Los hombres vestidos de negro al fin dejan de golpearme, mi cuerpo cae rendido al suelo, mi boca la invade el terrible sabor a sangre, escupo al suelo manchándolo de mi propia sangre, mis ojos lagrimean por el dolor inmenso que siento en el vientre. 

Miro al señor que esta sentado mirando el espectáculo. 

El padre de Hyemin esta aquí. Como dije que lo estaría.

Intento ponerme de pie y siquiera encararlo, pero no siento nada, todo duele, todo es una mierda. 

— Te gusta estar aprovechándote de mi hija. -acomodo el costoso reloj que tiene en la muñeca- Seguro lo disfrutaste, como yo hace un momento. -se pone de pie- Espero te entre en la cabeza que un bastardo como tu... No es nada para mi hija. 

¿Porqué me duelen tanto sus palabras? 

— Ahora dime, ¿dónde esta? -los dos hombres a su lado me miran amenazantes-

— No tengo idea. -es lo único que he dicho desde que llegó, se la ha pasado preguntándome, por ello estoy casi muerto sobre el piso- 

 — Mmmh, respuesta equivocada. 

— Por favor. -logro decir- Enserio no lo se. 

Un golpe más y creo que puedo desmayarme, incluso peor. 

— ¿Porqué debería creerte?

— Termine con ella. -recostado sobre el piso cierro mis ojos buscando calmar el dolor- Se fue.

— ¿Puedo creeré? -asiento- Escúchame, vendré a golpearte hasta ver que agonizas si no es así. 

¿Acaso esto es un humano? No puedo creer que el padre de Hyemin sea así. 

— Te estaré vigilando. -camino a la puerta de salida- Vámonos. -les indica a los hombres- 

Una vez asegurándome que se han ido, mi mandíbula tiembla, me hago bolita sobre el suelo rompiendo en llanto. Siempre escuche eso de quienes me rodeaban, el "ser un bastardo" lo tengo claro desde que soy niño, pero duele más cuando esta relacionado a la mujer que amo. 

Nunca debí haberme enamorado de Hyemin.

Nunca debí haber rentado este lugar.

Nunca. 

Pero aun así... No la puedo sacar de mi corazón, porque en menos de dos meses, me pude dar cuenta que es la mujer más hermosa y amable que podré conocer. Lastima que Im Hyemin no es para mi... Porque yo quería que así fuera. 

Me ilusione, me perdí en ella, creí que esto podría ser, y no es así, tanto ella como yo hemos salido heridos por culpa de esto, lo mejor será irme. Podría venir de vuelta. 

Una mueca de dolor se forma en mi rostro, logro enderezarme un poco pero vuelvo al suelo en un santiamén, no puedo siquiera pararme, me han hecho mierda. 

Escucho el timbre y mi cuerpo tiembla. Espero que no sea nada relacionado con Hyemin ahora, igual, no pienso ir abrir. 

— ¡Kook! ¡Abre la puerta! -mi corazón late con fuerza- 

¿Qué hace aquí?

— Hyung. -la puerta se abre, lo primero que ve es que estoy en el suelo, destrozado, suelta las bolsas que tiene en manos y corre a mi, literal- 

— ¡JungKook! ¡¿Qué mierda te paso?! -se arrodilla lado a mi- 

No puedo evitar romperme frente a mi hermano, el es quien puede ayudarme ahora. 

— Hyung... Estoy perdido, me siento muerto. -sollozo-

—las lagrimas aparecen en sus ojos y llora conmigo- ¿Qué te hicieron Kookie? -le duele verme así, lo se- ¡¿Quién mierda te hizo esto?! 

— Lo tengo merecido. -me quejo al sentir dolor- Me he convertido en lo que papá juro que sería... Un bastardo. 

°

— No puedes dejar de comer. 

— No tengo apetito, comeré más tarde. 

— Eso dijiste ayer por la noche, ya es medio día... Come Hyemin. 

—negó- JungKook, se que se dará cuenta del error que cometió y vendrá. 

—suspiró- Vale, pero entonces come para que cuando vuelva, te vea sana y no hecha un palo. -pone el plato frente a ella- Quiero ese plato completamente vacío. 

— ¿Crees qué...? ¿Mi padre haya ido al departamento? -sus ojos lagrimean- ¿Qué si le hizo algo a JungKook? No puedo siquiera pensarlo...

— Deja de mortificarte, JungKook decidió no ser parte de tu vida, debes aceptar esto. Vive tu vida, Hyemin, JungKook no lo es todo. 

— No... No lo es todo, pero si mi todo. -llora- ¿Después de todo... así de fácil me deja? 

— Entiende que no es fácil para el... 

Se va directo a la cama, no ha parado de llorar, una presión que no la deja estar en paz la agobia cada que piensa en JungKook. No sabe en que tipo de monstruos se han convertido sus padres, pero han perdido a un hija, espera que pronto todo, porque esta dispuesta a hacer algo, poner manos sobre el asunto. 

El día es largo para ella, mientras que para JungKook, es terriblemente doloroso, emocional y físicamente. 

Su hermano lo deja sobre la cama después de ayudarlo a ducharse. Esta completamente herido, estuvieran en un hospital pero JungKook se niega a ir. Cura sus heridas, tiene moretones esparcidos por su torso, ya que fue pateado varias veces en el vientre, su rostro es aun más notable, su ojo esta morado, su labio roto, un pómulo morado y más, si llega a ir a algún Hospital enseguida pensaran que fue asaltado y no quiere dar explicaciones. 

Incluso evade la pregunta por parte de su hermano.

— JungKook. -se sienta en la cama-

— Quiero dormir, Hyung, hoy no podemos hablar. -le da la espalda-

— Basta de evadir el tema, me vas a decir ya mismo quien te hizo todo esto. Me encargare de...

—lo detiene- No, no hagas nada. Lo tenía merecido. -suspira- Así que no hagas nada, por favor.

— Esta bien, pero mañana mismo me dirás todo, completamente todo niño. -sonríe un poco al escucharlo llamarle así- Sobre todo esto... Kook, ¿porqué dijiste eso hace un momento?

— ¿De qué hablas? 

— Sobre... Lo de papá. 

Se quedo callado. Cerro sus ojos al momento en que a su memoria lo golpea un recuerdo. 

Hace más de diez años. 

Su padre introduce la llave de casa a la cerradura, un pequeño JungKook y su hermano mayor corren enseguida debajo del mantel de la mesa, intentando esconderse de quien esta por entrar. Su madre se encuentra fuera de casa, por lo que temen demasiado a estar solos. 

— ¡Agh! -sus cuerpos tiemblan al escucharlo- ¡Sejin! ¡Sejin! Mierda.

— No quiero que papá nos haga daño, no de nuevo. -susurra el pequeño JungKook a su Hyung-

— Shh, el no nos hara nada si no nos ve, deja que se quede dormido.

Abraza el cuerpo de su hermano, abrazándolo e intentando quitar su miedo, hoy es un día común y normal para los dos pequeños de ocho y once años. Su padre llega siempre de trabajar pasado de copas, agresivo, incontrolable. 

— ¡JungKook! ¡JungWon! -el vaso de vidrio cae al suelo- ¡Salgan! 

— Tengo miedo, Hyung. -lloriquea- 

— Tranquilo JungKook, pap... ¡Jungkook! 

— ¡Ahh! ¡Papá! -grita cuando su padre adentra su brazo tomando de la ropa a su pequeño hijo- 

— ¡Deja de llorar maldita sea! -lo deja caer en el suelo-

— ¡Papá! ¡No! -grita JungWon- 

— ¡Son unos buenos para nada! ¡Unos bastardos! -golpea a su hijo pequeño- ¿Dónde esta su madre? Es una desobligada.

— ¡Papá, ¿qué haces? Deja a JungKook! -ahora llora JungWon-

— ¿Sabes? De ambos JungKook es el más bastardo... ¡Ja! -sonríe de lado- Es igual a tu madre, es un inútil, tu eres más inteligente. JungKook será aun más bastardo que ahora cuando sea grande. 

— Papá, no me golpees. -le pide entre llantos- Me duele.

— ¡¿Lo ves?! -alza su mano dejando una bofetada- 

— ¡¡No, Junyeo!! -grita dolorosamente Sejin al ver como golpea a su hijo- ¡¿Qué crees que haces?! ¡Solo tiene ocho años! 

— ¡Cállate, maldita perra! ¡¿Dónde estas cuando debes estar cuando llego a casa?! -la toma del cabello- 

— Mami, mami. -JungKook intenta acercarse a ella-

— JungWon, llévate a tu hermano. ¡Ah! -el hombre sigue jalando de su cabello- ¡Rápido! 

En la actualidad.

— Esta bien. -suspira, dando palmadas en su espalda- Te dejare solo. 

Se levanta saliendo del cuarto de su hermano. Las lagrimas salen de los ojos de JungKook, junto con su sollozo, todo mejoro cuando su madre tuvo que abandonar a su padre junto con ellos dos años después de aquello. Su padre desapareció pero aun duele recordar todo lo vivido, siempre fue maltratado con su padre y lo de hace un momento le hizo volver a revivir lo que era ser lastimado más allá de lo físico. 

Con Hyemin pensó que se daría una nueva oportunidad para ser feliz, lo fue, completamente, pero ahora esta arruinado. 

— Tiene razón... Me convertí en un bastardo.

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después de mucho actualice, perdonen de nuevo:(

esta historia esta por terminarse, pronto pero no tan cerca.

las amo besos.

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