Capítulo 1: Gone Gone Gone


-¡Derek!

Stiles gimió nuevamente cuando sintió como el hombre lobo lo marcaba, mordiendo y succionando la piel de su espalda, normalmente Derek prefería marcar su cuello para que todos supieran que era suyo, pero no lo haría ya que no quería que le disparasen. Continuó besando la espalda de Stiles, sus hombros, el lóbulo de su oreja, pasando sus grandes manos por los muslos hasta llegar a la ropa interior.

Derek tomó la molesta prenda en el cuerpo del menor y la bajó para conseguir que ambos quedaran desnudos. Stiles movió sus caderas con ansias provocando que su trasero hiciera fricción con la erección del otro, eso provocó un gemido de placer por parte de ambos.

-Extrañaba esto- murmuró Derek mordiéndole la oreja- Te extrañaba a ti.

-So... solo fue ¡Ah! Una semana-jadeó el adolescente.

-Mucho tiempo-gruñó.

Todo mundo se preguntaba si Stiles respetaría las reglas que el Sheriff impuso para que pudiera salir con Derek- y por todo mundo se refería a su padre-, bueno, la respuesta estaba ahí, con él, en el loft de Derek, de rodillas sobre las sabanas de este. En pocas palabras, a penas su padre impuso las reglas fueron al loft de Derek, aprovechando su tiempo juntos, para tener una "cita" que consistía en ordenar pizza, y luego irse a la habitación , disfrutando que Peter estaba de "vacaciones" por una semana, e Isaac pasaba más tiempo con Scott que de costumbre.

Eso significaba solo una cosa; el loft disponible, solo; igual a ellos haciendo lo que se les plazca. Y Stiles no iba perder tiempo, claro que no.

Derek tomó la cintura de Stiles y lo obligó a girarse para quedar frente a frente, le gustaba verlo cuando lo tomaba, así no se perdía de nada, le encantaba la expresión de placer en el rostro de Stiles cuando lo llevaba a su límite, como jadeaba con sus suaves labios entreabiertos e hinchados por los besos, sus mejillas usualmente pálidas completamente enrojecidas, y finalmente esos hermosos ojos color whisky cegados de placer aun que sin perder el brillo de inocencia que tanto le caracterizaba.

Se inclinó y besó su respingona nariz, luego repitió la acción con uno de sus lunares de su mejilla, de su cuello. Tomó el lubricante al lado de ellos y colocó un poco en sus dedos, no quería hacer daño a Stiles asique iría con cuidado, cuando lo hacían trataba ser lo más delicado posible, que siendo un hombre lobo resultaba más complicado de lo que se podrían imaginar, aunque era consciente de que a veces se le iba de las manos y el cuerpo de Stiles era el que pagaba las consecuencias ya que hacía muecas de incomodidad cuando caminaba o se sentaba- lo que era divertidos a veces, no ahora ya que el Sheriff podría matarlo si lo descubría.

Separó las piernas de Stiles y metió uno de sus dedos en el interior de este sintiéndolo abrirse un poco, y observando como dejaba escapar un gemido mientras pasaba sus manos por el cabello de Derek, este esperó a que se acostumbrara para meter el siguiente dedo, luego vino un tercero.

-Derek ya... estoy... estoy listo... te quiero sentir a ti.

-Pídemelo, Stiles- ordenó besando el cuello del menor con hambre, sin importarle si dejaba marca o no ya que sabía que si lo hacía, Lydia podría esconder las marcas con un poco de su mágico maquillaje.

-Odio... que... me hagas esto...- mentira, lo amaba, era tan excitante y Derek lo sabía. Alzó una ceja y Stiles giró sus ojos- Derek... podrías... ¡AH! ¡Derek!- gritó molesto cuando este inesperadamente movió sus dedos en un rápido movimiento hundiéndolos más- Eso se llama traición- recalcó enterrándole las uñas.

-No pude evitarlo- sonrió, pero no parecía arrepentirse de nada.

Quitó sus dedos del interior de Stiles, quien contuvo la respiración cuando Derek alineó su pene con su entrada y comenzó a introducir un poco de su extensión, sintiendo como las uñas de Stiles se clavaban en su espalda, arañándolo y dejando pequeñas líneas que desaparecieron a los pocos segundos.

-Stiles- le susurró en el oído cuando ya estuvo completamente dentro de él y un cosquilleo en la zona de su tatuaje atravesó su espalda, y por el estremecimiento en el cuerpo de Stiles estaba seguro de que él también lo sintió, en su marca

-¿Ah?- cuestionó dudoso

-No tienes idea- dijo serio con una mano sobre la mejilla de Stiles y la otra acariciando su cadera con movimientos circulares- No tienes idea de lo mucho que te amo.

-Yo sé... que si tengo idea de lo mucho que me amas- jadeó mirando directamente sus ojos verdes, y sintiendo como Derek comenzaba a moverse dentro de él pero se detuvo cuando habló- Porque te amo de la misma forma.

Apoyó su frente contra la del adolescente y su mano al lado de la cabeza de este, y comenzó a moverse nuevamente, jamás se había sentido de la forma en la que se sentía con Stiles, y estaba tan feliz que de todas las personas del mundo, el destino lo hubiese elegido a él para ser su compañero.

Aceleró sus movimientos sin despegar su mirada de esos hermosos ojos color whiskey, que ahora lo miraban a él, que siempre, pase lo que pase lo miraban a él.

-Derek, creo que... voy a...

-Lo sé, Stiles, vente conmigo- lo besó nuevamente llegando ambos al climax casi al mismo tiempo, siempre intentaba que fuera coordinado solo que el cuerpo joven de Stiles explotaba con más entusiasmo y en menor tiempo.

Stiles respiraba irregularmente cuando Derek salió de él y lo abrazó por la cintura.

-Derek...- comenzó, pero fue interrumpido

-Stiles, las reglas...

-No podrían importarme menos en este momento.

Derek sonrió sinceramente y besó la nuca de Stiles con cariño. Con Stiles sentía algo que no sentía en tanto tiempo que le daba miedo que alguien se lo arrebatara. Se sentía en un hogar, se sentía como un refugio, en el que podía ser feliz, amar, ser amado. Era algo a lo que sabía que no renunciaría. Pagaría, robaría mentiría, mataría, y sobornaría solamente para que Stiles estuviera a salvo, a salvo y con él.

(...)

-Creo que mi padre se está tomando demasiado enserio esta mierda de las reglas- dice Stiles dejándose caer pesadamente en una banca en el entrenamiento de Lacrosse.

Scott frunció el ceño sentado al lado de Stiles y observando como uno de los del otro equipo chocaba con Isaac.

-Stiles, no es como estuvieras siguiendo las reglas de todas formas- este le miró indignado pero antes de que replicara el otro se adelantó- No me mires así, puede que el maquillaje que Lydia usa cubra tus marcas, pero los hombres lobos podemos oler ¿sabes? Fe paso te digo que no es lo más agradable del mundo saber las veces que han...

-Ya. Lo capto- le cortó con una mueca de disgusto cubriendo su nerviosismo.

-Y aparte- continuó- no solo es el simple olor de los compañeros, sino que hueles al champú de Derek.

-Enserio, gracias amigo, siempre necesito que alguien me haga sentir culpable- comentó Stiles con sarcasmo.

-Desde que terminé con Kira siento una tensión en el aire entre nosotros, sé que ella me dijo que lo entiende y que quedáramos como amigos, pero no creo que eso funcione, ¿Crees que necesitamos alejarnos un tiempo uno del otro?- dijo de repente sin despegar su vista de la cancha

-Cualquier persona con una mente lógica hace eso- razonó Stiles- Y a todo esto, ¿Algo sobre tu rompimiento tiene que ver con Lahey?

-¿Por qué me preguntas eso?- cuestionó sin ser capaz de ver a su amigo de frente

-Porque se nota que te gusta, ya sabes.... Más que como un amigo. No creo que sean imaginaciones mía todas esas miradas que le lanzas la mayoría del tiempo. Scotty, soy tu mejor amigo, cuando sentía una leve atracción por Derek te lo dije, asique has lo mismo por mi

-Tu no me lo dijiste, Stiles, tuve que sobornarte para averiguarlo

-Es la misma cosa- giró sus ojos el castaño

-¡Hey! ¡McCall! ¡Stilisnki!- gritó el entrenador- ¿Acaso esto es una convención para charlas sobre chismes o algo así? Si lo fuera habría traído unas tacitas para el té- no esperó respuesta y siguió hablando, o mejor dicho gritando, ya que todos saben que el entrenador no habla, grita- ¡Stilisnki!- este se sobresaltó mirándole curioso-El viernes en el partido juegas de titular- antes de que el adolescente dijera algo fue interrumpido- Grenbeerg se lesionó

-¿Jugaré de titular?- cuestionó emocionado

-Sí, eso acabo de decir- masajeó sus cienes con paciencia- pero si lo arruinas, no vuelves a jugar en la temporada, asique trata de no arruinarlo- dijo antes de irse a gritarle a los que estaban en el partido de practica

(...)

Elizabeth- una mujer de unos treinta y tantos, cabello de color castaño oscuro, ojos azules muy parecidos al color del mar- subía por un elevador con una bolsa blanca entre las manos. Las puertas se abrieron una vez el ascensor se detuvo y ella salió de este, pasó por una puerta de cristal sonriendo al ver a Neal en su escritorio.

-Hola, Neal- saludó ella

Neal levanto la vista e intento sonreír, pero su sonrisa no llegó a sus ojos.

-Hey, Eli, ¿Qué haces aquí?

-Vine a traerle el almuerzo a mi esposo- respondió ella apuntando a Peter Burke que estaba al subir las escaleras, en su oficina. Neal asintió e iba volver a poner su atención en los documentos sobre su escritorio, pero la voz de Elizabeth se lo impidió- Peter me ha dicho que querías quedarte un poco más en Beacon Hills porque te enamoraste de un jovencito- comezó a decir un tanto extrañada, sin saber cómo utilizar las palabras- ¿Cómo lo llevas?

-Me enamoré de él pero también de Beacon Hills, y su manada, era como una pequeña familia que... me hubiese gustado... - hizo una pausa, para luego negar con la cabeza- solo creo que preferiría estar allí, siempre con ellos

Siempre con él.

-Lo siento mucho- ella posó su mano cariñosamente sobre su hombro- iré a ver a Peter, pero si quieres puede venir esta noche para hablar de ello, Peter y yo estamos aquí para ti ¿sí?

-Gracias- dijo intentando sonreír, pero nuevamente no lo logró

Peter se sorprendió al ver a su esposa entrar a su oficina.

-Hey, cariño ¿Qué haces aquí?- preguntó con suavidad, levantándose para darle un pequeño beso en los labios

-Vine a traerte el almuerzo- dijo dejándolo en el escritorio de Peter

-No debiste molestarte...

-También quería saber cómo se encontraba Neal, después de lo que me dijiste quedé preocupada- confesó

Peter suspiró y cerró la puerta para hablar con su esposa sin la preocupación de que hayan oídos escuchando.

-Neal no lo dice mucho...- comenzó a hablar- pero está demasiado raro desde que volvió de ese trabajo en Beacon Hills, quiero decir unos casos no dejan mal a nadie

-Peter, cariño, no es que esté raro, solamente está triste, y no es solamente por el trabajo, es por el amor. Si no mal recuerdo él acaba de decirme que se encariñó con sus amigos en Beacon Hills, en especial con ese jovencito...

-Stiles

-Ese- sonrió- solo debe sentirse mal por no poder verlo, ni a él, ni a su familia, aunque él le llamó manada, no entendí bien porque pero bueno- se alzó de hombros

-No creo que sea para tanto que se haya encaprichado con ese niño o la manada, o...

-Dime una cosa, cariño ¿Cuántas veces has visto sonreír a Neal desde que volvió?- Iba a abrir la boca pero su esposa le interrumpió- Una sonrisa sincera, no una falsa

- No voy a dejar que se salga con la suya solamente porque quiere ir a divertirse con un adolescente. Neal ya está grandecito, tiene que responsabilizarse por sus acciones, y cumplir con su deber, y ese es ayudar al FBI

-Dios, cariño, a veces quiero golpearte,- admitió suspirando- él era feliz allá, quizás porque vio la oportunidad de tener una familia

-¿Entonces qué sugieres?- cuestionó escarbando en la bolsa que le trajo su esposa, y sacado su almuerzo de ella

-Yo sugiero...- dijo rodeando el cuello de su esposo con sus brazos y dándole un pequeño beso en la mejilla- que le des tiempo





N/A: Ola ke ase?

Aquí esta el primer capítulo de la segunda parte, espero y les haya gustado.

¿Alguien quiere alguna dedicación? No sé a quien no le he dedicado :/

En fin, gracias por leer, Adiosito

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