Noche en un hotel [+18]
Parte I
A miles de kilómetros de Magnolia, la costa sur de la isla Margaret una pareja de magos de Fairy tail investigaban acerca de un tesoro sagrado escondido en las remotas profundidades de aquella isla. Gray y juvia tenían la dicha de hacer una aclamada misión clase SS juntos. Por su puesto no era cualquier misión que tuviesen que resolver como siempre, esta tenía que ver con un tesoro sagrado. El Arco de Vririlia el arco que fue usado para unir corazones en la isla de aquellos enamorados que no tuviesen el valor para declarar su amor.
Vririlia, Una diosa antigua que protegía la isla de los piratas y hombres que deseaban el poder oculto en la isla, la fuente del amor. Este poder otorgaba un poder inimaginable, eran las infinitas posibilidades de que aquella persona no correspondida, aceptara los deseos y sentimientos de quien tuviese el poder de la fuente y obtuviera sus mas profundos y oscuros deseos de la otra persona. Sin embargo la leyenda cuenta que una noche un pirata encontró el pozo y su deseo fue hacer que la diosa cayera enamorado de él. La diosa siendo víctima de su propio poder se vio obligada a desaparecer para que ningún otro ser pudiese abusar de su poder. La cueva donde se encontraba el pozo yace en estas costas pero desde aquella noche hace 300 años no ha habido rastro alguno de tal pozo.
-¿Gray Sama será cierta aquella leyenda?
-Si es cierta o no es nuestro deber encontrar aquel tesoro que aparecía en la tabla de misiones.
Ambos caminaban por un camino risco que subía por una de las colinas de la costa, se podía ver una caída de unos 100 metros al profundo mar que rodeaba la isla.
-Pero juvia piensa que podría ser peligroso ir en busca de este tesoro. Además Gray Sama, esta mal hurtar objetos sagrados de los dioses.
- ya te he dicho que no es hurto, el rey de esta isla prometió guardar ése arco para que ningún pirata pudiese encontrarlo.
Juvia se quedó callada durante un momento, reflexionó sobre aquel temido poder mágico que usaba el amor como arma, «el amor no puede ser usado como arma, el amor es para las personas que quieren ser fuertes para proteger a quienes aman, como yo quiero proteger a Gray sama» se dijo a si misma.
-Creo que ya va a anochecer debemos encontrar una pista e irnos antes de que oscuresca, podría ser peligroso si no vemos por donde caminamos en este risco.
-Gray Sama-preguntó tímidamente- ¿salvaría a juvia como aquella vez en la que cayó hacia el mar?
Gray se volvió para verle a la cara un poco molesto por aquella pregunta.
-¿Por que no lo haría? ¿Acaso quisiera que mueras? Que pensarían los demás si les digo que moriste en esta isla.
-Juvia no quería que se molestará, juvia lo siente mucho.
A pesar de que no fue la respuesta que esperaba, sentía un alivio al ver que podía ser salvada por él como la primera vez en que se vieron en el muelle. Sonrió a pesar de no ser la respuesta que quería escuchar.
-Pero... tampoco quisiera que te alejaras de mi -dijo ocultando su sonrojada cara - ¡Quiero decir, no quiero perder a ningún compañero de Fairy tail! - volvió en si mismo a su lado frío que lo caracterizaba pero Juvia lo abrazó de alegría al escuchar aquellas palabras salir de su boca. Gray se quedó perplejo por el abrazo y trató de seguir caminando, el camino se hacia más corto, Gray iba delante de Juvia pegado a la pared, agarró su mano mas que nada por el riesgo a que uno de los dos se cayera al precipicio el sol ya estaba en su punto más débil, significaban unas 6 de la
La noche y por lo tanto tenían poco tiempo para regresar a la ciudad. Debían instalarse en un hotel, ya que el rey les había incluido uno cerca de donde tenían que buscar el arco.
Juvia agarraba con mas fuerza la mano de Gray temiendo que se cayera alguno de los dos, tal vez ella pudiera soportar aquella caída convirtiendo su cuerpo en agua con el water body pero no pensaba en que podría hacer él en caso de caer.
Habiendo caminado por el riesgoso camino la altura aumentó de 100 a unos 200 metros de caída por suerte el vértigo no era lo que le preocupaba a Gray si no, la forma en que iban a regresar al hotel. Si algo tenía claro era buscar el arco o acercarse a una pista.
-Gray Sama el camino se vuelve más... - se vio interrumpida por un grito al caerse por un barranco luego de soltar la mano de Gray, deslizándose de espalda por aquel barranco.
-¡Juvia! - gritó desesperado al verla caer, de momento con un ice do make congeló el suelo a su al rededor "patinando" sobre el hielo hacia abajo para alcanzar a juvia. Siguió congelando hasta que detuvo a Juvia con su hielo y ambos se encontraron. Gray la sujetaba en sus brazos, como le gustaba cargarla, al estilo "princesa" que siempre usaba inconscientemente para cargarla a ella.
-Gray Sama... ¿que hacemos? acabamos de caer y no podemos regresar así.
Gray había mirado a los lados durante su desliz por el hielo. Había visto una pequeña cueva que tenía luz por dentro, una luz no como el fuego que se encendía para alumbrar, una luz más engañosa, era el reflejo que se ve al ver la luna a través del agua.
-creo haber visto algo brillando por aquél lugar, deberíamos revisar e irnos. -se levantó del sitio donde quedaron ayudando a Juvia a ponerse de pie.
Habían caminado hasta aquella entrada misteriosa, efectivamente era la entrada a una extraña caverna con una entrada a cielo abierto por donde ellos pasaron. La luna reflejaba las aguas que allí se encontraban sumergidas, era la vista mas hermosa y romántica que podrían presenciar.
-Gray Sama, Juvia siente que este lugar tiene el tesoro que buscamos.
- opino lo mismo- dijo mirando las paredes formadas con rocas- pareciera que este lugar se derrumbó hace mucho tiempo, además da una extraña sensación de misterio.
-¡Gray Sama un barco! ¡Es un barco pirata!
Ambos se quedaron asombrados, parecía irreal el hecho de que estuviesen bajo una caverna misteriosa con un barco pirata dentro de ella, era como un cuento de hadas que contaban a los niño pequeños sobre piratas y aventuras en los siete mares.
Al acercarse notaron la antigüedad del barco, sin duda estaba hecho añicos por los montones de piedras y minerales que se hayan en aquél sitio. El agua rodeaba la parte baja del barco, la popa tocaba parte del suelo por lo que fue fácil adentrarse en la cabina. Pudieron ver por primera vez un barco tan antiguo que no se podía comparar a "Christine" la nave de aquél gremio competidor de Fairy Tail. Donde formaba parte Lyon, Cherrie y sin olvidarse de su maestro Ichiya.
Registraron la cabina del barco, a ambos les parecía interesante y muy curioso la forma en la que quedó aquél antiguo barco.
Por un momento Juvia se separó de Gray para ir a observar a fondo el barco. Al entrar en la cabina del capitán ella observó por contraluz un extraño objeto con forma de arco que se encontraba encima de una mesa central en aquella sala. Se acercó lentamente con una mirada apacible que denota curiosidad y ganas de deseo por tocar aquel extraño arco.
Mientras tanto Gray no se había dado cuenta de que Juvia se había separado de él, mas bien ni le daba mucha importancia si no la escuchaba, así se concentraría más en investigar sin interrupciones molestas. Pasó un rato observando desde el timón como se sentía ser un capitán de barco, es decir el ya estaba acostumbrado a viajar en barcos normales de un continente a otro por sus misiones, pero uno pirata, de gran antigüedad y escondido en una extraña caverna no era algo que cualquiera podría sentir. No fue si no hasta que se dió cuenta que Juvia no estaba que decidió ir a llamarle, ella no respondía al instante por lo que se extrañó y decidió buscarla. Al bajar las escaleras vio una flecha que se incrustó en la baranda del barco, al tocarla sintió un pequeño escalofrío y decidió guardarla, tal vez tendría que ver con aquél Arco que estaban buscando.
Juvia estaba anonadada, sus manos ya sostenían el arco y sus dedos sentían el material del que estaba hecho, una madera caoba fina, sin un solo rastro de desgaste en su superficie, el nilo que llevaba el arco era muy resistente y flexible, ideal para lanzar una flecha desde cualquier ángulo y acertar con bastante precisión. Gray se acercaba a través de la puerta entre abierta que dejó Juvia al entrar, vió que Juvia parecía hipnotizada por aquel objeto en sus manos, se acercó mas a ella y pudo ver con asombro y complejidad que el objeto que tenia en sus manos no era nada mas ni nada menos que el Arco que andaban buscando.
-¡Juvia! Lo encontraste, ese es el Arco de Virilia, debemos regresar ahora mismo.
-Gray Sama... - parecía que su mirada se desvanecía cerrando sus ojos poco a poco, empezaba a perder el equilibrio de su cuerpo y se sostuvo de la mesa que estaba junto a ella. Gray sale corriendo a interumpir su caída repentina, se extrañaba del porqué de su inesperada acción. En lo que restaba, sacó a Juvia del lugar donde estaban junto al Arco y la flecha que llevaban en el bolso, al salir se percató que un reloj de bolsillo marcaba las doce en punto. Sin embargo el reloj estaba detenido, sus manecillas no se movían. Hizo caso omiso al reloj y salió del barco con Juvia en sus brazos y el Arco y la flecha en su mochila. Vió una salida cerca del barco en la zona opuesta al lugar por donde entraron. Al salir de allí miró el camino que se mostraba hasta la punta de una montaña, recordó el mapa que traía, esa montaña era la que estaba al norte de la ciudad donde se encontraban. Juvia permanecía adormecida en sus brazos como si no conociese la acción de dormir. Estaba con sus ojos cerrados y sin conciencia alguna de lo que pasaba a su al rededor.
A pocos kilómetros de la ciudad, Gray corre en marcha de llevar a Juvia hasta el Hotel donde le podrían dar asistencia y tratar de que recobrara la conciencia. Caminó con ella en sus brazos al rededor de 40 min hasta llegar a la entrada de la ciudad Margaret.
Al llegar al hotel se encontró con un recepcionista joven que permanecía en su turno desde un par de horas antes, se encontraba leyendo un libro bajo el título de "leyendas místicas de Margaret". Al instante el chico rubio que atendía la recepción se impactó al ver aquella pareja de una peliazul sobre un pelinegro con la camisa entre abierta donde se podía notar en su pectoral derecho el logo al gremio que pertenece Fairy Tail. El recepcionista cuyo nombre grabado estaba en su pecho izquierdo en una pequeña placa reluciente se leía claramente Louis Leisson. Gray con un poco de sudor encima, se sentía cansado y con ganas de dormir, por suerte ya habían encontrado el supuesto tesoro, el problema ahora era la conciencia de Juvia.
-¡Señor Fullbuster! -se levantó de su silla alarmado- en que le puedo ayudar, su habitación ya esta lista señor, como ordenaron una habitación para dos.
Gray se quedó mirándolo con un poco de pena, no estaba acostumbrado a compartir cama con Juvia, (normalmente lo que hacía en su cabaña era compartir techo, pero nunca se atrevió a dormir con ella).
-Cómo sea, necesito un médico para la habitación inmediatamente, mi compañera esta muy mal y necesita una revisión urgentemente.
-En seguida le llevaremos un médico, por favor espere con calma mientras le ayudamos a subir su mochila a la habitación.-Gray negó con la cabeza esto último por el valioso objeto que había en la mochila que cargaba. Con un gesto de suspiro se alejó del mostrador donde estaba aquél chico rubio atendiendo a los hospedados.
Gray, con juvia en su espalada aún adormecida, se volvió hacia las escaleras que conducían al pasillo de su habitación a unas cuantas puertas más al fondo, era la que estaba en la esquina del hotel al final del pasillo con el número "09" colocado en su puerta con adornos florales, debajo en la manilla un pequeño cartel guindando que decía "Magos de Fairy tail". Con un gesto de amargura abrió la puerta y tiró a juvia sobre la cama que estaba en el centro de la habitación pegada a la pared. Dejó la mochila a un lado en el suelo y se sentó al rededor de la cama, su sudor impregnaba todo su cuerpo,observó a su al rededor el decorado de la habitación, rosas blancas y pétalos rojos pintados en las paredes, unos que otros pececillos en un mural hecho a mano. Al frente de la cama un Mesón pequeño con vino y bocadillos en una cesta con una tarjeta de bienvenida que se podía leer de lejos el nombre del rey de la isla. Agarró la mochila y la abrió para sacar el arco lo visualizo por un momento viendo de punta a punta los detalles que tenían un grabado hecho por magia que podía leerse como "la divinidad aparece si el sentimiento fortalece". Gray se quedó perplejo ante la frase. Oyó el sonido de la puerta al tocar y detrás un hombre de mediana edad en busca de atender a un último paciente por hoy. Guardó rápidamente el arco debajo de la cama y cerró el bolso tirandolo al otro lado de la cama. Se acercó a la puerta y la abrió sin darse cuenta que no llevaba camisa tras habérsela quitado al dejar a Juvia sobre la cama.
-¿Donde se encuentra la chica señor Fullbuster?
-Está sobre la cama, puede pasar a verla.
- ¿sabe porque no despierta o que lo causó?- sin pensarlo Gray ocultó el hecho de que estaban en una misión y en busca de un tesoro sagrado, esta información podría ser perjudicial para ellos.
- En lo absoluto. Hacíamos una excursiónpor la isla, ella estaba junto a mi en el momento en que se desmayó repentinamente. Así que la traje en mi espalda hasta acá y no mostró signos de haberse despertado durante el camino.
-Hum, es un poco preocupante este signo de inconciencia. Podría ser una picadura, alguna intoxicación con el aire o una baja de Maná en su caso. Lo más probable es que haya sido este último, no muestra los signos externos de una picadura o una intoxicación. -sacó sus instrumentos médicos. Tomaba el pulso y la respiración con la ayuda de Gray para levantarla mientras estaba dormida, en ocasiones pegaba sus pechos al brazo de Gray y este se sonrojaba vistosamente. - parece que todo esta en orden, no tiene ningún desequilibrio en sus órganos internos y para la mañana ya debería estar mejor. Al despertarse dele este medicamento para que no tenga dolor de cabeza ni se sienta adolorida. - lo dejó sobre la mesa con la cesta enviada por el alcalde. - ya es hora de que me vaya, tengo asuntos que atender en mi casa, si no mi esposa me dejara durmiendo afuera por la hora en la que llego. Que tenga una bonita noche señor Fullbuster, lamento mucho que su luna de miel se haya estropeado por esta noche...- se alejó de la habitación cerrando la puerta. Gray inestable por lo que acababa de decir el médico, se fue a darse una ducha en el baño de la habitación. Por suerte estaba refrescante y no tenía que quejarse si el agua estaba muy caliente para él. Se quedó pensando en el grabado durante su ducha, que significaban esas palabras y si tendrían algún sentido en su busqueda, pensó en volver a la caverna en lo que Juvia despertase al día siguiente. Al salir con una toalla tapando la parte inferior de su cuerpo vio a Juvia aún dormida en la cama y se preguntaba a donde diablos iba a dormir él. No quería que Juvia se despertase a media noche y lo viera junto a él. Pero el cansancio agotaba su cuerpo y la hora no ayudaba en nada, eran las 11 de la noche y la luna brillaba en todo su esplendor por la ventana. Apagó todas las luces de la habitación y se recostó de un sillón que estaba frente a la ventana con un boxer que cubría su miembro inferior. Al instante se quedó dormido.
Parte II
Ya eran las 2 de la madrugada, Gray permanecía inmóvil en la silla, ahora Juvia se despertaba de su largo tiempo inconsciente.
Observó detenidamente donde estaba, una cama cómoda que la acobijaba durante su descanso, vio que Gray estaba recostado de un sillón frente a la ventana. Le vino un sentimiento de culpa a pesar de no recordar bien lo que sucedió, ella recordaba la misión, el barco pirata antiguo donde encontraron el tesoro sagrado y el...arco.
-Gray Sama... No debería estar durmiendo allí usted debería dormir en la cama.
Juvia lo cargó con la poca fuerza que tenia por el cansancio y lo llevo hasta la cama. Allí lo arropó y se recostó sobre su pecho abrazándolo sobre la cintura. De pronto una extraña luz emanaba debajo de la cama, Juvia saltó sorprendida de la cama y miró por debajo, era el arco que había encontrado,lo sostuvo en sus brazos y sintió una extraña energía magica emanando por su cuerpo. Sus pensamientos se nublaban y escuchaba una voz diciendole " el amor es deseo, el placer es satisfacción..." de pronto soltó el arco cayendo al piso y ella se balanceo hacia la cama cayendo cerca de Gray quien aun permanecía dormido.
Juvia se descontrolaba poco a poco, sentía un placer inmenso dentro de su cuerpo, quería seguir sintiendo mas placer para satisfacer sus deseos de lujuria que recorrían su mente. Empezó a desnudarse frente a Gray aún dormido en la cama, se quitaba el sostén sin vacilar y lo tiró a una esquina de la habitación. No pensaba en mas nada que no fuera lujurioso o placentero. Le quitó la sabana de encima y empezaba a frotar sus senos en el pecho descubierto del mago de hielo. Besó su cuello y lamia sus pectorales bien marcados mientras bajaba su boca mas hacia su cintura corriendose hacia abajo de la cama. Pasó por todo su marcado abdomen lamiendo sutilmente hasta que bajó sus boxers quedando su pene al descubierto. Con su mano izquierda se apoyaba de la cama mientras que con la derecha lo agarraba suavemente jugueteando un poco con él, su boca empezaba a secretar saliva por doquier y ya queria meterlo dentro de su boca y saborear cada parte de su miembro. Gray empezaba a despertarse sin saber lo que pasaba, sentía que su cuerpo había sido lamido por alguien, no había caído en que estaba acostado y pensaba que probablemente seria un sueño. Su pene empezaba a levantarse dentro de las manos de Juvia quien lo sostenía mientras jalaba de arriba hacia abajo para excitarlo, cosa que dio resultado cuando se ereccionó por completo y ella decidió meterlo dentro de su boca, succionando y lamiendo con lu lengua la punta del miembro y lo introducía hasta casi llegar a su garganta. Luego de un momento chupando su pene, Gray se despierta dandose cuenta que no es un sueño y que Juvia estaba entre sus piernas lamiendo y chupando su pene.
«¡¿Qué está pasando, porque Juvia esta haciendo eso?! » no creía que esto fuera real, se leavanto afincando sus codos de la cama mientras Juvia aún seguía chupando y lamiendo su erecto pene dentro de su boca. Se quedó inmóvil por unos segundos tratando de asimilar el nivel de excitación al que estaba llegando gracias a la felación que estaba haciendo la peliazul lasciva.
-por algo me temía que durmieramos en el mismo cuarto. Juvia debes...parar-no podía contener la excitación que sentía por aquel movimiento que le daba la chica a su miembro-
Juvia debes parar, esto no esta bien.
Juvia pretendia hacerle correrse en su boca mientras seguia chupando vivazmente. Lo hacia como si tuviese experiencia, pero Gray sabía que iba a correrse dentro de unos segundos, se echo hacia atrás sacando su miembro de la boca de Juvia soltando todo su espeso semen en la cara de ella.
-Gray Sama... deje que Juvia succione su leche~
-Juvia... vuelve en ti, ¿que sucede contigo?
-Juvia sólo quiere demostrar sus sentimientos a Gray Sama.
Gray la abraza para detenerla, ambos desnudos en la cama y rozando su piel. Le dice al oído que no era un buen momento para hacer eso, pero Juvia cegada por sus sentimientos se lanza sobre él haciendo que quede sobre sus piernas extendidas en la cama.
Ella le agarra los brazos separandolos hacia los lados para acostarse sobre su pecho. Gray no tenía suficiente fuerza para contrarrestar a Juvia, algo impedía que usara magia y cada vez sentía su cuerpo más débil, lo que se imaginaba era que podría ser una succubus, aquellos famosos demonios que succionan energía a través del sexo, tal y como sucedía en este momento. Pero aún no lograba entender el porqué.
-Juvia... debes... parar -fue ahogado con los labios de Juvia quien juntaba sus labios con los de él para que no hablase.
- Gray Sama debe disfrutar del cuerpo de Juvia.
De pronto su cuerpo se adormecia mientras Juvia rozaba su vientre con la punta de su pene, a pesar de la excitación forzada pensó en corresponder para contrarrestar a Juvia, sus brazos se posaron sobre la sexy espalda descubierta de la chica, presionando su cuerpo con el de ella, y lamiendo su cuello de tal forma de excitarla. Bajo sus manos a los muslos apretando sus nalgas bien tonificadas por años de entrenamiento y ejercicio, por su parte Gray parecía empezar a disfrutar un poco.
Juvia se dejaba llevar por la excitación que de pronto dejó de forcejear a Gray quién ya había empezado a dominar a Juvia en la cama. La volteo contra la cama y se puso sobre ella quedando su cintura al nivel de la de ella y presionando sus pechos con sus manos, masajeaba firmemente y a todos los sentidos que le provocaba a Juvia un poco de dolor y a la vez excitación, su húmeda vagina pedía que la penetraran fuertemente.
Gray la miraba con nerviosismo y lujuria, su corazón latía rápidamente, era un estallido emocional que no había sentido y empezaba a vivir de una forma inquietante, su pene ya casi dentro de la vagina de Juvia y sus manos acariciando cada parte de ella mientras gozaba de un intenso placer que nunca antes había sentido.
-Gray Sama~ Juvia...quiere que este dentro de ella~ -gemía de excitación.
Gray opacó sus gemidos con un profundo beso, sus lenguas conectaban vivamente sus bocas. Empezaba a recobrar fuerza y Juvia sólo se dejaba llevar por su amado. Sin decir nada sólo lo metió dentro de ella, dejó salir un quejido de su boca mientras que él empezaba a moverse para meterlo más al fondo.
Juvia no pudo evitar dejar salir un fuerte gemido, estaba llegando a su climax, era penetrada como deseaba, sus pezones duros eran lamidos y chupados por Gray, ella soltaba mucho de sus fluidos lujuriosos que empapaban el pene de Gray.
Luego, él empieza a moverse bruscamente para ponerse detras de ella y penetrarla en una posición mas candente.
Siguieron dandose placer por un tiempo hasta acabar coriéndose juntos en la cama, extasiados y con un profundo orgasmo llegaron al final de su aventura lujuriosa, Juvia parecía cansada pero se aferraba con la poca fuerza que le quedaba al cuerpo de Gray, mientras que él yacía tumbado en la cama junto a ella, siendo amarrado por sus piernas con las de ella entre las suyas, y por si fuera poco, sus enormes pechos que acobijaban su brazo izquierdo. Ninguno se atrevió a decir una palabra para interrumpir el momento, a cambio se quedaron dormidos para pasar al día siguiente.
Parte III
Ya amanecía un nuevo día, Juvia abría sus ojos sin saber que había pasado la anterior noche, por alguna razón se sentía feliz, lo primero que se le vino a la mente fue "Gray Sama", esa debía ser la razón por la que estuviese tan felíz, para su sorpresa el no estaba junto a ella, mas bien no había rastro de él en la habitación. Inmediatamente se levantó de la cama sorprendida de que estuviese desnuda porque no recordaba que había sucedido la noche anterior, se imaginó que podría ser que hizo "aquéllo" con él pero se lamentaba mucho de no recordar algo así.
A unos cuantos kilómetros Gray quien había despertado una hora antes del amanecer, decidió salir por su cuenta hasta aquella caverna, para su suerte se encontró con una entrada más cercana que la de la noche anterior, adentro con el espacio interno bastante iluminado podía notar cada detalle que no percibió por la oscuridad que había antes. Así como también volvió al barco donde Juvia había encontrado el arco, lo que no se imaginó fue que vería a una doncella de pie frente al mismo lugar que Juvia se desmayó. -¡Virilia!- exclamó.
-Espero que hayas disfrutado tu candente noche con esa tierna chica joven mago- decía con una voz sutilmente placentera- es una lástima que ella no pueda recordarlo, a menos que por su puesto, quieras que ella reviva ese momento.
-¡Estás diciendo que aquello, no fue un sueño! -le respondió abrumado-¡Debes estar jodiendome!
-oh, no es para que te molestes, eso es solo una muestra de lo que mi poder es capaz de hacer, por supuesto no sólo era el mío, también el tuyo y el de esa chica, ambos tienen el deseo y el sentimiento compartido, sólo les hace falta voluntad. No necesitas agradecerme. Lo hecho, hecho está.
-No entiendo a lo que te refieres...
-No necesitas entenderlo sólo sentirlo. Un acto de amor tan simple como un abrazo o una caricia puede ser la chispa que aviva llama de la pasión. Mientras se fortalece un sentimiento, el lazo que los une aparece sin necesidad de magia.
- La divinidad aparece si el sentimiento fortalece... - al fin había entendido el mensaje aunque de una manera no muy adecuada para sus principios.
-Ya lo habéis entendido, mi labor ha de terminar-comenzaba a desplazarse hacia la ventana del barco desapareciendo de la vista de Gray- Nunca niegues tus sentimientos.
Juvia ya estaba camino a la caverna, a pocos metros de haber salido del hotel, seguía pensando en Gray y porque no estaba junto a ella al amanecer, para su sorpresa lo encontró caminando hacia ella con una extraña sonrisa que no solía denotar siempre.
-¿Juvia, nos vamos? Ya entregué el arco y la flecha al rey, y cobre la recompensa, perdona lo de esta mañana no quería despertarte, supuse que estarías cansada.
-Gray Sama...usted siempre piensa en el bien de Juvia, es muy lindo de su parte. Pero no debió haberse ido sin Juvia. Mas tarde Juvia lo castigará por haberse ido y dejar a Juvia sola en la cama.
Gray se puso nervioso al escucharle, recordaba perfectamente lo que sucedió y no sabía si ella tambien, pero esperaba a que no lo hiciera para no usarlo en su contra.
-¡Ju-Juvia de que hablas si yo dormí en otra habitación!- decía ruborizado esperando a que le creyese esa excusa.
Juvia se acercó con una pícara mirada que atravesaban los ojos de Gray quién estaba inmutado ante ella sin ningún movimiento corporal y ella se acerca a su oreja para susurrarle.
- Gray Sama, tienes una pequeña marca en tu cuello~ ¿De qué podría ser?- le beso encima de la marca encajando sus labios en ella y notando como le cabía perfectamente - y esta mañana hacía un poco de frío¿no cree? Al parecer fue porque no llevaba nada de ropa puesta.
Gray se sorprendió y no quiso seguir con el tema, ya le era muy vergonzoso que Juvia también recordara lo de anoche.
-Creo haber visto una cafetería cerca de aquí, me habían dicho que hacen los mejores cupcakes de la isla. ¿Te apetece ir?
-¡Si! A Juvia le gustaría ir con usted a comer deliciosos cupcakes y tal vez ir mas tarde a... cierto lugar.
-¡¿Qué lugar?!
Juvia lo agarró por el brazo sin decir nada y lo llevó caminando a su lado hasta llegar a aquella tienda donde disfrutaron de deliciosos cupcakes, para luego más tarde pasear por la isla y volver al hotel...
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