, a pesar de que ella apenas le había permitido un trozo de ropa durante días. "Y la otra mujer a quien le diste tu corazón ... Tú también sabes lo que es ella. Lo viste. Una cáscara marchita. Una cosa arrugada, triste y desperdiciada. Su mente se ha ido. Apenas te recuerda.

"¡Cállate!", Gritó, apartándose de ella.

"Patético, quejándote". Ella tomó su rostro en sus manos, sosteniéndolo fuerte y firme mientras sus hombres continuaban azotándolo. "No eres nadie. Un hombre fuera de tiempo, un hombre reemplazado por armaduras, dioses, monstruos y armas que han cambiado la guerra tan drásticamente que no tienes lugar en ella ahora. No tienes lugar Estás solo —dijo ella en voz baja, su voz una vibración acalorada contra sus labios. "No vendrán por ti". Ella lo besó con fuerza, brutalmente, succionando su labio inferior en su boca y mordiéndolo hasta que sangrara. "Nadie viene por ti. A ellos no les importa." (T/N: :'v )

Su siguiente beso fue con dientes y dolor, ella arrastró su boca por su cuerpo hasta que se arrodilló ante él. Sus manos agarraron sus costados, cavando profundamente como ganchos en su piel. "A nadie le importas, excepto a mí. Solo necesita dejar y todo esto terminará. Podemos vivir en paz, tú y yo. Y cuando yo gobierne sobre los Nueve Reinos, tendrás tu lugar conmigo. Eres un capitán y tengo un ejército que requiere un líder.

Quería decirle que nunca gobernaría sobre nada, que era una bruja cruel y despiadada y que estaba equivocada y que él nunca la serviría, pero por alguna razón las palabras no salían. Se quedaron atrapados en su garganta y salieron como un ronco gemido cuando ella lo tocó, lo molestaba y lo atormentaba. "Te amo. Sabes que sí. Ella vio las grietas en sus ojos, creciendo y creciendo y creciendo. Duda. Tanta duda. "¿Me amas?"

"No ... yo no ... yo-"

Las lágrimas quemaron sus ojos cuando ella le dio placer a su cuerpo golpeado. No lo quería, pero se sentía bien. Era agradable sentir algo más que dolor, hambre, sed, agotamiento y miedo. Cuando terminó y él estaba temblando y sollozando de alivio, ella le sonrió suavemente. "¿Me amas?"

Antes siempre había dicho que no. Esta vez no respondió.

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Todos han venido de vez en cuando. Steve no lo recordará (al menos piensan que no lo hará) porque está mayormente dormido y cuando está despierto está mayormente delirante. Eso hace que sea más fácil susurrar sus disculpas. Lo intentaron. Dios sabe que lo hicieron. El mes que Steve pasó en cautiverio lo pasaron en desesperación, en pánico, sin descanso. Tony y Bruce trabajaron estrechamente con SHIELD, diseñando mejores escáneres y equipos de rastreo, cavando a través de montañas de datos de todo el mundo. Clint y Natasha fueron a los rincones oscuros del globo, a informantes, topos y soplones, a hombres oscuros con propósitos malvados que podían amenazar, torcer e intimidar para obtener información. El padre de Thor lo llamó a su casa en Asgard una vez que el rey se enteró del complot para derrocar su trono. Exigió la ayuda de Thor para proteger el reino de la Encantadora y sus sirvientes. Thor no regresó, y pasó días paseando por la Torre, el Triskelion, el helicarrier, aprovechando cada oportunidad para estar al servicio. Se siguió cada pista. Cada oportunidad fue perseguida. Incluso la pista o pista más pequeña fue explorada. Se esforzaron mucho por encontrar a su capitán.

Y fallaron. Llegaron muy tarde.

Las disculpas no son suficientes. No significan nada.

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Vendrán por mí. Steve los imaginó irrumpiendo por la puerta de su habitación, disparando sus armas y zumbando flechas, descargando energía y martillazos volando. Se imaginaba tan tarde en la noche cuando ella dormía a su lado. Se lo imaginó durante el día cuando ella lo golpeó por una pequeña muestra de resistencia. Fue a este lugar en su mente cuando ella lo violó.Vendrán por mí. Las cosas se estaban reduciendo rápidamente a sus formas más simples. Pensamientos escasos porque no podía ahorrar la energía o la fuerza de voluntad para manejar algo más. Reacciones simples porque a veces eso era todo lo que le quedaba. Las verdades más simples. Causa y efecto. Si él hablaba fuera de turno, ella lo golpearía. Si él se resistía a ella, ella lo golpearía. Si no le dijera que la amaba ... Nunca le diría. El no la amaba. Esta era la única faceta de su vida que podía controlar: si sucumbiría o no a ella. En algunos momentos todo estaba muy claro. Él sabía quién era. Steven Grant Rogers. 37337566. Capitán América. Sabía lo que tenía que hacer. Seguir luchando. Mantente fuerte. Puedes hacerlo, Cap. Eso sonaba como la voz de Tony. Estamos contigo, Cap. No te vamos a dejar. Clint y Bruce. Vuelve a levantarte. Sigue adelante. Vamos por ti Algunos momentos él creía. Ella no te llevará, Steve. Thor Espera, Steve. Te encontraré. Natasha, segura y estoica. Recordó que tenía que ser fuerte por el bien de sus amigos y familiares, por sí mismo, porque venían a rescatarlo. Venían y él no podía decepcionarlos.

Pero hubo otros momentos, momentos en los que el dolor robaba cada pensamiento, emoción y sensación, momentos en los que su mente estaba desgarrada por la tortura y su locura, momentos en los que ella invadía cada parte de él, y él no podía estar seguro de nada. ¿Por qué sufrir así? ¿Por qué?

¿Por qué no amarla?

Porque vienen por mí

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"Va a tomar tiempo, Steve", dice Bruce. Se sienta al lado de Steve, sus hábiles dedos trabajan para quitar el yeso de la muñeca derecha de Steve. Las radiografías más recientes muestran que los huesos están curados, por lo que Bruce decide que Steve podría estar más cómodo sin el yeso voluminoso en el brazo. Ya lo cortó y está quitando la gasa y el relleno. La piel debajo está descolorida. "Va a tomar mucho tiempo. Y vamos a ayudarlo en cada paso del camino. Cada paso."

Steve no dice nada. Bruce toma su mano con la suya, examinándola, tocando tiernamente los huesos, tendones y músculos. "Lo sabes, ¿verdad?", Pregunta. Steve no dice nada. Bruce levanta la vista, cruzando la mano con la suya, acariciando suavemente. Confortablemente Steve se estremece. Ella lo entrenó para estremecerse incluso con los toques que no duelen. "Steve? Puedes hablar con nosotros Puedes decir lo que quieras. Ella esta muerta. Ella no está aquí para detenerte. Ella no está aquí para lastimarte. Puedes hablar."

Nada. Bruce está claramente decepcionado, sus ojos brillan de remordimiento y un poco de dolor. Un incómodo momento de silencio se escapa. "¿Puedes hacer un puño?" Los dedos de Steve se flexionan y se retuercen un poco en los de Bruce, pero no lo hace. Bruce no está seguro si es porque no puede o no quiere. "Aprieta mis dedos". Él tampoco hace eso."¿Puedes intentar? Necesito asegurarme de que tienes la fuerza de vuelta en tu mano.

El no tiene fuerza. Nadie parece entender eso.

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